Creo que todo comenzó cuando éramos pequeños, siempre eras al que más notaban, al que más querían, yo siempre estuve algo separado de tu gran fama y amistades, era como una sombra... Se podría decir que eras el único que estuvo allí, en algunos momentos, pero tú no eras como yo, tú no me necesitabas a mí como el aire.
Toda esta locura y desesperación por ti, no empezó nada más que cuando éramos simples adolecentes, quizá no tuve la mejor decisión, pero en todos los casos posibles el amor no se controla ¿No? Supongo que es estúpido, haberme enamorado de ti, sabiendo que no tenía ni siquiera una oportunidad, eres mi hermano, después de todo, aunque no lo quiera, aunque lo niegue, aunque lo aborrezca...
Intente, te juro que intente dejarte, desde los inicios, yo siempre tuve todo tan claro, pero mi corazón se encogía cada vez que estaba lejos de ti, era vacío, se sentía mucho más vacío que de costumbre, pero si lo intentaba o no, nada salía como quería ¿Me disculpas? Soy un hermano terrible ¿No? Siempre fue así.
Debes estar pensado “Oh, de nuevo este niño está haciendo una travesura pesadas.”, como la que te hice una vez... ¿Lo recuerdas? Recuerdas que me fuiste a buscar por todo el reino, solo por que escribí una carta de un falso suicidio y que me encontraste en un closet, si... solo lo hice con intención de que me buscaras, lo hiciste bien... Claro, aunque me hayas pegado, eso fue insolente de tu parte, ¡Deberías agradecer de que no te devolviera el golpe!.
Esos momentos fueron felices, me acuerdo de cada uno de ellos, me acuerdo de todo y lo atesoro más que a mi propia alma... Sé que todo eso fue en vano, tenía el presentimiento, crecimos, nos convertimos en unos adultos maduros,
¿Sabías que? Maldigo el día en que hayas ido al mundo humano, la noticia que me diste,
—“Me enamore de una humana”, vaya cosa patética, ella es patética, tú eres idiota y yo soy las dos cosas por dos... Así es, soy un idiota o algo peor, creo que ya era hora de admitirlo.
Sabias... que el día en que te vi sonriendo con esa mujer, tan feliz, tan alegre, sentí que una parte de mi corazón y mi alma fue arrancada de mí, siendo llevada contigo, estaba en tus pies, podía ver como la pisabas, mientras que tu seguías siendo feliz... No te estoy echando la culpa, yo soy aquí el idiota que te amo, yo fui el idiota que se encadeno a sí mismo a tu hermoso ser, eres perfecto, siempre lo dije, hasta el último de mis momentos...
Tú eras la luz que me acompañaba y que no me dejaba que esta corta y aburrida vida acabara, y por eso gracias, estoy agradecido, pero debo ser directo, no fue suficiente... pero es mejor así, nunca te merecí.
Se nota que me contradigo ¿No? Te apuesto que aun muerto voy a seguir debatiendo conmigo mismo acerca de si te merecía o no, de si te amé de verdad o no, tu sabes, eso también lo debato, ya que puede ser simplemente mi soledad, quizá no quería sentirme solo y mi propio cerebro lo tapo con un “supuesto amor”.
Puede que no sea el momento correcto, puede que yo no sea el correcto, pero siempre hubo algo que te quise decir, será como un secreto que mantendrás para siempre callado ¿Si? Te necesite más que cualquier cosa en mi vida, te quise más que a cualquier cosa en mi vida, te extrañare más que a cualquier cosa en mi vida, y te amé más que a cualquier cosa existente en el mundo, pero esta vez, a pesar de si me buscas y me sigas buscando...
Lo siento, esta vez no, esta vez no me encontraras, no estoy jugando, quiero que esto sea un juego, quiero jugar a que tú eres mi héroe, mi príncipe tan esperado, quiero... pero esta vez el héroe llego tarde, es una historia trágica en donde la victima muere, en muchos casos “La princesa”, pero no lo soy, una princesa siempre tiene finales felices, como lo típicos cuentos y si fuera una princesa... ¿Dónde está mi final feliz? Quiza yo mismo me he condenado a este trágico y triste final.
En este momento ya debes de saber para qué es esta carta ¿No?. Lo siento, quizá esto es algo repentino, quizá llores, quizá rías, quizá te confundas, pero no le encontraba otra salida, estaba atrapado, como si fuera una guerra, solo que esta vez estaba indefenso.
Hey, pero encontrémosle algo bueno a esto, ¡Si encontraste la carta!... fue porque me buscabas... ¿Verdad? Si no... ¿Por qué estarías en mi cuarto, ahora mismo leyendo esta carta? ¿Venias a retarme? ¿Venias a decirme que te vas a casar? ¿Me vas a pedir que sea el que sostenga los anillos de boda? ¿Me vas a pedir que te sonría y te acepte el día en que te cases? ... ¿Acaso era eso? ...
¿Pero sabes que? Aun si fuese por la razón más estúpida o las más amable, ingenua o inmadura, yo lo habría hecho, recuerdas mis últimas palabras, tomate un tiempo y piensa...
¿Recuerdas? Eso es “Eres como una Flor blanca entre Maleza, eres el Sol de la Luna, Eres la pureza que tapa la Impureza...” Y tú no comprendiste... tú eres mi Flor blanca, mi Sol y mi única Pureza... Yo soy lo otro ¿No? Era bastante obvio... siempre has sido un bruto hermano...
Pero...
Después de todo... Hermano... Yo...
Te amo
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Las últimas letras están manchadas de lágrimas... el mayor que se encontraba leyendo, que derramaba lágrimas desesperadas, sonreía irónico mientras besaba la carta y susurraba a la nada
–Yo igual Te amo... Loki...– Y tapaba su cara con ambas manos, en las que recorría lenta y dolorosamente lentas lágrimas de arrepentimiento. Las lágrimas que manchaban ese “Te amo”... eran de Loki, eran de su amado hermano, que ahora estaba descansando luego de una tortuosa vida....
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