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Temores por Saime Rossette

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Notas del capitulo:

No tengo mucho que decir salvo:

Para Sora. La mejor amiga, confidente y consejera que he tenido.

Kyuhyun no podía comprender como es que se estaba permitiendo esto. Él era un chico inteligente, mucho. No necesitaba pasar demasiadas horas estudiando para obtener calificaciones sobresalientes en sus exámenes.

 

Era un genio en las matemáticas y tenía la capacidad de memorizar fórmulas, frases y párrafos completos. Si una película le gustaba demasiado era capaz de aprenderse los diálogos con sólo verla una vez y recitarlos. Su hermana Ahra le recriminaba constantemente que le spoileara las películas en tiempo real.

 

En conclusión, Cho Kyuhyun era un chico brillante, pero hasta chicos como él tienen algún grado de idiotez en ellos. Sólo hacía falta recordar lo que había sucedido horas antes.

 

Kyuhyun conocía muy bien a Choi Siwon. En realidad, no lo conocía. Conocía a los de su especie.

 

Siwon era el tipo de chico que desfilaba por las calles con una sonrisa de cientos de voltios para cualquiera que se cruzara en su camino. Era amable, atento y cumplía con todos los requisitos del novio ideal.

 

Pero Kyuhyun sabía más que eso. Choi Siwon era el tipo de chico que te rompe el corazón y de las maneras más predecibles. Lo que lo hace peor. Porque lo sabes, eres consciente de esa posibilidad pero aun así lo intentas porque el desgraciado es encantador, porque te gusta y porque no puedes creer que un chico como él te haya dirigido la palabra o más increíble aún, te haya invitado a salir.

 

Tal vez fueron los ojos tintineantes o la sonrisa cegadora. En realidad no podía comprender cuál fue la razón por la que había aceptado salir con Siwon. ‘El Choi Siwon’.

 

El muy cabrón se había acercado a su mesa en Starbucks, donde él y unos amigos habían decidido refugiarse del helado clima de Seúl. Le había soltado una de las frases de ‘ligue’ más cursis y cliché que hubiese escuchado y había soltado la bomba con tal confianza, como si supiera que no había manera de que Kyuhyun se negara o que nadie en el mundo se negara.

 

Lo peor fue que no lo hizo. Simplemente se había limitado a mirarlo con los ojos desorbitados por cinco segundos antes de que algo hiciera reacción en su cerebro y se encontrara asintiendo

 

Siendo sinceros, tampoco recordaba haber asentido, pero la sonrisa del moreno se había ensanchado más- ¿acaso eso era posible?- y de sus labios había exhalado un suspiro de alivio, antes de avisarle que pasaría por él a su departamento esa noche a las 8.

 

Cuando fue consciente de lo sucedido, Siwon ya no se encontraba en el café y todos le miraban. Unas con ojos resentidos, otros con ojos incrédulos.

 

Aunque quiso azotar la cabeza contra la mesa, se limitó a carraspear y seguir bebiendo su café.

 

 

 

Su reflejo en el espejo negó con la cabeza. Kyuhyun contempló fingir que estaba enfermo, o que había olvidado la cita y había desaparecido en alguna parte.

 

Pero no podía porque una parte de él se moría por ver al mayor, a pesar de que conociese a los de su tipo. Educados, sonrientes y cálidos. Hacían sentir especial a todo aquel con quien entablaban conversación. Perfectos.

 

La clase de chico que te rompe el corazón de la manera más predecible, sin quererlo, porque su mundo es perfecto y creen que con una sonrisa se arregla todo. Pero las sonrisas no arreglan anda, sólo causan más dolor, sufrimiento e incertidumbre. Crean inseguridades y temores.

 

Kyuhyun suspiró tembloso. El golpeteo en la puerta de entrada llamó su atención y por un momento quiso esconderse bajo las sábanas y fingir que no estaba en casa.

 

- Un momento.- escuchó la voz de Changmin desde la entrada. - ¿Kyu?- cuando Changmin abrió la puerta se encontró con el reflejo de unos ojos llorosos a través del espejo. - ¡Oh, Kyu!- tomó una de sus manos temblorosas y la acarició con suavidad.- Puedo decirle que no irás. Estoy seguro que entenderá.

 

Los ojos de Changmin delataban su preocupación, pero también eran comprensivos.

 

Kyuhyun cerró los ojos un momento. Sabía que si iba no podría decirle que no al mayor nunca más. Caería bajo sus encantos y se sumiría en una relación de aparente perfección y monotonía. Eso si Siwon no se arrepentía de invitarle a salir.

 

Pero si no iba… Kyuhyun siquiera podría imaginarse las posibilidades. Lo único que sabía es que si no asistía a esa cita y Siwon conseguía otra, no podría vivir en paz porque la incertidumbre que le atacaría sería insoportable.

 

Negó con la cabeza y miró a Changmin una vez más ante de componerse y salir de su habitación con su habitual rostro malhumorado, aunque bien sabía que sus mejillas calientes delatarían todas y cada una de sus emociones.

 

Cuando al fin llegó al recibidor, Siwon le esperaba ligeramente de espaldas a él. Lo primero que captó su atención fue lo bien que se veía esa noche, sin embargo, la manera en la que su cuerpo se balanceaba y la expresión en su rostro eran totalmente diferentes al Choi Siwon que le había invitado a salir aquella tarde.

 

- ejem- carraspeó para llamar su atención. El mayor dio un salto antes de girar para encararle. Kyuhyun no pudo evitar emitir una risa ante lo nervioso y estúpido que se había visto.

 

- ¿Listo?- preguntó el mayor ya un poco recuperado. Sus ojos tintinearon con aquel típico brillo y sus labios se extendieron en una brillante sonrisa. Kyuhyun parpadeó un par de veces.

 

La sonrisa que el mayor le había mostrado era diferente, pero a la vez igual a las demás. En sus mejillas se encontraba el par más encantador de hoyuelos que hubiese visto jamás. ¿Cómo nunca antes se había percatado de ellos? Tal vez porque la sonrisa habitual del mayor era tan cegadora que se negaba a mirarle fijamente al rostro por temor a quedar ciego.

 

Asintió con la cabeza. El mayor vaciló un momento antes de acercarse a él y tomar su mano.

 

Kyuhyun sintió su corazón detenerse un instante. La mano de Siwon se sentía cálida contra la suya y era enorme, cubría su mano por completo. En aquel momento se sintió protegido, como nunca nadie le había hecho sentir.

 

Apretó la mano de Siwon con la suya y asintió. Dejó que Siwon le guiara fuera del complejo departamental y por las frías calles de Seúl.

 

Kyuhyun creyó que conocía a los de su clase, pero Siwon le probó que él era diferente.

 

En toda la noche nunca soltó su mano y aún después no soltó su corazón.

 

Fin.

Notas finales:

Ojalá pronto pueda terminar con todos los pendientes que he dejado aquí. Mientras seguiré escribiendo y terminando lo primero que pasa por mi mente.

Disculpen si esto no tiene mucho sentido. Son 1,000 palabras de locura sin sentido. No tenía idea de adonde iba hasta que ya había terminado.


Los quiero a todos. Felices fiestas.


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