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Maybe you’re my destine ( asakiku) por Maichigo

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Notas del fanfic:

los personajes son de propiedad de hirumiya, por favor repetar, y que disfruten el fic

Arthur iba en bicicleta con ropa cómoda pero elegante como es usual de él, en un parque con árboles altos y con un clima soleado pero con viento fresco digno de estar fuera de casa y de apreciarlo, mientras iba recordando cómo estaba felizmente acomodado en su balcón tomando su te blanco con unos dulces franceses que le había regalado Francis hasta que Alfred llegó y como siempre le pidió que le comprara otro de sus juguetes, que los vendía China, y por más que se opuso ante ir en su lugar terminó yéndose con tal de que le dejase en paz "ese idiota jamás va a cambiar" -pensó Arthur- mientras estaba más cerca del barrio Chino...llegando al barrio chino encontró la tienda Yao y abriéndola como siempre no se fijó quien estaba en la tienda hasta que oyó "bienvenido sea en que le puedo ayudar” con una voz temblorosa e insegura a lo que él pensó "Yao porque te comportas así soy yo" y se volteó a mirarlo y cuando lo vio y a aquel japonés de pelo corto con ojos cafés como los del té que él tomaba en sus tardes vestido con aquel kimono, lo cual resaltaba lo delgado que era y lo frágil q se veía y su rostro que parecía pulido y se veía perfecto, el inglés se quedó atónito y no pudo decir nada, por su parte el japonés estaba acostumbrado ya a los europeos y americanos pero jamás había visto uno como aquel inglés altos de cejas predominantes de manos firmes y masculinas cuyas venas sobresalían resaltando su masculinidad, bien arreglado pero a la vez cómodo, serio y tranquilo con un aura de superioridad y amabilidad era ver un caballero en todo su esplendor y sus ojos y cabello solo resaltaban más su encanto británico.

Ninguno sabía qué hacer con seguridad solo se observaron teniendo en sus mentes el pensamiento anterior y el inglés volvió en sí y pregunto "¿dónde está el pedido de Alfred Jones?, vengo en su nombre" el japonés asustado por la pregunta repentina solo señalo, y el inglés recogió el pedido y lo compró, el japonés se tranquilizó pensando "ya es más que suficiente, comportarte" el británico solo le veía sonrojado sin saber que hacer recibió el cambió y se dirigió a su bicicleta.

Arthur: "pensé que ese idiota de Alfred me arruinaría el día con esta salida pero al final no fue ni tanto.... pero qué demonios estoy diciendo" -vuelve a ver a la tienda y sonríe- "ya volveré en otra ocasión y estaré normalmente" -se aleja en su bicicleta-

Arthur no se dio cuenta pero el japonés vio esa sonrisa que le lanzo a la tienda y se sonrojo se escondió detrás de la caja registradora y se hizo una bolita en el piso.

Kiku: ¿que fue eso tan repentinamente? ¿Y por qué mi corazón no para de latir tan rápido? ¿Qué debería hacer? ¿Será que volverá?

Con toda esa clase de pensamientos quedo el japonés en aquella tienda, mientras en la casa del inglés le esperaban Francis y Alfred, ambos que se habían topado allí que iban con un objetivo en común Arthur, ambos sabían que al otro le atraía el británico, pero ninguno solo el francés tuvo la valentía de declararse y fue rechazado; pero ni así se dio por vencido, en cambio el americano no tenía el valor de decirle sus sentimientos, o mejor dicho que recuperar al inglés ya que ambos se amaban; como no amarse Arthur crio a Alfred y luego Alfred se fue a pesar de lo bien que lo trataba el británico, pero Alfred se fue por que no podía soportar estar con el hombre que amaba y admiraba; en ese entonces no sabía que Arthur lo amaba y cuando él se fue y Arthur lloro por su partida, no le pudo decir sus sentimientos al americano y solo se llenó de llantos en secreto y olvido sus sentimientos hacia él. Llegando Arthur ambos volvieron a ver y este tenía una gran sonrisa ególatra en su rostro, ambos se volvieron a ver sin saber qué es lo que había sucedido, y Arthur solamente le dio su paquete al americano y se dirigió a su habitación sin decir palabra, el americano y el francés estaban totalmente confundidos y no sabían que hacer, ni que decir….

Alfred: espera Arthie (que así le decían de cariño) ¿qué sucedió? –pregunto curioso y un poco confundido-

Arthur: no sucedió nada Alfred es solo que vengo un poco cansado –con una ligera sonrisa, tratando de ocultar su felicidad, se dirige a su habitación sin dar a explicar más-

Francis y Alfred se pusieron a cocinar, para no comer la comida horrible que preparaba su amigo, mientras….

Arthur: -recordando al japonés, se le escapa una leve sonrisa al recordar su tono de timidez- “me pregunto, si mañana estará, ojala Alfred me pida algo…. Pero qué demonios estoy diciendo pareciera que quiero una excusa por la cual ir….no es que lo quiera ver es solo que quiero ver si en esas tiendas ahí un set de magia que pueda obtener nuevo….si eso es el set de magia, mañana iré por uno…solo es por el set de magia”-se ríe y sale del cuarto más calmado y serio- ¿Alfred?, ¿Francis? ¿Dónde demonios están escondidos?....-se dirige a la cocina y los ve- vaya, pero si encontré a la feliz pareja (dice esto porque ambos se miraban sonriéndose, pero lo que él no sabía es que se habían estado amenazando todo el rato haciendo pequeñas competencias por el entre ellos)

Alfred: Arthie, mira lo que te hice esta deliciosa hamburguesa –sonríe orgulloso-

Francis: no le hagas caso querido Arthie yo te hice estos esquicitos panqueques….

Arthur: ¿Qué clase de veneno o encantamiento le echaron?, ustedes no son así, seguramente me quieren matar, pero no será tan fácil –ríe malvadamente-

Alfred: ¿Qué? Nosotros jamás seriamos capaces de tal cosa Arthie…

Arthur: claro que lo son y si no son capaces de eso entonces de más aun…

Francis: bueno dejemos el tema de otro lado…

Arthur: cierto oye Alfred esa tienda a la que me mandaste hoy no es la de siempre esa está más cerca, y es otro barrio chino.

Alfred: ah que bien que te diste cuenta, ese es el nuevo barrio chino que abrió Yao hace poco, ese está más cerca ahora, ya no tenemos que ir tan lejos para comprar cosas interesantes.

Francis: si no mal recuerdo en unos días Yao hará la fiesta de ese barrio chino, ¿por qué no vamos todos?

Alfred: si no me suena mala idea, que dices Arthur sé que no es lo tuyo, pero vamos, ¿Yao es un buen amigo tuyo o no?

Arthur: está bien iré…

Francis: vamos no seas tan amargado, tal vez encuentres el amor allí…

Alfred: si es una buena ocasión para despejarse de la realidad…

Francis: espera, ¿dijiste que irías? –confundido-

Alfred: ¿whaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaat?-gritando-

Arthur: si dije que iría, acaso están sordos, Alfred deja de gritar….

Alfred y Francis se vieron confundidos sin saber cómo reaccionar ante esto, debido a que Arthur siempre se oponía a este tipo de salidas, y siempre lo terminaban obligando o chantajeando para que vaya con ellos, pero esta vez el había aceptado a la primera ellos no sabían que hacer y no sabían si alegrarse o no, ya que era posible que un nuevo rival haya aparecido para ellos dos lo cual ambos pensaron.

Mientras en el barrio chino Kiku llegaba a su casa cómoda, aun sin poderse sacar de la cabeza al británico se tomaba su té verde y llego Yao a visitarlo como era usual.

Yao: Kiku ¿estás bien? se te ve preocupado, ¿acaso algo malo paso en el trabajo? ¿Quieres que te de una medicina? Aru

Kiku: Yao-nisan (lo dice así por ser tan cercano) no es eso no te preocupes, estoy bien, más bien quiero que me animes más con una de tus anécdotas con tus amigos…

Yao: ya veo aru~ pero lamento defraudarte Kiku hoy Arthur no vino a mi tienda –dijo muy triste este-

Kiku: ya veo es una lástima….

Yao: por cierto Kiku en unos días es la fiesta del barrio chino, invitare a mis amigos extranjeros para que los conozcas aru.

Kiku: espero llevarme bien con ellos…

Yao: ya verás que si aru…

Al siguiente día como era usual Yao y Kiku se fueron a trabajar, mientras Arthur se levantaba y hacia su trabajo en casa con paciencia y con una taza de té y pastelillos, una vez que termino empezó a caminar por su casa sin rumbo alguno, hoy no venía ni Francis ni Alfred lo que hacía sentir en el paraíso al inglés, él estaba ido en sus pensamientos de en qué momento del día volvería a aquella tienda, llego uno de sus superiores con el pequeño Peter o mejor conocido como el representante de Sealand, diciéndole que lo cuidara por hoy, lo que le arruino la perfección del día al inglés.

Peter: hoy estas bajo mis órdenes –despampanante el pequeño macho de ojos azules y de cejas predominantes habla como si en verdad el superior le tuviera que obedecer, lleno de orgullo y  poder imaginarios-.

Arthur: ni lo sueñes pequeño, tu no harás lo que quieras, eso sería mimarte y estoy contra de esto…. –dijo serio el inglés-

Peter: ¡calla! tu casa es muy aburrida, vamos afuera…. –seguro de si-

Arthur: ¡te atreves a callarme, sí que tienes valor!, *espera, dijo afuera….y si visitamos esa tienda…..* tengo una idea mejor….

Peter: ¿enserio cuál? Aunque no creo que sea muy buena ya que eres un amargado –dijo afirmando el pequeño-

Arthur: ¿Qué? Dejando eso de lado ¿conoces el barrio chino? –Pregunta seguro-

Peter: -ojos deslumbrados y emocionado- claro…. Ahí compro mis juguetes ¿me llevaras ahí?

Arthur: -sonríe- ¿tú que crees? ¿Por qué no nos damos una pequeña vuelta allí?

Peter: lamento haber dicho que eras un amargado, eres el mejor vamos… -dijo feliz y emocionado-.

Mientras ambos se dirigían al barrio chino con un propósito en cubierto de parte de Arthur, el pobre Kiku se había pasado todo el día pensando en lo que había pasado el día anterior, él quería ver a ese chico que le regalo una sonrisa que hizo que su corazón latiera rápido y se sintiera cálido, quería saber quién era, y todo eso se iba a cumplir poco a poco con cada paso que daban el inglés y el pequeño…. Llegan a aquella tienda donde estaba Kiku, y como era la tienda más surtida fue a donde el pequeño Peter quiso entrar primero… el salió corriendo y entro a la tienda sin decirle nada a Arthur, Arthur al ver eso se fue detrás del pequeño, el pequeño entro a su paraíso una tienda llena de todo tipo de artefactos interesantes, la admiro con gran alegría y Arthur quien entro a la tienda para “acompañar” al pequeño, apenas entro y vio la cara de felicidad del pequeño Peter le recordó a el cuando era pequeño, y le causo gracia, sin darse cuenta una mirada no dejaba de observarlo era Kiku quien no podía creer que veía a esa persona de ayer y aún más extraño con un niño parecido a él, el japonés pensó que era el hijo lo cual lo vio tierno y de mala suerte para él, pero Arthur lo saludo con la mano de lejos, se acercó  al japonés poco a poco hasta llegar a él y tomando todo el valor suyo se dirigía a hablarle.

Arthur: D….Disculpa…..a mi sobrino le encantan los robots me puedes decir ¿dónde están?

Kiku: A…..al final del segundo pasillo….

Arthur le dijo esto al pequeño y este salió corriendo a verlos, Arthur se dirigió a donde Kiku para hablarle como todo caballero.

Arthur: hola, disculpa mis malos modales, eh venido aquí dos veces y creo que me eh comportado grosero.

Kiku: -apenado- no...No para nada señor, mi nombre es…-es interrumpido por Arthur-

Arthur: -interrumpiendo a Kiku- lo siento pero por ahora mantengamos el anonimato, es más divertido así, dime ¿te gustaría salir conmigo mañana después del trabajo?, seré tu ultimo cliente y no quiero irme solo, así que pensé que podía acompañarte….ya sabes para conocernos más y eso…..

Kiku: claro, pero algún día tengo que saber su nombre…..-feliz por la invitación y nervioso-

Y se pasaron 4 horas donde el inglés  y el japonés hablaron de diferentes temas pasando un rato muy grato, cuando Arthur se tuvo que ir se despidieron pero no sin antes darse alias y el número de teléfono, Arthur le puso a Kiku el alias de el misterioso oriente, y Kiku le puso el alias a Arthur de el sobre saliente europeo, así dando una señal de que se seguirían hablando. Arthur se fue con el pequeño a casa, el pequeño iba agotado de lo mucho jugar, tanto que ni hablo en el camino, y Arthur iba sumido en sus pensamientos donde al siguiente día saldría con el asiático, mientras Kiku pensaba en lo mismo y  sin darse cuenta su turno había terminado y se dirigió a toda prisa a la casa de su hermano Yao, el cual estaba totalmente triste.

Kiku: ya llegue…. ¿Yao-nisan? ¿Qué pasa? ¿Te duele el estómago? –preocupado-

Yao: sabes Kiku ahí dolores más fuertes q los del cuerpo y son los del alma, no eh visto a la persona que me gusta hace tiempo….sé que la nueva tienda ayuda pero ya ni lo veo…. será porque esta nueva tienda está más cerca de su casa aru….

Kiku: ¿de quién hablas Yao-nisan? –preocupado

Yao: del señor Arthur aru…

Kiku: no te desanimes faltan 2 días para la fiesta y seguro que ahí lo veras porque ¿le mandaste carta de invitación cierto?

Yao: si aru…. Espero que él vaya….

Mientras eso sucedía en la casa de Kiku quien trataba de ayudar a su hermano en la casa de Arthur se respiraba paz ya que Alfred y Francis no estaban y estaban buscando evidencias si había alguien nuevo en la vida del joven Arthur, lo que ambos deberían impedir ya que era más que suficiente con el contrario, ambos sabían que Yao también quería al inglés pero sabían que no lo lograría, o al menos hasta ahora de quien primero sospechaban era de Yao, porque Peter les conto que fueron al barrio chino y la ves pasada Arthur dijo que iría a la fiesta del barrio chino, algo malo les pasaría al francés y al americano , un rival que Arthur quiere, lo cual con solo pensarlo se asustaban y lo negaban. Dándole fin a este capítulo.

 

Notas finales:

Espero que les haya gustado, recibo criticas, mensajes, o comentarios de fic, GRACIAS


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