Sasuke es mi mejor amigo en todo el mundo. Sasuke es el único hombre del que me he enamorado hasta ahora, no me considero homosexual a pesar de tener estos incontrolables sentimientos. Nos conocemos desde primaria y ahora cursamos juntos la universidad, sin embargo no todo es color de rosa.
—Tks, lo había olvidado. Lo siento, Naruto, iremos al cine la próxima.
—¡Pero Sasuke, ya compré las entradas!
—De verdad, lo siento. Te prometo ir la próxima. Hoy saldré con Sakura, había olvidado ese pequeño detalle-suspiró-Perdóname.
—Bien. Lo entiendo.
—Naruto, ¿Estás enfadado?
—¿Tú qué crees?-refunfuñe. —Adiós, entonces-levanté la mano despidiéndome.
—Naruto, perdón.
—Ya, ve con ella-sin voltearme seguí mi camino hasta casa.
Cuando sentí este tipo de atracción fue cuando tenía doce años de edad, pero era obvio que temía decírselo. Lo más seguro era que me despreciaría y nuestra amistad se arruinaría, por eso lo he callado todo este tiempo y el tiempo pasa. Está de novio desde hace dos años, eso me hace pensar que llevan una hermosa y firme relación, estoy feliz por él. No hay otra cosa que desee más que su felicidad. A pesar de que me refriega cada detalle de ellos haciendo sus “cosas amorosas” yo intento poner buena cara aunque por dentro me duele al punto de llorar. A decir verdad, llegó a casa y lloro de la nada, la vez que lloré más de una hora fue cuando me la presentó como su novia.
—Mamá, ya llegue-entré a casa.
—Oh, hijo. ¿Cómo estuvo tu día?-mi madre es muy bonita. Pelirroja y de unos ojos azul oscuro, tiene más de treinta pero aparenta menos.
—Lo mismo de siempre. La semana que viene tengo tres exámenes, es un asco.
—Así es la vida de estudiante-ríe-Ah, hice palomitas para que lleven con Sasuke-kun al cine, así se ahorran un poco de dinero.
—No saldré con Sasuke. Tenía planeado algo mucho antes y olvidó decírmelo-me senté en el sofá dejando la mochila a un lado.
—Ya veo. Cariño, lo siento, sin duda debió comunicártelo antes de comprar las entradas.
—Ma-tuve una idea-¿Tienes algo que hacer ahora?
—No, solo planeaba ver mi novela de las cinco.
—Bien, ponte algo lindo y salgamos. Vayamos juntos a ver una peli-sonreí.
—¿Estás seguro? No quiero avergonzarte-a ella le brillaban los ojos de emoción. Hace mucho que no salíamos juntos, desde la muerte de papá.
—No me avergüenza tener una madre genial como tú. Ve y ponte tu mejor vestido.
—¡Voy!
No fue un desperdicio después de todo. Me divertí ese día en compañía de mamá, me distraje de Sasuke y su novia. El día que tenga que irme de casa no está muy lejos, pero no quiero dejarla sola en una casa tan grande, es por eso que mis planes de comprar un departamento se han pospuesto para más adelante. El fin de semana me la pase estudiando para mis exámenes y Sasuke tampoco se contactó conmigo así que no busque mandarle mensajes de texto.
Nuevamente comenzaba un nuevo día para volver al instituto. Estaba soñoliento, eran las siete y media de la mañana y arribaba a la entrada del colegio junto con otros compañeros. Entonces les vi, la parejita sonriendo tomados de las manos hablando amenamente en las escaleras.
—¡Naruto!-el me vio y no quedó más que acercarme y mostrar la mejor sonrisa posible.
—Buenos días a ambos.
—Buenos días, Naruto-saludó ella. Sakura era una compañera muy inteligente, se destacaba más por ello, era porrista también y estaba entre las cinco chicas más guapas del lugar. Y gracias a ello, logró quedarse con el varonil y perfecto Uchiha por las que muchas babeaban.
—Bien, voy a ver a mis amigas. Los dejo-nos sonríe y se va junto a su grupo.
—¿Estudiaste?-preguntó mi amigo.
—Sí, ¿y tú?
—Con un día fue más que suficiente. Además, tengo que decirte algo muy importante.
—¿Eh?
—Te lo diré en el recreo. De verdad, necesito decírselo a alguien.
Se oyó preocupado y mucho. En el fondo tuve un mal presentimiento, durante la clase de historia mi mente divago demasiado. Ellos parecían llegar juntos a la universidad, a lo mejor habían pasado la noche en casa de Sakura. Mierda, sé que no me ayudaba en nada pensar de esa forma, pero no podía estar tranquilo y la hora del recreo se hacia una eternidad.
Cuando el timbre sonó, Sasuke me jaló prácticamente de la muñeca y salimos disparados al baño de hombres. ¿Por qué al baño? Cerró la puerta y se me quedo mirando un tanto nervioso, eso solo confirmó mis sospechas.
—Sasuke, ya suéltalo. Me estás asustando.
—La verdad… tks. Esto es tan difícil de decir.-cerró los ojos unos instantes-Ayer pase la noche en casa de Sakura, sus padres no estaban, asique sería la oportunidad perfecta para hacerlo sin preocuparnos.
Oh, Dios, dame un respiro por favor.
—Pero antes de hacerlo, ella me detuvo y me dijo algo que me heló la sangre. Naruto… voy a ser papá.
—¡¿Qué?!-no pude evitar soltar un grito. De verdad, no quería haber oído eso. Pensé que solo era una maldita pesadilla, pero no fue así.
—Lo que oyes. Al principio a mí también me sorprendió siendo que me cuido en ese aspecto, pero pasó, ahora esto cambiará mi vida por completo y estamos viendo como seguirán nuestros estudios. Todavía nos faltan dos años, y ella no quiere dejar el año hasta que el embarazo esté en su último mes.
—E-entiendo. Es un gran paso, felicidades, Sasuke-sonreí. Sonreí porque eso debía hacer, estar feliz por él.
—Quería que fueras el primero en saberlo. Todavía no puedo creerlo. Tú serás su tío, Naruto.-sonrió.
—Será un honor-mentí.
—Bien, vayamos a comer algo. Tengo el estómago vacio, me siento más aliviado ahora que pude decirlo a mi mejor amigo.
—Yo igual.
Durante el resto del día fingí estar bien, pero por dentro me estaba muriendo. Cuando llegue a casa, mamá no estaba, asique me encerré en mi habitación y comencé a llorar con fuerza. Solté todo lo que me hacía daño en mi almohada, grite, patalee, tal como un niño. Yo Naruto Namikaze de veintitrés años de edad era un patético maricón. Al día siguiente no fui a clases ni tampoco al siguiente, mi pretexto fue el sentirme mal y Sasuke quería ir a visitarme pero ponía escusas.
Esos dos días que me ausente me sirvieron para tranquilizarme y pensar con la cabeza fría. Había llegado el momento de decir adiós a este amor no correspondido, era hora de despedirme para siempre de esos dolorosos sentimientos.
Fui con esa intención pero supe que Sasuke había faltado ese día. Ni modos, seria mañana, durante el recreo decidí relajarme y subí a la azotea. Me subí al techo de una pequeña sala donde guardaban herramientas, nadie subía allí, solo yo y Sasuke. Lo interesante de ese lugar es que podíamos escuchar conversaciones ajenas y reír luego a escondidas, no tenían idea que arriba de sus cabezas nosotros los escuchábamos.
Nos enterábamos de tantas cosas, pero eso ya estaba quedando en el pasado. Su noviazgo era antes que yo, pasaba tiempo conmigo pero había ocasiones en que me dejaba y se iba con ella a algún lado. Lo más seguro era echarse un polvo. Aunque me duela admitirlo, una vez lo encontré teniendo relaciones en la parte trasera del escuela. Algo que quiero borrar de mi cabeza todo el tiempo.
—¿De verdad teníamos que venir aquí, Sakura?
—Casi nadie viene aquí, la verdad estoy desesperada, Ino.
Que coincidencia que llegaran a este lugar. Me acerco sigilosamente y veo a Sakura bastante angustiada, eso me dejó estupefacto.
—¿Te peleaste con Sasuke?
—No, claro que no, pero tengo miedo a eso. He cometido una estupidez, no sé qué hacer-se jaló los cabellos.
—Me pones de los nervios, amiga. Dilo ya.
—Estoy embarazada.
—¿Y? No es nada del otro mundo, tú y Sasuke llevan mucho juntos. Era normal que terminaran las cosas así.
—Sí, pero… pero el hijo que espero no es de Sasuke. Es de mi ex.
—¡¿Qué?! ¡Sakura estás loca! ¡¿Qué has hecho?!
Yo casi grito de la sorpresa. Me tapé la boca e hice mi mayor esfuerzo por quedarme quieto en ese rincón, porque tenía tantas, tantas ganas de golpearle. Jamás había sentido tanto odio hacia una mujer, y sé que estaba mal pegarle a una, pero… yo estaba tan mal. Engañar a Sasuke me dolía en el alma.
—Si Sasuke se entera me dejará. Maldición, no esperaba encontrarme con mi ex y hacerlo con él.
—¿Estás segura que no es de Sasuke?
—Él siempre se cuida, quería tener hijos más adelante. Le dije que el preservativo se había pinchado y se la creyó. Tengo cuatro semanas, mi ex se vino dentro y sin protección. ¿Qué puedo hacer, Ino? No quiero perder a Sasuke, me costó mucho enamorarlo de mí.
—Como amiga, tendrías que decirle la verdad. Y sabes que él seguramente no te lo perdonará jamás.
—Pero…-sollozó.
—Sakura, ¿vas a dejar que Sasuke crie a tu lado un hijo que no es de él? ¿de verdad planeas hacerle algo tan ruin?-tomó sus manos temblorosas y la miró directo a sus ojos-No voy a decir nada, pero espero que le digas la verdad. No esperes que pase mucho tiempo.
—Soy una estúpida, lo sé, él no merece lo que le he hecho. Ha sido tan dulce y considerado conmigo y yo le fallé por otro que me movía el piso en un segundo. Tengo miedo, tengo mucho miedo.
—Lo sé, tonta-sonrió abrazándola-Trata de contactarte con tu ex y hablar las cosas. Tiene que saberlo.
—Ojala supiera donde está-sollozó.
Ese día llegué a casa sin poder olvidar lo acontecido. Moría por llamar a Sasuke y decirle, pero por respeto a Sakura aunque no lo merecía, esperaría a que ella misma se lo dijera. Me dolía, porque mi amor se veía tan contento por ser papá, mi amado Sasuke estaba feliz y ahora todo se acabaría.
Pero lo que ocurriría luego me dejaría un gran vacío en el corazón.
(Continuará)