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Decisión por Mixhii

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Notas del capitulo:

¡Hola! Lamento no haber publicado nada, la verdad no tenía ganas de hacer nada, he pasado unos días realmente malos y simplemente deseaba llorar entre mis sábanas todo el día. Luego decidí que no era justo, ya que no sabría si podría publicar por Navidad y Año Nuevo, y bueno, aquí está el capítulo. ¡Felices fiestas! (En el caso de que no pueda publicar nada durante esas fechas)

Este capítulo va dedicado para mi Dikbe, el más fiel de todos mis amigos, mi bebé que en paz descancé.  

 

 

Complicaciones

Frunció el ceño levemente, de nuevo Severus le había dejado plantado, sin explicación ni nada. Sirius estaba realmente preocupado, últimamente su Slytherin apenas le hablaba, no le miraba, pasaba de él ¡Como si fuera invisible! ¡Como si no llevaran 3 años de noviazgo! ¡Como si no le importará! Como si no significara nada…

***

Caminó por los pasillos, todos abrían paso al verlo aunque él no miraba a nadie. Dobló a su izquierda para evitar toparse con más alumnos.

Su cabello estaba muy largo, estaba considerando cortarlo. La única razón por la que no lo hacía era porque James se lo pidió.

— Me encantas — susurró una voz a su derecha. No había nadie. Movió la mano sutilmente hasta que dio con el cuerpo invisible. Puso su mano sobre lo que creyó era el aparato reproductor de James, sobó hasta sentir como crecía, escuchó un suave gemido y golpeó. 


Entró a la biblioteca muy molesto. Severus lo había ignorado toda la semana y eso lo ponía de un terrible humor. Era indignante y aunque no lo aceptara también era hiriente. ¡Amigos desde el primer curso! No había hecho nada para que se molestase, y no se iba a disculpar por algo que no recordaba haber hecho.


Agarró un libro negro, era pesado y de gran tamaño, tenía aspecto de haber pasado en muchas manos. Se le notaba en el desgaste de las hojas y pasta. 


Se sentó lo más lejos que pudo de los demás estudiantes. Tentó la idea de irse a su habitación a leer ahí.


— ¿Cómo pudiste golpearme ahí? Dolió como los mil demonios.


— Qué haces en la biblioteca.


— ¿Qué crees que hago yo en la biblioteca?


— Seguirme.


— Din din din, tenemos a un ganador.


— No es divertido.


— ¿Por qué estás molesto? — Preguntó. Aunque sabía muy bien la respuesta.


— No estoy molesto, ahora largo.


Lucius se levantó, se acomodó en otra silla y continuó su lectura.


Realmente no estaba prestando atención a lo que leía. Susurraba entre dientes muy molesto y muy disgustado. James se dedicó a observarlo y tratar de descifrar qué estaba diciendo — (...) ignorarme.... no puedo... creerlo... años... amigos... — No necesitó oír más, era obvio en qué estaba pensado, o mejor dicho en quién.


— Lucius — Murmuró en silencio. Ni siquiera fingió que le estaba escuchando — Ese imbécil — Pensó molesto también. Estiró la mano y tiro de la cinta negra. El rubio platinado cayó sobre la tensa espalda, eso lo espabilo.


— ¿Qué crees que haces?


— Llamar tu atención.

Los grises ojos le vieron furiosos. Tenía un fuerte dolor de cabeza, y no tenía ganas de lidiar con el cabezota de su novio.


— Escucha, no quiero decirte algo de lo que luego nos arrepentiremos. Así que hazme y hazte el favor de irte.


— Vaya que romántico. Soy tan suertudo de tenerte — Las palabras brotaron solas, y se arrepintió al instante. El rubio recogió sus cosas y sin mediar palabra se fue — Eres un genio, James — Pensó.


***


— Ay Lily, ¿Y si mejor me rindo?

 

— ¡Sirius! — Gritó molesta — No puedes darte por vencido.


— ¿Pero él si puede?


Ella no se atrevió a responder. Bajó la mirada un instante y se fue. Sirius no la siguió, estaba cansado, cansado de luchar por una relación que parecía no querer seguir. Cansado de que Severus le apartará, de que le dejará toda la carga. 


— Ho-hola — Escuchó. Volteó la mirada y entonces lo vio. Llevaba la túnica de Slytherin algo arrugada. 


— Hola, Sev.

—Tenemos que hablar — Murmuró. Y Sirius se temió lo peor.

***

— Lucius — Dijo molesto — No puedes ignorarme por siempre.

El rubio se encontraba sentado en su cama, pasaba las páginas lentamente, ignorando todo lo que el pelinegro tuviese que decir.

James se molesto mucho, agarró el libro que estaba en las manos de Lucius y se lo quitó.

— ¡¿Qué crees que estás haciendo?! — Lucius se levantó indignado, pero James se alzó en toda su estatura y sostuvo el libro en alto. El Gryffindor era una cabeza más alto que el Slytherin, quien no pudo agarrar el libro.

— Te lo daré cuando me respondas.

— ¡Yo no tengo porque responder nada! Devuélveme el libro o lo lamentarás.

— Lucius — Amenazó.

Una vena se hincho en la frente del rubio — ¿Cuántas veces te he dicho que NO me llames Lucius? Para ti soy Malfoy, MALFOY. ¡No tienes ningún derecho de llamarme por mi nombre!

Ahora fue el turno de James de enojarse — ¡Merlín! ¡SOY TU NOVIO! ¡TENGO TODO EL MALDITO DERECHO DE LLAMARTE POR TU NOMBRE!

— ¡QUE ME ACUEST… CONTIGO NO TE DA NINGÚN MALDITO DERECHO SOBRE MI!

James retrocedió como si le hubiesen dado una cachetada, como si un balde de agua fría le hubiese caído encima. La mirada que le lanzó fue una llena de tristeza y rencor.

Lucius suspiró — Potter, escucha — Y eso fue lo que termino de derramar el vaso.

— Potter, Potter, Potter ¡¿Es todo lo que tienes que decir?! ¡¿No te haces una maldita idea de cuánto me lastimas?! ¡¿Acaso es un juego?! ¡¿Una venganza?! ¡Soy tu maldito perro faldero! ¡Siempre detrás de ti rogando tu atención, tus caricias, tus besos y miradas! ¡Siempre que peleamos soy yo quien te busca! ¡Sólo yo trabajo en esta maldita relación!

— ¡¿QU…?! — Gritó furioso — ¡El que insistió en esta maldita relación fuiste tú! ¡Me acosas, me persigues, me fuerzas a todos tus malditos caprichos! ¡Me celas de todo el mundo! ¡Hiciste que apostará mi libertad de elegir a una pareja! ¡Te colas en mi habitación! ¡No aceptas un maldito NO cuando no quiero mantener relaciones sexuales!

¡Si tú no quisieras esta relación habrías hecho algo! ¡Pero no hiciste nada! ¡Me permitiste estar a tu lado, me permitiste compartir tu tiempo! ¡Me permitiste enamorarme de ti! — Lucius retrocedió con los ojos abiertos — ¡¿Qué acaso lo has olvidado?! ¡TE AMO! ¡TE AMO MALDITA SEA! ¡PARA MI NO FUE NINGÚN JUEGO!

— Yo — Dijo Lucius, retrocediendo instintivamente.

— ¡¿ME AMAS?! — Preguntó — ¡DIME! — Demandó, poco a poco su voz fue disminuyendo el tono — Dime… ¿Me amas? ¿Aunque sea un poco? — Los ojos avellana se fueron nublando por el dolor, las lágrimas empezaron a caer una a una por sus mejillas.

El silencio se hizo presente por unos minutos, él esperaba una respuesta a su pregunta, algún indicio de esperanza para esa relación, pero el silencio fue la única respuesta que obtuvo. Le vio una última vez, herido y temblando, agarró su capa de invisibilidad y se fue de la habitación.

Lucius se quedó ahí, como una estatua. Por un segundo la idea de ir detrás de él surgió en su cabeza, pero… ¿Para qué? Esa relación debía acabar. Era lo mejor para ambos, ignoró la humedad en sus mejillas, negándose a creer que estaba llorando por James, negándose a ir en su búsqueda, negándose a creer que por un segundo estuvo a punto de decirle que él también le amaba.

Lloró por horas hasta que entre lágrimas se durmió. Pensó en que era lo mejor, de todos modos debía terminar con James. Esa relación era imposible, tenían absolutamente todo en contra, y él era demasiado cobarde como para enfrentarlo, aún con James a su lado no tendría la suficiente fortaleza para hacerlo, sobre todo no podría enfrentarse a su padre, a sus ojos llenos de decepción.

Un nudo como ningún otro se formó en su estómago, sintió que el dolor era lo suficientemente fuerte como para morir desde adentro. Tal vez era porque una gran parte de él murió al perder a James.

***

Sirius caminaba pálido por los pasillos — Esto debe terminar, lo siento — Su corazón se encontraba hecho trizas, sus ilusiones se habían derrumbado y sus sueños de una vida junto al Slytherin se evaporaron.

Una irá ciega lo nubló, el Slytherin se había estado burlando de él todo ese tiempo. Y eso no se lo perdonaría jamás.

“Morimos el día en que guardamos silencio ante las cosas que nos importan”

 

 

Notas finales:

Gracias por leer, espero les gustará y lo disfrutarán. Como ya saben los personajes le pertenecen a J.K. Rowling, yo sólo juego con ellos.

 

Este capítulo va dedicado para mi Dikbe, el más fiel de todos mis amigos, mi bebé que en paz descance.  

 


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