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Hermoso Wolfram por Mixhii

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Notas del fanfic:

Disclaimer: Nada de esto fue hecho con fines de lucro, Kyo Kara Maou le pertenece a Temari Matsumoto y Tomo Takabayashi.

Este fanfic ya lo había escrito y publicado antes bajo el nombre de "¿Cómo nacio este sentimiento?", han pasado algunos años desde que lo publiqué. Hoy me pasé por aquí y recordé que tenía esta historia, la releí y me sentó un poco mal notar todos los fallos tanto de grámatica como ortográficos. Entonces decidí rehacerla. Espero que la disfruten.

La historia será publicada nuevamente en todos los foros en los que estoy unida. Todo siempre bajo el mismo nick "Mixhii". ¡Gracias por leer, ojalá lo disfruten!

Notas del capitulo: Disclaimer: Nada de esto fue hecho con fines de lucro, Kyo Kara Maou le pertenece a Temari Matsumoto y Tomo Takabayashi.

Este fanfic ya lo había escrito y publicado antes bajo el nombre de "¿Cómo nacio este sentimiento?", han pasado algunos años desde que lo publiqué. Hoy me pasé por aquí y recordé que tenía esta historia, la releí y me sentó un poco mal notar todos los fallos tanto de grámatica como ortográficos. Entonces decidí rehacerla. Espero que la disfruten.

La historia será publicada nuevamente en todos los foros en los que estoy unida. Todo siempre bajo el mismo nick "Mixhii". ¡Gracias por leer, ojalá lo disfruten!

 

Pov Yuuri

Mi nombre es Yuuri Shibuya, tengo 25 años, estoy casado y tengo dos hijos, un niño y una niña. Les estoy contando una historia, a decir verdad es un cuento de amor.

Había una vez un joven de cabellos y ojos negros, él era una persona ordinaria, sin nada destacable (al menos en su propio mundo). Él tenía una vida tranquila junto a su familia, era estudiante de preparatoria y jugador de baseball, tal vez su mayor particularidad era su extremo sentido de la justicia y su torpeza también.

Un día como cualquier otro, encontró a un amigo suyo siendo atacado por una banda de bravucones, en un intento de defenderlo, trató de enfrentarse a ellos... Digamos que por azares del destino se encontró siendo sumergido en agua y dio a parar en otro lugar. Un lugar del que nunca había escuchado hablar.

Se topó con varias personas muy curiosas, quienes lo llevaron a un reino, ellos decían que él iba a ser el nuevo rey. Sorprendido, el muchacho ordinario creyó que estaban locos, mas sin embargo ellos aludieron a su extraño físico, ya que según la leyenda, el nuevo rey tendría sus mismos atributos: ojos y cabellos negros.

Tras una serie de acontecimientos, terminó dando una bofetada en el rostro de un bello joven rubio, que poseía unos relucientes ojos verde esmeralda.


— ¿Como los de mamá? — Pregunta mi hijo.
— ¿O cómo los de la abuela? — Pregunta mi hija.
—Tranquilos, no se adelanten.
—Ok — Dicen ambos.

¿Dónde me quedé? A sí…

En ese reino, golpear en la mejilla de un noble es una proposición de matrimonio. Y de inmediato se vio atrapado en un compromiso con el chico rubio que había insultado a su madre y lo miraba despectivamente. Lo primero que el joven pensó fue “¿Entre dos hombres? Eso es imposible”, y las cosas sólo fueron empeorando.

El chico de cabello rubio lo odiaba, y como muestra de ello le reto a un duelo. En el enfrentamiento ocurrieron muchas cosas, casi lo incineraron, pero consiguió sobrevivir, y más sorprendente aún consiguió ganar. Eso impresionó al rubio, y conforme lo conoció se enamoró de él.

De esa forma el rubio buscó enamorar al peli-negro, uso un sinfín de artimañas para atraparlo. Así pasó muchísimo tiempo, vivieron increíbles historias, casi una guerra, traiciones, alianzas, sorpresas y situaciones muy variadas, poco a poco el pelinegro le agarró cariño al rubio, se fueron acercando cada vez más hasta que finalmente crearon una fuerte amistad. O al menos eso pensaba él.


— ¿Ellos estaban enamorados? — Pregunta mi hija, sus ojos brillaban interesados en la respuesta.
— ¡Claro que sí! — Responde mi hijo, antes de siquiera dejarme abrir la boca — Ese muchacho no era muy inteligente, si fuera inteligente, como mi papá, lo hubiese notado desde un principio.
— Bueno, ¿quieren que siga contando la historia o lo quieren hacer ustedes?

Sonrió al notar que se callan. En fin…

Ambos adoptan a una niña huérfana y eso los acerca aún más. Un día, el joven rey se aburría en su despacho, le faltaba poco para terminar el papeleo y los asuntos que todo rey debe atender. Decidió descansar un rato y salir a dar una vuelta. De pronto una sensación de molestia lo atacó, dos soldados estaban detrás de unas columnas observando al rubio soldado entrenar.Una oleada de furia lo invadió, y mandó a ambos soldados derechito a una misión fuera del reino.

—Él se puso celoso — Murmura mi hijo. — Así como mamá lo hace cada vez que hablas con alguien.
—O como cuando te grita que no seas amable con todos — Dice mi hija.
—Sí, niños. Exactamente igual — Les digo — Ahora déjenme terminar.

Pronto sus ojos empezaron a seguir al rubio más de lo normal, siempre pendiente de lo que hacía y de quienes se mantenían cerca de él. Cabe decir que muchos soldados salieron a inesperadas misiones fuera del reino.

Pronto la actitud errática del peli-negro fue empeorando, empezó a sentirse extraño cuando el rubio se encontraba cerca, ni que decir cuando dormían uno al lado del otro. Por su mente empezaron a correr muchas ideas descabelladas, todas las noches lo contemplaba dormir y todas las mañanas despertaba muy acalorado.


— ¿Por qué? — Pregunta mi hija.
—Emmmm, verás.. es que… - Digo nervioso — déjenme contar la historia.
—Ok – Ella me ve extrañada pero decide hacer silencio.

Pasaron muchos días así, hasta que finalmente un día el rubio le pidió que salieran a caminar a los jardines. El peli-negro extrañado aceptó. Después de dar unas vueltas y conversar de cosas triviales, el rubio se detuvo y dijo “¿Qué sientes por mi?”. Eso tomó por sorpresa al peli-negro, él no sabía qué responder, negó confundido con la cabeza y el rubio lo malinterpreto. Lo miro directo a los ojos en silencio por unos segundos y se marchó.

— ¡Debe ir detrás de él! — Grita su hijo.
— ¡Ese muchacho es un debilucho! — Murmura molesta su hija.
—Ya, tranquilos los dos, la historia aún no ha terminado.

Ellos asienten y permiten que continúe la historia.

El pelinegro se sienta en una de las fuentes y medita un rato. Acaban de entrar a los fríos de otoño y hay mucho viento, la mayoría de las flores que no son de la época empiezan a secarse y caer. Es entonces cuando una flor le da de lleno en el rostro, la toca con sus manos y descubre que es suave y sedosa. La flor tiene una belleza única así como el chico rubio, una sonrisa aparece en su rostro y va en busca de su soldado. Lo encuentra en su habitación, la del soldado, no la que comparten como prometidos. Se acerca lentamente y se sienta a su lado, con sus dedos acariciaba su cabello y él se tensa. Levanta el rostro firme, su mirada es dura. El pelinegro no sabe qué hacer entonces hace lo que por impulso aparece, presiona con timidez sus labios con los del rubio y de inmediato siente que su mundo está completo.

“Te amo”, le dice por primera vez, los ojos verdes se llenan de lágrimas, después de tanta lucha, de tanta espera, finalmente es correspondido. Sus labios vuelven a juntarse, no una, ni dos, sino muchísimas veces, “Te tardaste” murmura entre risas.
 

Unos meses después se casan, para alegría del reino, familiares, amigos y sobre todo para su hija adoptiva .La celebración es grande y ruidosa, pero sobre todo es feliz.

Se dice que ellos viven en una hermosa casa junto a sus dos hijos pequeños. Fin.

— ¿Qué pasó con la hija adoptiva? — Pregunta su hija.
—Ella se casó también, dicen que vive en su reino natal junto a su esposo e hija. De vez en cuanto ella los visita y viceversa.

Mi hijo ya está profundamente dormido y mi hija tiene claras señas de ir por el mismo camino.

—Bueno, vayan ya a dormir, si su mamá se entera de que siguen despiertos se va a enojar.

Los cargo a ambos a su cuarto y luego de taparlos les beso la frente.

—No sé cómo es que tienen tanta energía — Murmuró.
—Eso lo heredaron de ti — Responde una voz a mis espaldas.

Sonrió al verlo en el umbral de la puerta, lleva una bata blanca que lo hace ver como un ángel, aunque claro que como un ángel del pecado.

—Me gustó la historia — Murmura sonriendo.
—A mí me gusta más — Le digo.

Se me acerca lentamente hasta que queda sentado en mi regazo.

—Pienso que a la historia le faltaron varios detalles — Murmura seductor en mi oído.
—Obviamente hay muchas cosas que no puedo decirles todavía — Respondo sonriendo.
—Para mí que se te olvidaron y por eso las omitiste — Dice al tiempo en que se desata la bata blanca — Lo mejor será refrescarte la memoria, Yuuri.
—Esa es una excelente idea, Wolfram. — Le digo mientras agarro con mis labios los suyos.

Fue en un día como este, en el frío otoñal, que una flor disperso mis dudas y aclaró mi mente. Aquella flor suave y única como su soldado, su flor favorita, Hermoso Wolfram.


Fin


Notas finales: ¡Espero les haya gustado y me dejen algún comentario! Me gustaría saber su opinión, si les gusto o no, alguna crítica constructiva o un simple "estuvo lindo" está bien también. ¡Gracias por leer! Nos leemos en algún otra historia.

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