Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Profesor al descubierto. por SigmaIII

[Reviews - 39]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola. 

En este capítulo se exponen los motivos para la ruptura amorosa de este noviazgo de ensueño. Como había comentado anteriormente la idea original era Snape x Lucius pero también me encanta Remus x Lucius, así que ya es hora de que se le haga a Snape tener por novio a Lucius. Ubicándonos en la actualidad donde Remus platica todo esto a los jóvenes Griffindors en el cuartel de la Orden del Fénix. 

Ruptura


-Hola Remus.


-¡Lucius estaba tan preocupado! - era cierto, no lo vio luego de que escapo de su propio padre. Se había refugiado todo el día en la sala común. El rubio sonrió.


-¿Me extrañaste?


-Claro que sí.- se abrazaron. El lobo no quería saber nada de Abraxas, pero percibía la necesidad de su novio de hablar hasta quedarse sin voz. -¿Y, qué paso?


-Nada- claro que quería desahogarse, pero también estaba harto de ese tema. No quería abrumar a osito. El oji-dorado notó que algo altero a Lucius, lo estrecho muy fuerte y lo notó tenso-¡Remus!


-¿Qué pasa?- El rubio le hizo una seña con la cabeza para que mirara a su izquierda, Remus lo hizo muy lento y con la visión periférica vislumbro a su madre. Se quedó muuuy quieto, era tan raro esto que pasaba. Y si no se percató de su presencia antes, era porque siempre llevaba a su mami en su corazoncito.


-¡Tu madre está aquí!- dijo entre dientes. Hope los estabas apuntando con la cámara de video, pero para Lucius que era un mago sangre pura supremacista de la sangre nada familiarizado con ítems muggles, sintió la acción y el objeto como si lo apuntaran a matar con una bazuca y no se movió de su lugar temiendo perder la vida o salir gravemente herido.


Remus se relajo cuando reconoció la grabadora. Lo cierto es que el como mago ya ni sabía como se usaba pero sabía que no había amenaza alguna.


-¿Lucius?- El mago estaba muy incómodo, miro tristemente a Remus y se fue aprisa. -¡Lucius!-


Remus dio unos pasos, pero sabía que no tenía caso.


-Ahhh, creí que se besarían, quería inmortalizarlo para siempre- dijo la mujer cuando se acercó a Remus.


-¡MamaaA!


-Muñequito- ella le limpió la cara con el dedo y saliva.


-¿Cómo llegaste aquí?


-¡AHHH! ¡No me fui!, me quede en el cuarto de huéspedes con las otras madres, parece que el tren solo parte los fines de semana. -Le apretó las mejillas y le llenó de besos la frente.


Después de dejarla a salvo con las otras madres y asegurarse que no le pasaría nada malo volvió a clases, no vio a Lucius esa mañana y por la tarde se reunió con su madre de nuevo, para enterarse que su padre la llevaría a ella y a la señora Prewett, la mamá de Molly de regreso a casa.


Quería ver a Lucius, no le quedaba más que preguntarle a él....


Inspiró profundo y se armó de valor para adentrarse en los territorios de los Sly, que consistía en la mesa junto a la ventana de la biblioteca.


-¿Snape has visto a Lucius?- sintió todas las miradas de los Slytherin presentes puestas en él, el ambiente estaba tan tenso.


-No deberías acercarte Lupin.


-¿Y por qué no?- No tenía nada contra Snape pero ya se estaba cansando de su actitud.


-¡Porque eres un estúpido! ¡Lucius esta muy asustado! ¡Deberías cuidarlo más!


-¡Pero! ¡No, el no...- dijo Rems, para defenderse y a su madre, pero pronto encontró que no era buena idea, ya tenía todas las miradas puestas en él. El lobo quería desaparecer. Apretó los puños y se marchó enojado, ya se estaba cansando de esto. De la actitud de Lucius con su familia, salía huyendo en vez de hablar las cosas y después esperaba que hiciera como si no hubiese pasado nada.


Y todo esto se lo estaba relatando a Sirius, para que lo escucharan y con la esperanza de encontrar consuelo. Por su parte, el mago la tenía difícil, es decir, detestaba a los Slytherin (en general, con un odio particular por Quejicus), pero no tenía nada contra Malfoy, solo que no se metía en sus propios asuntos y saltaba a defender a Snape todo el tiempo. Pero tampoco lo odiaba tanto a decir verdad, sentía pena por él, era igual a su hermano igual su familia, una sarta de brutos. Estaba harto.


Al diablo la herencia, al diablo, al diablo, ¡Anda Regulus quédate lo todo!, váyanse todos al infierno”


-Sirius ¿Me estás escuchando?


-Ehh... sí.- Se quedaron en silencio, cabizbajos. -Mi madre quiere conocer a los padres de Lucius.


-...


-Le diré que en otra ocasión.- se frotó la cabeza y lanzó el cabello hacia atrás- iré afuera por unos refrescos, ¿Quieres algo?- el lobito negó, estaba hecho un ovillo en su cama.


Sirius se puso de pie y salió de la alcoba y de la sala común en dirección a la cocina, faltaba una hora para el toque de queda, así que no había prisas. Al salir se encontró con Lucius que permanecía de pie frente al retrato de la dama gorda. No podía pasar sin la contraseña.


Se quedaron viendo. Sirius pasó saliva. Lucius se notaba cansado y triste.


-Pasa- dejo abierto el portal para dejarlo entrar.


-Gracias.- el mago se adelanto pero el moreno lo detuvo por el hombro.- Mis padres... no, olvídalo.- Lucius asintió e iba a entrar pero Sirius lo jaló por la túnica para detenerlo. -Quiero terminar con esto.


-No te entiendo.


-No quiero casarme contigo.


-Ni yo quiero casarme contigo, pero si no lo hacemos...


-Ya no me importa.


-Pero Sirius, tu estuviste de acuerdo.


-Pero ya me harte, piénsalo, ni siquiera podemos soportarnos por una hora ¿Cómo lo haremos cuando tengamos que tener citas para que parezca real y cuando vayamos a la estúpida ceremonia? La única solución es que nuestros padres se mueran pronto y tampoco queremos eso, aunque los odie siguen siendo mis padres.- Lucius bajo la cabeza. -Sabes que Lucius, me da pena porque tu estas solo. Siempre lo estuviste, al menos yo tengo a Regulus, aun si falló mis padres lo tendrán a él, con que alguno de los dos cumpla sus expectativas es más que suficiente pero tu estas solo, solo y condenado por el apellido. Ójala encuentres la forma de abandonar, yo se que es difícil, lo es pero se que lo vale, lo vale, ¡Tiene que valerlo!- El moreno también estaba estaba desesperado.


-No se que hacer. Tengo miedo.


-Lo que hagas, hazlo antes de que te absorba. Yo sé que Remus te dejaría vivir en su casa.


-¿Escaparme?


-Si, es que no veo otra solución. Dudo que tengas familiares más comprensivos- Lucius bajo la vista. Podía hacerlo, pero pensaba en el repudio, la humillación, la soledad.


-No puedo. Solo tengo mi familia. - El dinero, la casa, sus cosas, todo era de sus padres, él no tenía nada realmente.


Sirius asintió comprendiendo y se marchó.


Lucius rió y cerró la puerta tras de sí.


Al final es lo mismo, al final no tengo nada. No controlo nada. Nada me pertenece.


Mejor hubiera seguido en las clases privadas no estaría pasando por todo esto. Pero si no hubiera venido a Hogwarts no me habría divertido tanto. Yo tengo que hacer algo antes de ahogarme.”


Subió los escalones en dirección a los dormitorios, tocó la puerta, escuchó la voz de Remus al otro lado, dando su permiso para entrar y lo hizo.


-¡Lucius!


-¡Osito!- los ojos del peliplata estaban llorosos, corrió para abrazarlo.


Remus estaba triste, podía ver cuanto sufrían Sirius y Lucius. Ambos tenían miedo, a sus familias, al futuro, a lo desconocido, a lo incierto. Se había enojado mucho con Lucius, pero entendía que este tenía muchas dificultades para aceptar todo lo extraño, todo lo relacionado con los muggles, con su madre, con el mismo. Lo besó en la frente, y luego en la boca, movió el cobertor que lo cubría para taparse ambos.


.


.


.


-¿Tus padres y los de Sirius?- Lucius no respondió, lo abrazo.


-Quiero quedarme aquí. -Lucius acomodó su cabeza sobre el pecho de Remus.


-¿Terminaste los deberes?


-Deberías decir que estás feliz de que me quede.


-Lo estoy-


 


_____________________________________________________________


Una vez más el profesor Lupin omitió la parte en la que él y su novio pasaban la noche juntos en el dormitorio. Pero el trío dorado estaba más ansioso por saber como le había ido a Sirius en la cena con los Malfoy, y si realmente, si realmente lo habían hecho, casarse.


Harry tuvo una imagen mental de su padrino y el señor Malfoy, vistiendo smoking y aproximado sus rostros para besarse. Le dio tanto asco, arrugo la nariz y deshecho la idea.


-¿Y lo hicieron? ¡Sirius!- Los tres estaban tan angustiados, a Harry le extraño que Ron pareciese más trastornado por la idea de que su padrino se desposara con un Malfoy.


El animago miró a Remus, no quería interrumpir su relato. El hombre lobo asintió para ordenar sus ideas, inspiró profundo para seguir.


 


-No Harry, no se hizo- dijo calmadamente.-Resulta que tanto Lucius como Sirius coincidieron en postergar el encuentro. Solo sería Lucius en casa de Sirius. Era obvio que ambos estaban incómodos, realmente querían evitarlo pero era necesario, el único que parecía disfrutarlo era Regulus. -Sirius asintió y caminó a un mueble próximo de donde sacó una botella.


-¡Sirius!- regaño Remus.-¡Estamos de guardia!


-¡Vamos Lunático!, ¿Enserio crees que los mortífagos entraran a atacarnos ahora?- El mago no tenía como objetar frunció el ceño molesto.


-Anda, sigue contando- Los chicos estaban divertidos.


 


-Pues... fue ese día, el día que cortamos. A unas semanas de terminar el semestre. Supongo que por eso mi récord perfecto de calificaciones bajo. Entonces mientras hablábamos con Sirius en el pasillo dije algo...


-¿Qué cosa?- Estaban tan al pendiente, de saber que fue, que fue lo que terminó ese noviazgo que parecía casi de ensueño.


Remus inspiró profundo para darse ánimos antes de continuar.


- Ese día, el fin de semana que se reunirían Lucius y los Black pues, todos estábamos incómodos, Lucius ya los había visitado ¿Por qué otra vez me decía yo?


-Seremos familia Remus- contestó el rubio amargamente.


Ese comentario lo molestó, Sirius por su parte seguía sin saber como terminar con todo. Era obvio que no querían hacerlo pero ya estaban acostumbrados a situaciones así.


-Espera- Remus los detuvo antes de que se marcharan- Lucius yo te amo, ¡Vayámonos! ¡Casémonos! ¡Hoy!


-Rems...no puedo- Lucius se sintió tan incomprendido, ¡El no quería casarse!, con nadie, ni con él, si lo quería y quería tener un futuro con él, había toda una vida para ello ¿Por qué había tanta urgencia?


-¡Lucius!


-¡Remus!- Sirius trató de calmarlo para que no hicieran una escena, lo hecho hecho estaba, cenarían con sus padres y el mismo cancelaría el.- No se hará, yo me haré cargo.


-¡Sirius!


-Entiende Lucius. Ninguno quiere esto, esto no se hará.


-¿Pero qué le diré a mis padres?


-¡Lucius olvídate de tus padres!


-¡¿Qué?! Pero.. ¡Mi madre va a enloquecer! ¡Mi padre...


-¡A nadie le importan tus padres! ¡Son unos idiotas!


-¡Remus! ¿Cómo te atreves a ofender a mi familia?


-¡Tus padres son groseros, acéptalo! ¡En especial tu padre!


-¡No te metas con mi padre!- Lucius aun lo defendía, y Remus seguía sin tolerarlo.


-Entonces acepta que son groseros.


-¡Remus esto es innecesario!


-¡No te metas Sirius!


-¡Remus! Hablaremos después.- dijo Lucius muy serio.


-¡No!, ¡No te dejaré hacer esto! ¡Ven conmigo!- lo tomó de la mano y lo acerco- ¡Estaremos juntos! ¿No quieres estar conmigo?


-Si pero...


-Mis padres nos apoyaran.


-Por favor Remus no quiero hablarlo, no ahora, menos después de... no importa, ya nos vamos.


-¿Qué? ¡¿Sigues con eso?! ¡Creí que ya lo habías dejado! ¡Mi madre nunca te hizo nada!


-Mira Remus, no hablaré contigo, no tiene caso, discutiremos cuando te calmes y seas razonable.


-¿Quieres que sea razonable? ¡Pues entonces deja de mentir! ¡Solo haces las cosas para manipularme! ¡Eres un mentiroso!- Los dos dijeron cosas...


-¡Yo nunca te he mentido! ¡Tú eres un insensible licántropo!


-¿Cómo puedo confiar ya en ti?-detestaba que se lo recordaran- ¿Y qué tal? ¡¿Y qué tal si lo cuentas?!- Por supuesto se refería a su “situación” Y Lucius se indignó, se puso furioso, porque al final para Remus era más importante ocultar eso que él mismo, que él que lo había apoyado tanto todo el ciclo escolar, copiando apuntes cuando la Luna estaba llena y el se ausentaba, estudiando tiempo extra con el para que se pusiera al corriente cuando el quería hacer otras cosas, curando sus heridas tras la transformación, comprándole las cosas que necesitaba, ¡También para el había sido duro! ¡Saber que su novio era licántropo y mestizo lo mataba y aun así fue fuerte, por ambos! ¡Dos años guardando el secreto y jamás lo contó! Ni a Sev ni a nadie ¡Y aun así no confiaba en el!. Entonces, en un arrebato de ira hizo algo estúpido. Algo sumamente estúpido. Una condena de por vida.


-Black se útil y sé testigo de mi juramento inquebrantable.


-¿Juramento? ¿Qué juramento? - preguntó Sirius sin comprender que sucedía.


Lucius estaba asustado, sabía lo que pasaría si un día se le salía decirlo, y aun así, su característico orgullo pudo más.


-Ya que te sientes atrapado, quiero que te vayas con la certeza de que yo no tengo nada con que obligarte a permanecer conmigo. Jamas diré nada sobre tu licantropía-


-¡Lucius!- El mago le tomó la mano por la fuerza y le hizo una seña a Sirius para que fuera el testigo- ¡Sirius!- Recitó el encantamiento y juró.


-Juro que jamás le revelaré a nadie en ninguna forma que eres un licántropo.-


-¡Lucius!


-Adiós Remus- dijo, dio media vuelta para marcharse y ya nunca le volvió a hablar. -¡LUCIUS! - Ahora sentía mucha pena y miedo por Lucius, se sentía tan culpable, ahora Lucius- ¡LUCIUS!- ¡Si algo le pasaba a Lucius!, ahora tenía una espada en el cuello que lo perseguiría toda su vida, a los dos.


Al final pareció que realmente hubo una ceremonia, porque así se sintió.


Porque si no puedo estar con él, al menos puedo estar atado, atado a él de algún modo, para que nunca se olvide de mi”


Y no solo eso, también fue una despedida.


................................................


-Pero que estúpido- dijo Ron.


-Yo creo que es muy romántico, heroico- aclaro Hermione. Harry no sabía que pensar, no podía creer que el señor Malfoy hubiera jurado jamás delatar al profesor Lupin.


-Fue estúpido- continuó Ron- ahora su vida esta condicionada por una maldita promesa que no debe romper aunque podía hacerlo si quisiera. Debería hacerlo, nos haría un favor - Hermione lo miró molesta, a punto de responder, Harry miró a Remus, seguía triste por lo acontecido y perdido en sus memorias.


-Pudo joderte con eso, ya sabes contándolo pero no lo hizo- dijo Sirius.


-No podrá- aclaró el oji-dorado.


-Yo pienso que es noble- continuó Hermione, Ron rodó los ojos Herm siempre encontraba como ir contra la corriente. El señor Malfoy era un cabrón y punto.


-Me alegra que le haya dicho sus verdades profesor- aclaró el pelirojo.


-No estuvo bien, fui grosero, esa discusión fue un reflejo de inmadurez pero necesario para evitar que cometiéramos más estupideces. Sirius fue a casa de sus padres, Lucius lo alcanzó para tratar de convencerlo de cambiar de idea, si lo cancelaban, al menos lo harían de forma sutil.


-Sirius- todos miraron a Harry- Entonces....


-Ah, sí, pues ese día hice mis maletas, ya no podía seguir en casa, más importante aun, ya no quería.-


.


.


.


Sirius arrojaba sus pertenencias en el baúl, entonces por la ventana vio menearse una melena dorada, era Malfoy que caminaba furioso fuera de la casa. Lo contemplo y tras frotarse la cara siguió guardando las cosas.


Lucius caminaba rápido, se secó las lágrimas, camino por la propiedad siempre escondida de los muggles. Soportando el dolor, furioso porque todo, todo por lo que había trabajado no sirvió de nada, aguantando al imbécil de Black, ¿Para qué? Siguió caminando sin fijarse a donde iba, se alejo varias calles y llegó a un pequeño parque. Entonces de una casa vecina vio salir a una chica corriendo, iba tan rápido que se tropezó con su propia falda, pero ella estaba tan enojada consigo misma que no le importó y permaneció en el suelo con la cara cubierta por sus manos. Sintió mucha vergüenza de haber caído tan torpemente, miró sus manos lastimadas y sucias. Como buen caballero Lucius corrió en su auxilio.


-¿Señorita está usted bien?- y enseguida se arrodilló a su lado para ayudarla a incorporarse. Parecía tan preocupado que ella coopero. -¿Se ha lastimado las manos? – Las tomó corroborando su previo consentimiento y las examinó, Lucius sacó su pañuelo y las limpio. La ayudo a sentarse. Ella trato de comportarse y agradeció con un gesto. -¿Puedo acompañarla a casa?- Ella negó avergonzada, se incorporó lentamente. -Lucius miró a su alrededor y miró una banca, la condujo hasta allí, se sentaron.


-Gracias- dijo ella. Lucius no sabía que más hacer, se olvido unos instintos de Remus. -Iba a casa de mis primos pero me caí. –aun apenada.


-No son los zapatos adecuados- Ella alzó una ceja ¿Que clase de comentario era ese? Lucius se alzó de hombros y sonrió apenado- me gustan los zapatos.


-¿Zapatos de mujer?


-Y de hombre- ella sonrió. Permanecieron confotados unos instantes hasta que se dieron cuenta de que eran extraños.


-Disculpe mis modales, no me he presentado, soy Lucius Malfoy.


-Narcisa Black.


-¿Black?, ¿Entonces usted es pariente de los Black?- “Genial, pensó para sus adentros, otro Black”- No me parece haberla visto antes.


-¿Y usted es?- Pues si, pensó ella, quién se cree este para decidir quien pertenece a la familia y quien no.


-Ah... eso...- que vergüenza, debió ir directo a casa y no rondar sin rumbo a lo imbécil. Se puso de pie para dar entender que se marcharía pronto- hasta esta mañana era el prometido de Sirius Black, pero rompimos el compromiso. - Ella lo miró perpleja.


-¿Mi primo iba a casarse con usted? ¡Pero es tan joven!


-Pues, se lo agradezco.- Ella sonrió.


- Lo lamento, pero tal vez sea algo bueno. Sirius, Sirius es una mala semilla- Lucius abrió los ojos grandes, nunca había oído a alguien referirse así de Black, ni Regulus. - Ahora mismo iba a su casa, quería hablar con la tía Walburga. Pero parece que no es buen momento.- Lucius se sintió brevemente mal por Sirius, parecía que nadie en su familia lo apreciaba. Bueno, eso le pasaba por comportarse tan erráticamente.


-La acompañaré- Narcisa se puso de pie, las rodillas le palpitaban pero no dolía tanto, las manos tampoco. Se pusieron en marcha.


Ambos miraban al horizonte, en un momento ella lanzó una mirada fugaz para inspeccionar al joven que la había ayudado, cuando sus miradas se cruzaron, los dos la desviaron rápidamente.


Aunque parece triste tuvo la cortesía de ayudarme.”


Ella es diferente, no se parece en nada a Sirius


El…


Ella….


Y de algún modo de este encuentro algo floreció.


Paso el tiempo y finalmente se comprometieron.


Tanto los Black como los Malfoy estaban confundidos.


Sirius se sintió ambivalente.


Remus trató de olvidarlo y a Severus se le rompió el corazón.


Y tras la impresión inicial, al final todos concluyeron que era lo apropiado; aunque a la pareja les daba lo mismo. Su compromiso se prolongo durante años hasta que se sintieron con la confianza de unirse y después de la ceremonia mantuvieron la distancia con sus respectivas familias.


Pero tenían razón,


Puedes encontrarte con alguien que te ame, pero no siempre encontraras a alguien quien te comprenda”


El amor es efímero- se dijo Lucius mientras iba de la mano de su esposa- y nace con el tiempo –se cruzaron sus miradas y sonrieron.


 


……………………………………………..


 


Los muchachos se quedaron dormidos, aunque querían conocer el origen y el ¿Por qué? De la existencia de Draco (Tal vez así sabrían como destruirlo) pero terminaron completamente arrullados por la suave y dulce voz del profesor favorito de todos.


-Sí se duermen con una historia tan guay, no quiero saber cómo se ponen cuando dictas en la clase. – El hombre lobo miró con reproché a su compañero en las andanzas.


 

Notas finales:

Gracias por leer. 

No te pierdas el próximo capítulo, Extra: El mal ronda cerca II.

El SeverusxLucius inicia. 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).