Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Jeff... the killer or ?? por Conejita_yaoi

[Reviews - 171]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

inspirada por tantos fics de éste hermoso y asesin creepypasta, jujujujuju

Notas del capitulo:

ok, no se que advertencias poner... quizas a futuro ponga algo. espero les guste.

Era una oscura noche, la luna era grande y brillante. Las estrellas resplandecían con curiosa y misteriosa frialdad. Algo comenzaba a invadir el aire alrededor. Era una extraña sensación. el paisaje era un tristre y lúgubre bosque en medio de la nada. A lo lejos se podian escuchar los ecos de pasos lentos y ligeros. Una figura delgada, envuelta en la penumbra, pequeña y algo encorbada, balanceaba un cuchillo en su mano pequeña y delgada, tan blanca que parecía la de un cadáver. Su rostro pálido permanecía escondido por el gorro de su sudadera blanca manchada de carmín, su negro cabello largo mantenía oculta debajo una sonrisa roja y dejaba fuera de vista unos ojos muy abiertos, delinieados de negro y psicópatas que estaban fijos en sus propios pensamientos, rememorando su diversión anterior.

Mutilar, cortar, desgarrar, matar... era tan divertido que incluso se extasiaba con sólo imaginarlo. Deseaba encontrar una nueva víctima y pronto. Tenía tantos deseos de probar más cosas, jugar nuevos juegos, cazar, perseguir, asustar y luego... Oh! La dulce matanza, la delicadéz de separar la carte con unos cuantos cortes... era perfecto.

¿Quién es él? Él es conocido por los medios y la policía, como Jeff the killer, el asesino serial más peligroso e imposible de atrapar. Siempre lograba eludir a la ley y seguir con sus matanzas. A sus dieciseis años era un asesino con renombre y con una reputación muy notable. Todos temblaban ante su sóla mención. Era tan perfecto. Sin nada ni nadie que lo detuviera, matando a sus anchas. Era tan divertido que incluso se burlaba de la policía, dejando notas con la sangre de sus víctimas, con la leyenda de “Go to sleep”.

No pudo evitar soltar una carcajada. Estaba tan feliz. Se detuvo un momento, mirando su cuchillo manchado con la sagre de su última victima. La limpió con su blanca sudadera y se admiró en el frillo del filoso objeto. Smplemente no pudo evitar pensar “soy tan hermoso”. Y no es que fuera vanidoso ni egocéntrico, pero en honor a la verdad, ¡diablos! Si que era bello. Retoó su caminata y miró a todas partes.

-mmm... no hay victimas cerca. ¿Será acaso que tendré que buscarlas yo? Que novedad... pero es más fácil cuando vienen a mí, sin ningún esfuerzo y me ahorran la pérdida de tiempo. Menos tiempo equivale a menos diversión.

Dijo con desgano. Caminó y caminó pero nunguna victima encontró. Y como si de una tonta ironía, el sol comenzaba a azomar.

-No, sol. Ahora no. Tengo una victima que encontrar y si sales ahora no podré jugar.

Se carcajeó un poco al notar la rima en su horación.

-¿Quién diría? Las rimas me salen bien.

Volvió a reir.

Un ruido, a lo lejos. Lo alcanzó a escuchar. Se encaminó al lugar de donde provino tal sonido y al acercarse un joven vió. Era alto, atractivo y se notaba fuerte... eséren un minuto... acaso... ¿pensó la palabra atractivo? ¿Qué demonios se le había metido a la cabeza? Se sacudió un poco y vigiló a su victima. Sonrió para si, pero el sol ya había salido así que dejó su juego para la siguiente noche. Le gustaba matar en la osucridad, por que así era más fácil asustar a sus “juguetes”. Mejor... pensó. Sería seguir a su nueva presa. La cazaría y jugaría un rato con él.

***

Habían pasado las horas hasta que porfín llegó la noche. Jeff estaba impaciente, quería jugar con su presa ahora! Con cuidado entró en lo que parecía una pequeña casita de campo donde el jovén parecía refugiarse temporalmente. Lo sabía porque había visto como colocaba algunas cosas como una bolsa de dormir y una lámpara. Luego de eso junto a su telefono, se encaminó por un camino hasta montarse en lo que parecía ser su bicicleta y se fué, regresando antes del atardecer. Seguramente estaba haciendo algún reto impuesto por sus supuestos amigos o quizás era una pequeña aventura que se había prouesto hacer para tener algo de diversión o demostrarse algo, quien sabe. Eso no importaba mucho, lo que realmente le interesaba era la sangre que derramaría.

Con la ayuda de la amiga oscuridad, caminó hasta la entrada, procurando que el chico estuviera dormido. Ya hacía buen rato que la luz de su lámpara se había extinguido y podía aprovechar y escurrirse dentro. Abrió con cuidado, notando cada detalle de la asquerosa cabañita. Sucia, polvorienta y muy pero muy vieja. Había un olor a rancio y antguedad, humedad y quizas a alimañas muertas. El escenario perfecto para un homicidio.

Caminó con paso lento, acercandose a su durmiente desafortunado, pero no se fijó en un obstáculo en el suelo y tropezó con una lata que estaba desparramada y su pie le golpeó, o más bien, lo hizo rodar, perdiendo el equilibrió y cayendo de frente y para su mala suerte, soltando su preciado instrumento, cayendo éste lejos de su alcance. Para variar, cayó encima de un cuerpo blanco y cálido.

El desprevenido durmiente abrió los ojos y alerta y con la adrenalina en la sangre, se giró violentamente atrapando al cuerpo encima de él, cambiando las pocisiones. Lo aprisionó contra el suelo y lo sujetó con fuerza.

¡Diablos! Pero que fuerza tenía éste sujeto. El agarre le estaba causando dolor. Soltó un involuntario gemido de dolor.

-¿Quién eres?

Su voz resonó con fuerza por todo el lugar, estaba muy enojado, algo curiosos. Normalmente estarían muertos del miedo, paralizados y rogando por su vida, pero aquel sujeto había reaccionado más bien listo para la batalla, con reflejos que parecían innatos a defenderse y atacar. Muchos de sus victimas daban pelea, pero generalmente estaban tan quietos por el miedo de tener frente a ellos a el peligroso Jeff the killer que sus peleas no duraban mucho y no pasaban de los manotazos, arañazos o patadas, ninguno lo había tomado desprevenido y mucho menos inmovilizarlo, ahora, estaba contra el suelo mientras el cuerpo del otro se presionaba contra él, impidiendo cualquier movimiento. No era muy fuerte en comparación con aquel sujeto, bien... quizas era cierto eso que decía... “encontrarse con la horma de tu zapato”. Y literalmente había sido así. Se notaba que el tipo se ejercitaba, sus manos era fuertes y despedía una autoridad propia de un peleador.

-He dicho ¿Quién eres?

-¿De verdad quieres saber?

-Supongo que por eso la pregunta ¿no?

Bien, si le decía quien era el sujeto que mantenía aprisionado era un famoso asesino ¿se le quitaría lo valiente? Eso quería verlo.

-Bien, ya que insistes, soy Jeff, Jeff the killer.

El chico miró mejor el rostro y al divisar las famosas cicatrices que le hacían reconocible  entonces lo creyó. Pero lejos de intimidarse y suplicar perdón, reforzó el agarre y su mirada se hizo más dura.

-Jeff the killer. Bien. Te estaba esperando. Tardaste mucho en aparecer.

Eso lo desconcertó. ¿Qué le estaba esperando? ¿Qué demonios significaba eso?

-¿Qué?

Su cuchillo estaba fuera de cuestion, ni hablar de su propia fuerza, el agarre era de plomo. Tendría que pensar en otra cosa.

El chico, que parecía preparado, utilizó su brazo para aplastar los hombros de su cautivo mientras que con su otro brazo ahora libre, sacó su propio cuchillo. Lo acercó a la garganta del asesino y se preparó.

-Si te mato ahora, libraré al mundo de tu miserable presencia, no habrá más miedo y la gente podrá estar tranquila de nuevo.

Jeff se rió.

-¿Y? Eso no significa que no habrá otros, incluso habrá quienes me imiten. Soy famoso, ya sabes. Incluso tengo admiradores, que no es algo que me importe pero es gracioso cómo un montón de perdedores idolatran a asesinos porque quieren ser como ellos para escapar de su miserable y patética vida como una persona “normal y aburrida”.

El cuchillo se encontró con la piel del pálido y delgado cuello. Los ojos del chico, azules profundos, se encontraron con los vacíos de Jeff.

-...hn.

El tiempo se detuvo... el cuchillo no cedía, pero tampoco avanzaba. Jeff sonrió con burla.

-¿No que ibas a matarme? ¿Qué esperas?

El chico se molestó y presionó la hoja afilada ahora notando un hilillo de sangre correr por la garganta. Jeff sintió la picazón de la pequeña herida. Bien, al menos había avanzado algo.

-Te falta mucho camino, sigo vivo y lo único que has hecho es herirme levemente.

Con violencia, el chico tomó los cabellos de Jeff y azotó su cabeza cotra el suelo y regresó el cuchillo al cuello. Aturdido, el asesino procesaba lo que estaba pasando. Bien, una de sus victimas le había torcido el juego, ahora él estaba en el papel de la presa y estaba siendo presionado contra el suelo y un cuchillo en la mano de un chico que parecía determinado a acabar con su vida... que tardaba horrores en moverse.

-Es un simple movimiento, a menos que te guste jugar, entonces supongo que primero querrar causarme dolor, me cortarás en pequeños pedazos mientras sigo vivo y luego me matarás luego de haber satisfecho tu lujuria de tortura.

-¡Callate! No soy como tú.

-¿En serio? ¿Sabes? Tienes razón. Nunca podrías llegar a ser tan bueno como yo y ni squiera eres tan bello como yo.

Un nuevo azote. El chico lo miró con furia.

-¿Cuál es tu nombre?

El muchacho estrechó sus ojos.

-Ya sabes el mío, pero yo no sé el tuyo. Eso es injusto. Al menos me gustaría saber el nombre del sujeto que tuvo el valor de matarme sin orinarse encima del miedo o suplicar como un maricón por su vida.

El chico miró dudoso a Jeff.

-Descuida, es sólo curiosidad, igual de la muerte no podré regresar.

Sonrió con diversión. Sin embargo. Lo último que sintió fue un gran golpe y luego la oscuridad. Jeff había quedado inconsiente.

El chico miró con sus azules orbes el cuerpo yacente del famoso y temido asesino, miró esos ojos cerrados que hace apenas lo miraban con malevola y loca diversión. Estaba tranquilo pero aún así, parecía peligroso, como si estuviera fingiendo y en cualquier momento te saltara encima dispuesto a degollarte. Escondió su cuchillo de regreso a su escondite y tomó el de Jeff. Tomó sus cosas y estaba dispuesto a marcharse, pero se detuvo un momento, notando los ligeros temblores del cruel asesino.

-...hmm.

Se machó y buscando un lugar donde tirar el cuchillo, el estraño muchacho se marchó. Jeff por primera vez, había sido noqueado y apunto de ser asesinado en su propuo juego y por su propia presa... una suerte endiablada, pero... ¿para quién?

 

Notas finales:

ok ok, es mi primer fic con un creepypasta... la verdad no conozco a muchos, solo a unos cuantos, como el Ben, el slender, Jeffy y el otro que parece alienigena abortado con manos de "palillos" y el perrito sonrisas jejeje.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).