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El cielo más grande. por sukichoco

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Notas del fanfic:

Los personajes de esté fic, son del manga y anime Katekyo Hitman Reborn propiedad de Akira Amano. 

Sin finalidades de lucro o plagio los utilizo para un fic.

Notas del capitulo:

Hola a todas!!

Si nos merecemos un sape ya lo sabemos!

Lamentablemente, estamos aqui para informar que las actualizacioens se haran mas lentas que nunca. ya saben nuestro pretexto pero es en verdad. 

gracias por leer y

¡¡DISFRUTEN!!

El cielo más grande.

 

1.- Mi prometida.

 

Siento como me lanza todo tipo de cosas, cosas que están al alcance de su mano, esquivo una lámpara y muchos papeles. Veo como lucha por apuntarme y al mismo tiempo no dejar caer la toalla que tiene en su cuerpo mojado.

- ¡Lárgate! – asiento y salgo con tranquilidad.

Un nuevo rompimiento, una nueva aventura que presumir.

Saco mi celular del bolsillo y marco al estúpido que me contesta enseguida.

- ¿Dónde estás?  - le pregunto mientras saco un cigarrillo y me lo pongo en la boca.

- Está en el baño – entiendo lo que quiere decir “cuelga y no molestes”

Sonrió y le deseo lo peor, pero el solo se ríe. Cuelgo.

Camino por las calles de Roma, es impresionante ver que siempre hay gente a todas horas. Son las dos de la mañana según el reloj de la avenida y aun así, la gente parece no dormir jamás.

Escucho el tono de llamada de mi celular y de inmediato lo cojo. Es un número desconocido y conocido al mismo tiempo. Contesto un poco fastidiado.

- ¿Si? – acomodo mis patillas mientras la escucho llorar y suplicar por mi regreso.  Corto sin decir una palabra.

Ella fue la única que se ilusiono. Yo no quería más que una aventura pasajera y ella se creyó otra cosa. Admito que el sexo fue bueno pero no soy de esos que se deja amarrar por un sola persona.

Mi casa no está muy lejos al punto de mi encuentro con esa mujer, pero afortunadamente ella no lo sabe. Subo por el elevador hasta el piso más alto, ahí donde el piso completo es un pent-house y es mío.

Entro y las luces se encienden al momento. Puedo distinguir que el teléfono marca un mensaje de voz y me acerco para escucharlo.

- Reborn-kun, te llamo para avisarte que pronto estaré ahí con tu prometida. Llegaré mañana a las seis de la mañana tiempo de Japón, ahí te espero.

Suspiro y me voy directo al baño para quitarme el perfume de esa mujer, así como el olor del shampoo barato del hotel.

La verdad es que no me queda mucho tiempo para dormir por lo que me tomo una bebida energizante y luego me perfumo para salir al encuentro del Noveno y de la susodicha.

He aceptado conocer a esa mujer por dos razones. La primera es mi curiosidad, el Noveno ha insistido demasiado con ella, hasta el punto de jurarme que sería algo beneficioso para mí, debo de conocer a la mujer que ha convencido de tal manera al noveno. La segunda razón es más que clara, mis intenciones nunca han sido buenas con respecto a las mujeres.

Estaciono el coche lo más cerca que se puede del aeropuerto y me quedo ahí para esperar a que salgan.

Después de una hora finalmente distingo al anciano y miro a la mujer que lo acompaña. De complexión delgada y suave. Con piel de porcelana y unos cabellos castaños, extraños e indomables, viste con una falda rosa y una blusa de holanes blanca, tiene zapatillas y una bolsa de lado cafe. Veo que jala una pequeña maleta al mismo tiempo que camina junto al noveno con claro nerviosismo.

Sonrío de lado, esta mujer hará que me divierta muchísimo. Manejo frente a ellos y por un momento se espantan pero luego de mirarme se alivian.

- Reborn-kun – se acerca para estrechar las manos y yo le sigo el juego.

- Es un honor y un placer verlo de nuevo – ríe alagado y mientras lo hace miro a la mujer.

Sus ojos son francamente  hermosos, son como un par de canicas idénticas que brillan. La leo rápidamente, es tímida y quizás un poco solitaria, parece  ser una mujer sincera e inocente, pura y virgen.  Es perfecta para ser engañada.  

- ¡Uh! – baja la mirada con un leve sonrojo en sus mejillas al notar que la observo fijamente. ¿Por qué esta tan avergonzada? ¿Será que solo fue mi mirada la que la puso nerviosa?

- ¡Oh! Creo que será mejor ir a otro lugar para que sean presentados formalmente – lo escucho extrañado, que hay de malo hacerlo aquí.

Caminamos al coche pero solo el noveno sube. La miro y ella se despide con una mano del anciano.

- ¿No subirás? – le pregunto.

- Ah… Emm… yo…

- Ella ira con ellos – señala la camioneta de enfrente y de ella sale Coyote y Visconti, sus guardianes.

- ¿Por qué no sube con nosotros?

- Ella no es cualquier persona, debe estar al cuidado de guardianes experimentados – me dice tranquilo y la mujer sale corriendo a la camioneta de enfrente.

Subo al coche y comienzo a manejar atrás de la camioneta.

- ¿Te gusta? –me pregunta de repente  con un tono de  interés  jamás escuchado.

- Solo la he visto ahora – trato de salirme del tema

- ¿Y cuál es el problema? Nunca has tenido un problema de visión cuando vez a una de las mujeres con las que te acuestas.

- Eso no es asunto tuyo anciano

- Sí que lo es ¿que pasara si después me encuentro con veinte nietos desconocidos de diferentes madres y a un padre enfermo de alguna enfermedad?

- No soy un imbécil

- Lo pareces – trato de controlarme, por lo general no dejo que alguien me grite, pero únicamente es el Noveno el que puede hacerlo. – solo quiero que sientes cabeza de una vez o antes de que sea demasiado tarde.

Lo escucho un poco fastidiado.

- Me he enterado de tu apuesta con Colonello – suspiro con una mueca de lado. - ¿Creen que las mujeres son objetos?

- Yo solo juego con las que lo creen – le digo mientras miro el camino.

- Te lo diré, si te casas con ella y me entero de que le has hecho algo parecido o peor, te juro que seré yo quien te mande a matar.

- Tienes mucha fe en ella.- lo miro por el retrovisor, se ve enojado.

- Ella es especial, cuando sepas quien es espero que no te eches para atrás como un cobarde – me dice tratando de retarme.

- No diré nada, por ahora

 

Paramos frente a la gran mansión del Noveno, cerca de la villa toscana aleada de los ruidos estremecedores de la ciudad y donde se respira según él, el aire más puro del planeta.

Pasamos hasta la sala de la mansión, los sirvientes revolotean en todo el lugar, tratando de brindarle a su jefe el mejor de los servicios, después de su viaje hasta el gran archipiélago de Japón.

Nos sentamos los tres en diferentes sillones, todos frente a los demás. Esperé a que el noveno terminara de hablar con uno de sus guardianes y así comenzar con la conversación.

Después de que Coyote saliera de la sala, así como todos los demás, fui el primero en hablar.

- Creo que ya sabes que no estoy dispuesto a casarme por ahora – veo como los dos me miran fijamente.

- No es de mi interés saberlo, pero lo que sí quiero que sepas y consideres es que ella – señala a la mujer que lo mira angustiada – es mi nieta.

Un balde de agua fría cae sobre mí, y puedo sentir una cadena que me une a ella. No hay escapatoria, me casaré.

- Abuelito, yo…. – comienza a hablar por primera vez. – no quiero que el señor Reborn-san haga algo que no quiera

- Reborn – la corrijo pero ella parece confundida.

- ¿Eh?

- Llámame Reborn desde ahora – abre los ojos sorprendida

- Reborn… - susurra sonrojada. He de admitir que es muy linda.

- Hay algo más que quiero que sepas  - dice el noveno recordando –mi nieta es hombre…

 

CONTINUARA…

 

Notas finales:

Gracias por leer!

esperamos sus reviews! porfavor :D


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