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AKAI TSUKY (LUNA ROJA) por grimmyschiffer

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Notas del fanfic:

Hola primero que nada los personajes pertenecen a Masaki Kishimoto un gran mangata aunque arruine el final de su manga pero en fin no estamos aquí para hablar mal de él.

Esta es mi segundo fanfic del universo de Naruto, la idea me estaba rondando desde hace tiempo, atosigándome tanto que tuve que escribirlo, usare a dos de mis parejas favoritas como principales aunque también habrá parejas solo como mención que no son intencionales solo salen sin que me dé cuenta ya que prácticamente el fic se escribe solo cuando estoy inspirada.

Empezare exactamente como se quedó en el capítulo 700 poniendo cositas de mi parte en flash back y recuerdos (ya se entenderá a qué me refiero) y más importante es la primera vez que escribo Mpreg por lo tanto espero no arruinarlo, en cuanto a la clasificación puede cambiar a mayores de 18 años.

Notas del capitulo:

Es un Naruto x Sasuke como es mi estilo pero también habrá Hashirama  x Madara que desde hace un tiempo son mi perdición, utilizare mucho la palabra reencarnación y la comparación del Sol y la luna con los personajes también usare a Ashura y Indra como referencia a mi teoría, mantendré en la medida de mis capacidades sus personalidades individuales pero también habrá puntos en los que coincidieran con su anterior reencarnación, se entenderá a lo que me refiero con la lectura.

En este capítulo tomare prestada una traducción de una canción de ending de Naruto ya que fue precisamente la letra mi fuente de inspiración, no es songfic ya que no incluiré canciones en cada capítulo, esta es una excepción, quizá haya otra pero no estoy segura de eso ni del tamaño del fic, puede que sean pocos capítulos.

La paz era efímera, Naruto siempre lo supo pero en realidad esperaba que todos los sacrificios por los que había pasado no solo él sino también sus amigos dejaran un recuerdo más perdurable en las mentes y corazones de los involucrados, pero el ser humano es la única criatura tan irracional no solo para tropezar con la misma piedra dos veces sino para poner otras más en su camino y Naruto no era la excepción, tan humano como cualquiera y con peores defectos entre ellos la ingenuidad que para muchos sería una cualidad que demostraba pureza de corazón que lo había llevado a engañarse a sí mismo y cavar literalmente su culpa enterrado bajo miles de papeles que lo único que tenían en común era que le dejaban una terrible jaqueca que ni Kurama podía provocar en su niñez y atado a una familia que quería pero que sinceramente a veces no soportaba sumado a que sus inexistentes hormonas juveniles y sedientas de amor habían borrado el “supuesto” amor tan grande que le profesaba a su esposa, la vida era todo menos fácil y mucho menos feliz por lo menos hasta que lo volvía a ver.

-¡¡Venga más papeles, Shikamaru aún falta para terminar el día!!…- exclamó el rubio Hokage con alegría, el Nara enarco una ceja al verlo tan animado.

-Que problemático, estos días son los peores…- dejó salir en un susurro trayendo una pila de informes Ambus sobre la protección de la aldea.

-¿Dijiste algo?...- preguntó sin querer la respuesta demasiado ocupado en sellar informes que el pelilargo seguro abría leído y aprobado, confiaba en las sabias decisiones de Shikamaru su consejero de mayor confianza.

-Dije que no sé ¿cómo me metí en este lio?...- Naruto era un buen hombre pero no había nacido para estar encerrado en una oficina donde su entusiasmo y luz natural se ensombrecían con el paso del tiempo pero había algo peor, no sabía si alegrarse o entristecerse.

 -Sasuke llega en unos días…- Claro, ni lo había escuchado, en cuanto el Uchiha anunciaba su llegaba a unos días Naruto volvía a ser el adolescente alocado, efusivo y desesperante que en su juventud, se volvía el sol que amenazaba con incinerarlo de acercársele más, un rubio feliz no era del todo bueno.

-Aún queda trabajo…- ya volvería luego con más, su buen amigo necesitaba matar el tiempo de lo contrario la espera lo enloquecería, el genio del clan Nara hacia años sabía exactamente que le sucedía a Naruto y en su opinión no hacía falta ser genio para saber lo profundo y duradero del lazo que Naruto y Sasuke compartían solo hacía falta tener ojos en la cara y usarlos para ver todas las pistas que dejaban desde los trece años -…Me equivoco…- dejo salir sin ser oído atravesando la puerta, ese lazo estaba ahí desde que tenían seis años quizá mucho antes, con esos dos nunca se sabía.

 

 

Una vez solo Naruto dejo salir un suspiro de alivio, deseaba estar solo con sus pensamientos más precisamente charlar con el Kyubi que lo venía “molestando” hace rato pero no le aguaría su buen humor.

-¡¡¡Kurama estoy feliz, solo cuatro días más!!!...- a pesar de los años no podía ocultar esa risa estridente y llena de felicidad cuando el día de ver a Sasuke de nuevo se avecinaba a pesar que este solía llegar a la villa relativamente pronto desde los últimos cuatro años.

-Ya lo sabía, tu chakra está tan excitado que de seguro la sienten hasta Suna…- Kurama frunció el ceño cuando la risa del rubio se hizo más fuerte, ni lo había oído -…Cuando el bastardo este de vuelta asegúrate de darle una buena “revolcada” para quitarte las ganas…- pico sonriendo mostrando sus filosos colmillos cuando la risa de Naruto se congelo, ya sabía lo que venía.

-¡Cállate Kurama!...- no importaba cuantas veces lo repitiera Naruto siempre reaccionaba igual -…Sabes que te quiero pero no vuelvas a repetir eso, sabes perfectamente que Sasuke es especial para mí…- lo creía con cada latido de su corazón para frustración del zorro.

-Pero bien que quieres arrinconarlo contra la pared en cuánto lo ves…- en cuánto veía al Uchiha Naruto parecía entrar en celo deseoso de adentrarse en ese cuerpo bello y flexible y contenerse le estaba dejando con un problema eréctil, no le hacía bien estar de “santo”.

-Son solo instintos…- si esos que no le dejaban dormir por las noches.

-Tus instintos reflejan lo que sientes y un día de estos no podrás controlarte más y terminaras “haciéndoselo” en la entrada de la villa jajaja…- Cada vez era más difícil y Naruto le compartía su depresión.

 -No le he faltado el respeto ni una sola vez y lo sabes…- triste pero cierto para el rubio.

-jumm eso crees…-pensó asegurándose de no ser oído conformándose con contraatacar -…Tú eres el único que está en abstinencia, apuesto que el Uchiha se ha pasado follando sin parar todo lo que tenga dos piernas o quien sabe, esos bastardos siempre han sido extraños…- los Uchiha no le terminaban de caer bien y aunque toleraba a Sasuke por el rubio no por eso lo iba a amar y lanzar flores sobre él para eso bastaba y sobrada Naruto, los Uchihas fueron bastardos por generaciones y lo seguirían siendo, bastardos manipuladores por los que los “idiotas” eran capaces de morirse de amor.

-Sasuke no es así…- no, el pelinegro siempre había sido tranquilo en ese aspecto, si cuando tenía a cuanta mujer a sus pies y porque no decirlo a hombres también no les daba una segunda mirada de ninguna manera lo haría ahora que mantenía un compromiso con él, un compromiso que pronto sería algo más legal aunque tuviera que obligarlo.

-Bien, bien engáñate a ti mismo, su hija nació gracias al poder de algún dios y el tonto soy yo…- dijo esperando su acostumbrada reacción, la verdad se aburría en esos días en los que su contenedor se pasaba trabajando tan duro que mataría de una rabieta a su amigo “amante de la juventud”.

Naruto solo sonrió -…No dejare que me molestes Kurama, estoy feliz y no hay nada que puedas hacer para evitarlo…- dijo victorioso sellando informes a súper velocidad sin leerlos siquiera.

Kurama sonrió con malicia poniéndose cómodo en su mundo interno rodeado del paisaje de Konoha -…Veo que ya lo has perdonado por completo…- Naruto quebró la pluma que en ese momento utilizaba para firmar.

-Lo conseguiste…- dijo serio -…Estoy molesto ¿feliz?...- ese tema aún no podía abordarlo sin sentir rabia y depresión.

-Vamos Naruto eso ya es pasado déjalo ahí…- lo que el Uchiha hizo fue imperdonable en opinión de Naruto y pese a adorarlo tanto aun no lo perdonaba.

-Tu tampoco te libras Kurama…- al zorro le había salido el tiro por la culata, se quedaron en silencio sin hacer nada, la pluma rota yacía sobre el escritorio olvidada.

Pasado cinco minutos Kurama decidió romper el silencio -…Bonito peinado el del Uchiha jaja…- dijo con sarcasmo, Sasuke le recordaba a Madara en muchas formas, otras no tanto pero en sí eran la misma esencia.

Naruto pareció sonreír de lado decidiendo dejar el tema atrás poniendo una cara melancólica-…Ese día me quise morir…- al parecer el ambiente era más tenso e incómodo que hace unos minutos.

Kurama resopló molesto -…Fue tú Tsuky el que casi se muere…- como olvidar ese día hace seis años, fue la primera vez que sintió que Naruto no tenía ganas de luchar más, ni siquiera había rabia que le hiciera perder la cabeza y poder solo resignación y dolor.

-Yo habría muerto con él…- su voz espesa ratificaba su declaración -...En ese momento comprendí en cuerpo y alma los sentimientos de Obito por primera vez…- solo de imaginar a la persona por la que su corazón se aceleraba y valía cada uno de sus días con vida tirada en un charco de sangre aparentemente muerta  sentía un profundo dolor que le nublaba el juicio, atontaba su mente y paralizaba su corazón dejando a su alma vacía y tan muerta como su otra mitad frente a sus ojos.

-Ese Uchiha sobrevivió la muerte de la tal Rin…- un amor adolescente, fuerte e impulsivo quizá hasta superficial solo sustentado en actos amables hacía su persona, si ella hubiera sido tan brusca y desagradable como fue Sakura cuando niña lo más probable es que Obito no la hubiera tomado como su primer amor ya que los Uchihas podrían ser cualquier cosa pero arrastrados no, Obito por más dulce y amable que hubiera sido cuando niño no hubiera tolerado que una compañera que le gustaba le humillara, su instinto Uchiha hubiera prevalecido sobre toda su bondad, pero para bien o para mal Rin era un ángel adorable, el primer amor fuerte pero no duradero en la mayoría de los casos.

-Fue la ilusión de su primer amor, duele pero no te mata…- para llegar a ese punto el amor tenía que madurar no solo pasar a obsesión -…Sin Sasuke ya no tendría sentido seguir…- él fue su primera ilusión aunque no se hubiera percatado desde el comienzo, la diferencia radicaba en que tuvo el tiempo para fortalecer el lazo que había entre los dos, sin contar con que estaba en su destino -…Cuando lo vi supe que me habían herido demasiado para recuperarme…- Sasuke podría haber sido el herido y agonizante pero Naruto sintió el dolor como propio e incluso podía jurar que sintió su corazón detenerse y la sangre dejar de fluir.

-Lo sé, te morías…- fue el día en que Kurama conoció el miedo, un miedo tan profundo que aún le daba escalofríos recordarlo, nunca sintió tanta culpa por algo que hubiera hecho en cientos de años como por lo que le había ocultado a su amigo -…Lo siento…- ya lo había repetido tantas veces pero aún sentía que debía disculparse, le había hecho tanto daño a pesar de ser su único amigo,  a pesar de que Naruto haya sido el único ser humano que le haya brindado una mano amiga sincera y por eso fue al único al que había traicionado y por más que lo sintiera no podía cambiar el pasado.

Naruto sonrió pero su respuesta fue cortada al sentir una presencia tras la puerta.

-Hokage-sama siento interrumpir pero su hijo…- la hermosa mujer que fungía como secretaria de corto cabello castaño y lentes que ocultaban sus ojos se hizo a un lado dejando a la vista a un niño rubio de expresivos ojos azules que evitaban el contacto con sus iguales -…Lo envía su maestro…- Naruto recibió un sobre en mano al tiempo que la mujer se retiraba dejándolos solos.

-Bolt dímelo tú…- ya estaba acostumbrado a las muestras de rebeldía de su hijo y no quería leer lo que Aburame Shino  había redactado seguramente con lujo de detalles, como si no lo conociera.

El niño ni le miro claramente obviando el asunto dedicándose a curiosear por la oficina.

-¡BOLT!...- fue claro en su tono alto y el ligero aumento de su chakra.

_¡¡¡No fue mi culpa ¿vale?!!!...- se defendió -…Ella estaba en medio y no medí el golpe y…- paró cuando su padre se levantó de la silla.

-¿Quién es ella?...- su voz fue muy baja pero rasposa, sinceramente su hijo tuvo un escalofrío y dudó en contestar.

-Yo no quise…Sarada estaba…- fue la primera vez que notó lo aterrorizante que podía ser el chakra de su padre, tan fuerte, tan violento.

-¡¿Te atreviste a golp…?!...- esa sensación de impotencia cuando hieren a algo que amas sin que puedas evitarlo era la única que Naruto no podía ocultar a pesar de los años.

-¡Hey Naruto! No regañes a Bolt después de todo ese niño se lo merecía…- parecía que Shikamaru estaba tranquilo y aburrido pero claramente no era el caso -…Ya debiste leer la nota de Shino ¿verdad?...- remarco la pregunta.

¿Niño? Naruto inmediatamente abrió el sobre y leyó la nota de puño y letra de su querido maestro, la pequeña Uchiha era tan popular como su padre atrayendo toda clase de miradas y por lo que leía igual de borde, un niño altanero había tratado de atraer su atención y al ser burlado se había exaltado con su hijo porque la pelinegra lo había estado mirando minutos antes, se inició una pelea en la que se inmiscuyeron los tres llegando a los golpes en los que Sarada había sido tirada por su “pretendiente” cayendo al suelo de madera en sus pies y manos elegantemente pero eso no evitó que Bolt le metiera un buen derechazo al abusivo mandándolo directo contra la mesa donde estaban los exámenes manchándolos con la tinta derramada en el ajetreo por lo que todo el curso volvería a realizar las pruebas y él debía disculparse en nombre de Bolt con los padres del niño malcriado ya que había perdido un diente (de leche por suerte) cortesía de la fuerza que le había heredado a su vástago.

-Bolt…yo…- la había cagado, su hijo se había portado como un caballero defendiendo a la morena y él lo estaba condenando sin motivo. No fue su intención asustarlo ni mucho menos lastimarlo pero su poder se movía solo cuando algo referente a Sasuke sucedía, amaba a sus hijos pero al no amar a la madre de estos su cariño no era completo, mientras más ama el hombre a su pareja con más fuerza adora a sus hijos él lo sabía y vivía en carne propia.

-¡¡¡Siempre lo mismo, siempre piensas que hago todo mal, te preocupas más por ella que por mí que soy tu hijo ¡¡¿Por qué? ¿Por qué no pasas tiempo conmigo? ¿Por qué me odias tanto? Todos son más importantes que yo, la aldea, tus amigos y ahora esa estúpida cuatro ojos, LA ODIO, LOS ODIO A TODOS SOBRE TODO A TI!!!...- no ocultó sus lágrimas al salir corriendo por la puerta dejándola abierta de par de par.

-Naruto ya se le pasara, conoces a Bolt, concéntrate en el trabajo…- esas palabras ya eran costumbre en el pequeño rubio.

-Tienes razón Shikamaru…- Sabía que las decisiones que estaba tomando terminarían de arruinar su relación con Bolt pero no tenía opción, estaba cansado de vivir una farsa, de ser infeliz.

Una vez solo se permitió asomarse a la ventana para ver a su hijo correr presuroso alejándose de él, sabía a donde iba, buscaba un lugar para estar solo cuando estaba enfadado, su madre y hermana eran tan pasivas que solo lo enfadarían más, no las molestaría, era un buen niño después de todo.

-Arruine tu vida...- no era pregunta, Kyubi lo afirmaba y se culpaba.

-Ya olvídalo Kurama que yo lo intento a diario…pero sabes no todo es malo, tengo a mis hijos y aunque Bolt sea un dolor de cabeza sé que me hará orgulloso en un futuro…¡no pongas esa cara!… mi hijo tiene un buen corazón y ganas de sobresalir…- más bien el pequeño rubio tenía ganas de saber lo que era un padre, por más culpa que sintiera no podía hacer nada, él no tuvo un padre por lo que había ocasiones, la mayoría tristemente que no sabía cómo comportarse con un niño pequeño necesitado de afecto, trataba de darle su atención completa cuando estaba en casa pero no era suficiente, tratar de jugar con él y escuchar todas sus fantasiosas aventuras infantiles no era suficiente para un niño de casi diez años con un padre casi siempre ausente, necesitaba consejos, necesitaba sentirse en un hogar estable y con sus padres demostrándole amor y haciéndole ver que también había entre ellos el mismo sentimiento, fallaba en lo segundo estrepitosamente y no podía remediarlo, quizá si Bolt viera el amor que había entre sus padres se sintiera seguro y protegido en un hogar feliz pero no podía engañar a su corazón -…Himawari está creciendo bien…- pese a ser hermanos eran tan distintos, ella era una minicopia de Hinata tanto en carácter como en apariencia, quizá por eso le resultaba más fácil ganarse su afecto, ella parecía siempre dispuesta a recibir sus cuidados en el momento que fuese y nunca reclamaba nada que no se le diese, tan buena, tan sumisa como su madre, quizá por eso y aunque sonase horrible prefería a su hijo varón con todos los problemas que eso sobrellevaba, Naruto siempre aprecio más aquello que ameritara su esfuerzo y que le costara ganarse con sudor y lágrimas, no era de extrañar que amara a Sasuke con ciega locura.

-Olvidas a la pequeña bastarda…- la hija de Sasuke, la pequeña niña tan audaz e inteligente como su padre era la prueba que el clan Uchiha no se iba perder, ella al igual que Hanabi Hyuga heredaría el peso del clan como líder, pequeño clan de padre e hija pero así sería, odiaba no incluir a Sakura en la descripción de belleza y poder mental de Sarada pero ella no tenía que estar ahí en su opinión, ella no era una Uchiha por más que portara el abanico en su espalda.

-No la llames así, ella es una pequeña princesa…- tan bonita como las muñecas y princesas de cuentos, su piel tan blanca como la del bastardo de su padre y su cabello negro como alas de cuervo, ojos negros de ónix con el brillo del lucero, igual a su padre de haber nacido mujer.

-Jajaja ella es la copia de Tsuky incluso ambos tienen esa cara de hembra tsundere…- el Uchiha siempre tuvo esos rasgos delicados y extremadamente bien perfilados en la infancia que solo se acentuaron en su juventud, si hubiera tenido el cabello más largo no podría hallarle diferencia con su madre Mikoto, Kushina era amiga de ella por lo tanto la había conocido y hablaba con fundamento.

-¡Kurama ya te he dicho que dejes eso!...- no era la primera vez que lo decía, Naruto siempre saltaba en su defensa pero nunca lo negaba -…Se parece a Sasuke y ya…- y por lo mismo la quería, no era un amor prohibido ni mucho menos, la cuidaba desde la distancia no vaya a ser que lo confundieran con un pedófilo porque no podía evitar que sus ojos brillaran al verla, amaba tanto a su teme que le era inconcebible la idea de tener algún sentimiento negativa hacía la pelinegra, solo por ser hija de él la amaba sinceramente, la sentía como propia porque en sus venas fluctuaba la sangre de su amado.

-No del todo, ella no tiene un amante y no creo que lo llegue a tener si su “papi” no pone de su parte…- solo las reencarnaciones de Indra contaban con un amante y lo sabía, le gustaba molestar al rubio, era un demonio no lo podía evitar.

-¡Itachi era hermano de Sasuke ya te lo he dicho un millón de veces!...- El zorro parecía no entender el amor fraternal que unió y seguía uniendo a Sasuke con su fallecido hermano, un amor puro tan grande como el suyo pero distinto al mismo tiempo, Itachi siempre había sido como un guardián para el pelinegro.

-¡¿Y qué si era su hermano?! Lo he repetido millares de veces un amante es exactamente eso, Uchiha Itachi “amo” al bastardo de su hermano más que a la villa, más que a cualquier ser vivo incluido él mismo, dio su vida por él en esta vida y en las anteriores, un amante es para eso precisamente, para AMAR…- no había nada sucio ni blasfemo en la palabra, no entendía la incomodidad del rubio al tocar el asunto.

-Suena raro…- Pero Naruto sabía que era verdad, Itachi había amado tanto a Sasuke en vida y después de la muerte con un cariño tan puro y sincero que eso título era suyo sin competencia.

-Jajaja para un humano calenturiento como tú suena raro…-Naruto pensaba mucho en sexo y no lo culpaba, era un hombre fuerte y saludable con instintos carnales no satisfechos, era milagroso que no hubiera violado al Uchiha todavía.

Tratando de evitar sonrojarse como adolescente  decidió preguntar -…Madara tenía muchos hermanos según escuche...- Sasuke se lo había contado, toda la conversación que tuviera con los antiguos Hokages de la Hoja después de la guerra sin omitir ningún punto.

-Pero solo uno era su “amante”…- al ser convocado y manipulado por Madara este había entrado a su mente pero kyubi había tenido acceso también a la del pelinegro enterándose de muchas cosas -… Uchiha Izuna murió joven y pese a adorar a Madara no pudo ayudarlo dejándole como regalo el poder de sus ojos malditos…- Madara amo tanto a Izuna que a Kurama no le extraño que tomara casi toda su apariencia en su próxima reencarnación no se podía negar que Izuna era  parecido a Sasuke -…Quizá por eso reencarnó siendo el hermano mayor para no cometer los mismos errores que en el pasado...- la juventud de Izuna le costó la vida marcando la vida de Madara de resentimiento y la experiencia de Itachi marcó la vida de Sasuke en una búsqueda autodestructiva de venganza -…Cuervos tontos siempre lo hacen todo al revés…- desde la época del mito la “Luna” tiene por amante al príncipe de los buitres criaturas igual de oscuras que los cuervos, este es un ser de noche y muerte que reina donde todo se acaba convirtiendo a la luna en la “princesa” de las tinieblas portadora de muerte y angustias, debería ser su apoyo y protección en ausencia del “Sol” pero siempre le causa dolor y perdida de su luz.

-La Luna y el Sol están casados, unidos por un fuerte lazo ¿verdad?...- le daba felicidad el pensamiento y le recordaba que tenía que zanjar un asunto con Hinata que ya se había pospuesto demasiado tiempo.

-Por un lazo más fuerte que cualquier otro Taiyou, su lazo de sangre es irrompible, el Uchiha y tú se pertenecen el uno al otro en el pasado, hoy y por la eternidad…- Un lazo que había pasado de generación en generación a través de los tiempos. 

 

Consiente estoy de qué el mundo se encuentra rodeado de falsedades

Pero su juego no pienso seguir para no caer en su dulce trampa

¿Huir en busca de una razón? ¿Para qué?

 

-Lo sé Kurama, lo siento en mi corazón y por primera vez sé que estoy tomando la decisión correcta…- Muchos sufrirían pero él ya estaba cansado de sacrificarse por los demás, cada quien cargaría con su propio dolor por que Naruto ya se había cansado de sufrir, hace años que estaba cansado de no ser feliz.

Flash back (hace seis años)

-¿Ya te vas a casa?...- el sol ya se ocultaba y el trabajo había quedado inconcluso.

-No, me quedare a terminar…- ni miro a su consejero pero sabía que se masajeaba la cien -…Shikamaru ya vete, Temari te espera…- no era justo pedirle más del tiempo estimado.

-Tú también tienes una familia Naruto…- el pelilargo era de los pocos que aún lo llamaba por su nombre de pila -…¿Qué ocurre?...- nada se le podía ocultar y Naruto era tan obvio, desde hace 2 años que era Hokage pero desde el principio nunca pareció completamente feliz, incluso había olvidado su molesta muletita ‘dattebayo’.

El rubio guardo silencio y cuando el Nara se disponía a marchar la pregunta de Naruto lo dejo frio en su sitio -…¿Shikamaru has sentido que no deberías estar con Temari?...- la pregunta no era para él, era más bien un cuestionamiento interno -…Jejeje olvida lo que dije Shikamaru…- tampoco ignoro el nerviosismo con el que el rubio se rascaba la cabeza claramente avergonzado.

-No…- su contra oyente miro fijo sin entender -…Escucha Naruto yo no soy una persona sentimental y hablar de esto me da pereza e incomodidad -…Tomo aire -…Nunca ni por una vez me he arrepentido de compartir mi vida con Temari -…conecto su mirada con la azul y continuo -…Ella es molesta, gruñona, algo loca con mil cambios de humor y tiene un carácter horrible cuando está molesta…pero no puedo imaginar una vida donde ella no esté a mi lado, la necesito como al aire ¿Cómo podría sentir que no debería estar con ella? Cuando ella es parte de mí…- contemplo los ojos azules abrirse con comprensión y continuo -…Y sabes ¿porque siento todo eso?...- el rubio no dijo nada, no sabía la respuesta o quizá no quería saberlo -…Simplemente porque ella es mi otra mitad, mi complemento…y más importante porque…la amo…- no le sorprendió el brillo en las esferas azules del Hokage, Shikamaru siempre supo que Naruto no estaba realmente enamorado de Hinata que aunque buena y amorosa no estaba hecha para él, nunca entendió porque se casaron ¿de dónde salió ese amor tan repentino para la Hyuga?, Hinata siempre amo a Naruto toda konoha lo sabía pero el rubio nunca la había volteado a ver más que para brindarle su ayuda como a cualquier querida amiga y de repente Naruto se enamoró y más rápido se casó, ni hablar de lo rápido que se convirtió en padre, extrañamente su hijo mayor nació poco después que Sarada la hija de Sasuke y Sakura otra familia que no comprendía de donde salió, era absurdo, Naruto siempre había perseguido a Sasuke como un animal en busca de su pareja, sin cansarse ni aburrirse, siempre con la misma predisposición y pasión y Sasuke nunca lo alejaba ni rehusaba sus constantes intentos de acercamiento solo lo “mordía” incitándolo a continuar, si esos dos hubieran sido animales en opinión de Shikamaru ya estarían juntos y con muchos cachorros desde hace años porque de algo estaba seguro, serían de las pocas criaturas monógamas del planeta.

 

Si la realidad está ante mis ojos y me acerco más a la verdad

Por siempre (grita con fuerza) el tiempo (puedes tomarlo)

Todo el mundo sabe (que vamos buscando el fuego obtener)

 

Shikamaru suspiro con pesadez al tiempo que se topaba con Sai.

-¿Cómo les fue?...- la “visita” al país de la nube solo era para enviar presentes por el cumpleaños del Líder seguramente Ino se la había pasado arrastrando a su esposo por todo lugar donde se vendiera ropa y chucherías.

-Conocí muchas cosas…- ahí estaba, pérdida total de tiempo, recibió el informe sin ganas pero se quedó curioso de la expresión pensativa del ex-ambu que de pronto rompió el silencio -…¿Shikamaru me podrías resolver una duda?...- Sai casi nunca le preguntaba a él algunas de sus muchas dudas conocida su forma de ignorar preguntas tontas pero le pareció que esta pregunta tenía fundamento por lo que decidió asentir con la cabeza -…No lo entiendo Shikamaru, Naruto buscó a Sasuke-kun durante más de tres años remarcando la importancia de su lazo con él, ni siquiera Sakura estuvo así de excitada y eso que no paraba de acosarlo desde que volvió, ¿Sasuke es amigo de Naruto?...- puso un dedo en su mentón -…Yo considero a Naruto un amigo pero yo no lo miro como él mira a Sasuke-kun…- se quedó en blanco como recordando algo muy importante.

-¿Cómo Sai, como lo mira?...- Al parecer no era el único que se daba cuenta de esa “mirada” pero no lo esperaba de Sai.

-Pues no sé, es solo que sus ojos brillan como si viera la luna en una noche muy oscura, como si no pudiera apartar la mirada…- la mayoría de los ambus se mueven de noche ocultos bajo la penumbra de la oscuridad solo con la luna como guía para no perderse no era de extrañar que el pálido la usara para describir lo mejor que podía esa mirada, ¡ah! A Shikamaru le daba pereza, las miradas de Naruto y Sasuke eran históricas, para ellos quizá pasasen unos segundos mientras los demás se preguntaban que tanto se miraban el uno al otro quietos durante más de media hora.

-Eso Sai es porque…son mejores amigos y así es esto…- no debía complicar la existencia de Sai suficiente tenía con Ino.

Una sonrisa afloró en los labios del moreno pero era una sonrisa carente de emoción totalmente falsa -…Si Naruto y Sasuke son los mejores amigos entonces ¿porque Sasuke casi nunca está en la aldea y porque Naruto casi no le habla al “amigo” por el que daba incluso la vida?...- no espero respuesta dejando a Shikamaru nuevamente hacerse esas mismas preguntas.

 

Luchare luchare con fuego en mi corazón

Las campanas sonaran despertando mi realidad

 

Una vez el Nara se fuera y el sol se ocultara Naruto se derrumbó en su pila de papeles que esperaban su firma y sello -…Kurama ¿Por qué me siento así?...- estaba triste y deprimido y la explicación de Shikamaru lo había dejado más confundido de lo que estaba con respecto a su vida.

-¿Cómo cachorro?...- preguntó con aparente pena como si algo le ocultara.

-Kurama no…soy…feliz…- le costó decirlo porque ofendía a su familia pero era la verdad -…¿Cómo puede durar el amor tan poco?...- había escuchado que el amor duraba de 3 a cuatro años pero a él ni siquiera eso le había durado, al año de casados ya sentía que estaba en un lugar equivocado, su casa la desconocía y pese a que se había habituado a la compañía de la pelinegra sentía que algo estaba mal, sus sentimientos por ella estaban intactos, su mente no paraba de repetir que era ella la dueña de su corazón pese a que este no latía más ni menos en presencia de ella, parecía que su cerebro y corazón no estaban de acuerdo -…Tengo 26 años y me siento de 60…- se sentía cansado y amargado, la idea de ir a “casa” no le traía paz, amaba a sus hijos pero no se sentía cómodo en su hogar, se sentía dividido como si dos personas diferentes habitaran en su cuerpo.

-Ya ve a dormir Naruto, estas agotado…- no necesitaba descanso sino saber que le pasaba, sentía esa molesta sensación de ser una pieza intrusa en un rompecabezas ajeno pero Kurama tenía razón debía descansar.

Gritare, gritare con todo mi corazón

Bajo la luna que alumbra esta noche en la oscuridad

Ahora, ahora, ahora (enciende tu llama prende)

Ahora, ahora, ahora enciende (enciéndete)

 

-Bienvenido Naruto-kun…- el recibimiento de su esposa fue dulce y hasta agradable omitiendo ese “kun” eran esposos ya podían dejar las formalidades.

-Hola ¿los niños?...- quería verlos aunque sea una vez en el día, que mal padre se había vuelto pero no podía evitarlo.

-Están dormidos en su cuarto…- de noche, era lógico -…Ve a verlos te preparare algo de comer…- hacendosa como siempre le ayudo a quitarse la capa y corrió a la cocina, se sintió culpable por ella como cada noche que llegaba a casa.

Entro con cuidado de no despertar a los infantes, evadiendo muñecos que adornaban la habitación de sus hijos, llego hasta sus pequeñas camas y los contempló -…Los quiero…- era cierto, por ellos seguía ahí, el apasionado amor si es que alguna vez pudiera ser llamado así por Hinata había sido tan efímero, la quería sentía que debía estar con ella pero su corazón y conciencia se partían diciendo que su vida era una mentira, sus hijos fueron la razón por la que decidió continuar en esa casa, solo tenían un poco más de cuatro y un año necesitaban de un padre, cuando se enteró del embarazo de Hinata se sintió entre feliz y deprimido, por un lado tenía una familia y por otro sentía que no debía ser así, pero no había marcha atrás, termino de sellar su destino con el nacimiento de Himawari, se quedó.

-Ven debes estar congelándote…- al entrar a su cuarto propio que compartía con su esposa sintió desazón, se colocó un pantalón y camisa de tela negra y se dispuso a dormir cuando sintió los delicados brazos de Hinata envolverlos por los hombres pidiendo atención como tantas otras veces recibiendo la misma respuesta.

Se dio vuelta y le dio un beso en la frente algo parecido a lo que Itachi hacía con Sasuke porque su cariño por ella se parecía a ese sentimiento, se sintió culpable por pensar en Sasuke, siempre que pensaba en él los recuerdos que compartían por su conexión brotaban como flores en primavera -…Lo siento, estoy cansado…- vio la desilusión en los ojos perla pero no podía evitarlo, no tenía ganas de tocarla eso desde hace años y las veces que lo habían hecho desde el nacimiento de sus hijos la imaginaba con profundos ojos negros, era enfermo humillar a su mejor “amigo” de esa forma, veía a Sasuke sin poder hacer nada por evitarlo él cuál hacía más de seis meses que no dejaba rastro, ya se empezaba a preocupar pero gracias a su lazo sabía que estaba bien, lo sentía en su corazón.

Naruto no tardo en conciliar el sueño y adentrarse en el mundo del descanso olvidando por un momento sus inquietudes, Kurama lo observaba en silencio, sentía la paz alrededor y no podía evitar viajar al pasado recordando hechos que sabía afectarían más a su contenedor, los sueños eran solo sueños para el rubio y él no lo sacaría de su error, haber vivido tanto le había dejado experiencia como para regalar y haber sido controlado por tantos bastardos le había dejado un montón de experiencias ajenas de las que no podía sacar una lección, el destino se repetía una y otra vez.

-Taiyou suficiente tienes con esta vida, de la otra no sabrás por mí…- el rubio seguro algo entendía pero no estaba seguro, Kurama no le revelaría su “parecido” con el primer Hokage, mucho menos los errores que este cometió, Naruto era Naruto y eso lo hacía diferente pero al mismo tiempo era quien fue por generaciones -…Naruto toda la vida has ido detrás de tu tsuky, ¡no! Estoy equivocado, detrás de Akai tsuky porque él representa la sangre…- rio remontándose al pasado.

 

Sabes que saber el futuro no llenara el vacío de tu pecho

Sin embargo te esfuerzas para poder manipularlo

 

-Vamos no huyas de mí…-el sonriente hombre de cabello castaño se acercó con decisión a la orilla del acantilado donde un pelinegro reposaba sentado.

-Hashirama ¿acaso no tienes a nadie más a quien acosar?...- ni abrió los  ojos ignorándole completamente ya sabía que estaba a sus espaldas, siempre sabía -…¡¡Basta, ve a abrazar a tu hermano!!...- pese a decirlo no intento soltarse del agarre probablemente porque moverse mucho podría hacerles caer.

-Solo un poco más, te he estado buscando todo el día…- lo apretó un poco hundiendo la cara en el cabello negro aspirando su aroma floral natural -…¿Por qué a los Uchihas les gusta que los persiga?...- preguntó fingiendo estar deprimido.

-¡Al único que persigues es a mí, otro Uchiha ya te habría extinguido con un Katon!...- su amado hermanito Izuna al cuál tanto extrañaba ya habría matado a Hashirama de acercársele con tales intenciones lo que le hacía pensar porque no lo alejaba, quizá porque al estar entre sus brazos se sentía tan tranquilo, protegido y amado.

-Pero a ti te gusta que te siga Madara no lo niegues…- pese a no verlo Hashirama sabía que su acompañante estaba sonrojado porque le había metido un codazo en una costilla, siempre que se sentía indefenso se volvía violento o eso pretendía.

-¿Por qué me habría de gustar que un hombre me acose?...- preguntó soltándose por fin de ese cuerpo caliente y abrigador.

-Porque soy yo…- tan simple, tan sincero que Madara quiso romper los dientes de esa descarada boca que osaba reírse de él pero decidió tomar aire y tranquilizarse como siempre hacía pero este hombre era el único que lograba exasperarlo -…¿Sabes que eres como la luna?...- preguntó para disipar la tensión sentándose en la orilla de la superficie rocosa contemplando su reciente sueño cumplido, la hermosa aldea con el nombre de Konoha, nombre que le dio el orgulloso Uchiha.

-¿Luna? ...- mostró verdadera intrigo en su hermoso rostro acto que hizo sonreír más al castaño de ser posible.

-Si idéntico a la luna, hermoso…- con piel blanca suavemente sonrojada de durazno e igual de suave con aroma a flores -… fuerte…- su igual en talento ninja -…brillante…- con malicia Uchiha heredado de sus ancestros -…frio…- por fuera coraza de hielo, por dentro era otra historia -…elegante…- cada uno de sus movimientos, al batallar parecía que bailaba con el viento -…”tranquilo”…- que gran mentiroso era, la tranquilidad que mostraba disfrazaba su verdadera naturaleza -…caprichoso…- esos hermosos ojos se achicaban y su apetecible boca se torcía en molestia cuando las cosas no salían a su voluntad…- podría continuar todo el día…- omitió algunas cositas que de seguro molestarían al pelinegro como decirle que representaba la oscuridad que se empeñaba en mantener en su corazón con sus ansias asesinas y de venganza contra sus oponentes, la pasividad con la que lo escuchaba y cedía a sus deseos sin darse cuenta de lo “persuasivo” que podía ser, la inconstancia caprichosa de sus actos y deseos egoístas, la feminidad de su apariencia representada en su suave piel a pesar de ser un guerrero, su reluciente cabello negro tan suave que enternecía al tocarlo, la belleza de sus rasgos naturales como su respingada nariz, sus ojos negros incitantes pasando a rojo excitante, su carnosa boca con labios finos y delgados de color rosa que invitaban a probar su dulzura de miel, sus finas manos que se empeñaba en ocultar mediante el uso de armas grandes y filosas como símbolo fálico, sus hermosas piernas de “hembra” blancas, suaves y bien torneadas, y más pero solo se ganaría un buen golpe de decirlo en voz alta aunque no podía negar que amaba hacerlo enfadar.

-Ah sí y ¿tú que eres Hashirama?...- parecía retarlo a decir una idiotez como si leyera sus pensamientos pero el Sharingan no estaba en sus ojos.

Hashirama sonrió, el moreno lo conocía demasiado -…Yo mi querido Madara soy el Sol ¿no lo recuerdas?…-  Hace años que el Uchiha había hecho esa comparación con él cuando niños.

 -¿Taiyou? Predecible…- Claro que conocía las perversiones que el castaño pensaba, desde niño siempre fue un libro abierto con total sinceridad en sus ojos incluso en esos casos -…vital…- con tanta energía que cansaba de solo mirarlo o animaba dependiendo de la situación -…confiable…- nunca retrocedía a su palabra, ese era su camino ninja, podía confiarle sus sueños y su vida sin arrepentirse -…acosadoramente directo…- a lo largo de trece años lo había “acosado” en cada batalla tratando de convencerlo de cesar la guerra invadiendo peligrosamente su espacio personal, quizá si hubiera cedido antes Izuna siguiera con vida -…la luz que aparta los demonios de la oscuridad…- solo a su lado olvidaba sus demonios y los gritos de su gente caída en batalla se perdían con su risa brillante -…la claridad que viene con el día…- lo había dicho en la infancia y seguiría diciéndolo, el castaño no había cambiado desde entonces, representaba la luz brillante de cada amanecer, la fortaleza masculina de un ente Rey y aunque le costara admitirlo él representaba la oscuridad de la tranquila luna que alumbraba en la noche cuando el Sol daba la espalda, la luna cambiante y caprichosa que decide cuando hacerse ver y cuando ocultarse a su voluntad, uno parte del otro, el complemento perfecto aunque se lo negara una y otra vez -…Tonterías…- No lo admitiría pero no hacía falta.

-Eso ni tú te lo crees “Tsuky”…- eran uno parte del otro, luz y oscuridad, frio y calor, amor y odio.

-A veces te odio Hashirama…- Los Uchihas eran alérgicos a demasiadas muestras de afecto por lo que preferían alejarse.

Hashirama sonrió persiguiéndolo como siempre -…El odio también es amor…- La luna es engañosa no por nada nunca mantiene una forma final, es cambiante y nocturna pero sin embargo a veces se deja ver de día en busca del Sol como reconociendo que lo necesita como parte de sí -…¡¡Esperame Tsuky!!...- Como siempre el Senju corría detrás del Uchiha, siempre era así -…¡¡Madara ¿cuánto tiempo más tendré que perseguirte?!!...- poder tocarlo y estar a su lado era todo lo que necesitaba aunque el pelinegro sinceramente tuviera un carácter horrible y un temperamento irritable bajo esa fachada de frialdad pero no importaba mientras pudiese ver esa sonrisa en su hermoso rostro.

-El pelinegro sonrió sin ser visto, lo hacía feliz tenerlo a su lado pero no se lo haría fácil -…En más de una vida…- no sabía cuánta razón tenía.  

 

Sobre el cielo puedes volar ¡hey! abre tus ojos a un brillante amanecer

Que la noche ha llegado a su fin

Por siempre (grita con fuerza) el tiempo (puedes tomarlo)

Todo el mundo sabe (que vamos buscando el fuego obtener)

 

-¡¡¡¡KURAMA!!!!...- Un grito lo sacó de sus pensamientos.

-¡Naruto-kun! ¿Qué pasa?…- El grito de su esposo la había despertado y posiblemente hasta a los niños, trato de  tocarlo pero fue rechazada.

-¡¡Ahora no Hinata!!...- su intención no era asustarla pero ahora no tenía tiempo para controlarse, saltó de su cama tomando su capa de Hokage que era la prenda más cercana a la cama y sin voltear saltó por la ventana del tercer piso apenas habiéndose calzado las sandalias, la pelinegra se quedó en la cama abrazando la almohada del rubio, sintiéndose tan triste, tan sola.

-¡¡KURAMA ¿QUÉ SIGNIFICA ESTO?!!...- corría a todo lo que daban sus pulmones en el modo bijuu perfecto, sentía el poder de Kurama en su totalidad fundido con su cuerpo, estaba totalmente conectado con su bestia de colas como hace tanto no, sus pensamientos se aclaraban a cada segundo que pasaba dejándolo totalmente despierto, sentía su cabeza un revoltijo en el cuál se agolpaban imágenes y su corazón palpitaba en sentimientos que creyó olvidados -…¡¡¿KURAMA QUE ME OCULTAS?!!...- la luna en el cielo estaba brillante y extrañamente pintada de rojo como si se desangrara.

 

Luchare, luchare con todo mi corazón

Prenderé el rayo de esperanza que en mi alma albergue

 

-¡¡No te preocupes de eso ahora mocoso, solo apresúrate!!...- ya habría tiempo para soportar la furia del rubio después -…Tu lazo con el bastardo Uchiha se está rompiendo…- aún en la distancia de miles de kilómetros de distancia su profundo lazo ancestral les permitía sentirse, saber si el otro estaba bien.

-El chakra de Sasuke está al máximo pero lo siento…no sé…inseguro…- el poder del pelinegro era tan grande que solo podía compararse al suyo propio pero en este momento lo sentía tan débil, tan herido que toda la rabia y confusión  que sintió al despertar ahora solo era preocupación, tardaría mucho en llegar ¿Por qué el bastardo se fue tan lejos? Y más importante ¿Por qué se lo permitió? Los sentimientos tan fuertes que guardaba por el pelinegro hace casi 10 años si bien siempre estuvieron ahí ahora los sentía tan fuertes como entonces, la necesidad de verlo y siquiera rozar su mano con la suya era tan fuerte que sentía su piel hormiguear, quería verlo con tanta intensidad que su cuerpo respondía al estímulo incrementando su luz en la oscuridad -…Kurama sabes …siento que mi corazón palpita de nuevo…- hace tanto que no sentía esa sensación como su órgano principal hubiera estado dormido todo ese tiempo -…Kurama no sé porque pero estoy feliz…- corriendo en medio de la noche con su forma bijuu con el frio calando sus huesos pero su alma resplandeciendo se sentía completo, sentía a Sasuke más cerca que en años pese a estar tan lejos -…Te siento Sasuke, estoy feliz…- lo sentía en su corazón.

 

Gritare, gritare con mucha fuerza al cantar

Mi corazón aullara bajo la luz de la luna

Ahora, ahora, ahora (enciende tu llama prende)

Ahora, ahora, ahora enciende (enciéndete)

 

Fin del flach back

Un gran estruendo lo saco de sus pensamientos y el chakra que detecto como desconocido proviniendo de las fronteras de la aldea lo hicieron sentirse en peligro, rodeado de todos lados.

-¡¡¡Shikamaru!!!...- olvido los papeles y la pluma rota en el escritorio al ver una gran humareda salir del centro de la aldea -…¡¡¿QUÉ ESTÁ PASANDO?!!...- tenía un mal presentimiento.

El aludido solo negó con la cabeza pero ambos sabían lo que pasaba, ya habían recibido advertencias anónimas -…No deberías reírte…- ambos salían de la torre Hokage a toda prisa, Naruto con su técnica del ermitaño detectando la posición de todo ninja de la aldea soltando una sonrisa.

-Shikamaru encárgate…- Naruto estaba nervioso pero feliz y el Nara sabía la razón, Sasuke solía llegar a la aldea aleatoriamente, muchas veces días antes de su esperada llegada -…Él no está aquí ¿acaso no entienden que nunca dejare que le pongan una mano encima?…- fue lo último que dijo desapareciendo con la técnica de su padre “El rayo Amarillo de Konoha”

 

Levántate con la frente en alto

Y grita tan fuerte que se oiga en los confines del cielo

 

-¡¡Todos los ambus ya saben que hacer!!...- el consejero del Hokage dio órdenes a todo el que tuviera en frente, Naruto ni de eso se había ocupado en su felicidad -…Naruto tu mereces ser feliz más que nadie…- se dijo a sí mismo, el matrimonio de su rubio amigo terminaría en cuánto la pelinegra aceptara firmar los papeles que eran rechazados mes tras mes desde un año y medio pero solo retrasaba lo inevitable, si alguna vez tuvo duda ya no la tenía, el corazón de Naruto tenía dueño y no era su actual esposa.

 

Que los sueños que tú y yo tenemos juntos se han despejado

Ya no quedan nubes de duda (enciéndete)

Todo el mundo sabe (que vamos buscando el fuego obtener)

 

Las campanas de la aldea resonando en señal de peligro y el humo se esparcía por la zona, al parecer no era fuego sino un tipo de jutsu de infiltración -…No me sigan, protejan a los aldeanos…- los ambus del Hokage debían obedecer pero no podían simplemente poner en peligro la vida de su Lider, era su deber protegerlo.

-Hokage-sama esa orden no podemos obedecerla…- sabían que no era necesario pero su deber era primero.

-Lo lamento pero…- dejó la frase en alto desapareciendo ocultando su chakra, no tardó en llegar a un viejo parque de juegos donde vio a su hijo.

 

Luchare luchare con fuego en mi corazón

Las campanas sonaran despertando mi realidad

 

-¡¡¿PAPA QUE SUCEDE?!!...- no hacía ni cinco minutos que había notado el humo rodeando la aldea, no podía ver bien y el aire asfixiaba -…¡¡Mamá y Hima ¿están bien?!!...- el enojo de la pelea pasada se le había olvidado, así era siempre.

Naruto sonrió a su vástago, tan noble siempre preocupado por su madre y hermana, ni siquiera preguntó que sucedía, en un rápido movimiento se apareció en la mansión Hyuga donde enseguida fue abrazado por Hinata pero él no respondió lo que no fue ignorado por su hijo.

-Hinata cuídalos…- alzó a su hija en brazos abrazándola calmando su llanto causado por los temblores y explosiones, nuevamente notó el enojo en la cara de su mini-copia.

-Naruto yo voy contigo…- con el paso del tiempo el kun se había perdido, ella se mostraba segura como no era antes recibiendo a su hija en brazos con la intención de dársela a Hanabi.

-Lo siento Hinata pero es asunto mío…- este ataque era distinto a los otros, se centraba en una zona media de la villa precisamente donde se encontraba la casa de Sasuke, donde estaba su hija, Sakura la protegería con uñas y dientes pero él se sentía impotente de no estar ahí y de haber “obligado” a Sasuke a estar casi siempre fuera de la villa por su propia protección, estaba convencido de que las cosas pasan por algo, el destino le estaba gritando que se apurara con sus planes.

-Iré contigo…- no gritó pero se despidió de sus hijos con un beso en la frente y se puso a su lado, Naruto suspiro al ver la mirada de Bolt que le exigía no hacerle un desplante a su madre.

-Bien…- no significaba nada, a más tardar en una semana quería los papeles de divorcio firmados sin importar nada más.

 

Gritare, gritare pidiendo una señal

Aunque el mundo se perturbe no dejare de avanzar

 

Eran muchos enemigos esta vez, más de ciento cincuenta ninjas claramente entrenados y poderosos y aumentando, esta había sido una invasión no un simple plan al azar de una aldea de ninjas renegados, claramente el chakra de algunos de ellos era comparable a los de sus mejores hombres ¿Cómo se habían infiltrado? Traidores en sus filas, al parecer Konoha no aprendía de sus errores, derrocar a un Hokage no sería la primera vez que los opositores lo intentaran pero esto había sido demasiado, claramente el ataque se centraba en la última Uchiha, al parecer Danzo dejó buenos aliados y su obsesión por el Sharingan seguía vigente aún después de su muerte, más de la mitad de su sequito de protección se había esfumado seguramente ocultos en la Raiz mientras la aldea literalmente estaba infestada de atacantes, definitivamente rodarían cabezas una vez se encargara de los intrusos.

No tuvo que ir lejos para sentir el poder de Sakura tan salvaje y fiero como recordaba prácticamente destrozando a cualquiera que osara tocar a su hija sin importarle estar herida y luchar con un solo brazo.

-¡¡Rasengan!!...- funcionaba igual que antaño pese a que no hirió más que a un par, seguramente a los menos entrenados -…¡¡Protejan la zona!!...- ordenó a los ambus que hayan seguido, los más capacitados.

-Sakura ¿estás bien?...- Hinata se apresuró a ir a su lado, no sentía celos de ella, en un principio creyó que su esposo seguía enamorado de la pelirosa pero en realidad en el fondo de su corazón sabía que eso no era verdad.

-Sí, Sarada está en mi cuarto bajo el tatami a tres metros abajo del lado derecho de la cama…- profirió al tiempo que sanaba su brazo lesionado, sabía que buscaban a su hija solo por eso aún seguía viva, la necesitaba para interrogarla.

-¡¡¡Maldición!!!...- gritó Naruto al no ser el único el oír la ubicación de la pelinegra, no sabía que querían de ella, si robarla o matarla.

-¿Lo sientes?...- ese poder era inconfundible.

 

Aullare, aullare, cantare, cantare

Prenderé el rayo de esperanza que en mi alma albergue

 

Hace tanto que no lo veía, silencioso como el viento, ágil como felino, elegante como ave en vuelo, bailaba con sus rivales usando una espada de electricidad como parte de su propio cuerpo, nada lo distraía, prestaba total atención a los movimientos enemigos, pese a verse rodeado de más de una docena de atacantes que prácticamente luchaban por descubrirle el ojo tapado para saber si era su blanco.

-¡¡Sasukeeeee!!...- el bastardo siempre llegaba en el mejor momento pero esta vez no se alegró de verlo -¡¿Qué haces aquí?!...- preguntó alterado en medio de neblina rodeado de enemigos en el cuarto de Sakura.

-Es mi casa dobe…- respondió esquivando un ataque a su costado derecho -… Nadie pidió tu ayuda…- era lo suficientemente fuerte para defenderse solo y también a su hija que sentía a sus pies.

-Tan insufrible como siempre teme…- parecía que el mundo desaparecía cuando se miraban a los ojos -…Yo siempre estaré a tu lado Dattebayoo es una promesa…- se sintió completo al tocarle el rostro y probar la suavidad de su piel acariciándole lentamente con el pulgar, las palabras salieron solas expresando su sentir.

-Quítate...- le apartó la mano “pervertido” le dijo con la mirada, como se atrevía a tocarlo en frente de los enemigos con tanta intimidad y mirarlo con esos ojos tan enamorados.

-Te dije que no quiero ocultarme más, aunque me mires con esa cara no me harás retractar…- Sasuke lo había amenazado muchas veces con alejarse definitivamente si trataba de cambiar las cosas entre ellos pero Naruto ya no era un niño asustadizo, había tomado una decisión con todas sus consecuencias, Sasuke estaría a su lado le pese a quien le pese -…Tu eres mío…- lo dijo con total seguridad sin importar quien lo escuchara, después de todo él era Uzumaki Naruto el Jinchuriki de Kurama, el héroe de Konoha, el salvador del mundo ninja y tendría a la “luna” caprichosa aunque Sasuke lo fulminara con la mirada.

 

Luchare luchare con fuego en mi corazón

Gritare bajo la luna roja sin ningún temor

Ahora, ahora, ahora (enciende tu llama prende)

Ahora, ahora, ahora enciende (enciéndete)

Notas finales:

Uhh me quito un peso de encima ahora que lo he sacado de mi cabeza, como curiosidad tengo que decir que esta canción la odie en el momento que la vi por las imágenes en el ending pero después de saber la letra del original me gustó mucho, ya que todos sabemos que Sasuke es la luna y la canción habla del fuego (sol) y de la luna, les recomiendo escucharla y para quienes les gusta el humor y se han chequeado por ahí rock lee SD (que es muy gracioso) ha salido un nuevo manga con Sasuke como prota junto con Taka en situaciones igual de graciosas, solo un capi pero me alegró la vida, en fin es todo por hoy, nos leemos luego.


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