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Profesor al descubierto. por SigmaIII

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Notas del capitulo:

HOLA, HOLA.

Aquí reportándome, bueno en el cap anterior los chicos comparten pócimas para dormir, Remus sueña algo extraño y la consecuencia será catastrófica.

Veamos que misterioso personaje hace escena que les hará la vida de cuadritos.

^^

Abraxas había llegado a Hogwarts, llegó por una chimenea, la chimenea del profesor Slughorn que siempre estaba disponible para los padres, sus cartas y paquetes de agradecimiento. El bonachón profesor bebía un poco de jerez, su próxima clase sería hasta el medio día por lo que decidió aprovechar el tiempo extra para leer el periódico. Apunto de tomar asiento en el sofá salió un poco de polvo de la chimenea y el despavorido mago entro, vistiendo una túnica sencilla pero de excelente calidad y sus rulos apenas cepillados, Slughorn de inmediato lo reconoció, fue uno de sus alumnos estrella hacía un tiempo.

-¡Por las barbas de Merlín! ¡Abraxas! ¿Eres tú?

-¿Profesor? ¡Buen día!- pero no se quedó más, se dirigió de inmediato a la puerta.

-¿Oye a dónde vas?

-¡Mi hijo tengo que hacer algo!-

El profesor solo se encogió de hombros

-No otra vez-

Dio un sorbo al vaso, extendió el periódico y siguió leyendo, apenas terminara ese párrafo iría a poner orden.  

 Por supuesto el mago ya conocía bien el recinto, había estudiado allí al igual que su hijo durante siete mágicos años. No tuvo problema para ingresar a la sala común, había solo dos muchachos durmiendo en sus camas mientras las otras se encontraban vacías, se acercó a una y corrió el dosel, inmediatamente encontró al suyo, por supuesto su instinto de papá lo logró, y allí como un ángel se encontraba su adorado hijo durmiendo, con su cabello echo un alboroto, sus pestañas largas y mejillas sonrosadas, era un ángel, un ángel que había iluminado su vida durante diecisiete años, y ahora estaba en peligro, su hijo era tan hermoso, tan perfecto que la oscuridad misma quería apropiarse de él, y no podía permitirlo, prefería quitarle la vida el mismo a ver cómo era raptado por los sangre sucia y sometido contra su voluntad. Por eso tenía que hacerlo, este mundo, este mundo no es seguro.

-shhhuuuuu- dijo en voz baja y con las lágrimas a todo lo que da- papi te ama Lucius. Todo va a estar bien, estarás en un hermoso lugar muy pronto-

Desenvaino su varita y apunto a su cuerpo.

Respiraba agitadamente.

Entonces Lucius se removió en su cama y despertó, la luz le dio directo a la cara por lo que abrió los ojos con enfado. Se encontró con el lloroso rostro de su padre.

-¿Papá?-

-¡No puedo hacerlo!- dijo y se arrodillo frente al lecho. -¡No puedo quitarte la vida!- dijo mientras se cubría la cara con las palmas.

-¿Eh?- Lucius seguía un poco somnoliento y tampoco le sorprendía oírlo decir eso, siempre salía con una tontería similar de vez en cuando, como cuando recibió la carta de admisión en Hogwarts fue algo como:

¡NO JAMÁS DEJARE QUE MI HIJO SE APARTE DE MI LADO, PUEDE RECIBIR LECCIONES EN CASA!

¡ABRAXAS- DIJO MAMÁ- EL TUTOR ESTÁ HARTO, NO HA VISTO A SU FAMILIA EN NUEVE AÑOS! ¡Y YA NO PUEDES TENER A LUCIUS CONTIGO EN LA OFICINA!

¡NO ME IMPORTA PARA ESO LE PAGO! ¡ES EL MEJOR PROFESOR PARTICULAR EN GRAN BRETAÑA Y VA A EDUCAR A MI HIJO EN CASA, EN MI OFICINA O DONDE ME DE LA GANA!

¡POR TODOS LOS CIELOS TIENE SESENTA AÑOS, DEJA QUE EL HOMBRE SE RETIRE!

Lucius se frotó los ojos, mientras su padre seguía llorando desconsoladamente. Luego se estiro y bostezo.

-¿Cómo entraste?- cuestiono Lucius. –Como sea, ¿No tienes que trabajar? Vete al trabajo.

-¡Mi único hijo como podría entregarte a ese monstruo que quiere esclavizarte y abusar de ti! Preferiría ir al infierno antes que ver como un mestizo te roba de mi lado para que compartas su triste vida, y envejezcan juntos como si fuera un cuento de hadas.

-¡De verdad paso eso! – dijo Lucius muy emocionado por la idea de ser secuestrado dramáticamente por Remus que vestía una armadura, lo cargaba con un solo brazo y subían a su corcel blanco y escapaban a gran velocidad para dejar todo atrás, y así solo serían ellos dos amándose por siempre. – Abraxas lo miro lleno de dolor.

-¿Entonces es cierto? ¿Tú amas a ese desalmado?

-¡AH papá no solo lo amo! –dijo entre suspiros y llevándose ambos puños al pecho- , es como, como si fuéramos almas gemelas.

-Hijo mío, siempre he pensado que te mereces todo en esta tierra- Lucius miro con los ojos bien abiertos y lleno de dicha a su padre. Como si fuera a recibir la sorpresa más increíble en la tierra- por eso siempre permití que salieras con los chicos que quisieras, tuvieras amigos, fueras a fiestas para que tuvieras hermosos recuerdos, y creciste tan rápido que ni me di cuenta, te has convertido en un hombre- ¡SI PAPA! ¡ASI ES!- y no tengo corazón para ver como sufres por ese mestizo del que ni siquiera me has contado gran cosa por temor a sentir que nos decepcionas a tu mama y a mí- ¡Si! ¡Si! ¡Así es!- por eso yo creo que – y el papá paso saliva y dio una gran bocanada de aire.

-¡¿SI?!

-Creo que no, ¡No dejaré que salgas con más hombres!

-¿¡QUÉ!?

-Siempre has preferido a los varones sobre las mujeres y tu padre no puede soportarlo, ¡Al único hombre que debes amar y al que le debes respeto es tu padre! ¡He permitido todo este comportamiento porque quería que fueras feliz, pero me has roto el corazón!

-¡PAPÁ, NO!

-¡Incluso me dices que son almas gemelas! ¡Y ahora te molesta que te lo prohíba! ¡Mi hijo me odia! ¿¿Por qué cielo santo?? – Y antes de que Lucius pudiera protestar papá Abraxas prosiguió- ¿Cómo puedes odiarme hijo mío yo que me desvivió por ti? ¡Me has roto el corazón! ¡A tu padre jovencito! ¡Te mereces un escarmiento! – Y siguió llorando, limpio sus lágrimas con el pañuelo que llevaba en el bolsillo.

-¡Papá!-

El otro Slytherin que dormía se despertó aterrado por la escena, ya conocía al papá de Lucius y por lo general era un hombre tranquilo y apacible que siempre les compraba cosas, verlo así de prendido lo atemorizo y salió huyendo a hurtadillas con su uniforme en brazos. Se cruzó con el profesor Slughorn en el camino. Y cuando ya estuvo presentable subió corriendo al gran comedor, pero la mayoría lo iba desalojando.

-¿Qué ocurre donde están todos?

-¡Lupin y Snape van a pelear!

 -¿Y qué tiene de espectacular?

-¡Que es nerd contra nerd!-

El Sly corrió junto a los demás alumnos de las demás casas donde había una mitad que apoyaba al Gryffindor y la otra al Sly.

-¡Dejen esta estupidez! ¡Abraxas le está dando la regañiza de su vida a Malfoy!- exclamó el alumno que había presenciad el incidente.

-¿Papá Abraxas?- preguntó Snape y Rosiel, y Crabbe y muchos otros que conocían al generoso (por tanto regalo) papá Malfoy.

-¡Está gritando y llorando y dijo que prefería matar a su hijo a permitir que viviera en este mundo lleno de sangre sucia!- Y todos los Sly incluido Snape corrieron a la sala común, no podían perderse a papá Abraxas enfadado. El que dio la noticia se quedo allí.

-¿Momento tú no vas?- preguntó uno de sus compañeros.

-Ni loco vuelvo allí, con lo enojado que esta nos crucia a todos. -

El resto del alumnado exclamó un grito de desilusión, ya querían ver como entre Lupin y Snape se destrozaban, él lobito se quedó en medio del círculo formado por la concurrencia intentando asimilar lo que acaba de pasar, James se acercó.

-¡Sí huye cobarde!-

Pero eso no era lo que le preocupaba. ¿Entonces era cierto? ¡De verdad su padre prefería asesinar a Lucius el mismo a dejar que fueran novios? Corrió siguiendo el camino que los alumnos habían dejado tras de sí.

-¡Eso es Lunático acábalo! ¡Tú puedes!-

Y no solo eso, también le dolió que incluso Snape que no era más que un amigo para Lucius y que además era mestizo y pobre como el, conocía al padre de Lucius. Incluso se había referido a él como papá Abraxas. 

Los pasillos estaban vacíos, luego encontró las escaleras que bajaban hacia las mazmorras y allí encontró a media casa reunida afuera mientras otros entraban y salían.

-¡No están!- dijo uno.

-No hay nadie.

-Qué pena, yo quería ver a papá Abraxas enfadado.

-Yo no, tonto Lucius, si yo lo tuviera de padre me aseguraría de explotarlo al máximo, le sacaría todo lo que pudiera.

-Sí, pero es tan tonto, gritando a los cuatro vientos que anda con el mestizo de Lupin, obviamente se lo iban a cargar.

-Qué pena por papá Abraxas, recuerdo cuando nos compró boletos para la Ópera – dijo una chica de Sly de sexto, ella junto con Lucius y sus amigas habían ido pues Lucius era en ese entonces presidente del club de fans del soprano en boga al que ellas pertenecían.

-A nosotros nos llevó al zoológico.

-Y puso litros y litros de helado en la pijamada de primero.

-Y en la fiesta de segundo consiguió un dragón para que lo montáramos y en tercero un unicornio aunque no entiendo porque un unicornio.

-A Lucius le gustaban cuando era más pequeño. JAJAJA Se puso todo rojo de vergüenza cuando lo vio JAJA.

-Pues a nosotros nos consiguió entradas para el torneo estatal de Quiddich cuando las entradas estaban agotadas y convenció a Slughorn para que nos dejara ir en plenos exámenes ¡Y entre semana!

-Sí, incluso a Snape le matriculo casi toda la escuela y eso que es mestizo-

Severus hizo un gesto de inconformidad. “Gracias por abrir la bocota Rosiel”, no quería que se supiera que el padre de Lucius le había becado casi toda la escuela, pero gracias a él tenía libros, material y uniformes de buena calidad.

Como olvidarlo, fue en la fiesta de cumpleaños de Lucius, cuando este cumplió catorce, el solo hizo acto de presencia (y llegar fue todo un via crucis)  porque Lucius le rogo que fuera, pero no quería hacerlo ya que todos lo criticaran y se burlarían de el por su ropa usada, no tenía nada elegante más que los uniformes de la escuela y se vería ridículo usando eso. Incluso el regalo que compro era basura, lo dejo tímidamente en la mesa de los obsequios, había uno enorme del tamaño de un automóvil, nunca supo qué diablos era pero todos eran enormes. Entonces tras saludar a Lucius muy rápido, quien estaba en su habitación,  porque tampoco quería que lo viera en fachas, ya se marchaba, pero se quedó perplejo al pasar frente a la gran biblioteca, había tantos volúmenes de todo tipo, no quiso husmear pero quedó prendado cuando se encontró con su título preferido, “El terrible gran almanaque de magia negra y prohibida” lo retiro del estante que estaba a ponerse de puntitas de distancia y lo sacó tímidamente. ¡Era increíble!

-¡SEV!- casi pierde el equilibrio y cae, lo oculto tras su espalda y Lucius entró a la biblioteca, por supuesto se quedó extrañado por la extraña túnica azul cielo que parecía de niña, de una niña muy alta, pero no dijo nada. -¿A dónde vas? ¡La fiesta es en el jardín! Puedes dejar los libros aunque sea una hora, son vacaciones. ¿Qué llevas allí? ¿Es un libro de defensa contra las artes oscuras?

-¡Sólo quería revisarlo!

-¿No es el mismo que está en la sección prohibida y que siempre entras a hurtadillas para llevártelo a la sala común? – Severus asintió.

-Ah, ¿Lo quieres? Quédatelo.

-¿Qué? No, no, es de tus padres no puedes regalármelo así como así.

-Ah, no te preocupes, quédatelo, te lo regalo.

-¡No!, ¡Además es tu cumpleaños, no puedes regalarme algo a mí!

-Anda quédatelo.

-¡Pero y si alguien lo necesita!- Entonces Lucius desvió la mirada pensativo, se dirigió al marco de la puerta y gritó hacia la planta baja.

-¡Papá perdí el libro de Magia negra y prohibida y lo ocuparé en la escuela, cómprame otro!

-¡No Lucius como crees! ¡Y si descubren que yo lo tengo, pensaran que lo robe! ¡No!

-¡Papá olvídalo!, quería engañarte para que Severus se lo llevara porque como es pobre no puede pagarlo. ¿Se lo puedo obsequiar?

-¡Lo que tú consideres dulce flor!-

¿Dulce flor? ¿Quién llama a su hijo varón dulce flor, esta demente este viejo?  La voz de Abraxas era varonil pero serena, le pareció un poco desinteresada, pero grito igual de fuerte que Lucius, entonces debía tener unas potentes cuerdas vocales. Era de familia.

-Lo ves dice que no hay problema.

-Gracias, de verdad- abrazo el libro- me gusta mucho. – En ese preciso instante sintió que podría besarlo, le gustaba desde primero y eran buenos amigos, no quería arruinarlo pero si, si en este instante se confesara. Entonces Abraxas Malfoy hizo su aparición levitando un enorme oso de felpa que mando volando a la habitación de Lucius; y deteniéndose preguntándose porque su adorado hijo aún estaba allí y no afuera jugando con los otros. ¿Y ese quién era?, no le parecía familiar.

-Jovencito buen día, ¿Eres amigo de la escuela de Lucius?

-¡Si señor! – Se sintió abrumado por el severo aspecto del hombre cuya mirada pudo sentir como un escáner de rayos X. –Soy.. soy Severus Snape. – por un instante tuvo el presentimiento de que sería echado a punta píes de la fiesta pero en vez de eso el feroz gesto del hombre se ablando.

-¡Ah! Severus, sí, Lucius habla mucho de ti, dice que eres el mejor de la clase, que sabes un montón de duelo y de defensa contra las artes oscuras. ¿Pero qué están haciendo aquí? El espectáculo es allá afuera.

-¡Es lo que le he intentado decir!- exclamó Lucius.

-Admiraba su biblioteca señor- dijo como disculpándose.

-Oh, relájate un poco, son vacaciones, no pienses en libros, además el espectáculo está por comenzar.

-¡Vamos Sev! 

-Sí.. yo- dijo. Iba a disculparse y marcharse pero antes de poder hacer nada, Abraxas sacó una libreta de su bolsillo y repaso rápidamente las hojas y se concentró en un párrafo, luego exclamó como sigue.

-¡Lucius tu amiguito es todo un prodigio! ¡Su boleta es la epítome de la perfección!

-Esa… es ¿ES MI BOLETA? ¡MI BOLETA DE CALIFICACIONES!

 -¡PAPÁ! ¡Me avergüenzas! ¿Cómo se te ocurre?

-Pero como…- ¡¿CÓMO?!

-¡Ese tonto investigador privado!- exclamo Lucius dando un salto de indignación.

-Vaya, vaya tienes un historial impresionante muchachito, si no fueras mestizo hoy mismo dejaba que te casaras con Lucius.  JAJAJA Olvídalo es un broma, mi Lucius jamás va a casarse.

-¡PAPAAAAÁ!-

-Es una broma corazón-  Sintió como su corazoncito se quebraba pero por un lado estaba feliz, eso era lo más cercano a un visto bueno que alguien le había dado, y el hombre no era tan fijado en el aspecto físico como Lucius o su madre y eso lo hizo sentir mejor consigo mismo- ¿Y dime que has hecho por mi Lucius últimamente?

-¡PAPÁ! ¿Cómo se te ocurre?

- ¡El investigador está de vacaciones! y cuando está de vacaciones papá debe indagar.

-Ashhhh- fue Lucius quien respondió sonrojado, con un bello rostro sonrojado- El me salvo del gnomo.

-Bueno solo lo patee lejos. – dijo el moreno sumamente abochornado por la situación.

- ¡No seas modesto Severus! ¡Ese horripilante gnomo casi te muerde Lucius!, ¡Pero que horribles criaturas, que bueno que hayas estado allí Severus!-  

-Sí, bueno no fue nada, solo era un gnomo.

-¡Eres muy valiente!- Se retiraron de allí en dirección a la fiesta cruzándose en el salón donde la mamá de Lucius conversaba.

-Querida este es el chico que salvo a tu hijo del gnomo- lo presentó con una enorme sonrisa.

-Es un placer -dijo ella con una sonrisa fingida y luego regreso su atención a las otras mamás con las que charlaba.

-¡Severus siempre estaré en deuda contigo por ser tan buen amigo de mi Lucius!- a cada palabra y halago el autoestima le subía por lo cielos.

-Es un honor ser amigo de Lucius, es muy amable… yo..

-¡Severus si hay algo que yo pueda hacer por ti no duces en decírmelo!

-Nada señor, es muy amable, gracias por invitarme- Y para cuando Severus se dio cuenta ya era muy tarde y fue de los últimos invitados en retirarse, se había divertido tanto que no se dio cuenta del transcurso del tiempo. 

 Y al siguiente inicio de semestre le llegó el cheque de la beca por excelencia académica, cortesía de Abraxas Malfoy. 

¿Cómo olvidarlo? Gracias a ese hombre había sobrevivido la escuela.

“Ese día jure que además de querer tanto a Lucius, lo amaría nueve veces más y quedaría sujeto a su voluntad con tal de enmendar el quehacer de ese hombre”

Y sin dudarlo le daría sus dos riñones a papá Abraxas.

Había sido mejor padre en esos breves encuentros que su propio padre en toda su vida.

 

Pero ahora todos se preguntaban dónde estaban, si es que era cierto que Abraxas Malfoy había venido a Hogwarts.

 

Mientras tanto en la sala de estar del profesor Slughorn.

-¡¡AUCH!! ¡AHH! ¡BASTA!

-¡Esto no parara hasta que dejes de amar a ese mestizo y te concentres solo en complacer a tu padre!

-¡Pero es que no puedo evitarlo!

-Entonces supongo sniff que tendré que continuar-

Luego de ser convencido por Slughorn, el jefe de casa de Slytherin, de dejar el dormitorio y acompañarlo a su despacho para aclarar las cosas, Abraxas no dudo ni un segundo en sentarse en el sofá al fondo de la habitación, recostar a Lucius sobre sus rodillas, bajarle el pantalón y darle unas buenas nalgadas para sacarle lo insolente y desobediente. Si no se sacó el cinturón era porque no traía, con la palma abierta le daba un buen azote a una y luego a la otra nalga que rebotaban tras dejar de ser presionadas por la fuerza del impulso.

-¡Papá esto es humillante y absurdo!-

Pero el hombre no escuchaba, solo desahogaba su dolor en el perfecto y pálido trasero del joven que poco a poco alcanzaba un tono cada vez más rosado.

Cuando disminuyó la fuerza y velocidad de las revoluciones por minuto que su brazo daba para tundas hizo una pausa para recuperar el aliento.

El profesor de pociones no quiso involucrarse pero una vez que escuchó (porque no quiso mirar) se acercó.

Tanto padre como hijo estaban completamente agotados, desparramados sobre el sofá. El trasero rojo de Lucius resaltaba aun debajo del calzoncillo.  

-¡Abraxas! ¿Qué haces aquí? ¿Y que hizo el joven Lucius que no podía esperar al fin de semana?

-¿Qué, qué hago aquí? ¡Mi dulce flor ha sido objeto de perversión de los nauseabundos alumnos de esta horrible escuela! ¡Y usted tiene la culpa! ¡Por enseñarles a esos despreciables pusilánimes a preparar esas horribles pócimas para que puedan soñar con mi hijito hermoso!

-Abraxas, solo es un poco de Partiri Somnus,  todos lo han usado alguna vez. Y eso no explica que haces aquí.

-Tuve un presentimiento y envíe a mi elfo doméstico (sus presentimientos eran prácticamente cada dos semanas) a vigilar que Lucius estuviera a salvo y resulta que le dan ese menjurje para que tenga pesadillas mientras que otro estudiante enfermo sueña a expensas de sus horas de descanso. No tuve opción más que tomármelo yo, beberme ese veneno que mi hijo estaba a punto de tomar. Le pedí al elfo que me lo trajera.

-¿Te tomaste el Partiri Somnus? Pero, pero Abraxas, es una poción inocua, si no querías que la tomara bastaba con arrojarla por el lavabo

-¡Mi hijo debe saber que su padre se sacrificó por el!

-¡Ay! Abraxas en serio eres imposible. ¿Y qué hacías aquí?

-¡La terrible pesadilla que tuve no fue más que una clara revelación! Y al despertar tuve que tomar medidas, yo, yo quise terminar con su vida, porque este despreciable mundo lleno de sangre sucia es demasiado malo y cruel para él. Por eso yo casi lo. Snif sniff Pero no puedo T___T

-Sí, bueno, no había necesidad de tomar medidas tan extremas, si te preocupa la seguridad de tu muchacho podemos organizar un taller de duelo, así él y otros alumnos sabrán defensa personal

-¡Tienes razón!

-¿Verdad que la tengo?, un taller de duelo…

-Matar a mi primogénito no es la solución- Abraxas abrazo a Lucius bien fuerte.- ¡Te prometo que siempre estaré contigo mi hijo hermoso para protegerte de la perversidad, yo… sniff..  papá encontrara la forma de ser inmortal y estará contigo siempre.

-¡NO!- dijo Lucius cuya voz apenas fue audible.

-¡Y te defenderé de ese monstruo que quiere robarte para esclavizarte y hacerte un montón de indecencias! ¡Yo te protegeré! ¡Pero antes le daré fin a ese sujeto! ¡No estarás a salvo de su depravación hasta que yo me haga cargo!

-¡Pero yo quiero que me depraven!- pero Abraxas no escuchaba estaba más encorajado que un toro en la arena. Mientras que con su duro agarre tenía a Lucius bien pegado a su cuerpo y cortándole la circulación.

-Y yo lastimándote cosita hermosa, cuando lo único que pretendías era llamar la atención de papá T^T

-¡nooomm!

-Pero no te preocupes, papi está aquí. Y te va a cuidar de ese monstruo, del que me voy a encargar personalmente.

-¡Nooo!                                       

-Aprovechare el viaje, y luego tú y yo regresaremos a casa, donde comenzaran tus clases privadas, luego si quieres podemos salir a donde tú quieras y veremos que mamá no se enfade. – luego le dio un beso en la cabeza- ¡DOBBY!- El elfo doméstico hizo su aparición en medio de la habitación.  

-¿Me llamó mi señor?

-Asegúrate de tapear todas las puertas y ventanas de Mafoy Manor. Luego sigue en tus actividades.

-A la orden mi señor. – con un tronar de dedos el elfo desapareció.

-¡Dobby hijo de perra! ¡Ya verás me las cobraré y entonces, entonces sí me vas a respetar!- gritó Lucius aunque su voz fue ahogada por el pecho del hombre que lo abrazaba cual boa constrictor, que continuó exclamando:

-¡Esos malditos sangre sucia no descansaran hasta robarte, pero no lo permitiré!

-Abraxas, ¿No crees que estas exagerando?

-Oh, no. Yo lo sé, deben estar planeando el modo de secuestrar a mi príncipe, tengo que evitarlo.

Slughorn se preguntaba si por fin había llegado a su destino la lechuza que envió, solo esa persona era la única capaz de controlar a este sujeto. Y finalmente, por la chimenea apareció una bruja.

-¡Querida al fin!- dijo el profesor. - ¡No sabes cuánto te esperábamos! Abraxas esta… bueno, ya verás.

-Buen día profesor, es un placer verlo de nuevo, espero que mi marido no haya causado tanto estrago. Por favor reciba este presente como muestra de agradecimiento

-Oh muchas gracias- contesto el hombre- creo que mejor los dejo a solas. – Slughorn salió del recinto llevando la botella en brazos, cerró la puerta tras de sí y salió aprisa rumbo a al salón de clases  mientras la furibunda voz de la matriarca de los Malfoy retumbaba en las paredes.

-¡AABBBRRAAAXAAAASS!-   

 

Notas finales:

Muchas gracias por leer.

 


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