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Profesor al descubierto. por SigmaIII

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Notas del capitulo:

Hola, aquí actualizando. 

Ahora escucharemos el relato de Remus sobre su amor de verano en la escuela Hogwarts de magia y hechicería.   :)

Los Griffindor presentes tomaron lugar en la sal apara estar cómodos mientras el querido profesor de chocolate Remus Lupin (no muy convencido del porque) iniciaba su relato:

-Todo comenzó esa mañana, antes de la visita a Hogsmade. En ese entonces nos encontrábamos a mediado des quinto año…..

 

-¡Malfoy deja de acaparar a Lunático!

-¡Piérdanse! ¡Remus es mío el día de hoy!- dijo el joven rubio que tenía bien sujeto a su novio contra el cuerpo.

-¡Remus dijiste que irías a mirar la práctica la próxima vez que es hoy!- reprochó James.

-Lo siento chicos, pero no me apetece… - respondió el ojidorado casi asfixiado por el agarre de Lucius, antes de ser interrumpido por este.

-¡Ya lo oyeron largo de aquí! –

El trio de amigos ya dados por vencido se alejó en dirección al campo. 

-Me encanta tenerte solo para mí- pronunció el Slytherin llenó de satisfacción. Por su parte Remus solo asintió, le gustaba estar con él aunque también extrañaba a sus amigos. Y también extrañaba respirar. Se separó para dar una buena bocanada de aire. Su novio tenía la manía de abrazarlo y estrecharlo bien fuerte durante periodos de tiempo prolongados y si se podía recostarse a la sombra de un árbol y así  ponerse a leer como en esos momentos hacía, olvidando que el otro necesitaba oxígeno para vivir. Se preguntaba cómo era que Batuta, el conejo de Lucius no había muerto de asfixia o aplastado por el tremendo agarre que poseía su dueño.

-Fuuu.

-¿Qué ocurre osito?- dijo con una voz coqueta.

-Nada Estrellita mía. –Remus volvió a ocupar el lugar entre los brazos de su amado. Quien sonrió.

Mientras tanto eran divisados (a escondidas) por unos ojos inyectados de celos y rabia.  Severus había seguido a los merodeadores esperando sabotear de algún modo la práctica de James pero se detuvo cuando vio al objeto de su amor en las garras de uno de sus archienemigos. (Más bien era al revés pero bueno, tenía una propensión a distorsionar los hechos)

………………………….

-¡Momento! ¡Momento!- interrupción de Ron- ¿Se hicieron novios así y nada más y se lo bajaste a Snape?

-¡Yo no sabía que le gustaba! ¡Es más nunca se lo pude quitar si fue mío primero! –

Lupin carraspeo y continuó el relato.

…………………………

-Era fin de semana y como todos los meses, dedicaba los días de en medio a Luicus (su amorcito) (Pues era la etapa del ciclo Lunar en la que se sentía más animado, fresco y relajado.)

 Por su parte Lucius solo tenía que entender que la agenda de Remus estaba tan apretada para estudiar que solo podía dedicarle un par de sábados y un domingo y no quería interponerse en su sueño de ser el premio anual aunque se sintiera un poquito (bastante) hecho a un lado, pero no quería ser egoísta. Por eso si podía se lo robaba lejos de sus amigotes mensos que iban a practicar Quiddich y se fueron derechito a Hogsmade, en ese preciso instante estaban en Honeydukes. Y porque lo quería mucho le estaba comprando unos chocolates y de paso una paleta para él.

-¡No es necesario!- dijo nervioso el muchachito de ojos dorados temblando por la exorbitante cantidad de dinero que su novio había gastado en golosinas- ¡de verdad, no te molestes!

-Claro que no es molestia ^^ -  ¡¡  TOT no desperdicies tu mesada así en mí  !! – Además yo también quería dulces- el rubio se llevó una piruleta multicolor a la boca y comenzó a lamerla. Mientras seguían caminando en dirección a una locación más privada. Remus se sentía un poco angustiado, desde el verano anterior sentía ciertas necesidades… más específicamente por el cuerpo de su Solecito y era cada vez con más frecuencia y en los momentos menos oportunos como justo ahora, mientras caminaban y lo miraba besar el caramelo suculento de la paleta de dulce… sentía que hervía aunque a decir verdad había una brisa que los llevo refugiarse contra un árbol del sendero.

-¿Osito estás todo rojo qué sucede? ¿Estás enfermo? - 

Remus no tenía escapatoria, quería besar esos suaves y apetitosos labios, chuparlos, lamerlos, morderlos y saborear su lengua con la propia, el deseo se estaba volviendo cada vez más y más fuerte, no podía combatirlo, iba a hacerlo, quería lamer el interior de esa boca para sentir su calidez y saborear sus paredes. Realmente lo iba a hacer. Aunque su cerebro le gritara que se detuviera, su corazón le rogó que no hiciera nada de lo que se pudiera arrepentir pero ya no podía hacer nada. Sin salida de la mina de sus impulsos Remus se acercó unos centímetros al rostro de su novio dispuesto a besarlo quien con toda la disposición del mundo sonrió y se dejo acorralar contra el tronco. Pero entonces con el último atisbó de autocontrol metió la mano de lleno en la bolsa de los dulces que llevaba Lucius y saco unos caramelos, unos caramelos de cajeta quemada para ser exactos, tomo un puñado y se lo metió a la boca. Apenas los mordió sus dientes se quedaron pegados, los de arriba contra los de abajo haciéndolo incapaz de abrir la boca.

Respiró sumamente aliviado de haber conseguido detenerse, antes de algo de lo que se pudiera arrepentir.

Lucius gritó y brinco exasperado cerrando los puños pero a Remus no le importó.

-¡Vamos osito no tiene nada de malo! ¡Hasta cuando lo harás como se debe! – Remus solo negó y lo abrazo tan efusivamente que al rubio no le quedo más que corresponder frustrado al abrazo.

-Asshhh- Caminaron tomados de la mano pero sin hablar, Lucius por que estaba indignado y Remus porque todavía tenía bien cerrada la mandíbula por el caramelo.

- Están buenos. – comentó cuando la última pizca se había disuelto en su boca.

-No me hables, no estoy de humor. – Lucius le soltó la mano y se adelantó unos pasos, acomodó su larga cabellera con un movimiento de cabeza, aun así el flequillo volvió a caerle en la frente, no se puso el listón para darle gusto a Remus que decía le gustaba suelto pero ahora su cabello tenía hojas y ramitas que caían de los árboles. Había sido muy paciente, pero su paciencia no daba frutos así que ya no tenía porque contenerse. 

-Lo siento. Se me antojaron mucho. –dijo el leoncito intentando disculparse.

-¡Ya basta! ¡Deja actuar y poner escusas!- lo encaro- ¿Cuál es tu problema? ¿Si no quieres nada serio conmigo por qué sigues haciéndome esto? ¿Por qué no me besas? ¿Por qué no me dejas besarte?

-Pero si nos besamos.

-¡Yo quiero un beso francés!- Remus negó.

-¡Lo ves siempre con tus reglas absurdas! ¡Estoy harto! ¡Si no te gusto solo dilo y …- Remus lo sujeto por los hombros. 

-Me gustas mucho. No tienes idea de cuánto me atraes- Remus bajo la vista sonrojado, Lucius se impresionó, no esperaba un diálogo tan directo, su agarre era muy fuerte, pronto el moreno comenzó a lagrimear- quiero pero no puedo, no debo… mancharte… - y se fue corriendo llorando.

………………………………………………

-          ¿¿Pero por qué no solo besó a Malfoy profesor??- Harry había alzado la mano para pedir permiso para hablar como si estuviera en clase. Lupin se sintió avergonzado, de nuevo se preguntaba cómo habían podido convencerlo de contar sus intimidades. Pero quien contesto fue Hermione.

 

-          Hay Harry, se nota que no aprendiste nada en tercer año, ¡Por la saliva! , la licantropía se transmite…

-          ¡Por la mordida de un hombre lobo!- dijeron al unísono los presentes.

-¿Eso significa que su relación se basó en puros besos sin lengua?- Lupin asintió. –Diablos- dijo Ron frunciendo el entrecejo, no creía que algo así fuera posible. La única chica presente negó diciéndose “hombres”

-¿Pero luego qué paso? – preguntó Sirius para que siguiera contando la historia aunque había sido parte de ella.

Lupin continuó narrando.

………………………

-El heredero de los Malfoy marchó meditabundo y triste de regreso al colegio, aun llevaba la bolsa con dulces que obsequio al primer Slytherin con quien se cruzó. No se sentía con ánimos para estar con más gente. Y el clima tenía tan mala pinta que quedarse afuera lo deprimiría. Busco algún escondite donde aislarse del mundo. Encontró su sitio predilecto, un descanso en una escalera en desuso, se sentó en el suelo, en uno de los escalones cercanos a una ventanilla con un bello vitral. Se dejó caer y suspiró. Tras un rato en silencio, escucho unos pasos, una figura subía las escaleras y se sentó unos escalones más arriba de modo que Lucius le diera la espalda, no le prestó atención hasta que hablo.

-¿Fuiste a Hogsmade? ¿Te divertiste? – preguntó el chico misterioso, un Slytherin de cabello y ojos negros, tez pálida, nariz aguileña.

-No tanto. – Lucius suspiró.

-¿Tú novio de nuevo?- el otro asintió. Quiso desahogarse con su mejor amigo. A quien solía contarle sus penas.

- A Remus no le gustan los besos franceses. Y a veces usa bufandas en pleno verano como para no contagiarse de algo. – Severus pensó que el contagioso era el otro, tuvo el impulso de decírselo a Lucius (eso que ya sabía sobre la condición del Griffindor) pero se contuvo, en su mente maquilo un plan perfecto para hacerse del corazón del rubio que continúo compartiendo su tristeza. - No sé qué le pasa. Cada tanto le da por comportarse así, me trata como si yo fuera tóxico o algo. Hoy se tragó un montón de caramelos de los que ni le gustan con tal de no besarme. – La tristeza en sus palabras y en su expresión conmovió a Snape. Definitivamente quería consolarle. – Gracias por escuchar, sé que sus amigotes te molestan y desearías aniquilarlos. – Severus asintió. – Gracias repitió Malfoy. Se puso de pie dispuesto a ir de regreso a la sala común.

-No deberías sentirte mal por ése sangre sucia.-

Lucius frunció el ceño, no le gustaba que insultaran a su amorcito (aunque fuera verdad), pero luego meditó las palabras de Remus “No puedo, no quiero mancharte”

-Pero él es mestizo..  y ya le había dicho que no me importaba, además - lo dijo más para sí mismo. -¿O acaso le molesta que yo sea un sangre limpia? ¿Le habrán metido algo en la cabeza sus amiguitos sangre sucia? ¿Le molesta mi familia? ¿No le gusto yo? – Severus pudo y quiso decir algo como ¡Así es! ¡No le gustas! ¡No le gustas para nada! Pero tenía que ser más inteligente. Y no había hurtado ingredientes para sus pociones en vano.

-Eso no tiene sentido, sabes, yo pienso que deberías exigirle a Lupin una explicación.

-Ya se lo he pedido. Pero nunca me dice nada convincente, – Severus negó

- Sácale las respuestas por las malas. – Severus Snape ya tenía listo el pequeño frasco el cual mostró a Lucius Malfoy – este es veritaserum, suero de la verdad, lo hice pensando en ti, para que descubras de una vez por todas porque este sujeto te hace sufrir así- el oji plateado abrió los ojos muy grandes llenos de fascinación y una amplia sonrisa por la emoción, eso era lo que necesitaba para sacarle a Remus la verdad de una vez por todas. Estaba más desesperado por descubrirla que en pensar si de verdad quería saberlo.

-¡¡GRACIAS SEVERUS!!- Entonces Lucius le plantó un beso de agradecimiento en la mejilla, le quito la botellita y se la llevo brincando de felicidad.

El plan de Severus era chantajear a Lucius con el veritaserum para que aceptara una cita con él (aunque eran amigos, entendía que no era precisamente su tipo), así a cambio de la botella tendría una cita asegurada siendo el primero en la lista de pretendientes del rubio, y luego de que Lucius descubriera que su amado Remus es un hombre lobo seguro lo dejaba y se hacían novios por el coraje, indignación y despecho. Y en el remoto caso de que no pasara tenía un poco de Amortentia bien guardada por allá y listo. Pero no pudo poner en marcha su plan porque se quedó anonadado un buen rato preso de la sensación que ese beso le causaba. 

Permaneció de pie con la mano sobre su mejilla y mirando al infinito con ojos de borreguito, entonces oyó las risas de los de primero que lo observaban desde la puerta, empezó a despotricar contra ellos, tomo sus cosas y se marchó.

El Lunes, al termino de las clases, Lucius salió corriendo a gran velocidad, libro de un salto los pupitres en medio del pasillo dispuestos para ser remodelados, siguió corriendo hasta atravesar medio castillo y ya sin aire espero cerca del aula de transformaciones donde la clase de los Griffindor terminaba. Entonces se escabullo para no ser visto por los alumnos que salían, allí iban Potter y Black riendo y atrás su Osito y Petter como se llame. Tomo por el brazo a Remus y se lo llevo lejos de allí a gran velocidad, el muchachito tuvo que correr para no caerse aunque no reconoció en un principio a su captor, lo supo cuando oyó a lo lejos la voz de Sirius reclamando. -¡¡MALFOY!!- entonces supo que no estaba en peligro y que su novio se lo llevaba a algún lugar para charlar, de seguro era para reconciliarse.

Encontraron un salón vacío y Malfoy lo cerró con un hechizo. Y como depredador a su presa se acercó hasta estar muy muy cerca de su Osito a quien acarició la mejilla y beso superficialmente en la frente.

-¿Me quieres?

-¡Sí!- respondió Remus más rojo que un tomate y respirando agitadamente, aun se recuperaba de la carrera.

-¡Prueba esto!- dijo Lucius sacando de su túnica la pequeña botella de Veritaserum.

-¿Qué es?

-Una sorpresa.

-¡Anda dime!

-Tú dime a que sabe.

-¿Es algo extraño? ¿Es una poción?

-Solo un sorbo…

-¿Es un filtro de amor?- preguntó coqueto.

-Tal vez- Remus río divertido, sin motivos para desconfiar, dio un pequeño sorbo del líquido traslucido de la pequeña botella. No sabía a nada.

-No sabe a nada.

-¿No?

-No-

Remus se preguntaba si debía saber a algo, pero no pudo percibir ningún sabor, si era una poción no se sentía diferente.

Lucius sonrió ampliamente y miraba lleno de expectación a su Osito, tapo el pequeño frasco y lo guardo en el bolsillo de su túnica. Moría por probar si funcionaba y quería saber que era lo que Remus le ocultaba pero antes quería divertirse un poco.

-¿Te gusto?

-Como no tienes idea.

-¿Cuánto?

-De aquí al Sol y de regreso.

-Guau, y dime Osito ¿Te gusta mentirme, hacerme llorar?

-Para nada, sufro cada vez que me veo en la necesidad de hacer algo así. – Remus no se sintió preocupado después de todo aun en una situación sin suero de la verdad respondería algo similar.

-¿Por qué no me besaste esa vez, el día de Hogsmade?

-No pude, no quiero ensuciarte- Lucius no preguntó más porque imagino que se relacionaba con el asunto de ser sangre sucia, sangre limpia. Pensaba que más le gustaría averiguar y recordó que en ocasiones Remus faltaba periódicamente a clases, a veces estaba convencido de que iba a su casa por cuestiones de salud, pero le había escrito y nunca recibía respuesta inmediata, sin poder resistir la tentación se aproximo y tomo por los hombros al merodeador para verlo frente a frente, y formulo la tan mentada pregunta.

-¿A dónde vas cuando desapareces? ¿No estás en tu casa cierto?

-No, me voy a la casa de los gritos- Esa respuesta tan extraña sorprendió a los dos, a Lucius porque estar allí aun para perder el tiempo no tenía sentido y a Remus por revelárselo. Se tapó la boca para no hablar de más, se soltó de su agarre y retrocedió unos pasos sumamente enfadado y angustiado, el rubio percibió ese súbito cambio en el estado de ánimo de su tierno Osito, se quedo con la mano estirada.

- ¡¡ ESO ERA UN SUERO DE LA VERDAD!!

-¿Qué haces en la casa de los gritos?- Malfoy continuó su interrogatorio aunque se sentía muy atemorizado por la forma en que Remus había respondido, temía haberlo hecho enfadar, debió parar pero ya había traicionado su confianza, no había marcha atrás. Remus intentó huir pero no puedo evitar responder mientras peleaba con la perilla encantada que no cedía.

-Yo…- comenzó a respirar agitadamente- yo… - ¡¡ no… no quiero que lo sepas!- me escondo para que no me vean…

-¿Para que no te vean haciendo qué? – ahora el enfadado era Lucius, se negaba a creer que Remus lo engañaba o que le ocultaba algo sumamente importante pero ya estaba harto de vivir con esa inseguridad.

 -Para que no me vean transformarme – 

 

Notas finales:

D:

¿Cómo reaccionará Lucius?

Lo sabremos en el próximo capítulo de "Profesor al decubierto"

Saludos. 


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