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Conservando el corazón por Rukia Matsuoka

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Notas del capitulo:

¡Hola!

Que bueno que a algunos les haya gustado el primer capitulo y pues en verdad lo siento por aquellos que leyeron el capitulo y no era lo que se esperaban.

Agradecimientos a aquellos que me dejaron sus review y a aquellos que se tomaron su tiempo en leer el capitulo.

Espero que les guste...

En la habitación Sasuke se encontraba en su escritorio leyendo unos papeles mientras Naruto en pijama le miraba aburrido desde la cama, tenía días de no hacer nada «Divertido» con su esposo ya que estaba demasiado ocupado con el trabajo. Pero por más aburrido que estuviese, sentía una extraña presión en su pecho que no le agrada. Solo se le venía la mente a su hermano mayor con aquella depresión que le había embargado. La culpa le comenzó a llenar cuando le vio en aquella situación en la cocina, podía ver su sufrimiento al comer algo que no quería y solo podía pensar en aquel comentario sin tacto que le había hecho.

Sacudió su mente, pensando en que su hermano estaría bien y que Itachi se encargaría de volverlo a la normalidad, es más, solo esperaba a que regresaran para pedirle disculpas a su hermano.

—Sasuke…—trato de llamar a su esposo pero, el otro solo le respondió con aun asentimiento a que continuara. Así que se levanto de la cama para alejarle los papeles de las manos y sentarse en su regazo— ¿Porque mejor, hacemos algo más divertido…Sasuke? —le dijo con la voz más seductora que podía.

Sasuke suspiro, para luego sonreír un poco y darle un rápido beso en los labios a su doncel—Lo siento Naruto, en verdad estoy ocupado pero, luego te recompensare ¿Si?—Sonrio burlón al ver el puchero del rubio—Sabes muy bien que cumplo con esas recompensaciones, dobe…

Naruto se sonrojo— ¡Teme…!—el sonido del celular de Sasuke le interrumpió.

El dueño del aparato le dio otro corto beso y se levanto del escritorio. Naruto volvió a la cama para ver fruncir el ceño a su esposo. Pensaría que tal vez había sido un problema en el trabajo si no hubiese visto la cara de horror que Sasuke tenía en el rostro. Comenzó a preocuparse al ver lo rápido que caminaba tomando las llaves de su auto.

—Sasuke ¿Qué pasa? —Naruto le siguió al verlo salir de la habitación a prisa.

—Nii-San y Deidara-San tuvieron un accidente…

Naruto se detuvo a medio caminar en las escaleras, aquella presión que había sentido había sido por aquello. Salió de su ensoñación al ver a Sasuke salir de la mansión.

—Naruto ¡¿Qué haces?! —dijo Sasuke al ver a su esposo entrar con él en el auto.

—Mi Nii-Chan esta también en ese hospital…

Sasuke solo acepto para no perder el tiempo brindándole la chaqueta de su traje negro para que no entrara en aquellas ropas al hospital. Sasuke conducía lo más rápido que le permitían las señales de tránsito sin decir de los parones de los semáforos.

Llegaron al hospital de Konoha atacando a la de recepción preguntando el paradero de sus hermanos. Apenas le habían dicho las habitaciones a las que habían sido llevado después de ser revisarlos y aplicar una cirugía.

— ¿Son familiares de los Uchiha? —Se encontraron con una rubia de grandes atributos quien revisaba los expedientes de los pacientes.

—Somos sus hermanos ¿Cómo están? —Se adelanto Naruto desesperado.

La doctora de nombre Tsunade Senju les miro con lastima—El varón está bien, solo fueron golpes en la cabeza y raspones, el impacto contra la camioneta no fue del lado del conductor…sino de lado donde iba sentado el doncel embarazado…—Observo como aquellos familiares habían sacado la obvia conclusión—El doncel…

Se calló al escuchar unos estruendos y gritos de una enfermera en unas de las habitaciones. Sasuke y Naruto se sorprendieron al ver a Itachi, con la cabeza y uno de sus brazos vendados, salir de una de las habitaciones tratando de ser detenido por unas enfermeras.

— ¡Nii-San! Vuelve a la cama—Se le acerco Sasuke tratando de llevarlo de vuelta  la habitación pero, simplemente fue empujado por el otro, sosteniéndose a como podía de las paredes blanca del lugar.

— ¿Dónde está Deidara? —dijo en un susurro ahogado por el dolor de su cabeza…

—Debe volver…—Tsunade trato de hacerlo reaccionar pero fue en vano.

— ¡¿Dónde está?! —al no recibir respuesta más que solo miradas de lastima abrió la primera puerta de la habitación.

Se quedo petrificado al ver a su esposo en la cama con uno de sus brazos y una de sus piernas enyesadas y, al igual que él con la cabeza vendada pero, lo que más perforo su alma fue encontrarle el vientre plano.

Se dejo caer al suelo mientras apretaba los dientes dejando salir sus amargas lagrimas… ¿Ahora qué le diría a su esposo al despertar? No quería ni imaginar el dolor que sufriría Deidara al enterarse que su amado bebe ya no estaba, que aquella felicidad que compartían había desaparecido. No quería ni imaginárselo, Deidara estaba más que feliz esperando dar a luz a su hijo, aun recordaba la emoción de su rubio esposo el día que recibieron los exámenes del embarazo, había saltado por todo el consultorio gritando que tendría un bebe…

~*~

Sai esperaba a las afueras de la empresa de su primo esperando a que su bello doncel terminara de trabajar en aquel laboratorio que le daba escalofríos. Por alguna extraña razón al entrar a aquel lugar, la imagen de su Gaa-Chan con un aura de científico loco rodeado de criaturas dentro de envases transparentes lleno de líquidos, le invadía la mente.

Al rato pudo ver aparecer a su doncel de cabello rojo y le sonrio al ver que le había notado. Gaara se sonrojo al ver que Sai le había estado esperando.

— ¿Cuánto tiempo llevas esperando? —Gaara se acerco preocupado

—Nada en realidad—Sai le sonrio mientras le tomaba de una de sus manos haciendo estremecer al otro— ¿Qué tal si, vamos a cenar?

Se emociono al ver a asentir a su Gaa-Chan así que lo guio a su auto, debía de aprovechar la bella noche estrellada y que mejor forma que, entrar a un lujoso restaurante para impresionarlo.

Gaara se impresiono por el elegante lugar al que irían a comer, no es como si nunca hubiese comido en un restaurante, al menos no en uno no tan lujoso como aquel. Tomo la pancarta y definitivamente confirmo que el lugar era distinto, comenzando por las elegantes sillas de madera fina y las mesas con manteles de seda, sin mencionar que aquella comida era más elaborada que la que acostumbraba a comer así que tomándole la palabra a Sai que, eligiese lo que quisiese, pidió el plato de comida que más sencillo le pareció.

Sai sonrio satisfecho al ver que había cumplido su objetivo, su Gaa-Chan se veía más que impresionado y eso hacía que su ego se elevara. El camarero llego con sus pedidos y comenzaron a comer. Ahora debía de dar el paso más importante de su plan…

—Gaa-Chan…—Llamo la atención del aludido— ¿Sabes? Quería pedirte algo…—El otro dejo de comer para prestarle atención. Los nervios comenzaron invadirle al azabache, ahora que lo veía, era más difícil hacer lo pensaba en la vida real que en su mente, así que trago el nudo que se había formado en su garganta— ¡¿Quieres ser mi novio?! —Grito exaltado.

Gaara se quedo estático unos momentos hasta que analizo bien lo que el azabache le había gritado llamando la atención de los que estaban en el restaurante. Se sonrojo de sobre manera al sentir como la vergüenza y los nervios le invadían, era la primera vez que alguien le proponía eso, después de todo siempre pareció una rata de laboratorio frente a muchos varones en lugar de verse como un lindo y bello doncel como lo eran sus únicos amigos.

Los nervios de Sai le sofocaban al no recibir respuesta del de cabello rojo hasta que por fin le vio indicios de hablar pero, sus ilusiones fueron rotas al escuchar el sonido de su celular.

—Deberías responder, puede ser importante—le dijo Gaara, a lo cual no se pudo negar.

Saco su celular del bolsillo y miro reflejado el nombre de Sasuke—Espero que sea importante…—Callo unos segundos al ser interrumpido en la otra línea escuchando todo lo que le decía.

Gaara le miro extrañado al ver lo serio que estaba Sai y salto de la silla del susto al ver como el otro se levantaba abruptamente de la mesa.

—Lo siento Gaa-Chan pero, escuchare tu respuesta otro día—dijo antes de dejar el dinero de la comida en la mesa y salir del lugar.

El de cabello rojo se preocupo, así que le siguió entrando en los asientos traseros del auto dejando sorprendido al conductor. Gaara solo le pidió que condujese y al menos le comentara lo que pasaba. Sai conducía mientras le informaba de lo que había hablado con Sasuke. Ahora la preocupación había pasado hacia Deidara, sabía muy bien que, su amigo había estado añorando desde que se había casado con Itachi el tener un bebe, no podía sentir tristeza al pensar en cómo reaccionaría el rubio al recibir la noticia.

Llegaron al hospital y llego hasta la habitación donde su primo menor le dijo que estaban, pidiéndole a su Gaa-Chan que le esperara fuera. Al recibir aquel dudoso asentimiento, entro a la habitación sintiendo un frio que podía calarle los huesos al ver a su primo mayor sentado en la cama con la mirada en el suelo, ni siquiera podía ver sus ojos por los mechones de cabello pero, estaba seguro que tampoco ansiaba verlos.

—Sai…—Escucho aquella fuerte y fría voz que le dio un escalofrió—Sasuke te dará la dirección del choque, busca cualquier testigo y mejor aun si alguien tomo el numero de la placa—Sai solo asentía a las ordenes—En todo caso, encuentra al tipo…—Los azabaches menores retrocedieron un poco al ver a Itachi levantarse de la cama, dejando ver sus ojos negro llenos de ira y odio—Encuéntralo ¡Y húndelo! ¡Hazle ver el infierno que le espera!

Itachi vio a su primo asentir rápidamente, iba a decir otra orden más hasta que, escucho los murmullos de unas enfermeras acerca del despertar del rubio de la otra habitación. Así que sin más, dejo a los otros entrando en la habitación de su esposo sin importarle lo que las enfermeras le dijesen si podía entrar o no. Y fue cuando se encontró con lo que no quería ver. Sintió un profundo dolor en el pecho al ver a Deidara derramar lágrimas al ver su vientre plano…

Había despertado, sentía su cuerpo pesado e incluso adolorido pero, eso no le impedía entender aquella situación, no le importaba ver uno de sus brazos y pies enyesados, solo deseaba que aquello que miraba con esmero solo fuese un sueño. Llevo el brazo que tenia libre para palpar su propio vientre buscando algo que le diera indicios que aun estaba redondo, las lagrimas comenzaron a correr por sus mejillas, al sentirlo plano y con la sensación de una larga cicatriz debajo de la bata del hospital.

—Deidara…—Itachi se acerco a su esposo mientras dejaba que el dolor se reflejara en su rostro.

—Itachi…Mi hijo no está…—Deidara comenzó a levantarse de la cama a como podía. Itachi le miro asustado al escucharle los quejidos de dolor por los movimientos bruscos y fue a su lado tratando de acomodarlo de nuevo de la cama— ¡¿Dónde está mi hijo?! ¡Suéltame, Itachi! —Deidara comenzó a forcejear con Itachi haciéndose daño.

—Deidara…Por favor, tranquilízate…—le susurro suplicando, al verle llorar con fuerza—Te lastimaras…

— ¡Quiero a mi hijo! ¡Quiero verlo! ¡¿Dónde está?!

Itachi escucho hablar a las enfermeras hasta que entro Tsunade  a la habitación con una jeringa y con tranquilidad la introdujo en la intravenosa que portaba el brazo sano del rubio. Itachi sintió como la fuerza de su doncel disminuía pero, aun podía escuchar su llanto.

—Yo no perdí a mi hijo… ¿Verdad, Itachi? —Deidara comenzó a sentir sueño mientras dejaba salir sus lagrimas pero, aun podía ver el rostro lleno de dolor que Itachi le mostro dejándole ver aquellas lagrimas que nunca había visto en su esposo.

—Lo siento, Deidara…—El rubio sintió un último dolor, escuchando como sus sueños se rompían en pedazos…aquello no debía de estarle pasando.

Itachi beso la frente de su esposo, acariciando una de sus mejillas limpiando la única lágrima que amenazaba por salir de uno de aquellos ojos durmientes. Le dejo sobre la almohada y se giro para salir de ahí encontrándose con Sasuke abrazando a Naruto quien reprimía su llanto en su pecho y, a Sai junto a Gaara quienes solo guardaban silencio pero, podía ver sus ojos llenos de lastima por su esposo.

Salió de la habitación mientras tomaba su celular, llamando a Zabuza, por el momento no estaba en condiciones de trabajar, ahora debía de velar por la salud física y al parecer psicológica de su esposo además de, arreglar el asunto pendiente con el desgraciado que le había arruinado la alegría a su Deidara. Guardo su celular y se digno a descansar a la habitación que le habían asignado pero, alguien le sujeto del hombro volteándole.

— ¿Qué sucedió con Deidara? — Un doncel de cabello corto rubio con largas patilla con ojos azules de treinta y ocho años se digno a detener a su yerno.

Itachi solo se maldijo por dentro, la situación se hacía más difícil.

Notas finales:

¡Hola! De nuevo

Espero que les haya gustado y pues, antes de que me maten XD les dire que aun falta, asi que guarden sus fuerzas XD

Por cierto...Itachi da miedo Q.Q Pero aun asi es sexy XD

Les agradeceria un review ¿Si?

Nos vemos (n.n)/


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