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Profesor al descubierto. por SigmaIII

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Notas del capitulo:

HOLA

Recordando un poco Los Malfoy llegan a Hogwarts estan hartos de que Lucius sea novio de un mestizo, la señora Malfoy discute con Sirius porque el vale la pena mientras Abraxas impone un desafío, quien gane sera el prometido de lucius.

En este cap,  el hombre determina que mago es la mejor opción para Lucius, pero no será quien de la última palabra. Remus y Sirius esclavos por un día. ¿Regulus mafioso? Y Sev, sev está inconsolable. 

Gracias por leer. ;D

El gallo de Abraxas.

 

James había estado dormido en uno de los muchos escondites del castillo bajo la capa de invisibilidad, y cuando despertó no había nadie, por lo que decidió salir y se encontró con la pequeña multitud frente a la fuente donde estaba un mago loco gritando cosas: …..¿QUÉ NADIE TIENE EL VALOR PARA ENFRENTARSE A UN DESAFÍO TAN COMPLEJO Y LLENO DE OBSTÁCULOS COMO MIS PRUEBAS POR LA RECOMPENSA MÁS GLORIOSA, MÁS MAGNÍFICA QUE ESTE MUNDO HAYA VISTO!-  por supuesto él se apuntó sea lo que fuere debía ser genial, como un duendecillo de dos cabezas o un huevo de calamar gigante. Por eso alzó la mano y preguntó si podía participar. Antes de que Abraxas lo pudiera cruciar, él se adelantó entre la concurrencia y se encontró con sus compañeros de clase.

-¡Lunático, Quejicus! ¿Por qué enseñan los calzones? –

Sin entender el contexto, Abraxas concluyó que Lunático y Quejicus más que apodos eran insultos, de modo que infirió que este era un mago supremacista como los de su familia.

-¡Dime Joven! ¿Quién eres? – Exigió. Después de todo si era un sangre pura, tal vez, tal vez podía dejarlo vivir, con secuelas, pero vivo.

-¿Yo? James Potter señor.

-¿Y dime muchacho, eres mago de buena cuna?

-¿De buena cuna? Uhmm no lo sé, creo que era de madera de eucalipto.

-¡JAJAJAJA! ¡No seas absurdo!- Claro que el hombre tenía un sencillo sentido del humor, había hecho reír a esa fiera. ¡Bromista tenía que ser!- ¿De qué familia de magos desciendes?- tanto Remus como Severus lo miraron con reproche.

-Ahhhhh, de los Peverell

-¡Los Peverell!- Claro que estaba impresionado, era una de las familias ancestrales en Gran Bretaña. Agitó su cabeza como para recuperar la soltura y continúo.

-¿Y solo por eso te crees tan especial? Dime, ¿Qué sabes hacer?

-¿Cómo? ¿Qué que se hacer?

-¡Dime! ¿Qué habilidad tienes?

-Pues.. pues juego Quiddich.

-¿Y eres bueno?

-El mejor, soy capitán del equipo de Quiddich de Gryffindor.

-¡Capitán! ¡Vaya!

-Sí, soy el buscador número uno en esta escuela- A cada palabra tanto Remus como Severus querían asesinar a James.

-Ja, pareces un contendiente digno, pero aun no has cumplido todos mis requisitos para participar por la mano de mi adorado Lucius.

-¿Qué, la mano de Lucius? No, no quiero.

-¿QUÉ? ¿CÓMO DICES QUE RECHAZAS A MI HIJO? ¿QUÉ NO QUIERES CASARTE?

-Claro que no, estoy muy chico para casarme.- Por supuesto Abraxas pensaba igual, su amadísimo hijo era muy chico para casarse.

-Supongo que tienes razón.

-Pero quiero participar en el desafío.

-¡Ah! ¡No quieres casarte pero si comprometerte!

-¡Quiero la recompensa súper fantástica!- Remus se dio un zape en la cara, era obvio que este menso no entendía que pasaba.

-Pues bien James Potter, ya que eres un mago de buena cuna, con habilidades admirables casi puedes darte por aceptado..

-¿De verdad?

-¡Pero no te sientas afortunado! ¡Hoy sufrirás las peores calamidades más crueles que se me ocurren solo para comprobar que eres digno! ¡Pero antes tengo que comprobar que no eres otro de esos pervertidos! ¿Tú también tienes esas fantasías perversas donde mi querido hijo es sometido a la depravación carnal de sus inmundas jóvenes mentes?

-¡NO!  ¡NO! ¡QUE HORROR! –Exclamó James ante la idea de imaginarse a Malfoy, y luego gritó aún más de terror pensando en el desnudo, y peor, en actos de carnalidad depravada- ¡Preferiría que me arrancaran la cara a presenciar algo así!

-¡¿Dices que preferirías sufrir a presenciar como mi hijo es ultrajado?!

-¡SÍ! ¡Eso!

-¿Y realmente crees poder estar sujeto a mi voluntad? ¿Realmente crees poder obedecerme sin chistar?

-Si con eso mantiene a Malfoy lejos de mí, haré lo que quiera.

-¡Excelente muchacho! ¡Tú si pareces digno de mi hijo!

-¡¡NNNOOOOOOOOOOOOOOOOO!!- Expresaron al unísono Sev y Remus.

-Te has ganado el honor de enfrentarme, la contienda final será esta misma noche tú contra los mejores duelistas de Inglaterra, la pista de obstáculos más peligrosa y las mentes más …

-Abraxas, basta, nos vamos a casa. Ya hable con Walburga Black, todo está arreglado. – dijo la señora Malfoy haciendo un ademán para que su esposo la siguiera.

-¿Qué? ¡Pero si estaba a punto de encontrar un pretendiente digno de Lucius!

-Pamplinas, el compromiso se ha arreglado, tú hijo se casara con Sirius Black.

-¡Pero! ¡Pero yo iba!

-¡Vámonos ya! Suficiente de ser la burla de estos muchachos-   Tiro del brazo de su marido y se lo llevo de allí en dirección al castillo. Seguido de un rumor de decepción por parte de los presentes que querían seguir contemplando el espectáculo. 

-¿Estás segura? ese James es un diamante.

-¡Vámonos!-

Tanto Remus como Severs se quedaron de pie con el corazón hecho trocitos, y los pantalones aun abajo.  James solo alcanzo a gritarle a la pareja.

-¿Qué entonces no habrá desafío? ¡Yo quería un huevo de calamar gigante!-  

 

……………..

 

-¡¡AHH!! ¡BATUTA! ¡MALO, MALO! ¡QUÍTATE!- Pero el conejito no lo hizo, se sintió atraído por el calor que expedía el cuerpo de su amo y de un brinco aterrizo en las nalgas de Lucius, nalgas que usaría para reposar cómodamente. El mago intento quitarlo de encima con la mano pero el conejo solo se movió apenas unos centímetros para estar fuera de su alcance. La presión sobre su trasero le escocía.

-¡AHH! ¡REMUS!- Remus hizo lo mismo que Batuta, se recostó en la cama con el pómulo contra la roja, ya de por sí grande y palpitante nalga de su novio, porque en ese mismo instante era lo único que lo podía consolar. Tal vez ni siquiera se las podría agarrar de nuevo. Apretarlas, frotarlas, pellizcárselas ni acariciarlas. Ni usarlas de almohada. 

Estaba tan deprimido, al final los Black se habían salido con la suya. Ya ni siquiera sabía que era lo que debía sentir.

Y Lucius aun con dolor en el trasero, humillado ¡Y comprometido con un Black! Si alguna vez se hiciera una premiación por el peor ultraje contra Lucius Malfoy, sus padres ganarían el trofeo número uno. 

Remus lloraba por dentro, cuando finalmente había tenido las fuerzas para hacerles frente no tuvo la astucia ni oportunidad de pelear por lo que creía y como si ya no pudieran empeorar las cosas Regulus Black le envió una carta.

“Mi estimado esclavo, te espero este Sábado a las 6:00 am frente a la sala común de Slytherin, no llegues tarde. “

 

La vida apesta- pensó Remus.

 

………..

 

-Muy bien mis queridos esclavos, el día de hoy van a hacer absolutamente todo lo que yo diga sin rechistar. –

Ni Remus ni Sirius dijeron nada solo lo miraron molestos, y para colmo los había hecho despertar muy temprano, al ser fin de semana no era obligatorio vestir el uniforme de modo que los dos traían ropa cómoda.

Regulus continuó.

-Cuando yo diga una orden ustedes responderán ¡Sí amo Black! Y lo harán inmediatamente ¿Entendido?......... ¿ENTENDIDO?

-Sí, amo Black- al unísono.

-Excelente, como me da pereza decir sus nombre me referiré a ti como Esclavo uno- a Sirius- Y a ti como esclavo dos- A Lunático. - ¿Entendieron par de inútiles?

-Sí, amo Black- de nuevo al unísono.

-Muy bien ahora síganme- Regulus camino derechito al gran comedor, quería desayunar temprano pues sería un día divertidísimo y tenía que optimizar el tiempo.

Llegaron y se sentó en la mesa de Slytherin que prácticamente estaba desierta. En las mesas había algunos platos ya servidos y ligeros, el resto esperaba a la llegada de más alumnos.

-Muy bien esclavo uno, tráeme una tostada de la mesa de allá.

-Pero si aquí hay tostadas.

-¿No te quedo claro esclavo uno? – Sirius suspiró fastidiado. Y fue hasta la mesa al otro lado del comedor por la maldita tostada.

-¡Esclavo dos!- Remus brincó al saber que se dirigía a él. -Adúlame.

-Ahmm… amo Black uhmm eres.

-¡Háblame de usted idiota!

-Tkkk usted es…

-¡No dijiste amo!

-Amo Black usted es muy inteligente? Ehmm es muy – “Mierda”- educado, tiene mucha clase.

-¿Y qué más?

-Es muy guapo.

-Ajá, cierra la boca- Sirius regreso con un plato con dos tostadas y la coloco en la mesa cerca de Regulus.

-Esclavo uno ahora tráeme la mermelada de la mesa de allá- Sirius aspiró aire y contó hasta diez, definitivamente sería un día muuuuuuuy largo. Regreso.

-Aquí está amo Regulus- dijo tajantemente.

-¿Y qué esperas, crees que se untara sola? Y no seas avaro que tú ni la pagas. –

Como si hacer su tarea y la de sus amigos no fuera suficiente. El maldito los hizo terminar el castigo de un Ravenclaw que se saltó las clases y ahora debían pulir los trofeos de las vitrinas, por supuesto este Ravenclaw ya le debía un favor a Regulus que evidentemente usaría para su red de negocios, quien diría que mini Black era el jefe de la mafia.

Y sí, de hecho sí. Porque cuando terminó de cobrar favores, llevando a ambos Griffindors cual guardaespaldas. Se retiró a su sitio de trabajo.

Por supuesto los hizo sacar la silla del dormitorio a mano, posicionarla justo en medio del sitio estratégico, un escondite bajo las escaleras, acomodar el cojín en ella, y como si fuera un gran señor feudal se sentó con sus dos sirvientes tras de él, de pie cada uno de un lado. Pero como es Sirius le valió y se sentó en el piso.

No muy lejos su cofre del tesoro, con dulces, exámenes contestados, tareas resueltas, planas ya elaboradas, juguetes con broma y juguetes sencillos.

Y para sorpresa de los merodeadores, había alumnos de primero y hasta de quinto que llegaban con Regulus a pedir favores. Favores que con lujo de detalle anotaba en su libreta. Les sorprendió descubrir que no solo ellos dominaban Hogwarts.

-¡Por favor Black, no puedo reprobar el examen!

-¿Y yo que ganó?– mientras la pluma escribía.

-Yo, yo.

-Si no tienes nada que me sirva vete.

-Te daré mi mesada por una semana.

-Bien- con un movimiento de varita saco una chuleta (acordeón o como le digan) del baúl que calló en las manos del joven, este la estudio rápidamente con la mirada y agradeció efusivamente. Y se marchó.

-¡Y no me conoces eh!- antes de que el chico se perdiera de vista.

-¿Mamá sabe qué haces esto?

-¿Mamá sabe que tu compromiso con Malfoy es falso?- Sirius rodó los ojos. Ya sabía el nuevo sobrenombre “pequeño mafioso” y pequeño para que se enoje.

-¿Y para que quieres el dinero?

-Estás impertinente esclavo, demasiadas preguntas, Sirius reverénciame y besa mis pies. –

Sirius se puso de pie de mala gana y se inclinó ante él colocando una mano al frente cruzada sobre su pecho y la otra atrás en la espalda baja, reverenció y estuvo por inclinarse. – Para sorpresa de Remus Sirius iba a hacerlo y más para su sorpresa Regulus alzo la pierna para mantener elevado el pie y hacérselo más fácil.

Sirius dio un beso rápido pero sólido para no tener que volverlo a repetir.

-Ahora di gracias amo.

-Gracias bebé Reg.

-Vuelve a tu sitio esclavo-

Remus ya estaba cansándose de tanta actividad. Si bien era interesante ver como Regulus manejaba su negocio, ya quería marcharse, lamentablemente apenas había pasado medio día. Pero como pensando lo mismo Sirius exclamó.

-Amo Regulus tenemos hambre.

-Qué pena.

-¡Ya Regulus, no seas así, yo nunca te torture de esta manera!

-¡Me amarraste!

-¡Pero te deje comer! ¡Además fue tu culpa pudiste elegir ser el vaquero y preferiste jugar al banquero bobo! Y ya supéralo.

-Ashh Está bien pero tomaran turnos, ve primero a comer algo y después Lupin cuando regreses así que no tardes.

- ¿Y tú que fuiste?- pregunto Remus a Sirius imaginando que hablaban de un juego.

-El ladrón.

-Típico de ti hermano.

-Volveré pronto Rems- Y Sirius corrió en dirección al gran comedor.

Remus se quedó a solas con Regulus, como se estaba cansando comenzó a caminar de un lado a otro, y finalmente se reclino contra el muro, ya cansado del silencio incómodo se atrevió a hablar con él.

-Reg… Amo Regulus ¿Puedo preguntarte algo?

-¿Qué?

-¿Te gusta Lucius?- Regulus rodó los ojos con fastidio y contestó con fastidio.

-¡No Lupin! ¡No se trata de Lucius, no se trata de ti! Puedes por un minuto detenerte a pensar que NO, NO quiero bajarte a Lucius, nadie quiere bajarte a Lucius. ¡A nadie le interesa meterse contigo! Sí, Lucius es muy atractivo, sí, es adorable, todos quieren con él pero le temen demasiado a su padre. ¿Entonces por qué, por qué quiero que se case con Sirius? ¡No te incumbe! Pero si quieres una respuesta con la que tu diminuto cerebro pueda lidiar es que sencillamente quiero que Sirius haga lo que mamá quiere y punto ¿Puedes entender eso? ¿Tengo que seguir dándote explicaciones? ¿Te tengo que seguir rindiendo cuentas?

-No, me quedo claro. Lamento que te enfades así. Pero, deberías apoyar a tu hermano en lo que decida.

-¿Tú qué sabes?, eres hijo único, a mí no me vengas a dar consejos.

-Es cierto, no tengo hermanos pero si Sirius lo fuera, o si yo tuviera un hermano, un hermano como Sirius o como tú, haría lo que estuviera en mis manos para apoyarlo y asegurarme que fuera feliz.

-Que tierno Lupin, de veras, que tierno y que idiota, eres tan inocente, de verdad crees que la vida es un cuento de hadas donde todos podemos salir al mundo y hacer lo que queramos – “A veces tienes que hacer cosas por las personas que quieres, cosas por las que se enfadaran, por las que podrían odiarte pero que tú haces por su propio bien, porque te interesa su bienestar”- de verdad que tierno, pero porque no mejor me cuentas como te fue en diez años a ver si lo licántropo, mestizo y pobre no fueron obstáculos para casarte con Lucius y vivir en una mansión con tu sueldo de un trillón de galeones, deseo fervientemente que me lo eches en cara pero ahora ¡Cállate!, eres mi esclavo y ya no tienes permiso para hablar. –

De verdad que Regulus se puso muy tenso y cruzo los brazos para descansar y cerro los ojos. En serio que no entendía a Regulus.

Remus no dijo nada más pero entonces se dio cuenta.

“¡Regulus sabe que soy licántropo!

Pero entonces, ¿Entonces Sirius se lo contó? ¿Desde cuándo lo sabe?”

Sintió como su corazón latía con fuerza y le sudaban las manos, estaba muy nervioso, de verdad odiaba que lo supiera. Se sentía terrible, preocupado y nervioso ¿Pero cómo? Si era muy reservado. ¿Lo habría visto salir de noche? ¿Lucius? No ellos casi no se hablan. Definitivamente fue Sirius.

No le peso que Sirius lo hubiera contado. Le incomodaba que alguien más lo supiera. ¿Y si habían más personas que lo sabían y el ni en cuenta? Mientras más gente lo supiera sería peor. ¿Y si lo divulgaba? Pero justo ahora.

Remus analizo cada palabra en busca de pistas.

…a ver si lo licántropo, mestizo, pobre no fueron obstáculos…

Lo dijo rápido y más enojado que burlándose o amenazando…

Pero no se lo echó en cara en ese momento, ni se inmutó cuando lo dijo como si no le importara o como si, como si no se hubiera dado cuenta que lo dijo.. podría ser que no se dio cuenta que lo dijo, ósea, ¿Se le salió decirlo? 

¿Ya lo sabía, no debía contarlo y se le salió? ¿Se dio cuenta de que lo dijo?

Mierda, si es así, entonces ya lo sabía desde hace mucho. ¿Desde cuándo? ¿Importaba?

-¿Sirius te lo dijo?

-¿QUÉ?

-Mi condición-

-Sí y qué.

-Gracias por no decirlo.

-Tengo mejores cosas que hacer.

-Gracias Regulus.- Dijo muy aliviado.  “Eres un buen amigo”

Escuchó unos pasos no muy lejos, seguro alguien venia por un favor, ¡Porque hasta noviazgos conseguía el maldito!

No lo miró directamente pero cuando lo reconoció se acercó.

-¡Lucius!

-Hola Rems- Tenía mal aspecto, los ojos rojos y muy triste. Además se pintó el cabello de castaño, se dejó flequillo, el resto trenzado y por dentro de la túnica para que no se notara el largo.

-Lucius tu cabello.

-No quiero que me reconozcan- porque no podía con la vergüenza, se le hizo muy difícil abandonar el dormitorio de Griffindor y si lo hizo fue porque Slughorn notó su desaparición. Y no salió de la cama la cual tenía insonorizada y con todo el dosel puesto porque le daba mucha vergüenza, solo el día primer día que se asomó al gran comedor lo señalaron y aunque se enfrentó al primer zonzo que hizo la imitación de su padre cuando decía tonterías en la fuente, no pudo contra todo el alumnado, se sentía chiquito e insignificante. – Regulus, me puedes conseguir los apuntes de séptimo del fin de curso.

-Claro- dijo este- pero te costara bastante. –

Lucius hurgó sus bolsillos.

-¡No Lucius!- se adelantó Remus- No puedes faltar a clase el resto del curso, se les va a olvidar, ya tendrán algo de que reírse después, es decir antes de esto todos se reían de Lovegood por pasar toda la noche en la torre de astronomía esperando ver un animal que ni existe, hará otra tontería después.

-¡Cállate Lupin! Él está en todo su derecho de faltar si quiere hacerlo. – Remus miró severamente a Regulus.

-Sabes que, lo solucionaremos, tú y yo vamos a arreglarlo.

-Rems

-Mira déjalos que se comporten como chiquillos horribles- y miró a Regulus- nosotros somos casi adultos, la única opinión que importa es la nuestra. – Lucius asintió y se acercó a Remus y el a él y se abrazaron, Lucius se apoyó contra él y Remus lo abrazo por la cintura y le beso el hombro.

-¡Se supone que ustedes no pueden verse! ¡Y tú esclavo apártate de Malfoy! ¡Te mereces un castigo por hacerme perder una venta!

-¿Remus es tu esclavo?

-Si Malfoy y no es para que lo manosees.

-¡No es justo!

-¡¿Verdad?!- exclamó Remus.

-¡Tú nunca has sido mi esclavo! – le reprochó Lucius- ¿Por qué si puedes ser esclavo de Regulus y no mío si yo soy tu novio?

-..Sol mío pero…-

Lucius hizo un puchero. Y repitió -¡Yo quiero que tú seas mi esclavo!

- ¡Llévatelo Malfoy!- dijo Regulus harto de la presencia de Lupin- lo quiero fuera de mi vista, pero te advierto es un inútil.

-¿De verdad Reg?- preguntó Lucius feliz por una vez desde ese fatídico día.

-Claro.

-¿Cómo que de verdad?- bramó Remus- ¡Debes rescatarme no pedirle permiso para llevarme!- reclamó a Lucius.

-Pero es que, eres su esclavo y no puedo llevarte sin su permiso. Aunque seas mi novio no puedo hacer eso es grosero.

-¿Grosero? ¿Dices que es grosero?

-Gracias Malfoy, pero de verdad, ya llévatelo- insistió Regulus- no me sirve. A ver si encuentras algo que pueda hacer.

-Oh claro que lo haré♥ ¡Lo ves Rems, conversando se arreglan las cosas! ¡Ahora se bueno! –

Lucius jugó dibujando círculos en el pecho de Remus y se lo llevó del brazo a la sala de menesteres. Mientras el lobito decidía si ser regalado era bueno o malo.

-¿Ahora qué clase de esclavo serás? ¿Cómo un sirviente? ¿O preferirías ser mi Esclavo sexual♥?, o mi asistente personal como un secretario sexy que me tiene al tanto de mí agenda. ¡O todos! ¡Sería magnífico! ¿No crees? que fueras algo así como mi como mí sirviente y me peinaras y me besaras y te desvivirás por mí ¿No sería genial? -

“¿Por qué tengo la impresión de que ya todos pensaron en que seré el chacho de Sirius y Lucius? Se parece tanto a mi sueño. “

-¡O un guardaespaldas rudo y fuerte! – Lucius se abrazó a Remus hasta casi asfixiarlo. La escena era un poco hilarante porque Lucius era un poco más alto.

Remus se sintió a gusto de estar con Lucius pero luego recordó a Sirius.

-Lo siento Lucius, pero… pero debo volver, el trato era que yo sería esclavo de Regulus por un día y tengo que cumplirlo, lo lamento, prometo que seré tu esclavo el próximo fin de semana.

-Sí- Lucius lo entendió de inmediato. Se despidieron con un beso.

Remus regresó por donde había venido y en el camino se cruzó con Sirius.

-Ya Lunático, comí- casi eructa- corre antes de que el “amo” se enfade.

-Yo. Sí.- Iba a marchar pero Sirius lo detuvo.

-Espera yo, lo siento Remus, lo siento, siento haber pedido la mano de Lucius, lo lamento, pero te aseguro que jamás me casaré con él, en cuanto sea mayor de edad y pueda mudarme de casa de mis padres yo yo.

-Está bien Sirius. Yo entiendo.

-Es que hasta la cena me entere que peleaste en el desafío del padre de Malfoy- era evidente que sentía pesar. – Remus negó.

-Cual pelea ni que nada ni siquiera fui seleccionado, soy mestizo, el padre de Lucius me descartó de inmediato. – Suspiró.

-Lo lamento mucho me siento asqueado esta estupidez.

-Cálmate mira, lo bueno es que Lucius y tú ya están mejor con sus familias ¿O no?- Sirius asintió – Y también que- Remus pasó saliva- bueno hasta James se divirtió.

-Sí- sonrío tristemente.

-Gracias Sirius, lamento que te sientas incómodo.

-¿YO?

-¡TU lunático! ¡Tú eres el que me preocupa! ¡Deberías mandarme al demonio! ¡Debiste hacerlo hace días!- Remus negó.

-No, como podría, yo te lo pedí.

-Nadie pidió nada, todos estuvimos de acuerdo. – dijo fastidiado Sirius pero no por Remus sino que la situación que era mierda. ¿Por qué a esta edad tenían que lidiar con esto? ¡Había toda una vida por delante como para pensar con quien jodidos casarse todavía sin haberse graduado!

Hubo un silencio pero entonces. Remus agradeció por dentro. Porque se dio cuenta que la intención de Sirius nunca fue quitarle a Lucius, ni siquiera lo pensó, lo hizo por él y se dio cuenta que todas esas sensaciones en la barirga eran celos, estaba celoso de él porque ahora era el prometido de Lucius, el hombre que sin conocer sus padres habían aprobado. Pero Sirius no tenía la culpa, de nada más que de ser un buen y loco amigo. No podía enfadarse con él.

Ni siquiera se había burlado de Lucius por lo del desafío y eso que era un gran escándalo, tal vez en otras circunstancias.

De niño nunca creyó tener un amigo así y sonrió.

-Gracias Sirius, iré a comer algo porque muero de hambre. –

Sirius iba a corregirle de nuevo ¡Que no era un favor, todos lo acordaron! Pero sonrió dejando marchar a su amigo a las cocinas.

 

Severus:

 

Estaba decaído hecho bolita bajo los cobertores. Había llorado, por un montón de cosas, primero por Lucius y luego porque su vida era miserable, todo le pasaba a él, era pobre, feo, el nerd al que todos hacen bully hasta los de primero se burlaban de él aun siendo prefecto, su padre un muggle abusivo. Y el único hombre que admiraba, Abraxas Malfoy fue inflexible con él. Y lo peor, lo peor es que el cabrón de Black el bastardo, su archienemigo en la tierra era el prometido oficial de Lucius desde hacía tres días, ese bastardo siempre se salía con la suya, todos sabían que no quería a Lucius solo lo hacía para que no lo desheredaran, solo lo utilizaba y aun así consiguió ganarse a la mamá de Lucius. Si no fuera tan cobarde, si hubiera sido valiente y dicho ¡Señora el único mago decente para su hijo soy yo, Black solo lo utiliza ni siquiera le agrada! Tal vez, tal vez… Y él lo amaba tanto y nunca podrían estar juntos.

Se incorporó y salió de la cama limpiándose las lágrimas iba al baño para beber agua del grifo pero se cruzó con la cara de Lucius. Ladeo la cabeza intentando comprender que tenía, Ah sí, se cambió el color de cabello. Si pudieran hacer eso, cambiar sus identidades y huir juntos. Si tan solo le correspondiera a él y no a Lupin.  

-¿Por qué lloras Sev?- ¡Dejo que lo viera llorar!

-No sniff, no es nada.

-Dime, somos amigos, tal vez pueda ayudarte- Severus se dejó caer de sentón en su cama.

-Es la persona que me gusta- decidió ser directo- Yo lo amo pero se comprometió y su familia no me considera buen partido y lo amo tanto.

-¡SEV!- Lucius lo abrazo.

-¡LUCIUS!

-Lo siento tanto Sev ¡Siento tanto lo que Te está pasando! Te entiendo perfectamente, a mí me pasa algo similar – Y se puso a llorar.

-¡No Lucius no llores!- Lo abrazo y Lucius también lo abrazo y lloraron desconsoladamente.

 

Notas finales:

Brevario cultural: Título "El gallo de Abraxas" 

Puse al principio gallo (el pollo) haciendo referencia a una expresión coloquial que se dice mucho en México "Ese es mi gallo" pero no sé si en otros países se utilice por eso la pongo en las acotaciones. 

Hace referencia a las peleas de gallos (con las que no estoy de acuerdo pero bueno la expresión es muy común)

En el lenguaje cotidiano una persona le dice a otra "Eres mi gallo" ó "Ese de allá es mi gallo" para señalarla y quiere decir "ese es mi hombre" "esa es mi mujer" pero refiriendose a: en el/ella confío, le apuesto, tiene mi apoyo, yo creo en..., es mi favorito (a), el preferido (a), mi ganador (a)"

Como si en una pelea de gallos tu supieras a cual gallo le apostarías porque tiene características que aprecias y sabes que le haran ganar la pelea, así tu apuestas todo en una persona, es casi como un cumplido. 

En el caso de Abraxas es James pero ni modo. Mamá Malfoy ha hablado será Sirius. 

...................

Bueno, eso es todo por ahora. 

¡AHHHH! 

Gracias por leer. 

Saludos. 


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