Tu rostro encendido
Como había terminado ahí, en la casa de su compañero de primaria, aun para él era un poco confuso, solo sabía que después de la tormenta que azoto poco tiempo después de ver aquella maravillosa imagen de una piscina llena de cerezos, que se quedaría gravada siempre en su corazón, su amigo Haruka Nanase lo invitó a cenar y quedarse en su casa para pasar la noche… no supo si fue porque ya estaba oscureciendo o por la extraña necesidad de estar cerca de él que aceptó de inmediato, sin medir consecuencias. Ahora estaba ahí, sentado a la mesa frente a él cenando caballa, sin nada más que decir… bueno no es que con Haru se pudiera entablar una conversación entretenida, pero esperaba que por lo menos con todo y lo que habían hablado horas antes, éste le hubiera dado una respuesta a su pregunta.
Así terminaron de cenar, en medio de ese incomodo silencio, el pelinegro amablemente levantó los platos y prosiguió a lavarlos mientras él se quedaba aun sentado y pensativo.
-No entiendo porque aun no has decidido que quieres para tu futuro… - rompió el silencio por fin.- y Makoto está en las mismas – agregó
-Sigues con eso Rin…- fue su escueta respuesta al darse la media vuelta para verlo de frente.
-Por supuesto que sigo con eso… - exclamó aun incrédulo de su indiferencia sobre el tema – Por lo menos yo si sé que quiero competir a nivel internacional – se jactó.
-“competir a nivel internacional”-pensó con frustración el de ojos azules, se volverían a separar una vez más y esta vez no tenía la certeza de volverlo a ver.
Por un momento creyó ver en Haru una mueca diferente a la cara de póker que siempre estaba dibujada en su rostro. Sin embargo su ilusión se vio desvanecida de inmediato cuando éste se giró y siguió lavando los platos como si nada. Odiaba esa parte de Haru, su rostro nunca le decía nada, y aun así sabía que era una persona competitiva, muy en sus adentros, Haru se creía el mejor de todos en el agua y él quería sacar esa pasión… de alguna manera… “Voy a cambiar esa fría expresión en tu rostro y voy a hacerla arder” – recordó su propia frase, dicha hace horas en el torneo público. Quería ver a Haru encendido por la pasión… y tenía que encontrar la manera.
-Haru…- le llamó poniéndose de pie.
El delfín término de lavar los platos, se secó las manos y se acercó al pelirrojo.- ¿Qué?- preguntó sin emoción alguna.
Rin sonrió de lado mientras se aproximaba acechadoramente al pelinegro.- Yo sé que cumpliré mi meta de nadar a nivel mundial- empezó – Pero esa es mi meta a largo plazo…
-Meta a largo plazo…- repitió como si nada sintiendo como Rin tomaba su cintura causándole un nerviosismo no antes experimentado.
-Mi meta a corto plazo, es ver tu rostro encendido en un lindo rubor –susurró ya cerca de su cara – Y no me iré tranquilo hasta lograrlo…- finalizó atrapando sus labios en un sutil beso. -
Al separarse casi de inmediato el chico del instituto Iwatobi permaneció sereno, parecía no haber reacción alguna por lo que prosiguió a darle un beso más largo, más húmedo y con mas movimiento, le presionó el cuello para invadir su boca con su lengua y batallar en una lucha exquisita, aunque no eran unos expertos se compenetraban bien, al final cuando se les escaseo la respiración un hilo de saliva quedó como testigo silencioso de lo que momentos antes había pasado.
Ahora sí, lo tenía como lo quería, con su rostro impresionado y medio sonrosado, tratando de controlar la respiración, no como cuando sales del fondo del agua donde por obligación debes contenerla sino así como después de experimentar un torbellino de emociones que te quitan el aliento. Sin embargo quería más de él, mas de Haru… quería verlo totalmente encendido.
-¿Ya lograste tu objetivo de corto plazo?- cuestionó serio una vez había recuperado la respiración.
-No… - fue su sincera respuesta – todavía quiero más… ¿tal vez si?…– se aventuró a introducir sus manos dentro de la playera del pelinegro llegando a sus pezones los cuales comenzó a acariciar delicadamente
Un leve temblor sintió a medida se excitaba por las caricias recibidas en esa parte tan sensible de su cuerpo, sin poder evitarlo jadeó sensualmente, eso volvió loco al chico de cabello violeta-rojizo que inmediatamente le beso el cuello y luego de nuevo sus labios, después se perdieron a sí mismos sumergidos en el deseo de estar juntos, más allá de cómo lo estaban haciendo en esos momentos.
Lograron llegar a la recámara a puros tropezones pues en el camino seguían besándose frenéticamente, una vez dentro comenzaron a despojarse mutuamente de sus ropas con desesperación. Rin arrojó a Haru a la cama y se colocó sobre él haciéndole sentir el fruto de sus besos representada en una ferviente erección, un tono más rosa adorno sus mejillas, justo como quería.
El tiburón también sentía como el cuerpo de Haru respondía a sus estímulos, bajo poco a poco, surcando entre besos desde el cuello hasta el miembro erecto del ojiazul y una vez ahí le besó primero sus testículos y se ayudaba con la mano que subía y bajaba a un ritmo paulatino escuchando complacientemente los gemidos de su compañero nocturno. El ojirubí se metió todo el miembro a la boca y comenzó a mover su cabeza de arriba hacia abajo.
-Rin ah…ahh- lograba articular entre gemidos y jadeos, era tanto su disfrute que estrujaba fuertemente las sabanas para no gritar. Llegó a la culminación poco tiempo después, Rin intentó beber todo su néctar
Volvió a subir a la altura de su rostro y lo besó por unos instantes, se puso de rodillas y apreció su obra, Haru respirando agitadamente con su rostro sonrojado después de un delicioso orgasmo, una imagen incitadora de mas.
-¿Lograste… tu meta… a corto plazo?… -preguntó de nuevo respirando entrecortadamente.
-No… todavía no….- mintió deseando la pauta para llegar al final.
-Entonces… solo queda una cosa más por hacer… – musitó con inocencia fingida abriendo sus piernas dándole así el permiso deseado.
Rin sonrió tiernamente a Haru mas éste le negó la mirada avergonzado. Se colocó de nuevo sobre él y le besó en los labios, mordiéndolos y chupándolos con sus feroces colmillos como si no hubiese un mañana, excitando de nuevo al pelinegro, luego se dirigió a sus pezones los cuales saboreó y mordió como si de un dulce se tratara mientras Haru jalaba levemente sus rojizos cabellos. Llevó uno de sus dedos lubricados a su entrada y un grito de parte del pelinegro se escuchó, después agregó otro acariciando paulatinamente su entrada, escuchando con satisfacción como los quejidos pasaban a gemidos de placer.
-Haru… voy a entrar... – anunció cuando lo sintió preparado. Un asentimiento recibió por respuesta, poco a poco fue penetrándolo, degustando la estrechez de sus paredes internas.
-Duele… - se quejó cuando lo sintió a la mitad haciendo que el otro parará por unos momentos, tiempo que Rin dedicó a mimarlo con sutiles besos por todo su rostro – Puedes…puedes seguir…-indicó en un susurro
Finalmente entró completamente a él y se quedó estático por unos momentos esperando a que se acostumbrara a la invasión mas fue el mismo Haru quien comenzó a mover sus caderas con movimientos acompasados que los envolvían lentamente en el éxtasis, el sonido de sus jadeos invadía toda la habitación, el sudor de sus cuerpos emanaban un vapor sofocante en el lugar. Rin embestía con fuerza a Haru y éste se revolcaba en placer.
¿Cómo habían llegado a ese punto?... realmente no les importaba lo único que sabían era que disfrutaban del momento, por fin Rin había logrado su objetivo, el rostro de Haru no era más frio, su rostro estaba ardiente en pasión así como el resto de su cuerpo. Ambos se estaban entregando el uno al otro. Sus cuerpos se movían en un ritmo acompasado, poco a poco sus cuerpos se contrajeron y llegaron a la culminación en un solo grito con su nombre…
-Haru…
-Rin…
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-El agua se llevó las flores – dijo Nagisa a la mañana siguiente en el Instituto.
-Tendremos que limpiar la piscina de nuevo – renegó Rei
-Haru, vamos también – le dijo Mikoto
-Si…- respondió pensativo Haru.
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***Flash Back***
-¿Te vas ya?...- le preguntó Haru desde la cama
-Tengo que regresar al instituto…- le contestó terminando de sujetarse las agujetas de sus zapatos deportivos.
-Rin…-
-umm- le dio la pauta de seguir
-Aun no me has contestado si lograste tu meta a corto plazo…
Al terminar de escuchar eso se dio la media vuelta para verlo de frente – Dímelo tu… ¿te calentaste con lo que paso anoche?- preguntó con malicia, el de ojos azules le volvió a desviar la mirada
– Para nada…- susurró
-Tal vez debería seguir intentándolo…- sugirió pretencioso- Ya te dije que no me iré tranquilo hasta lograrlo. – le pareció ver una linda sonrisa de parte del chico de cabello negro.
-Rin…- lo volvió a llamar, esta vez tenía toda su atención- Yo creo que tengo una respuesta a tu pregunta de ayer…
-¿Qué harás después de graduarte?...
-No tengo idea…
-¿eh?...- exclamó incrédulo con una gotita en la cabeza
-Solo sé… que quiero nadar contigo para siempre… que no quiero que te vuelvas a alejar de mi – siguió
-Haru…- susurró conmovido, pero aun así lo que pedía era imposible, se dio la media vuelta para no verlo a la cara – Escúchame, en la vida no puedes tener todo lo que deseas, mírame a mí, Yo no quiero ser capitán de mi equipo pero aun así debo hacerlo porque es mi deber…
Un tormentoso silencio inundó el lugar hasta que el tiburón habló de nuevo.
– Debo irme…- anunció con un nudo en la garganta.
-¿Te irás?…- se atrevió a preguntar.
-Cosas pasan en la vida… debo pensarlo bien…- le dijo convencido, entendiendo perfectamente a lo que se refería el pelinegro – Pero te prometo que seguiré intentando cambiar ese frio semblante tuyo y lo calentaré, cada vez que pueda…- se dirigió a la puerta y antes de abrirla le sonrió.
***End flash back***
Podría considerar dejar sus sueños de competir internacionalmente para estar siempre con Haru chan, solo tenía que poner en orden sus prioridades, ahora que lo pensaba bien… de pequeño siempre quiso ser policía… - “No estaría mal ”– pensó, estaba escuchando música en el salón de clases esperando la llegada del profesor.
-Matsuoka, gracias por prestármelo. – le dijo un compañero entregándole un disco.
-Claro…
-Atención – dijo el profesor llamando la atención de los estudiantes- quiero presentarles a un nuevo estudiante de intercambio, él es Sousuke Yamazaki Kun.
- ¿Sousuke?- susurró de inmediato al reconocer a su amigo…- “tal vez hacer eso no sería tan fácil”- pensó con frustración