Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Decisión por Mixhii

[Reviews - 3]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Disclaimer: Nada de esto fue hecho con fines de lucro, Harry Potter le pertenece a J.K. Rowling.

Lo prometido es deuda, está es la secuela de Opción. Lamento tanto la tardanza pero mi computadora murió y mi teléfono no quiso cooperar. Le agradezco a mis dos hermosas betas, Mell y Kiuk, por todo su apoyo, este fic es para ustedes.

Aquí está el link de la primera parte, Opción, la historia puede entenderse aún sino la han leído pero lo dejó por si alguien quiero leerlo ----> http://amor-yaoi.com/viewstory.php?sid=120900

La historia será publicada en todos los sitios a los que estoy unida, todo bajo el mismo Nick.

Notas del capitulo: Disclaimer: Nada de esto fue hecho con fines de lucro, Harry Potter le pertenece a J.K. Rowling.

Lo prometido es deuda, está es la secuela de Opción. Lamento tanto la tardanza pero mi computadora murió y mi teléfono no quiso cooperar. Le agradezco a mis dos hermosas betas, Mell y Kiuk, por todo su apoyo, este fic es para ustedes.

Aquí está el link de la primera parte, Opción, la historia puede entenderse aún sino la han leído pero lo dejó por si alguien quiero leerlo ----> http://slasheaven.com/viewstory.php?sid=43913&warning=5

La historia será publicada en todos los sitios a los que estoy unida, todo bajo el mismo Nick.

Hice un cambio en la historia, la relación de James y Lucius no habrá iniciado en su tercer año, sino en el cuarto. ¡Disfrutenlo!

 

 

La bufanda

El día había iniciado mal, se acabó su dote de chocolate, su tintero se regó sobre su tarea, su dedo meñique del pie chocó contra la punta de una mesa, y los psicópatas que tenía por acosadores le siguieron durante todo el día.

A pesar de todo estaba sereno como siempre, luego de tener un mal día siempre se dirigía  allí. Sus ojos se deslizaban por aquel desgastado papel, cada palabra, cada frase, cada carta. Todo le decía que se quedará junto a él, que él era el candidato perfecto, y posiblemente lo fuera.

Trato de deshacerse de las cartas, de incendiarlas, botarlas, romperlas, lo que fuera, pero al final simplemente no pudo hacerlo. Por un instante se odio por ser tan débil, por esperar con los brazos abiertos al morocho, por perderse en sus ojos, por degustar con necesidad sus labios, no sabía en qué momento se había vuelto tan dependiente.

— Te odio — Dijo con una sonrisa triste.

Era la mejor forma, debía odiarlo, debía alejarlo. Él era un traidor a la sangre, un Gryffindor, un amante de los muggles, odioso e imbécil. Lo lamentable, es que ese traidor a la sangre, ese Gryffindor, ese amante de los muggles, ese odioso e imbécil... había conseguido colarse en su interior y hacerse un espacio en él.

Se hicieron novios durante el cuarto año de Hogwarts, claro que contra su  voluntad, en una estúpida apuesta que había perdido contra el morocho. Creyó, ingenuamente, que podría salir librado de esa situación sin sufrir algún percance, no contó con que el Gryffindor se iría adueñando de sus sentimientos, que iría colándose en sus pensamientos, y mucho menos que sentiría por él, al menos no algo tan fuerte como lo que sentía.

Escuchó unos pasos acercarse a la habitación, en un movimiento rápido, las cartas, otra vez ilesas, fueron escondidas.

— ¡Lucius! — Gritó Severus abriendo la puerta con fuerza.

— ¿Qué sucede?

— ¿Vas a decirme qué hacías con Bellatrix en Hogsmeade?

— ¿Qué hacía? Hablar con ella, ¿qué otra cosa sino? — Respondió despreocupado, alisando una arruga inexistente en su túnica.

— Pero quiero saber, ¿de qué hablaban?

— Eso es personal y no te lo diré.

Severus le vio con ojos asesinos, él sabía perfectamente bien de qué había venido hablar Bellatrix con su amigo. En cuatro zancadas estuvo frente a él.

— Lucius, no sé a qué crees que estás jugando, pero ten cuidado — Murmuró. Lo vio directo a los ojos por un momento — Espero que sepas que las calaveras no son nada elegantes.

La sutil advertencia lo entretuvo lo suficiente para no oír el chasquido de una lengua.

Se levantó en un fluido movimiento — El día está muy bonito Sev, ¿Qué tal si salimos a dar una vuelta? — La evasiva fue tan evidente que por un momento el pelinegro Slytherin se decepcionó.

— Tengo un permiso especial para adentrarme al bosque prohibido. ¿Me acompañas a buscar unos ingredientes?

— Será un placer — Le sonrió.

Ambos salieron rumbo al bosque. Al cerrarse la puerta, la capa de invisibilidad dejo ver a un morocho con ojos avellana resplandeciendo de rabia, de celos.

— Estúpido — Murmuró pateando la cama más pequeña.

Lo odiaba

Lo odiaba

Lo odiaba

En serio que lo odiaba

Esa sonrisa debía ser para él, no para Severus. Le debía coquetear a él, no a Severus. Debía salir con él, no con Severus. Apretó con fuerza su mandíbula. Observó en la cama pequeña un montículo de papeles, infantilmente los agarró y los tiró al aire.

Recordó la cercanía del pelinegro con SU Lucius y sin evitar el arranque de rabia se plantó frente al baúl más cercano a la cama pequeña. Lo abrió y empezó a tirar todo en diferentes direcciones. Hasta que algo largo salió de hasta el fondo.

Algo color rojo y dorado...

— ¿Una bufanda de Gryffindor? — Pensó. Lo acercó a su rostro y sus ojos se abrieron al máximo al reconocer el olor.

Una macabra sonrisa adorno sus labios. Dulce, dulce, dulce venganza.

***

Camino con rapidez, había dejado a su amigo casi tirado cuando leyó la nota. Su rostro empalideció como un fantasma — No es posible, no es posible, no es posible — Pensaba corriendo lo más rápido que le daban las piernas. Corrió por los pasillos esquivando alumnos, maestros, fantasmas, corrió todo lo que sus piernas dieron. Hasta Peeves le abrió paso al verlo tan agitado.

Pasó tres veces a toda velocidad frente al tapiz de Bárnabas el Chiflado y abrió la puerta de un solo golpe.

— Pero que rápido — Murmuró — No han pasado ni quince minutos desde que envié la nota.

— A ver Potter, ¿Qué pretendes?

— ¿Qué pretendo de qué? — Dijo con fingida inocencia.

— ¡Al mandarme una nota con todas esas... Mentiras!

— ¿Mentiras? — Preguntó sarcástico.

— ¿Qué otra cosa sino? — Escupió.

— Cuidadito de cómo me hablas Snape — Artículo sílaba por sílaba con una sonrisa cada vez más grande— Soy yo quien conoce tu sucio secretito.

— ¿Qué secreto? — Su corazón empezó a acelerarse.

— Dime Quejicus... ¿Desde cuándo acosas a Sirius? — Por un instante su corazón se detuvo.

— ¿A Black? — Escupió, ladeando su sonrisa — No sé de qué carajos me hablas Potter. Pero yo jamás perseguiría a tal porquería como tu amigo.

— ¿En serio? — Sonrió — Si eso es así, ¿por qué escondías ésto, en tu baúl? — Severus se congeló al ver la bufanda, su respiración  se aceleró y por un instante se sintió mareado.

— No sé de qué hablas Potter — Dijo indiferente. Sus ojos seguían viendo la bufanda — Yo no guardaría en mis cosas una bufanda de Gryffindor.

— Pero lo haces... y no cualquier bufanda, Quejicus. Sino la de Sirius... ¿Qué crees que diría si yo se lo cuento?

— Nadie te creerá, Potter — Su voz se oyó firme.

— ¿Es eso una confesión? — Sus ojos resplandecieron — Me gustaría saber, ¿Por qué Sirus?, no te trata bien, no te mira más que con odio, tiene a quien quiera cuando quiere, es guapo y adinerado. Sirius es un inalcanzable para ti.

— ¿Y eso a ti qué?, además, ¿Cómo vas a saberlo?

— Yo conozco a mi amigo. Si él, por alguna extraña razón aceptará algo contigo, sé que sería sólo para divertirse. Tú jamás alcanzarías a ser algo importante para él, y si llegaras a serlo, cosa que no será, con un chasquido tendría a mil frente a él, y te dejaría en segundo plano antes de decir terminamos. No representarías absolutamente nada para él.

Las palabras habían dolido, habían dado en lo más profundo de su ser. Su inseguridad. Quiso gritarle que estaba equivocado, que Sirius decía que le amaba, que salían desde hace años, AÑOS. Pero… ¿y si no estaba equivocado?

Había visto a Sirius con alguna estúpida colgada de su brazo, más de una vez. Supuestamente para guardar las apariencias, ¿y si realmente sólo jugaba con él?

— ¿Qué quieres?

James ensanchó su sonrisa.

— Algo muy simple, mí querido Quejicus.

— Sólo escúpelo de una vez.

— No comas ansias, lo que quiero es algo muy sencillo.

Los ojos avellana se encontraron con los negros. James jamás sabría que había desmoronado todo el progreso que Lily y Sirius habían construido durante tres largos años.

***

Lucius entró a la habitación murmurando obscenidades contra su mejor amigo, se preguntaba cuál era la razón por la que había salido corriendo así. Arqueó una ceja al encontrar las cosas de Severus tiradas, con un movimiento de varita quedó todo en su sitio.

Inconscientemente llevó su mano derecha a su antebrazo izquierdo, trago saliva, no le gustaba la idea de que su perfecta piel tuviera esa mancha.

Pensó otro poco en James, en todos los maravillosos momentos que le había regalado, y se sintió como la más vil de las escorias. Luego rememoró todos los disgustos que le hizo pasar a Severus y a él y sintió tremendas ganas de buscarlo y cruciarle el culo.

Se estiró sobre la cama cual gato que acaba de despertar. El tiempo le había hecho maravillas, aunque el único que lo  disfrutara era James, sonrió con descaro ante ese pensamiento.

Luego de terminar las tareas pendientes se dedicó a pensar en su situación. Estaba indeciso, lo cual era tonto e irónico porque sabía que al terminar el año se iría y luego se casaría con alguna despampanante sangrepura.

Mortífago, esa era otra opción, su padre se lo insinuaba siempre que podía, de hecho mandaba a Bellatrix, quien ya estaba manchada, como le gustaba pensar, para decirle lo “genial” que era.

¿Que qué ofrecía? Poder. Tentador y dulce, el poder era la mejor arma contra todo, más allá incluso que el dinero. Pero había algo con lo que no estaba de acuerdo, la matanza de los inferiores.

No que le importasen, ni porque su novio fuese uno de ellos, sino que no podía ver la necesidad de acabar con ellos, era tonto. Si acababan con los inferiores ¿De quién iban a ser superiores?, muchas criaturas inferiores eran necesarias ¿Qué haría él sin un elfo doméstico?, y si a eso le incluías embarrarse de sangre las manos, bueno pues, no era un lindo prospecto.

***

— ¿Qué crees que esté haciendo?— Preguntó Sirius.

— Tarea tal vez, pociones, ensayos, algo. Tranquilo, él ya vendrá.

Pero no llegó. Severus caminaba por los pasillos, meditabundo. — ¿Qué voy hacer? — Era lo único que se preguntaba

La pelirroja se enfadó mucho, luego de una hora se marchó diciendo unas cuantas groserías impropias de una dama. Sirius en cambio se sitió apaleado, Severus no lo había buscado. Lily le había contado de la plática que habían tenido, sin embargo la actitud de Severus no había cambiado ni un poquito con él ¿Cuánto más tenía que luchar? ¿Cuánto más tenía que tratar de sacar a flote esa relación? ¿De luchar solo por una causa por la que su compañero daba por perdida?

Remus trató de animarlo, aunque también trató durante un año y medio que le dijera el nombre de la persona que le traía así. Lily y él siempre le miraban mal cuando dejaba que alguna chiquilla se le colgara encima, es sólo que tenía miedo. Miedo de que James se enterara, y se sabía cobarde por ello, pero no quería decepcionarlo. Después de todo su amigo odiaba a los Slytherin, ¿Y si supiera que el sombrero seleccionador quería mandarlo allí?

Miro la sala común, aglomerada de gente, su pelinegro amigo charlaba animado junto a Lily, pensó en la bonita pareja que hacían, la pelirroja frunció el ceño y le dijo algunas cuantas cosas que no alcanzó a oír y salió a grandes pasos del lugar.

Con la mano le hizo un pequeño saludo. Cuando James lo captó camino en su dirección.

— ¿Todo bien Cornamenta?

— Todo bien, ¿Qué tal tú?

— ¿No me ves? Igual de sexy que siempre.

Ambos soltaron una breve carcajada.

— Quería hablarte de algo… — Dijeron ambos al mismo tiempo.

— Emmm ¿Qué cosa? — Preguntó Sirius.

— Jajaja na-nada importante, ¿Y tú?

— Ta-tampoco es importante jajaja

Ambos desviaron la mirada, demasiado asustados como para hablar. No sabían que aquella cobardía, les cerraría más de una puerta.

La mejor forma de iniciar una relación, es siendo honestos desde el principio

 

 

Notas finales: ¡Muchas gracias por leer! Me gustaría saber que opinan sobre el capítulo, si les gusto o si no, si quieren dejarme alguna crítica constructiva o un simple "Estuvo lindo" está bien también. ¡Nos leemos!

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).