Era viernes noche, y el capitán de la sexta estaba soberanamente aburrido, además algo le decía que había algo mal, algo raro esa noche…. Abandonó la mansión rumbo a los cuarteles de su escuadrón a pesar de que era casi medianoche decidido a hacer algo útil, así que sabiendo que su teniente estaría vagueando por alguna taberna, él haría la ronda nocturna…
Apenas había puesto los pies en su escuadrón, lo vio. Una sombra sospechosa acechaba cerca de los barracones de sus hombres. Byakuya bajó a mínimos su riatsu para no alertar al merodeador. Quería comprobar quien era y cuales eran sus intenciones. Se dispuso a seguirlo, pero cuando una de las antorchas iluminó al intruso, el valiente capitán de la 6ª sudó frío…. Era alto, moreno, con pelo largo hasta los hombros, y llevaba yukata blanco, pero lo que más le preocupó al líder del clan Kuchiki fue el numero de ese yukata. Era el número 6, SU número…
Pensó rápido que tipo de hollow podría ser, o quizás sería un gigai de algún espada, que usaba su aspecto para tener mayor accesibilidad al seretei, tenía que detenerlo e interrogarlo, pero cuando quiso hacerlo, el intruso había abierto un portal y ya se estaba metiendo en él. Dispuesto a detenerlo se introdujo en el portal, para su sorpresa llegó al mundo humano… Quizás era un quincy, aunque por lo que él sabía sólo quedaban dos, Ishida y su padre, y dudaba que ellos usaran gigai o quisieran espiar a los shinigamis.
La sombra entró en un edificio que parecía abandonado pero que tenía luz en su interior… El capitán de la sexta no dudó más, desenvainó su zanpatuko y entró en el edificio dispuesto a enfrentarse a ese enemigo.
Pero al entrar, lo que vio le desencajó el rostro… Había luces, serpentinas, mesas con mucha comida, y música pero lo que más le asusto era ver a su hermanita vestida de vampiresa – putilla bailando con Ichigo disfrazado de Conejito Chappy gigante…
.-Hola Byakuya-kun!! Bienvenido a nuestra fiesta de Halloween, no sabia que ibas a venir- dijo una Orihime vestida de algo q no sabría identificar- pero ¿por que no vas disfrazado?
Byakuya ignoró a esa molesta humana, no entendía que pasaba, ni porque todos iban disfrazados como entupidos, pensó en marcharse rápido pero entonces, ¿quien era el merodeador?
No tuvo que esforzarse en buscar, allí de espaldas a él, comiendo como un cerdo estaba él….
El capitán más noble del Seiretei miraba con un tic en el ojo a ese hombre, su dolor de cabeza aumentaba, y pensó que seguramente debía estar sufriendo un ictus o algo parecido… aquel hombre era ligeramente más alto que él, también algo más ancho que él, y su piel,de una tonalidad morena llenade tatuajes …. El enfado de Byakuya no hacía más que crecer.. y estalló justo cuando el “merodeador” se dio la vuelta y con un sonrisa idiota le saludo:
“Hola. Kuchiki taicho, su hermana también le ha invitado? ¿Por qué no se ha disfrazado? Es Halloween, todos tenemos que venir disfrazados de cosas que den miedo…”
La fiesta acabó pronto por los destrozos que provocó Byakuya pero Renji jamás entendió porque su capitán se enfadó tanto con él ni porque le dejó sin sueldo ese mes….