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Construyendo un amor desde sus cimientos por Sebiel Michaelis Phantomhive

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Notas del capitulo:

Mi pc está en coma, lo siento por la reee tradanza, sepan que lo escribi en la compu del trabajo y no alcance a subirlo porque llegaron mis jefes. No es que sea una irresponsable en el trabajo es sólo que tenía tiempo para hacerlo.

Capítulo 4. Falsa realidad parte II: Familia Phantomhive

 

-Grell, ¿quién es tu amigo?

 

El pelirrojo se dio vuelta con una sonrisa radiante- ¡mi novio! –los adultos palidecieron como si hubiesen visto un fantasma.

 

-Grell ….. ¿qué demonios dices?... estúpido… ¡loco! –William titubeaba mientras mandaba  a volar al  ojiverde.  A Sebastian le fue imposible ocultar la sorpresa, ese era el shinigami escandaloso que conocía, y de cierta forma no sería raro que en la locura que estaba viviendo, esos dos estuvieran juntos.

 

-Wi..willl- La anonadada Marianne intentaba con las fuerzas que tanía aclarar las cosas- eso… eso es cierto?

 

-¿Qué? Por supuesto que no, ¿cómo crees?- William veía a todos lados buscando una escapatoria- lo conocí, en un campamento. Además, es mi primo.

 

-¿¡PRIMO!?- El mayor grito fue de Grell, por extraño que parezca, el excéntrico pelirrojo no estaba ni enterado.-pero de dónde sacas eso, Will?

 

-¿Serás idiota? Tu eres el sobrino de mi padre, Undertaker, ¿cierto?

 

-Tuu..tuu...tu eres su hijo? –el chico, se entristeció de sobremanera.

 

-Si, soy su hijo.

 

-¡Por dios! Tu eres hijo de Undertaker, y pensar que no te veía desde que eras un bebé jajajaja cómo has crecido –Angelina pellizcaba los cachetes del joven poniéndolos colorados por la presión. Sebastian no podía perder oportunidad de estrechar relaciones con la familia Phantomhive, él debía mantenerse cerca de ellos para poder estar cerca de su amo cuando naciera.

 

-Mamá, ¿puede venir Grell a nuestra casa?

 

La ojimiel se conmovió grandiosamente, sus hijos mostraban un comportamiento anormal, tan raro que la hacía enormemente feliz.

 

-Yo no tengo ningún problema cariño, pero sus padres ni siquiera saben donde vivimos.

 

Al ver el entusiasmo de los niños juntos los padres decidieron sentarse a almorzar en el bullicioso centro comercial. La madre de los morenos entablo conversación con los esposos Phantomhive, quienes eran dueños de la compañía Funtom, su hijo mayor, Grell, fue concebido en el primer matrimonio de Angelina, cuyo difunto esposo era hermano de el ex-esposo de Marianne, Vincent Phantomhive la convirtió en su esposa cinco años después de quedar viuda y aunque no planificaban tener hijos la insistencia desaforada de Grell por tener un hermanito rompía los límites infinitos de la paciencia.

 

Para Grell, Vincent era su padre, y para Vincent, Grell era su hijo, dado el hecho de que la familia Phantomhive no podía tener más de un heredero, por generaciones luego de nacer el primogénito el jefe de la familia tenía prohibido concebir más hijos (una extraña tradición familiar). Grell alego no estar interesado en lo más mínimo en una herencia y mucho menos en dirigir una compañía, fue entonces que planificaron tener al bebé que venía en camino. Sebastian fingía prestar atención a sus hermanos cuando realmente escuchaba la conversación de los adultos.

 

***************************************

 

Las familias se hicieron muy unidas, y aunque los chicos no hicieron su primera pijamada el día que se conocieron, la oportunidad tan ansiada por el pelirrojo no tardo en llegar. Comieron, vieron películas, rieron (Grell solamente) y finalmente era la hora de dormir, contradictorio a lo que se supone que debe ser una fiesta de pijamas, cada quien se dirigió a su habitación, salvo por Grell y William, quienes dormiría uno en la cama y el otro en un colchon.

 

-Will…-Era totalmente ignorado por el pelicastaño-Will…

 

-¿Qué rayos quieres Grell Sutcliff?

 

-Estoy pasando por una segunda pubertad, no es sencillo Will, y tú que te haces el  seriote, como si no quisieras también, te haces el que ni me conoce, cuando llevamos ya trece años de abstinencia, todo por estar en este estupido cuerpo, de paso hasta me igno…

 

El pelicastaño bajo de su cama de un brinco posicionándose sobre Grell a horcajadas, arrebantando de sus labios parlanchines una desaforado beso- ¿Podrías callarte de una buena vez?- retomo el beso, Grell introdujo sus manos por la ropa holgada del mayor, sus respiraciones chocaban y los gemidos no se hicieron esperar.

 

Respiraban entrecortado y empezaban a sudar-eres un desesperado, apenas tenemos trece años, no debemos hacer este tipo de cosas- sus miembros erectos, por la revoltura de hormonas, se rozaron.

 

-ah!-gimieron al unísono.

 

-Mira quien habla-el ojiverde menor los hizo rodar por el colchón, colocándose él encima del pelicastaño, frotándose contra el miembro de éste. Ambos soltaron un suspiro profundo.

 

 William sujeto a Grell haciendo que se besaran como si quisieran devorar al otro, cualquiera los vería y diría que eran unos pequeños diablillos haciendo cosas de adultos. No imaginarían que habían compartido ese tipo de caricias una innumerable cantidad de veces, por una larga cantidad de tiempo, desde hace muchos, muchos años.  

 

Cuando eran… otras personas.

 

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Sebastian bajó a la cocina por un vaso de agua, al pasar por la puerta de su hermano mayor escucho unos gemidos inconfundibles-malditos pillos.

 

*******************************

 

Sus cuerpos eran cubiertos únicamente por sus boxer, se tocaban con ansias y se frotaban con frenesí. Devoraban sus bocas con hambre, mientras el sudor de sus pieles se mezclaba produciendo un olor a afrodisíaco. La temperatura de la unión aumentó en demasía hasta que ambos explotaron en el máximo placer.

 

Respiraban sofocados, recostados en el colchón, sonrosados hasta más no poder.

 

-No puedo creer, que terminariamos tan rápido-aludió el castaño.

 

-Continuamos?-insinuó el pelirrojo.

 

-De ninguna manera!-espetó, incorporándose- eso es todo por hoy- se pasaba la mano por la cara, espabilando-  nuestros cuerpos son aún muy jóvenes para este tipo de cosas.

 

-Y aún así tu quisieras…

 

-Ya basta.

 

-Al menos, ¿me dejas dormir contigo?

 

-¿Estas demente? Mi madre podría vernos en la mañana- sin más se dio la vuelta recostándose de su cama, el otro chico se acurrucó en el colchón pero pegandose de la cama tanto como podía, hasta quedar dormido.

 

***********************

 

Al salir los primeros rayos solares, Sebastian se escabulló de su habitación, sólo para husmear en la de su hermano, encontrándose con la cama vacía, y en el colchón, William T. Spears posaba un brazo sobre el cuerpo de un pelirrojo que descansaba plácido en el mundo de los sueños.

 

 

 

Continuará...

Notas finales:

espero que en sus comentarios me dejen todas su opiniones y conjeturas, ya que he lanzado muchas conchas de mango XD


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