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Driven to tears. por sasodei_konan

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Notas del fanfic:

¡Hola! Aquí estoy de nuevo con un one-shot (este si será one-shot hehe) trayendo por primera vez a la pareja de Tony y Steve, ese par peleador y orgulloso hehe <3

Está basado en la canción Driven to tears, de The Police, pero la versión que escuché fue el cover de Robert Downey Jr, que sin ánimos de ofender, me gustó más <3 Así pude imaginar lo que pasaría en el fanfic.

Los personajes claramente no me pertenecen, sino al universo de marvel.

Notas del capitulo:

Recomiendo escuchar lo que dejé en las notas del fic, no tengo más qué decir.

Enjoy.

Una nueva pelea había encabezado aquella desastrosa relación, como la solía llamar Steve. Polos opuestos por mucho, parecían tal gato y perro gruñéndose, gritándose cosas hasta llegar a los golpes –y eso incluía la mordida del perro y el arañazo del gato-.

Tony había salido esa noche luego de dos horas que haber peleado con Steve sin decirle siquiera que se ausentaría un momento, fue por eso que la molestia de Steve fue mayor al ir a la torre Stark y escuchar a JARVIS decirle que el señor Stark no se encontraba y no había dicho dónde se dirigía.

Los nervios le hervían como siempre que discutían. Claro, ahora había ido a hablar con Tony para arreglar las cosas entre ellos dos, detestaba que se trataran con indiferencia tan cruel y sabía que para Tony no era de menos. Pero a la diva se le había ocurrido salir cual quinceañera enfadada sin dejar rastros de vida.

Fue el colmo de la paciencia del rubio, no podía tolerar tanta falta respeto del “gran filántropo” hacia su persona. Eran pareja, pero el problema fue por testarudez de Tony –según el Capitán- y a pesar de eso era él quien quería arreglar las cosas. Como siempre.

-Basta de sus tonterías y rabietas de adolescente, ya me cansé –pensaba para sí Steve mientras montaba su moto para ir al pub más cercano que le llamara la atención-. Necesito un trago o me volveré loco.

El alcohol no era la salida preferida de Steve ante sus problemas, sólo cuando sentía que sus nervios estaban por ser cortados acudía a la bebida que su amante tanto adoraba.

Se estacionó frente un local llamado “Ensueño”, fue el nombre lo que llamó la atención del Capitán y el hecho de que no entraba mucha gente, junto con el cartel que decía:

Música en vivo. Espacio de karaoke.

¡Invitado especial sorpresa y premios!

Le gustaba la música en vivo, fue lo suficiente para encaminarse dentro del local e ir a pedir una buena cerveza –no abusaría, de lo contrario debería irse caminando- sentándose frente la barra.

No estaba muy repleto pero pronto comenzaba a entrar la multitud murmurando acerca de aquel invitado sorpresa. Sintió un par de miradas sobre él, sin embargo no lo extrañó, él era el Capitán América, a menudo se le reconocía y no faltaron aquellos que fueron a tomarse fotografías junto a él. No le molestó en lo absoluto, al menos en esa ocasión respetaron su espacio personal y al no haber niños, tenía más tiempo para sí mismo.

Fue sólo hasta que la multitud enloqueció. Se escuchaban murmuros de “ya llegó”, “él está aquí”. Steve dedujo que era aquel invitado sorpresa, debería ser un cantante famoso. Esperó escuchar algo de jazz o quizá blues.

Claro, hasta que escuchó a una chica gritar: “¡Llegó Stark!”.

-Maldita mi suerte –se dijo Steve a sus adentros al creer que Tony había ido también al local, sin embargo por más esfuerzo que hizo para encontrar con la mirada a su molesto amante, no lo logró visualizar.

La opción era otra y se maldijo por no pensarla antes, si era más obvia todavía.

-¡Damas y caballeros! Esta noche nuestro invitado sorpresa no es más que el grandísimo Iron Man, ¡Tony Stark! Que su velada sea de Ensueño.

Ahí estaba él. Entraba de traje negro sumamente elegante al escenario, saludaba con esa arrogante sonrisa, su cabello peinado hacia atrás provocando que uno que otro mechón se levantara.

-¡Hey, qué tal gente de Ensueño! Sé que debe ser un honor para ustedes el tenerme aquí –dijo altanero provocando una risa suya y de los asistentes-. Agradezco al gerente de Ensueño, James Wolck por invitarme esta noche junto a ustedes. Y… ¡Vaya, vaya! –Exclamó llevando su izquierda sobre sus ojos para hacer mejor su visión sin la molestia de la luz-. Si la vista no me falla veo que tenemos a un estimado compañero mío aquí también esta noche, ¡y eso que no nos pusimos de acuerdo!

Steve abrió los ojos de golpe al escuchar a Stark decir semejantes palabras. Era obvio que se trataba de él, sin mencionar que la multitud ya hablaba sobre el Capitán América y giraban a verlo. Una luz se posó sobre él haciéndole levantar una mano para cubrir sus ojos, con la otra saludaba con una forzada sonrisa.

-Maldito seas, Anthony –susurró para sí.

-Capitán Rogers, qué gusto tenerlo con nosotros esta noche –Tony no quitaba la sonrisa de sus palabras, pero Steve había dado cuenta que su presencia también le había caído como balde de agua fría al playboy-. Bueno, estimados, los deleitaré con un cover de Driven to tears. Orquesta, ¡vamos!

El público enloqueció y se agrupó frente al escenario. Unos pocos quedaban en sus mesas o en la barra, y entre ellos se encontraba el Capitán.

Un buen solo de guitarra eléctrica y Tony comenzaba a cantar.

 

¿Cómo puedes decir que no eres culpable?

¿Qué tiene que ver eso conmigo?

 

Otro balde de agua fría caía para Steve directo en la nuca. Esas fueron las mismas palabras que se habían gritado en su casa antes de que el playboy se fuera y diera el portazo del año, causando la curiosidad de los vecinos que el rubio luego tuvo que explicar con sus mejores excusas. No podía decirles que Tony Stark se había enfadado porque el intocable Capitan Rogers no quería dar a lucir la relación entre ambos.

Era lo que Tony deseaba, dejar de esconderse frente a la masa de imbéciles y revelarle a toda la galaxia que se revolcaba con Steve Rogers. No le importaba la opinión de los medios, después de todo siempre encontraba una forma de arreglarla y dejar todo a su favor, esa boca sofista que decía Pepper que poseía el multimillonario.

Para Rogers no parecía algo tan fácil. Le espantó el hecho de descubrirse enamorado de, posiblemente el hombre más egocéntrico de la Tierra, hombre, recalcándolo. En su tiempo nunca fue bien visto el tema de la homosexualidad, ahora las cosas habían cambiado un poco, el desarrollo no era grande pero muchas parejas del mismo sexo salían a la luz. Si bien aceptaba que el amor no tenía límites y cualquiera era libre de elegir. Pero no, él no, él debía enamorarse de una mujer. Una mujer o nada.

El tema había sido flor de muchas peleas y discusiones entre la pareja. Lentamente Tony lo hacía entender que no era su culpa, que las cosas se habían dado. Steve lo aceptaba, pero apenas salía a conversación el decirle al menos a alguien que no fuera Pepper que eran pareja se volvía testarudo.

 

¿Cuál es mi reacción, cuál debería ser?

Confrontando esta última atrocidad.

 

Cerraba su cuadrada mente, según Tony. Lo hería en lo más profundo de su ser y su pareja no podía verlo, no se quitaba el sucio vidrio frente a sus ojos.

Comprendía que era difícil para Steve, pero ya había ido más allá de la moral del Capitán y se enfrentaba con su orgullo de “soy un hombre hecho y derecho”. Innumerables ocasiones terminaba dejándolo sólo, dejando un Tony con muchas palabras en la boca sin poder decir.

Era propio de Tony no dejar a relucir sus más profundos sentimientos, entre ellos estaban los que incluían al “vejete”, como solía llamarlo. Tampoco había sido fácil para él tirar por la borda su orgullo, las preciosas mujeres que se le ofrecían en bandeja y otros placeres, pero hasta el mismo se había sorprendido con aquello que sentía con respecto a Steve. El rubio lo había capturado por completo en sus redes de seducción –siendo que era Stark quien se había encargado de seducirlo al notar que el otro no le era indiferente- y necesitaba amarlo libremente.

Aquella última pelea había sido una humillación para Anthony. Le había rogado, así es, había rogado a Steve porque al menos pudieran tomarse las manos frente a sus amigos, o darse esas lascivas miradas en público. Estuvo casi al borde del llanto haciendo saber a Steve que no soportaba estar encerrado en un mundo donde su amor debiera ser entre cuatro paredes como la vida de una monja.

Steve recordaba los últimos minutos de la pelea de aquella tarde.

-Stark, si realmente me amaras tanto como yo a ti te amo, harías el esfuerzo por nosotros –decía el rubio desviándole la mirada al multimillonario.

-¡Claro que lo hago, grandísimo imbécil! –Los gritos en respuesta no se hacían de esperar. Steve agradecía tener separación suficiente con sus vecinos para no escuchar esos gritos-. De lo contrario no hubiera estado casi ya dos años a tu lado entre las sombras, sin dar siquiera un indicio de nuestros sentimientos, pero pareces no notar cuánto daño me hace el no poder amarte como quisiera, ¡sabes que odio hablar de éstas cosas y me haces decirlas, maldición! ¡Pareciera que quieres que lo grite a los putos cuatro vientos!

-Ahí estás de nuevo con tu orgullo, no tienes remedio.

-¿Qué no tengo remedio? Debes ser muy atrevido para decir esas palabras, Rogers, escoge mejor tus jugadas.

-Dices que te hago daño, pero yo no soy responsable de que no te permitas amarme bajo nuestras circunstancias. ¿Qué tiene que ver eso conmigo? ¿Qué tiene que ver que no puedas adaptarte? Ese es problema tuyo, yo he hecho todo a mi alcance.

 

Conducido a las lágrimas.

 

Fue ahí cuando Tony estalló al borde de un manantial de lágrimas. Apretó fuerte los puños pensando en darle la golpiza de su vida al rubio, pero sus fuerzas se desvanecían con el dolor que lo carcomía en su interior.

-¿¡Cómo puedes decir que no eres responsable?!

Y dejando inconclusa la discusión, Tony se marchó.

Steve bebía su cerveza. Mantenía su opinión acerca del asunto, no se permitía pensar otra cosa, ¡estaba todo claro! Tony debía cambiar su altanera actitud, no lo convencería con sus actuaciones.

Suspiró dejando el vaso sobre la barra y dándose vuelta para no ver cómo su novio le clavaba la mirada intentando darle el mensaje más obvio de su vida.

A pesar de todo, sentía mucha pena. Deseaba estar con su egocéntrico hombre en su habitación, amándose tiernamente hasta que uno de ambos se pusiera más cariñoso de lo necesario. Pelear por cosas sin sentido pero cómicas, sin real importancia, pensar en qué estarían haciendo los demás, hablar acerca de las misiones y proyectos de cada cual.

Sinceramente sí le gustaría que todos supieran que eran pareja, que se amaban. Deseaba que la multitud los aceptara como si fuese algo muy normal y común, pero para él eso era imposible.

Deseaba llorar.

 

Escondo mi cara en mis manos, los pozos de vergüenza en mi garganta.

Mi cómoda existencia se redujo a una fiesta sin sentido superficial.

 

Stark cerró fuerte los ojos al recitar esas palabras, le habían llegado muy dentro de su ser.

Tuvo muchas veces que esconderse ante la aparición de algún tercero, usualmente en casa de Steve. Si no fuera porque el rubio un poco más lo obligaba a hacerlo, él no lo hacía. También fue porque a veces de tanto insistir se daban unos cuantos besos al estar solos en un lugar público, pero igualmente era Tony quien tenía casi que desaparecer de ahí. Era ahí por qué Tony hizo que todos sus encuentros comenzaran a ser en la torre Stark, donde no tendría que esconderse de nadie.

De todas formas el gran Tony Stark tenía que esconderse.

Otra razón más para que el pecho del castaño se apretara con una fuerza descomunal. Dejarse ser ensombrecido sólo por aquel maldito sentimiento, Steve lo pasaba a llevar con eso.

Maldito Steve, maldito sea él y su obstinación por no dejar que lo amara como él lo deseaba.

 

Parece que cuando un inocente muere,

 todo lo que podemos ofrecerles es una página de una revista.

Demasiadas cámaras e insuficiente comida,

porque esto es lo que hemos visto.

 

-¿Y no has pensado en los medios? ¡Cómo se llenará todo de fotografías de nosotros! Todos hablarán de la extraña parejita de Iron Man y el Capitán América por la radio, televisión, ese distorsionado internet. Ni hablar del ejemplo que le estaríamos dando a los pobres niños y a la juventud, ¡qué dirían sus padres! Seríamos el tabú más hablado por esos programas de chismes tan desagradables –recordaba Steve haber dicho en una de las tantas peleas.

Tony golpeó con fuerza la pared. Estaban en su torre, así que se daba la libertad de destrozar lo que quisiera, aunque aquella vez luego de un rato JARVIS le avisó que había quebrado dos de sus nudillos.

-¡Ése es tu maldito problema, Rogers! –Le gritó con coraje-. ¡Te importa mucho lo que digan los demás! La sociedad ya debe aceptar este tipo de cosas, están hasta en esas telenovelas. Los padres deben tener la madurez para hablar de eso con sus hijos y dejarles decidir. Dudo que por esto la mitad de la población mundial se vuelva marica, ¡lo que quizá suceda es que se dejen ver! Imagina como el país y el mundo lentamente dejaría el tabú y la homofobia, ampliarían sus mentes… Estaríamos ayudando inclusive…

-No vez completamente bien los contra, Tony –sentenció el rubio interrumpiendo a su novio-. Se acabó, no seguiré discutiendo de esto, me voy.

Era cuando Steve decidía marcharse que Tony se lo impedía, pocas veces pero lo hacía. A tragarse el orgullo e intentar no denigrarse abrazando a su amante.

-Olvidémoslo… Quédate conmigo, capi.

Daban el tema por cerrado y se amaban donde tenían toda la seguridad para hacerlo. Tony seguía pensado en eso, apelaba a algunos puntos de Steve pero éste nada.

 

Conducido a las lágrimas.

Oh, oh…

 

Steve terminó de un trago su cerveza y giró ligeramente su cabeza para ver a Tony.

Se veía hermoso, como siempre. Si había algo esencial en el multimillonario eso era no descuidar su imagen personal fuera de la torre. No sólo su físico, no sólo su encantador rostro lo hacían irresistible, su voz era embriagante al hablar y el escucharlo cantar era un placer inmenso. Los movimientos que hacía al hacer esos pequeños pasos de baile, una de sus manos en su bolsillo haciéndose el interesante le daba un toque del galán del año.

No se extrañó escuchar repetidas veces de algunas mujeres decir que probarían suerte esa noche con Stark, incluso de unos chicos lo escuchó provocando la sorpresa y celos de Steve.

Era obvio que mujeres se le acercarían, el encanto de Tony era la muestra de un vino caro para ellas, pero, ¿hombres? No, él era el único que podía siquiera atreverse a pensar en ver al castaño bajo él.

Quiso levantarse y golpearlos por hablar cosas tan descaradas que deseaban hacerle a su novio, cosas que él le había hecho, otras que no, otras que le hacían hervir la sangre. Era suyo y de más nadie.

Estuvo a punto de dirigirse hacia ellos a romperles la cara cuando algo se lo interpuso. Problema: no podía. ¿Qué sabrían ellos que eran novios? Frente a todos, Tony no tenía dueño, no podía llegar y reclamarlo sin derecho alguno.

Punto a favor para Tony. Pequeño cambio en los pensamientos de Steve.

 

Protestar es inútil, nada parece hacerse comprender.

¿En qué se va a convertir nuestro mundo, quién sabe qué hacer?

 

Anthony dedicó una mirada –como en todo el momento que estuvo cantando- a Steve sólo para encontrarse con su trabajada espalda.

Bajó ligeramente la mirada con un deje de tristeza, a los segundos la levantó con una sonrisa para el público. Tal como decía la canción, no hacía falta protestar, lo había hecho innumerables veces contra el Capitán pero nada lo hacía entrar en razón. Quizá debía rendirse con el asunto.

Quizá debía rendirse con la relación.

El sólo pensarlo fue un duro golpe a su pecho, pero, ¿qué otra opción tenía? No podían pasarse toda la vida discutiendo de algo tan importante para él. Además, si dejaban de estar juntos Steve podría buscar a una mujer y ser feliz “como Dios manda”, mientras que Tony volvería a una alocada vida con relaciones pasajeras o de una noche.

Qué triste se escuchaba cómo se convertiría su vida, cómo volvería al abismo sin fondo de aquella soledad, de la que algunas veces Pepper lo ayudaba a salir como la buena socia pero sobre todo amiga que era. No era lo que quería, no quería volver a lo de antes.

¿Qué haría?

 

Conducido a las lágrimas.

 

Abrumado ya de tantas palabras que le venían como árboles encima decidió largarse de ahí. No podía soportar más, había ido para alejarse del dolor de cabeza que le había dejado Stark y sólo conseguía sentirse peor, inclusive cambiar su irrefutable punto de vista. Su mente estaba revuelta con aquello nuevo que pensaba, terminaría perdiendo a Stark si dejaba las cosas así, ¿era eso lo que quería?

Pagó al barman por su cerveza y dejó un poco de propina. Tras el bullicio se escuchaban tarareos y una increíble guitarra eléctrica acompañándolo al mejor estilo de Tony. Éste notó que Steve se disponía a dejar el lugar y supo que ahí acabaría todo.

No querían perderse.

Un hueco en su pecho lo hizo jadear ligeramente a lo que el público respondió con un extasiado grito creyendo que era algo para incentivarlos y provocarlos.

No podía atar a Steve a las interminables peleas, no podía hacer que algo tan importante en su vida se llevara a cabo entre las sombras, pero por sobre todo, no podía dejar ir así como así a Steve.

-Joder, que lo amo, no se me escapará ese maldito vejete –pensó decidido a hacer el último esfuerzo y se acercó el micrófono a los labios.

 

¿¡Cómo puedes decir que no eres responsable!?

“¿Qué tiene que ver eso conmigo?”

¿Cuál es mi reacción, cuál debería ser?

¡Confrontando esta última atrocidad!

Conducido a las lágrimas.

 

Aquellas líneas las cantó con tanta pasión que dejaron a todo el gentío vuelto loco coreando el último verso con él una y otra vez. Pero aún más importante, hizo a Steve detenerse y girar a ver a Tony.

El rubio notó que aquellas palabras Tony las hacía con la más grande intención de hacerlo entrar en razón. Al fin notó que las escenas de su pareja fueron todas de verdad, no hubo actuación alguna como las de las primeras semanas que estuvieron juntos, ahora mostraba aquello que no quería dejar ver a nadie y lo hacía frente toda una multitud, pero con el único deseo de que lo viera su querido Capitán. Estaba haciendo su mayor esfuerzo sólo por él.

Steve sonrió. Tenía que darle una oportunidad a Tony, había hecho mucho por mantenerle feliz y después de entrar en una serie de discusiones consigo mismo, pudo ver que Stark tenía razones para pedir lo que quería y para enfadarse por las palabras de Steve. Se sintió algo egoísta y siguió pensando en ello con aquella canción que recitaba su novio.

-Hora de cambiar de aires, Steve –se dijo así mismo y avanzó entre la multitud.

Tony creyó que su corazón daría un vuelco cuando notó que Steve se acercaba al escenario con una radiante sonrisa, la misma que contagió en su galante se rostro.

No dudó en acercarse al borde del escenario para sentarse en una posición sensual con la que el público enloqueció una vez más e intentaron manosearlo, pero Tony fue más astuto y se ubicó a una distancia razonable para que también los de atrás le vieran. Para que Steve le viera.

-Oh, oh, oh –tarareó finalizando la canción.

Steve ya se encontraba frente a él aplaudiendo con el público.

-¡Hey! ¿Quién se imaginaría que el hombre de hojalata fuera tan talentoso? –Exclamó como si hablara con el público, el que le iba respondiendo con risas y afirmaciones.

-¡Oh, así que Don Capi me da halagos! Gracias –le guiñó llevándose una mano junto a la frente como un saludo militar.

Con una reverencia y una sonrisa, Steve hizo que el corazón de Tony fuera en una carrera. Pero el toque final fue el mejor. Cuando se llevó la mano junto a la cien para hacer el saludo militar, en vez de bajarla la usó para tirare un beso a la vista de todos –que gritaron de emoción y rieron- y dio media vuelta para irse.

-¡Ese fue Anthony Stark, damas y caballeros! –Exclamó el presentador ayudando a Tony a levantarse.

Stark mordió ligeramente su labio inferior sin borrar su sonrisa. Seguiría con el resto de las canciones con más alegría que nunca sabiendo que cuando llegara a la torre Stark, tendría un apetitoso rubio dispuesto a besarlo no ya dentro del ascensor, pero sí afuera, sobre la vereda donde todos caminaban.

Notas finales:

¿Qué les pareció? Espero haya sido de su gusto, fue algo más romántico (ultimamente me he alejado de las perversidades de la vida LOL), es mi primera vez con esta pareja, acepto cualquier crítica, así mejoro <3

Insisto, escuchen el cover xD

¡Nos vemos!

 

Deii Spooky.


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