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Sentencia de Amor por Rin Bunny

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Notas del fanfic:

Pareja Principal:

GAEMAL

(HYUN JOONG x JUNG MIN)

 

https://aiseukeulimchokollis.files.wordpress.com/2011/12/gaemal1.jpg

Notas del capitulo:

Hola ^_^

Les traigo una nueva adaptación para mi amada pareja :3 :3

Enserio cuando este fic me puse bipolar, llore, me amargue jajajaja de todo >_<

Espero que les agrade tanto como a mí ^_^

Espero que dejen Comentarios o... Reviews o como se diga :D

La música sonaba suave por todo el salón y el murmullo de la gente parecía una caricia entre las notas, en el ambiente tranquilo bañado del susurro de las risas incitadas por el licor apenas podía percibirse el aura triste de un joven que se sentía en esos momentos completamente fuera de lugar, muy a pesar de haber estado ya muchas veces en aquel tipo de celebraciones no lograba siquiera estar cerca de sentirse a gusto. 

Una sonrisa ligera adornaba sus labios y los ojos matizados con el dolor observaban al anfitrión de aquella noche, aquel que se suponía era su amigo y además de ello, su amante. El alto joven bailaba alegremente con su prometida, Hwang Bo era una chica sumamente bella y agradable, Hyun Joong se la había presentado poco después de que él la conociera, se trataba de una belleza sin duda, enormes ojos café y un natural y precioso cabello castaño oscuro que caía en cascadas por sus hombros, simplemente el sueño de cualquier hombre, al menos de los que sentían atracción por las mujeres.

Por desgracia él no era uno de los afortunados… sentía ganas de llorar cada que el mismo hombre que le hacia el amor por las noches besaba aquellos labios carmín a fuerza del labial y le sonreía como desearía solo le sonriera a él. Aquella era su fiesta de compromiso oficial y como “buen amigo” había asistido; Jung Min, el siempre atento, el siempre servicial… era realmente un imbécil, solo él gustaba de torturarse de aquella manera… atormentando su pobre corazón… 

Vio que su amigo dirigía su mirada a él sonriéndole y le sonrío tanto como pudo bajando la cabeza cuando este volvió la vista a su novia. ¿Por qué no solo se ponía una cola y terminaba por ser el cachorro fiel? aunque en realidad no creía que a su amigo le fuese la zoofilia...

Pasaron los minutos y cuando hubo cumplido el tiempo que la etiqueta demandaba se retiró sin despedirse. Estaba peor que deprimido, un fideo pasado por agua podría sentirse más entero de lo que él se sentía... al menos el fideo podría jactarse de prepararse para una deliciosa cena.

¿De qué se jactaba él? Dicen que un corazón roto atrae a las chicas, era una lástima que le interesara tanto conseguirse una novia como meterse una serie de nabos por el trasero... mejor no pensarlo, ya era suficiente el dolor emocional.

No supo siquiera como regresó a su casa, o mejor dicho, como es que habían llegado tanto él como su auto en una pieza. Sabía que cada cosa que sucedía en su vida en esos momentos era su culpa y su responsabilidad; había entrado en aquel juego extraño completamente consciente de lo que hacía, solo desearía que el hombre que se comprometía con su novia de apenas unos meses fuese un poco más reflexivo de lo que sucedía, Hyun Joong podía ser tan corto en cuestiones del corazón que ni siquiera era sabedor del dolor que causaba.

Su edificio estaba completamente en silencio para cuando arribó, subió como un autómata al ascensor y siguiendo la rutina de cada noche se desvistió y se acostó enajenándose de su propio sufrimiento, como jalado por algo, escapó al mundo de los sueños donde aquella bonita muchacha no existía… donde su amigo podía ser solo de él… a veces eran más los deseos de llorar al darse cuenta de lo patético que era, más por aquel hombre que no le pertenecía. La habitación silenciosa lo resguardó del mundo, la misma habitación que tantas veces había acallado los sonidos eróticos y desesperados que escapaban de sus labios, robados por el mismo hombre que se había llevado todo de sí; su voluntad, su alma, su amor… incluso su dignidad.

Por la mañana despertó con el acostumbrado pesar que le sobrevenía después de cada noche en que sus sueños le dejaban disfrutar de algo que jamás sucedería en la realidad. Como cada mañana, los hechos caían como rocas sobre él, recordando que pronto Hyun Joong estaría casado, pronto no habría la mínima esperanza y su maltrecho corazón terminaría por destrozarse… aun así sabiendo lo poco que quedaba de sí mismo, su rutina continuó. 

Se bañó, tomándose su tiempo, se había tomado una semana de vacaciones del trabajo, o más bien su padre casi le había obligado a tomarlos, últimamente se veía distraído… deprimido… pero la verdad era que desde que la fiesta de compromiso se anunciara estaba cada vez más y más hundido en su depresión y el único que no parecía darse cuenta era el causante de todo eso… irónico.

Después de bañarse y vestirse buscó aún con la toalla alrededor de los hombros algo que pudiese servirle de desayuno, encontró en el refrigerador duraznos y suspiró al verlos, siempre tenía duraznos en su casa dado que era la fruta favorita de Hyun Joong. Negó para sí mismo abatido y se recargó en el borde de la mesa, su mirada se perdió en la nada mientras sostenía en sus manos lo que sería su alimento… acariciando la piel suave de la fruta con sus dedos largos y blancos… dejó que su mente simplemente se perdiera, que el vacío la cubriera sabiendo que eso era lo menos doloroso que podía lograr, los primeros días después del anuncio se había dedicado a llorar en silencio a cada momento de soledad que encontraba pero ahora… ahora había aprendido a aislar su mente y simplemente quedarse así, vacío y tranquilo, al menos no había dolor. Había pasado casi cinco minutos de esa forma cuando el sonido del timbre le trajo de vuelta a la tierra.

Con pesar se enderezó y fue hasta la puerta abriéndola con desgano.

—Sea lo que sea no me interesa — pensando que podría ser su padre o su hermana, ellos eran encantadores, siempre estaban preocupados por él. Era el hijo mayor y a pesar de ser adoptado, jamás había sentido que no era parte de aquella familia. Desgraciadamente esta vez ni siquiera su inmenso amor podía ayudarlo; solo quería estar solo. 

Pero al que se encontró en la puerta no fue a algún miembro de su familia, fue a su amigo, sonriente y completamente lleno de vida, como siempre. Sonrió con pesar, como un acto de reflejo nada más verlo.

—Eso ha sido muy cruel Jung Min, y yo que solo venía a ver cómo te encontrabas — habló entrando y quitándole el durazno de las manos, comenzando a comérselo. 

Una expresión melancólica inundo el rostro de Jung Min, estaba ya bastante acostumbrado a aquel hábito de su amigo, por lo que sólo camino de regreso a la cocina por otro.

—¿No deberías estar con tu novia? — nada de rencor se escuchó en sus parcas palabras — No entiendo porque deberías estar preocupado por mí — le sonrío algo condescendiente sacando otro durazno del refrigerador.

—Ayer te fuiste muy pronto y sin despedirte, me preocupé, tú no eres así. Tan educado y considerado, siempre te despides y agradeces a tus anfitriones — se quejó rodando los ojos ante lo correcto que podía llegar a ser su amigo, descubrir que el muchacho se había marchado sin despedirse le había dejado una sensación extraña en el pecho. 

La noche la había pasado buscándolo con la mirada, no concibiendo el hecho, esperando que en cualquier momento su rostro apareciera de la nada sonriéndole y diciéndole que todo estaba bien, que no se preocupara.

—Lo lamento, me sentía algo cansado, estabas entretenido así que por eso no me despedí — Jung Min le observó y clavó sus ojos en él, logrando que el otro volteara a ver por la ventana de una manera tan natural que nadie podría adivinar que lo hacía solo para escapar de la penetrante mirada del otro…

—¿Te sientes mejor hoy? — preguntó y Jung Min movió el durazno entre sus dedos, ya medio mordido.

—Lo estoy, descuida — iba a seguir hablando pero guardó silencio abruptamente al sentir a su amigo ya muy cerca de él — ¿Hyun….? — le habló como preguntando que hacía y el otro le rodeó por la cintura acercándose hasta sus labios con la mirada más sensual que Jung Min había podido apreciar alguna vez en su vida fuera de aquellos ojos.

—Amanecí con deseos de tenerte… y ya que te sientes bien… — susurró teniendo contacto con sus labios rozándolos al hablar — Hagámoslo Jung Min… quiero hacerte mío… — le susurró ya casi en el oído comenzando a besar su cuello y Jung Min sintió, como siempre, que le fallaban las piernas

—Hyun Joong… espera… — le habló, intentando apartarlo despacio pero el otro no le soltó; al contrario lo apretó más contra sí, haciéndole caminar de espaldas hasta la habitación donde por fin le soltó solo para cerrar la puerta tras de ellos comenzando a sacarse la camisa.

—¿Por qué esperar cuando te tengo enfrente? — y Jung Min pudo ver marcas rojas recién hechas en el pecho del que ahora pretendía tomarlo a él, desvió la mirada intentando ignorar el dolor que le abrazó el pecho amenazando con dejarlo sin aire.

—¿Estuviste anoche con ella? — le preguntó intentando que el dolor no se marcara en su voz. Que la desesperación no brotara a borbotones de sí mismo.

—Tengo que complacerla… — sonrió acercándose, comenzando a besar su cuello y Jung Min se dejó dócilmente mirando la pared… 

¿Hasta cuándo iba a seguir aguantando aquello?... sin darse cuenta no supo en que momento comenzó a suspirar… después a gemir… y poco después ya estaba desnudo con los traviesos labios de Hyun Joong recorriéndole todo el cuerpo, quería llorar pero ni siquiera eso podía permitirse, completamente sumido entre su angustia y la creciente excitación.

—Ah… — gimió cuando le sintió comenzar a entrar en él.

Ellos lo hacían tan seguido que ya casi ni necesitaba preparación, pero en momentos como aquel agradecía que Hyun Joong simplemente buscara entrar, al menos así… tenía una excusa para las lágrimas. Casi enseguida clavó la mirada en su amigo, había dejado de penetrarlo y le miró como preguntando por qué… aunque no tuvo tiempo de que aquella pregunta saliera por sus labios pues Hyun Joong entró en el de una sola estocada haciéndole arquear la espalda y gemir tan alto que creyó que se le desgarraría la garganta, le sintió comenzar a moverse… comenzar a acercarse a ese punto que le volvía loco… el celular sonaba dentro de los pantalones abandonados sobre la cama y Jung Min apenas lo escuchaba… solo de repente el celular paró, pero no fue lo único que lo hizo, sus ojos se abrieron… Hyun Joong había dejado de moverse, jadeante y desorientado apenas pudo hilar un hecho con el otro.

—¿Si? — Jung Min no habló pero sintió… sintió que la poca dignidad que le quedaba se iba al suelo… Hyun Joong había parado para contestar el teléfono… siempre pensó que al menos en esos momentos podía tenerlo, que en aquellos momentos su amigo era suyo pero parecía que se había equivocado — Estoy con Jung Min, amor… ah… si… estoy algo… agitado… salimos a correr — Jung Min sintió el impulso de quitárselo de encima y esconderse en algún sitio pero justo en ese momento Hyun Joong volvió a moverse dentro de él… le sonreía como si de una travesura se tratase, cerró los ojos… intentó por todos los medios no gemir… que su voz no se escuchase a través del micrófono del teléfono mientras Hyun Joong disfrutaba al verlo de aquella forma —si… oye… oye… amor… Jung Min se quiere ir sin mi… — lamiéndose los labios aguantándose los gemidos — Ah… ¿Quieres que te lo pase? — Jung Min le vio con los ojos muy abiertos al igual que sus labios, que ahogaban los gemidos en su garganta, el pánico dibujado en todo su rostro — Ah… solo… que parecía que no me… creías… a… amor… te dejo… hasta luego…s i… bye — y colgó… colgó comenzando a moverse como un maldito animal, llevándole al orgasmo… uno que Jung Min no supo si disfrutó o le rompió por completo… cuando terminaron se levantó de la cama en silencio y Hyun Joong le vio, notándolo raro.

— Jung Min, descansa hombre…

—Voy a darme un baño — le cortó, caminando hacia la puerta de éste… sabía lo que tenía que hacer pero le faltaba el valor para hacerlo… sabía que tenía que terminar con todo aquello… pero no se atrevía… no quería perderlo… no quería dejar de sentir sus besos… sus caricias, sus fuertes brazos rodeándolo con fuerza — Soy un imbécil — murmuró para sí mismo estando dentro del baño, se dio una ducha lenta. Salió abatido viendo al otro tirado en la cama sin vergüenza de su desnudez — Hyun Joong… — le habló esperando que voltease a verle — Quiero decirte algo — entonces vio que el otro esperaba que hablase — Tu novia no se merece esto, creo que deberíamos dejar de tener sexo — lo soltó y no pensó que fuese a salir tan claro de sus labios, Hyun Joong le vio como si no le comprendiera y después sonrío.

— ¿Qué sucede, estás cansado tan rápido?... por ella descuida, está con sus amigas no me necesita a su lado… — Jung Min le vio y bajó la mirada.

—Me refería a no volver a tener sexo nunca… — Hyun Joong le vio como esperando que dijera que todo aquello era una broma antes de levantarse tal cual estaba, caminando hasta él.

—¿A qué viene esto? ¿Por qué tu repentino interés en mi prometida? 

Sonriendo con molestia. Jung Min le vio a los ojos y desvío la mirada inmediatamente.

—Sólo creo que no es justo que la engañes — vaya manera más cobarde de escudarse.

Notó la ira formándose en el rostro familiar frente a él, se conocían desde hace tanto tiempo que no era difícil adivinar sus emociones, podía sentirlas casi como si éstas le envolvieran. Hyun Joong estaba furioso.

—¿Es ella más importante que yo? No sabía que te gustara tanto Jung Min — le miró con ira y algo de desprecio. 

Jung Min sintió que se le desquebrajaba el alma al mismo tiempo que intentaba recordarse que su amigo era impulsivo e infantil con los que quería, esperando que el pensamiento le consolara el alma.

—No creo que nadie se merezca una traición es todo… — guardó silencio unos segundos sintiendo como Hyun Joong se mantenía a escasos milímetros, no se atrevía a mirarlo a la cara y terminó cerrando los ojos con fuerza reuniendo todo su valor para hablar — Creo que deberías marcharte Hyun Joong… 

Y el otro no dijo nada, tomó sus cosas y se medio vistió saliendo de ahí hecho una completa furia, la puerta seguramente había resonado por todo el edificio al azotarse de la forma en que lo había hecho Hyun Joong al salir.

—Adiós Hyun Joong — susurró al escuchar que se marchaba dejándose caer en la cama, sonriendo tristemente con el corazón destrozado… le había dicho adiós… y por supuesto Hyun Joong no iba a volver a tocarle… no volvería a besarle o acariciarle

Hyun Joong jamás había perseguido a nadie, ni siquiera a las novias que más le importaron en algún momento, simplemente no era así, ahora el sería como ellas, un nombre más en su historial, tal vez ni siquiera eso, ellos de verdad nunca habían sido pareja, Hyun Joong jamás le había besado en público, siquiera mostrado interés en cualquier gesto que no fuera amistoso, él no había sido nada más que un agujero para cuando estaba caliente. El pensamiento apretó su garganta y antes de que pudiese pensarlo los sollozos escaparon de sus labios, brotando de sus ojos las lágrimas que creyó se habían secado ya de sus ojos.

Notas finales:

Comenten que les parecio ^_^


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