Paternidad responsable: Círculo de lactancia.
¡Abraxas! ¡Abraxas Malfoy! De nuevo, allí. Y eso no era lo peor, lo peor era que estaba muy entrado en conversación con, TwT su mami.
Una vez más, los ridículos padres se habían reunido, pero esta vez no fue culpa de Regulus, fue Hogwarts que convocó a una junta de padres con motivo de la fiesta de graduación.
Y allí estaban sentados, Hope y Abraxas mientras daba inició la sesión. En bancas contiguas a las afueras de un salón del que entraban y salían muchas personas. No parecían odiarse o molestos o mucho menos, a decir verdad, charlaban animadamente, el maldito padre Lucius incluso soltó una carcajada.
¿Por qué? ¿Por qué Abraxas si podía llevarse bien con su madre y no con él?
-Mami TwT- Los merodeadores con sus respectivos novios y Snape miraban a una distancia segura el diálogo entre los personajes.
-Yo siempre de canguro o sentado.
-Yo prefería la lateral posterior a veces tenía que llenar documentos y con tantos formatos mejor, y así tenía mis manos libres mientras mi bebé se tomaba su biberón.
-¿De qué diablos hablan?- preguntó uno de los chicos.
-Creo que hablan de técnicas de lactancia. – dijo Lili que conocía un poco de todo.
-¿Qué? ¿Hay técnicas para dar leche?- dijo James quien pensó en sí mismo bebiendo directamente del envase y en las veces en que sí se servía en el vaso.
-Sí, son las posiciones en las que acomodas al bebé para darle pecho.
-Posiciones- Se acercaron más para escuchar mejor la conversación.
Varias de las madres presentes estaban encantadas con los conocimientos e interés que mostraba el señor Malfoy por la alimentación de los bebés. Es más le tiraban los canes descaradamente.
-Si la use un par de veces- siguió Hope- pero no me gustaba, prefería tener a mi bebé al frente para abrazarlo y llenarle de besos su carita.
-Ah, claro que es lindo pero la lateral posterior te deja las manos libres para frotarle su cabecita y sus mejillas.
-Sí, supongo que esta bien para alguien que trabaja- dijo secamente Hope.
De algún modo esa pequeña y tal vez absurda diferencia de opinión se convirtió en ¿discusión? Y es que sí el tonito de Hope fue medio despectivo.
-Perdón, ¿Pero, me dice que hay algo malo en trabajar?
-Solo digo que si una persona va a cuidar a un bebé debería de concentrar TODA su atención en ese bebé y no solo una parte.
-¡Oiga un momento! ¡Es cierto, trabajaba mientras cuidaba a mi bebé! – dijo al grupo allí congregado como si se tratara de una confesión- ¡Y aun así a mi hijo nunca le ha faltado nada! ¡Mucho menos amor!
-TOT ¡¿Mamá que estas haciendo?!- exclamó el lobito ¿A quién le importa eso? Si Abraxas lo odiaba, ahora lo mandaría eliminar, y todo porque si hay algo que el mago no toleraba, además de que se metieran con Lucius, era que cuestionaran sus facultades como padre.
Remus camino a espaldas del mago haciendo señas con las manos a su madre para que se detuviera y se marchará de allí, la mujer muy contenta de encontrar a su hijo se puso de pie y lo tiró del brazo para mostrar su punto. -¡¡AMOR VEN AQUÍ!!- lo sentó en sus piernas y se lo colgó con la técnica canguro aproximando su cara a su pecho.
-¡MAMAAAAAAÁ!
-Lo ve- a Abraxas- cerca del corazón de mamá. Abraxas se abría marchado de no ser porque se radar se activo y detectó a Lucius a su espalda, se giró, lo tomo de la mano y lo jaló para acomodarlo sobre sí.
-¿A sí? ¿Y qué me dice de esto?.
-¡PAPÁ! ¡NOOO! ¡NO!
-Así, Severus ven aquí- también lo tiró del brazo y lo acomodó igual pero del otro lado- espero que no te moleste.- Lo ve, incluso dos. ¡Lateral posterior superior a todas las demás!- Los chicos estaban como podían con la cabeza recostada sobre sus muslos, uno de cada lado.
-El canguro es mejor, se sienten protegidos- Hope abrazo más fuerte a Remus haciéndole imposible escapar.
-Pero no pueden verte, ¡Que te miren a los ojos, que sepan que son lo más importante en tu vida! - Los tomó por la nuca con cada mano y los movió para que lo miraran a la cara.- Los demás chicos se hicieron para atrás, no querían contemplar eso. Remus y Lucius estaban muriéndose de vergüenza, este último sin saber que en la semana le llegarían cartas y cartas de las mujeres allí reunidas ofreciéndole a sus hijas como pretendientes. Los Malfoy seguramente eran padres cariñosos innatos ¿A quién no le derrite el corazón eso?
Todas las mujeres se conmovieron y algunas lloraron. Entre varias lo rodearon.
Remus se molestó, ahora tenía la atención de todas las mujeres reunidas allí. Y Lucius aprovechó la concurrencia para zafarse de Abraxas y gatear pecho tierra evadiendo todas las faldas para salir del círculo y correr lejos seguido de Remus. Mientras tanto Severus se quedó allí, atrapado en el agarre constrictor de Abraxas y no opuso resistencia, se quedó allí casi correspondiendo el abrazo porque sí, quería mucho al hombre a pesar de no conocerlo del todo. Era grande, fuerte, amable, divertido, un poco loco y lo trataba bien. Olía bien, a su colonia y el tabaco que fumaba. Era la imagen paterna que siempre quiso, quería hacerlo feliz. Por un instante no supo de qué forma le gustaba pero este abrazo aunque fuera para probar su punto, lo sintió con amor. Abraxas bufó cuando notó que Lucius ya se había escurrido, luego sintió como Severus se abrazaba a su brazo y se sobresaltó.
Sirius y James se miraron y luego a Lili, que exclamó:
-¡Es muy buena idea! ¡Una clase de paternidad responsable para los alumnos de tercero!
-¡Lili! – dijeron todos los presentes.
.
.
.
-Tu padre te está buscando.- Lucius no dijo nada, no quería hablar con él por ponerlo, una vez más en ridículo. Severus no insistió, a punto de salir del aula escuchó a Lucius decir por lo bajo “No lo perdonare”, el joven se marchó para reunirse con el señor Malfoy que parecía tan decaído, trato de disimular la tristeza cuando el moreno se dirigió a él.
.
.
.
-Sabías que tu padre fue nominado para director administrativo de ministerio.
-¿Ah sí? Bueno obvio, lleva ya mucho tiempo en el ministerio. - A Lucius le molestaba tanto que Severus hablara y hablara de Abraxas ¿Qué no presencio también la vergüenza que lo hizo atravesar, a ambos?
-Pero no quiso el puesto- Lucius no contestó estaba molesto, humillado, aburrido, pero al menos lo suficiente para controlarse, llegaron a un pasillo donde el mago de los rulos rubios estaba esperando. Lucius estaba tan enojado, no lo miró esperando que su padre rogara por perdón. Pero Abraxas no dijo nada, ya sabía que su hijo no estaba de humor.
-Hace mucho que no voy a Hogsmade, iré a visitar a unas amistades- Abraxas hablaba suavemente, aun apenado con Lucius- Severus me hará el favor de acompañarme, ¿Nos acompañas?- Lucius iba a decir que NO, NO LE INTERESABA. Pero Severus se le adelantó y respondió por él.
-No señor, Lucius irá a la cama- Lucius se desconcertó, no era tan tarde.- te traeremos unas gomitas ácidas, la nueva tienda las vende.
-¡Por supuesto!- exclamó emocionado Abraxas con la idea de enterrar a Lucius en golosinas.
-¡No gracias!- pero este respondió tajantemente- ¡Las odio!
-¿Cómo?- dijo Abraxas sin dar crédito de que su hijo no disfrutara del exquisito sabor de las gomitas cítricas.- ¿Las has probado?
-Si, ¡Y las detesto!
-Vaya, nunca me imagine que no te gustaran.
-¿Por qué no?, ¿A ti te gustan esas porquerías?
-¡Son mis favoritas!
-¿No lo sabías Lucius?- preguntó Severus con un tonito castrante (el propio de una persona que te quiere joder) y como jactándose de sí saberlo el. Lucius lo miró con odio.
-No- ¿Pero como se suponía que sabría algo así? Si era su hijo pero no por eso sabía todo sobre el. Y antes poderle responder algo más, Severus dio por concluida la conversación.
-Marchémonos señor, no queremos llegar tarde...
-Sí, si, regresaremos más tarde.-
Lucius se sintió culpable por no saber lo de los dulces, y también sintió un dolor en el corazón, como una aguja muy fina clavársele y también se sintió algo... un poquito celoso. ¡Al diablo! ¡¡Estaba celoso!! Era su mejor amigo y un así quiso empujarlo muy fuerte y gritarle ¡Consigue a tu propio padre! Pero se quedó callado y triste.
-Pa...- iba a hablar pero la mirada de Severus lo hizo abstenerse.
-¿Qué sucede?
-Ah no, nada, diviértanse.
- ¡Claro terrónci... ahh sí que en la escuela no... adiós hijo- dijo muy sonriente el mago dejando atrás a Lucius que se decepcionó tanto, su padre no lo llamó lindo como normalmente, casi se le salen unas lágrimas.
.
.
.
Pasaron unas horas y Lucius (en pijama) seguía esperando, sentado en el sofá de la sala común la cual ya se encontraba vacía. Se encontraba cruzado de brazos muy molesto. Cuando las puertas se abrieron enseguida pregunto.
-¿Dónde estaban?
-Hola Lucius.
-¡Lucius!- dijo Abraxas absteniéndose de darle un beso en la frente- lo lamento, ya hable con el profesor Slughorn Severus no tendrá ningún problema pero quise ayudarlo a traer las compras- poco a poco las bolsas levitaban en dirección a los dormitorios- te traje muchas barras de caramelo, Severus dice que son tus favoritas- Lucius se puso rojo hasta las orejas, ¡Las detestaba, al único que le gustaban era a Snape!
-Nos divertimos mucho- aclaró el moreno. Hablándole muy cerca y como burlándose.
-¡Ya cállate!- le gritó el rubio.
-¡Lucius! ¿Pero qué... ¿Lucius?
-¡Es que tu eres mi padre! - Se le salieron unas lágrimas- ¡Tu eres mi papá no de Sev! - Estaba llorando, contra su voluntad lloraba. Y Abraxas a pesar de la pena y sufrimiento de ver a Lucius llorando tenía esa enorme sonrisa. Severus lo miró y sonrió, se dio la vuelta y cruzo los brazos tras su nuca dejándolos solos y muy satisfecho. No necesitó la Legeremancia para saber que su plan había resultado.
El mago casi brinca de gozo. No esperó más y fue a consolar a su bebé.
-------------------- A la mañana siguiente ----------------
-Ya mi amor, no llores ¿Más galeones en tu mesada te harían dejar de llorar?- y el joven conteniendo las lágrimas asintió. Y el mago siguió abrazando y dándole palmaditas a su muchacho que lo rebasaba en estatura por 5 cm sin importarle que pesara tanto. - ¿Y que tal una enorme fiesta para ti y tus amigos en el hotel más lujoso de la playa?- El mago asintió si, tal vez eso podría ayudar.
Severus observaba de lejos, ya no tenía certeza de quien chantajeaba a quien pero de algún modo esta simbiosis funcionaba para ambos.
Lucius estaba aun resentido con Severus, luego recordó que el pobre era pobre mestizo y con un padre ausente y abusivo así que sí, pudo entender que quisiera robarle a su padre que era lo máximo. Pero ahora por eso debía vigilarlo más y no dejar que se lo quitaran.
Abraxas lo miró y lo abrazo fuerte. Era su oportunidad.
-Lucius recuerdas que papi quería que tomarás clases privadas en casa. - El mago asintió, su tristeza lo hizo desear haber hecho caso, pero era un sentimiento pasajero.
-¡Sí!- grito lleno de pesar y conteniéndose. Abraxas sabía que por fin lo tendría en la oficina a no más de diez pasos de el. Severus se alertó, quería que Lucius le pusiera atención a Abraxas pero no quería que se fuera, se encaminó para interferir, pero entonces la señora Malfoy entró por la puerta y sin reparos lo tiró de la oreja.
-¡Ayy querida!
-¡Suficientes ridículos!- Parecía que había tomado enserio las recomendaciones de Lucius, debía protegerlo y a la familia de las desfachateces de su esposo. -¡Lucius seca tu cara y peínate, estás muy desaliñado! - y se marcharon, mientras Malfoy padre retorcía ¡¡¡Estaba tan cerca!!!
Lucius se secó las lágrimas restantes con el pañuelo y pronto se compuso, luego miró a Severus y lo señaló acusadora mente.
-¡Consigue tu propio padre!
-Si Lucius lo haré, lo siento no me dí cuenta- no podía creer que Lucius fuera tan celoso. Pero le gustaba, siempre, todo su ser. Sonrió- ¡Invitame una cerveza de mantequilla y no volverá a pasar! - El rubio con el ceño fruncido metió las manos en sus bolsillos para corroborar la cantidad de dinero y asintió.