Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Christmas Love. Around the World. por TsubasaHatsukoi

[Reviews - 19]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Hola!!! Aqui les traigo una serie de one shot, espero que les guste :) Se que ya paso Navidad pero mejor tarde que nunca XD

Sera un capitulo por cada pareja de Sekaiichi y de Junjou. Puede que en el fic haya cosas que ni en un millon de años pasarian en el manga o en el anime pero con un poco de imaginacion todo se puede :D

Todos los lugares que aparecen a lo largo del fic son completamente reales, ninguno es inventado n.n

 

Notas del capitulo:

Aqui el primer cap Takano y Ritsu en la ciudad del amor <3 Espero lo disfruten.

Los personajes no me pertenecen le pertenecen a Shungiku Nakamura

Christmas Love. Around the World.

1er Viaje: Paris, Francia.  (TakanoxOnodera)

Era 23 de diciembre, víspera de Noche Buena. La ciudad de Tokio en esos momentos se encontraba teñida de un mágico color blanco gracias a la nieve que no dejaba de caer. Las calles estaban llenas de adornos navideños, y se podía sentir la felicidad y alegría de la gente, gracias a esta época tan adorada del año.

Y por alguna extraña razón en la editorial Marukawa no era muy diferente. En la mayoría de los departamentos el trabajo ya estaba completamente cubierto por el resto del año. En el departamento de manga shoujo, mejor conocido como Esmeralda (el departamento de las doncellas), estaban a unas cuantas revisiones por hacer y podrían dejar su trabajo –por lo menos hasta el otro año-. La revista había tenido un especial navideño, al ser para público femenino –genero de chicas- se podía sacar una gran ventaja de ello, ya que en los días 24 y 25 de diciembre se daban mucho las situaciones amorosas, romance y dulzura, ¿y que mejor que plasmarlo en un manga?

<3<3<3<3<3<3<3<3<3<3<3<3<3<3<3<3<3<3<3<3<3<3<3<3<3<3<3<3<3<3<3<3<3<3<3<3<3<3<3<

En el cuarto piso, cierto castaño de ojos esmeralda cuyo nombre era Onodera Ritsu, junto con sus compañeros de trabajo, se encontraban dando los últimos toques para poder enviar el manuscrito y dar por terminado su trabajo.

-Termine – exclamó Kisa con voz agitada. Raramente, a pesar de que se encontraban a final de ciclo, el departamento no se encontraba caído y tenebroso como era común en esas fechas, ese último mes habían terminado todos a tiempo y claramente no se encontraban como zombies, como se acostumbraba en el departamento.

-Yo igual, termine las correcciones – dijo con su habitual sonrisa, el editor Mino, ambos pasaron sus documentos a Takano, el editor en jefe.

-Buen trabajo, pueden irse – exclamó el ojiavellana después de darle una revisada rápida a las correcciones de ambos editores.

- Buen trabajo! – habló un contento Shouta – ¡Feliz Navidad! Ricchan, Takano-san – dijo terminando de recoger sus cosas.

-Feliz Navidad, Onodera-kun, Takano-san – lo arremedo Kanade, desde la salida a punto de abandonar el departamento. Acto seguido, se fue junto al pelinegro.

Y se quedaron solos…

Hatori había terminado el trabajo antes que todos y por lo tanto se fue primero, se veía muy apurado por llegar a su casa, para poder disfrutar la víspera de navidad junto a cierto mangaka que tenía a su cargo.

Por esto en esos momentos, Takano Masamune y Onodera Ritsu  se encontraban solos en la oficina. Ritsu siendo aún el novato de Emerald, no quería que ningún detalle se le pasara, por esto, hacia el trabajo a un ritmo un poco más lento.

-Y-ya termine – dijo Onodera levantándose y dirigiéndose a su jefe para entregarle su trabajo.

Buen trabajo – menciono Takano al aire, unos segundos después, se dispuso a guardar sus cosas para ponerse de pie y salir.

-Buenas noches, me retiro – camino hasta la salida, tratando de esquivar a su superior pero…

- A donde crees que vas? – mencionó el mayor detrás de Ritsu – Traje el  auto, te llevare

- No es necesario, puedo ir solo – contestó el castaño con un tono malhumorado. Iba caminando a un paso acelerado, así que inmediatamente despues de que rechazó la oferta de Takano, trató de huir por el elevador. Entro rápido, no obstante su jefe fue mucho más rápido.

- No huyas, idiota – dijo abriéndose paso por el elevador – te llevaré, no importa que no quieras-

- Eres muy molesto – dijo el novato en un susurro, estaba un poco fastidiado. Al editor no le quedo de otra más que obedecer a su jefe –pese a sus reclamaciones- tuvo que subir al auto de Takano. Silencio. Todo el camino estuvo rodeado de un incomodo silencio, al menos para Onodera, siempre que se encontraban en esa situación nunca, nunca sabía sobre que podía hablar con aquel hombre, había mil y un temas que podían sacar a relucir pero por más que lo intentará jamás salía nada de su boca.

Llegaron al edificio y subieron hasta su piso. Ritsu estaba completamente dispuesto a entrar a su departamento y encerrarse hasta que el peligro se alejara, pero sintió como alguien lo jalaba del brazo y lo hacia entrar en el departamento contiguo.

-Qué te sucede? – gritó – déjame ir – comenzó a forcejear para que lo soltara.

- No te hare nada… - le contestó el pelinegro muy tranquilo – quiero proponerte algo – dijo mientras se acercaba a una mesita que estaba a un lado de la entrada.

- Eh? – el castaño hizo una cara de total confusión “¿Una propuesta?”

- Si – el mayor le regaló una sonrisa que enamoraría a cualquiera – ten – acto seguido le entrego un pequeño sobre.

- Qué es esto? – dijo tomando y analizando el exterior del paquete

- Ábrelo – el ojiverde un tanto asustado obedeció la indicación y empezó a abrir el sobre. Se sorprendió por el contenido. Adentro había 2 boletos de avión con destino a París, Francia, eran para el día 24 de diciembre a las 6:30 a.m.

- Q-qué… - le interrumpió

- Vamos juntos – continuó Masamune acercándose un poco más al menor – ya hice una reservación en un hotel en el centro de París. Quiero pasar la Navidad y mi cumpleaños contigo…

- N-no se que decir – sus mejillas se tiñeron de un color rosado muy lindo.

- Dime que si…  - el pelinegro se acercó mucho más  a Onodera y de esta forma unió sus labios con los del contrario, formando un tierno beso. Cálido, lindo… Duraron de esta manera un par de segundos y al separarse Ritsu tenía el rostro cubierto de un color carmín, no dijo absolutamente nada simplemente se quedó hipnotizado por ese par de ojos color avellana.

- Bien, ya está. Salimos mañana en la mañana – declaró sin pena alguna el mayor, alejándose un poco de Ritsu.

- Q-que! Pero yo no te he contestado nada! – reclamó enfadado

- Entonces es un, no? – se aproximó de nuevo al menor acorralándolo esta vez contra la pared.

-…-

<3<3<3<3<3<3<3<3<3<3<3<3<3<3<3<3<3<3<3<3<3<3<3<3<3<3<3<3<3<3<3<3<3<3<3<3<3<3<3

Takano y Onodera se encontraban esperando a que su vuelo saliera del aeropuerto, esa mañana Masamune tuvo que ir a ayudar a Ritsu a empacar su ropa, a pesar de que la noche anterior había aceptado salir de viaje con su jefe, no quiso guardar sus cosas por cuenta propia, ya que no quería verse muy entusiasmado por el viaje que realizarían –tenía que mantener su nivel de orgullo intacto-.

Eran alrededor de las 6:15 de la mañana, si, muy temprano para el joven Ritsu, pero no le quedo de otra más que levantarse temprano o perderían el vuelo, cabe decir que el vuelo de Tokio a París es de los más largos del mundo en avión por lo tanto tenían que partir la más madrugador posible para poder llegar ese mismo día a Francia.

Ambos se encontraban serios como siempre, sin hablar, Onodera tenía la mirada perdida en algún punto del suelo, aún estaba terminando de procesar que saldría del país con su amor de la secundaria y esta vez no era un viaje de trabajo, saldrían de viaje para festejar la navidad y el cumpleaños de Masamune; a PARÍS la ciudad del Amor, no podía creerlo. No sabía de donde había sacado tanto dinero para pagar el viaje y el hospedaje de ambos, pero había preferido no preguntar, ya tenían los boletos y ya estaban esperando por su avión.

-Mmm, es extraño – por fin rompió alguien el silencio, había sido el pelinegro.

-¿Q-qué? – el menor levantó un poco la vista, aún no lo miraba a los ojos.

-Recuerdas cuando te dije que cuando estábamos en la escuela siempre había imaginado como sería mi cumpleaños y navidad contigo? – el novato asintió – Acabo de recordar que unos de los pensamientos que pasaron por mi cabeza en esos momentos, había sido viajar contigo en vísperas de navidad, caminar tomados de la mano, intercambiar regalos, no lo se. Pero nunca imagine que sería París -  Ritsu levantó la vista completamente, no debía haberlo hecho ya que tenía un enorme sonrojo cubriendo sus mejillas, ¿y cómo no? Escuchar cosas acerca de su pasado lo avergonzaban muchísimo, y más si eran de ese tipo – Te enseñaré como ser acaramelado, y que mejor que la ciudad de amor? Verdad, Ritsu?.

- AH?! Que te sucede? No digas esas cosas – exclamó completamente apenado, era suficiente el hecho de que lo iba a acompañar a París, claro que no iba a ser acaramelado con él.

>>Vuelo ****** a París, Francia *****<<            Se escuchó por el altavoz del aeropuerto.

-Es nuestro vuelo – se levantó el mayor –es hora de irnos Onodera - termino cargando algunas de sus maletas.

-H-hai –el ojiverde imitó a su superior, se puso de pie y levantó sus  maletas, pero seguía con la mirada gacha y con sus mejillas sonrosadas.

Abordaron su avión y se sentaron en sus respectivos asientos, uno al lado del otro. Las primeras horas del vuelo las pasaron en silencio, como de costumbre; hasta que el sueño venció a Ritsu y se quedó dormido recargado en el hombro del ojiavellana, después de todo había dormido muy poco anoche por pensar en el viaje; claro esta que el mayor no se quejo por el hecho que tomara su hombro como almohada, al contrario, recargo su cabeza sobre la de su amor y al igual que el otro cayó en los brazos del sueño.

<3<3<3<3<3<3<3<3<3<3<3<3<3<3<3<3<3<3<3<3<3<3<3<3<3<3<3<3<3<3<3<3<3<3<3<3<3<3<3<

Despertaron una hora antes de llegar a su destino, su viaje duro poca más de 12 horas, por lo tanto eran las 6:45 de la tarde, fueron a recoger su maleta y salieron del aeropuerto para tomar un taxi que los llevara a su hotel.

Ritsu estaba completamente impresionado por el paisaje que le ofrecía la ciudad a través de la ventana del taxi, se veía el atardecer en el horizonte, era realmente mágico, las calles, las casas, era totalmente diferente a Japón. Después de alrededor de 25 o 30 minutos llegaron a una pequeña y estrecha avenida, según Ritsu alcanzó a ver se llamaba Avenue d´léna, habían llegado a su destino, el hotel Shangri-La.

Ambos bajaron del auto con las maletas en las manos, el menor no podía dejar de verlo, era realmente hermoso y muy grande, era como un pequeño castillo, y al ser navidad estaba repleto de foquitos y una gran guirnalda en la entrada.

-Vamos – dijo Takano mientras que tomaba la mano de su pareja para jalarlo dentro de la edificación. Por alguna extraña razón no hubo reclamo por parte del otro, solo se dejo guiar por la mano del mayor.

Si el exterior era hermoso, imagínense como era el interior, el loby estaba rodeado de color marfil, los ventanales eran realmente bellos con detalles en color dorado y azul, en el centro la gran escalera en colores oscuros. Por estar embobado con la decoración, no se dio cuenta en que momento Masamune soltó su mano para ir a la recepción, se dio cuenta en el momento en que regreso con la llave de la habitación que compartirían.

-Tengo la llave, nuestra habitación está en el tercer piso – volvió a tomar su mano – deja las maletas, las llevaran a la habitación en unos minutos – comenzaron a subir las escaleras hasta el tercer piso, Ritsu tenía sonrojado su rostro -por el hecho de ir tomados de las manos- en realidad estaba comenzando a restarle importancia a que los vieran juntos –y más por el hecho de que estuvieran en otro país, donde nadie los conocía ni los volverían a ver-.

Pasaron unos minutos hasta que llegaron a su cuarto, el pelinegro puso la llave en el cerrojo y abrió la puerta.

Ritsu no paraba de sorprenderse ese día, no podía esperar más de París; su cuarto al igual que el resto del hotel era de color marfil, entraron por un pequeño pasillo hasta donde se encontraba la habitación principal, en el cuarto había una gran ventana y esta tenía una muy buena y sobre todo bella vista de la Torre Eiffel, que más podía pedir si se encontraban en esta ciudad. Después de admirar un poco la vista, volteo su rostro para ver el resto del cuarto, habían dos sillones individuales de color gris con una mesita en el centro y sobre ella un florero repleto de flores muy bonitas, siguió observando y llego a lo principal de la habitación, la cama, era una gran cama matrimonial con una cubrecama de color crema y a ambos lados de ella dos lámparas sobre unas mesas de noche. Pero dejando de lado toda la decoración, el principal pensamiento que abordaba la mente de Onodera es que la cama era MATRIMONIAL, una cama para dos, ¿por qué tiene que dormir con su jefe en la misma cama? Estaba dispuesto a reclamarle a su acompañante pero escucho que llamaban en la puerta. Takano fue a abrir, eran la maletas.

-Bien, ya están aquí las maletas y ya viste la habitación – bajo las valijas – Vamonos.

-¿Q-que? A donde? – preguntó confundido el menor.

-Estamos en París, vamos a pasear – dijo tomando las llaves y dirigiéndose a la puerta.

-P-pero ya está oscureciendo – reclamó el ojiverde

-Mejor aún, un paseo nocturno – abrió la puerta, dejando el paso para que saliera su novato – vamos –Ritsu solo asintió y salió de la habitación.

Salieron del hotel y comenzaron a caminar. Caminaban uno al lado del otro, Onodera se encontraba muy nervioso, jamás había salido con su jefe de esa forma, era como si estuvieran en una cita. Dieron vuelta en la esquina y siguieron caminando 2 o 3 calles más, ahí fue cuando el menor se percató del paisaje, a unas cuantas calles más se encontraba un gran río.

-Es el Rio Sena – comentó el editor en jefe al ver la expresión de sorpresa del otro. Pero el asombro no terminaba ahí cruzando el río se encontraba nada más ni nada menos que la gran Torre Eiffel. Siguieron caminando un par de calles más hasta que llegaron al puente que atravesaba el río, ya había oscurecido completamente, por lo tanto las luces que iluminaban todo lo largo del río se veían con más claridad, por debajo del puente pasaban pequeños barcos con turistas, pensó que sería muy bonito y entretenido dar un paseo en barco por todo el río pero ese día era el cumpleaños de Takano no le exigiría nada y menos algo de lo que estaba casi seguro que era muy caro. En ese momento lo recordó: era 24 de diciembre Noche buena y lo más importante era cumpleaños de Takano Masamune, su amor de la secundaria y actual jefe en el trabajo. Iba a decir algo, pero sintió algo cálido se posaba sobre su mano: era la mano de Takano, que la entrelazaba con la suya.

- Jamás imagine un momento como este – empezó a hablar el mayor – en estos 10 años que no estuvimos juntos, nos imaginaba a ti y a mi de mil maneras distintas pero nunca nos imagine paseando por el Río Sena en París tomados de la mano –sonrió, una hermosa sonrisa.

- T-takano-san… - llevaban caminando como unos 20 minutos y apenas estaban llegando al otro extremo del gran puente. Ahora se encontraban caminando por unos jardines –muy bellos-, debajo de la Torre Eiffel, era enorme, más de lo que ambos imaginaban, pero sobre todo daba un ambiente de total tranquilidad y romanticismo.

Llegaron a una banca que estaba en los jardines, a pesar de ser 24 de diciembre había muy poca gente transitando por ahí. Takano tomo asiento pero Onodera se quedó de pie con la cabeza agachada.

-Onodera? – el mayor se extrañó por la actitud del castaño.

-T-takano-san, quiero d-darte las gracias por todo esto, en realidad la estoy pasando muy bien – tomo aire – y-yo tampoco nunca imagine un escenario como este, nunca espere que pasara algo como esto.

-No me tienes porque agradecer – se puso de pie para poder quedar a la misma altura – lo hago porque te amo, la mejor manera de pasar la navidad es a lado de la persona que amas – finalizo dándole un abrazo al pequeño Ritsu, se quedaron así unos minutos hasta que Onodera deshizo el contacto.

-T-takano-san, e-espera… en todo el día no había t-tenido oportunidad de decirte esto… - dio un suspiro – F-feliz Cumpleaños. – dijo con la cara roja, tenía sus manos recargadas en el fuerte pecho de su jefe.

-Gracias, Ritsu… Feliz Navidad… Te amo – terminó de decir esto y se acerco más a su amor, para así poder plantarle un beso en sus dulces labios, un beso tierno, lento, pero muy amoroso, Ritsu lo único que pudo hacer fue corresponderlo y al mismo tiempo poso sus brazos alrededor del cuello del más alto, abrazándolo; el beso poco a poco fue subiendo de tono, ya que Takano lamió el labio inferior del castaño, muestra clara de que quería entrar en esa boca, Ritsu no dudo ni un segundo en abrir su boca para darle paso a la lengua de su amor, jugaban con sus lenguas, entrelazándolas, mezclaban su saliva, pero esto solo era un acto para poder demostrarse su amor.

-Vamos al hotel, a terminar lo que acabamos de empezar – comentó con un tono un poco pervertido el mayor, separándose del beso – quiero tomar en este momento a mi mejor regalo – dijo juntando sus frentes al mismo tiempo que repartía un beso en la nariz del uke. Ritsu no dijo nada simplemente se dejo guiar por su jefe, tomados de la mano por el puente; iban a un paso rápido, casi corriendo, ninguno de los dos aguantaba, querían entregarse el uno al otro en ese preciso instante, se amaban y no podían ocultarlo.

Llegaron en menos de 15 minutos al hotel, entraron y subieron hasta su piso. Cuando llegaron al tercer piso Takano no dudo en tomar a Onodera en sus brazos como si fuera una linda princesa.

-O-oye! Por qué haces eso? – reclamó la “princesita”.

- Y por qué no? – dijo con un tono infantil, para después darle un corto beso en los labios.

Se encaminaron al cuarto y Masamune con una mano abrió la puerta, Ritsu por un momento temió que lo soltara, pero no fue así; entraron a la habitación e inmediatamente después de que atravesaron la puerta volvieron a besarse, siguieron de esta forma hasta que ambos cayeron en la cama.

-Te amo – se coloco encima del contrario y al mismo tiempo le dio un beso en la frente – Cada día te amo más, Ritsu – siguió repartiendo besos en todo su rostro, el menor solo paso sus brazos por el cuello de su jefe atrayéndolo más a él. Takano seguía con sus besos pero volvió a los labios del castaño, era adicto a ellos, no podía hacer nada respecto a eso, lo beso con devoción, era un contacto apasionado, nada que ver con el que se habían dado en los jardines de la Torre. Finalizo su beso y comenzó un trayecto por todo el cuerpo de su pareja, inicio en el cuello que no dudo en dejarle una notable marca en un costado, siguió bajando hasta su pecho donde se encontraban sus lindos pezones, los lamió beso y mordió como su fuera un delicioso caramelo, cuando terminó de darles atención a los botoncitos, continuó bajando por su abdomen  repartía besos y lamidas; Ritsu únicamente lo que podía hacer era apretar las sabanas que estaban debajo de él, el placer que sentía en esos momentos no podía compararlo con nada.

Masamune llegó a la parte de su pequeño príncipe que más ansiaba. Bajo los pantalones del menor y descubrió su entrepierna, comenzó masajeándola y pellizcando un poco con sus dedos, pero después de un rato decidió ir más allá.

-Ah-h,T-ta-kano-san, ah – el castaño comenzaba a gemir, era imposible retener los sonidos de su boca. El mayor al escuchar esos sonidos tan gratificantes para él, se acerco al miembro del ojiverde y empezó a lamerlo, daba mordiditas por toda la extensión de este, luego lo introdujo todo en su boca, lo succionaba y masajeaba con su lengua. –Aah… E-esp-pera… Me v-vengo – Ritsu estaba al límite, iba a terminar en la boca del pelinegro.

-Entonces termina – dijo mientras volvía a su labor de darle atención al miembro de su adoración.

Onodera termino y el editor en jefe no dudo en tragarse toda su esencia, era delicioso.

-T-takano-s-san…- solo pudo pronunciar el nombre del contrario, estaba muy avergonzado.

Takano no dijo nada, solo, se dirigió a levantar un poco las caderas del ojiverde y de esta forma poder lamer y ensalivar un poco la estrecha entrada de Ritsu, termino de hacer esto y adentro dos de sus dedos en el orificio, los movió un poco pero se dio cuenta que el castaño ya estaba preparado.

-Relajate, Ritsu – de esta forma, colocó una de las piernas del ojiverde sobre su hombro para, de esta forma, poder introducirse de mejor manera; se coloco en la entrada y empezó a penetrarlo, lento, termino de adentrarse por completo y se detuvo, espero a que su amado se acostumbrara. Ritsu ya no lo soportaba lo quería dentro de él por completo, después de tanto tiempo de no estar juntos de esa forma –por el trabajo acumulado- lo necesitaba, nunca lo admitiría pero lo necesitaba; por esta razón comenzó a mover sus caderas hacia adelante, para que, de esta forma se diera cuenta que ya estaba listo.

Masamune de inmediato acato su orden, inicio a moverse, el rostro de Onodera estaba completamente sonrojado y su expresión demostraba que estaba sintiendo un placer innato, esto  alentó mucho más al mayor que comenzó a embestir mucho más fuerte y más profundo, tomo a Ritsu entre sus brazos y lo levanto un poco, se sentó y lo colocó encima de él y de esta forma siguió con las embestidas. Ritsu puso sus brazos alrededor del cuello de su amor y empezó a besarlo por cuenta propia.

-R-ritsu.

-T-tu siempre me h-haces sentir bien… e-es mi turno – siguió besándolo y acariciaba el cabello del mayor. Al momento que el aire les hizo falta tuvieron que separarse, pero los planes de Ritsu no terminaban aquí, comenzó a autopenetrarse, subía y bajaba por el miembro del pelinegro, se recargaba en los hombros del otro y de esta forma se impulsaba para que el sexo del otro saliera y entrara de su cuerpo.

- Ritsu, estoy por terminar – comentó al punto del éxtasis.

-Ah… Y-yo también, T-takano-san – estaba a punto de estallar.

- Juntos, Ritsu, juntos – dijo para, de esta forma, acelerar las embestidas, subían de nivel, cada vez eran más profundas y rápidas. Se miraron a los ojos y se besaron, por milésima vez en esa noche. Una, dos embestidas más y Takano terminó dentro de Ritsu, al sentir la esencia de Takano dentro suyo: él termino sobre e sus abdómenes. Se abrazaron y de esta forma se acomodaron para dormir, Ritsu recargo su cabeza en el pecho del mayor, estaba dispuesto a cerrar los ojos y descansar pero la voz de Takano hizo que dejara sus ojos abiertos.

- Te he amado por todos estos años y te seguiré amando muchos más, Ritsu – el sonido de una campana les hizo percatarse de que eran las 12:00 a.m del 25 de diciembre.

-F-feliz Navidad, Takano-san – menciono levantando un poco el rostro, para poder ver a Masamune a los ojos. Se miraron unos momentos y se dieron el último beso de la noche.

- Feliz Navidad, Ritsu – dijo finalizando el beso  - Gracias – Y así, ambos cayeron dormidos.

 

Al día siguiente pasearon por toda la ciudad: visitaron la Ile de la Cité donde se encuentra la catedral de Notre Dame, también pasearon por la plaza de la basílica del Sagrado Corazón desde ahí se puede observar una magnifica vista de la ciudad, dieron un pequeño paseo por el Canal Saint-Martin en donde hay una gran variedad de tiendas y lindos cafés. Y para finalizar su recorrido por la ciudad dieron paseo en barco por el río la Sena a petición de Ritsu, para después subir varios pisos en la Torre Eiffel, -donde no dudaron en ponerse cariñosos-.

Cabe decir que en el trayecto del día Onodera Ritsu aprendió muy bien como es ser acaramelado junto a su ahora oficial pareja: Takano Masamune.

 

 

Notas finales:

Espero que les haya gustado. Tratare de subir el sig cap antes de que acabe el año :)

Para los que leen mi otro fic (Ya no Debes Llorar) mañana subire la continuación.

Siguiente Capitulo: Viaje 2 Londres (Misaki y Usagi) <3

¡Feliz Navidad Atrasada!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).