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Profesor al descubierto. por SigmaIII

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Notas del capitulo:

Hola, en este cap Remus nos sigue contando el exabrupto con Lucius.

DX ¿Cómo lo tomará? ¿Romperan? ¿Seguiran juntos?

¡Leélo a continuación! 

3. Luna Llena.

 

-¿Para que no te vean haciendo qué? – preguntó enfadado Lucius.

-Para que no me vean transformarme – dijo ya derrotado Remus, se dejó caer vencido por el dolor que le provocaba revelarle a la persona que más quería la verdad.- para no poner en peligro a los demás… yo… soy un hombre lobo… - Lucius lo miró sumamente sorprendido, más que sorprendido, esperaba un montón de cosas pero esta revelación para nada, pensándolo bien ahora todo tenía sentido, las desapariciones periódicas, las heridas…  era tan obvio ¿Cómo pudo ser tan idiota? ¡Con un hombre lobo! Le había visto la cara.. ¿Era contagioso? Este chico es peligroso…  instintivamente se alejó unos pasos, las piernas le temblaban y tuvo que apoyarse en una silla para no caer. Remus continuó hecho un mar de lágrimas- ¡No te lo quería decir! ¡¿Por qué me hiciste decírtelo?! ¡Ahora romperás conmigo! ¡¿Por qué?!- tuvo que limpiarse las lágrimas con la manga de la túnica, pero igual siguió llorando. Se dejó caer dándole la espalda a la puerta – Yo te quiero. Sniff. ¡Ahora me expulsarán!-

Lucius sintió como su estómago se contraía por la impresión, ahora se sentía muy nervioso y las piernas le temblaban, esperaba muchas cosas pero nada como eso, y ante el pánico que le daba la noticia, la  confusión, la vergüenza mezclada con resentimiento pero sobre todo el dolor y la pena que le producía ver a su Osito llorar, lo único que se le ocurrió fue beberse el resto entero de la botella, para aclarar su mente, y hacerse saber así mismo cual era la verdad en su corazón.

-Estoy asustado- dijo Lucius. Remus apenas alzo la vista y lo miró y vio la botella vacía en su mano.- Muy, realmente asustado.

-¿Te la tomaste?- preguntó con voz temblorosa y luego se limpió los mocos.

-Sí.

-¿Por qué?

-¡No sé qué más hacer! ¡Estoy muy confundido ahora! ¡Me gustas mucho y te quiero pero no…

-Ya no ¿verdad?- Remus sonrió levemente. Lucius se sintió muy avergonzado por dudar así de él, conocía a este dulce chico desde hace mucho pero ahora actuaba como si no fuera así   – Abre la puerta por favor.

-No quiero.

-¿Por qué no?

-No quiero que te vayas hasta arreglar esto.

-Ya no tiene arreglo.

-¡Claro que lo tiene! ¡Yo te amo!

-Lucius.. soy un hombre lobo, nadie puede amarme, solo mis padres lo hacen y se mueren de miedo, por mi culpa están arruinados. – Lucius sintió como su boca se abría para responder, en ese instante sintió su corazón latía con violencia, el tiempo parecía más lento, mientras esperaba ansioso conocer su propia contestación.

-¡Yo puedo amarte! – Remus le dirigió de nuevo la vista.

-¿Puedes amarme aunque soy un hombre lobo?

-¡Claro que sí!- Las lágrimas se le salieron por la emoción de saberse capaz de sentimientos tan profundos, siempre se cuestionó si era cierta la superficialidad que le atribuían y que todo el mundo todo el tiempo le hacía notar. Pero entonces si era capaz de amar profundamente sin condiciones.  Se sintió tan feliz y tan dichosos de saberlo, de que no había nada que lo separara de Remus (aunado a un poco de autocomplacencia) y de saber que podía corresponder a su Osito, este era el mejor regalo que podía recibir en ese momento.

Remus solo lo miraba aun con lágrimas en los ojos, se quedo estupefacto al escucharlo, iba a ponerse de pie pero bajo la vista, realmente quería creer que era así. -Lo siento- dijo- yo también te quiero por eso pienso que lo mejor es terminar.

-¿¡Terminar!? ¡¿Acabo de decirte que te amo, que no me importa que seas un licántropo y quieres cortarme?! -Exclamó lleno de indignación.

-Es lo mejor, si por mi culpa algo te sucediera no lo podría resistir.

-¡Pues eso no te importo desde que comenzamos a salir!

-Lo siento. Pero sí lo pensé muchas veces, todos los días… todo el tiempo, tengo miedo de hacerte daño de que lo descubrieras de lo que harías si te enterarás, tenía miedo a ser rechazado. Siempre creí que nadie se fijaría en mí… y contigo quise darme la oportunidad pero ahora me doy cuenta que es lo peor que pude hacer…. Ahora me duele más dejarte.

-¡No digas eso! ¡Me haces sentir fatal! ¡Nunca debí forzarte a decirme! – Lucius entro en llanto- ¡Debí esperar a que me dijeras!-

Los dos jóvenes siguieron llorando presa de las emociones, tras un rato, Lucius se acercó a Remus y se sentó en el piso junto a él, ambos necesitaban un abrazo. Los dos muchachos lloraron como niños y se abrazaron para confortarse.

Tras un rato más en silencio continuaron hablando, se percataron que el efecto de la poción persistía, si ya habían iniciado esta ronda de revelaciones prefirieron explotarla para después continuar la sinceridad por sus propias convicciones.

-¿Y por qué a veces me ignorabas? Eso siempre me pone triste.

-A veces soy muy brusco con mis tratos la semana previa, no quería lastimarte, prefería evitarte al menos hasta que me sintiera mejor y pudiera tratarte dignamente. – Lucius se sonrojo. – y pienso seguirlo haciendo así que por favor procura mantenerte a salvo de mí- Se besaron. -Mi turno. ¿Le dirás a alguien?

-No. Jamás lo revelare mientras viva. – Esa respuesta era suficiente.

-Te amo mucho, me haces sentir cosas que jamás había sentido.

-Conmigo igual, realmente quiero mnn más.

-Yo también pero… me da algo de vergüenza. -  beso. - -¿Es cierto, te acostaste con Mondragón?

-Sí. ¡Remus!

-¿Qué? ¡Yo te conté sobre mi condición porque me obligaste!  

-Sí, sí, sí. Ashhh, estúpida poción.

-¿Y te gustó?

-……¡¡AAHH!! ¡Sí! Pero es un tarado animal ojalá se muera. ¡¡¡Y YA NO ME PREGUNTES NADA VERGONZOSO!!! –

 

………………………………………………….

-¡Profesor!- Interrumpió Hermione alzando la mano antes que nada- ¿En verdad le hizo confesar a Malfoy sobre sus intimidades previas?- El hombre lobo solo alzo los hombros como diciendo “Ya ni modo” – eso si me lo permite decir es muy bajo.

-Bajo es que te hagan beber veristerum- atacó Ron. Ella lo miró muy enfadada pero lo más importante era lo que todos querían escuchar de modo que Sirius le hizo señas a Lupin para que continuará narrando, y lo hizo.

…………………………………………………

 

Sin más por el momento y cuando entraron en cuenta de que ya era muy tarde se fueron a paso lento a las profundidades del castillo para luego marchar cada uno a su respectiva sala común. 

El Slytherin marchó directo a la habitación, se metió a la cama y corrió el dosel para no ser molestado aunque la mayoría seguía despierto terminando los deberes.

Por su parte Severus Snape meditaba como aprovechar la oportunidad, cuando su compañero regreso a la sala común con los ojos rojos e hinchados (seguramente de tanto llorar) las mariposas en su estómago revolotearon de dicha, sensación que le inicio y le recorrió todo el cuerpo, durmió con una enorme sonrisa, Lucius Malfoy caería redondito a sus pies. 

Habían pasado un par de días desde el incidente con el Veritaserum y los jóvenes no se habían encontrado ni por casualidad. En la hora libre Lucius se separó de su grupo y se fue directo a la biblioteca, reunió unos libros para el ensayo de Herbología, recorrió los pasillos divagando un poco, se le notaba cansado, no había dormido pensando en un montón de cosas desde esa tarde de revelaciones. Para empezar que su novio era un licántropo y le había mentido, engañado… se sentía traicionado, ¡Jamás podrían tener un beso francés!, y de que dirían sus padres si de alguna forma se enteraban, definitivamente eso sería lo peor del mundo.

Tomo un asiento y esparció el material en la mesilla, saco un pergamino pero no podía concentrarse, se dio cuenta de que todo ese tiempo tan solo había garabateado el papel.

Suspiró fastidiado. Y se desplomó sobre los libros dándose topes contra la mesa. Se incorporó pero no veía nada por la hoja pegada en su frente. La retiro y se puso a pensar.

Un muchacho pasó levitando una gran pila de libros, pero era tan pesada que igual cayeron. Mientras los recogía una serie de pensamientos se activaron en su cabeza.

Pensó en Remus, su novio de quien estaba perdidamente enamorado desde que comenzaron a salir, de porque no se lo dijo (la licantropía), de cómo la contrajo.

Se preguntaba si el mismo había contraído la licantropía de algún modo y no se había dado cuenta, tenía que admitir que se preocupaba por su propia salud, no había dejado de rebuscarse por todos lados algún indicio de la enfermedad (incluso fue con la señora Pomfrey para una revisión general claro sin mencionar el porqué), de que habría sido si se lo hubiese confesado desde el principio (ya sabes, su condición) no. Definitivamente lo habría divulgado, entendía porque no se lo dijo, pero le habría gustado servirle de apoyo, justo como él hizo aquella vez.

Aquella vez….

¡Remus lo hizo estudiar hasta la muerte para aprobar Historia de la magia el año pasado!

Siendo quien era, Lucius Malfoy, su desempeño académico debía ser espléndido y si bien no era un come libros como Severus, sus calificaciones eran aceptables pero había un único, un terrible abismo en su aprovechamiento escolar llamado Historia de la magia ¡Incluso había aprobado Estudios muggles! ¡Estudios muggles! (solo tenía que recordar que todas las respuestas eran “a mano”), en cuanto a su martirio, no se aprendía ni los nombres ni las fechas, era su talón de Aquiles, y sufría terriblemente cada que tenía que poner un pie en el aula para tomar la clase, y si se la saltaba perdería su record perfecto de puntualidad, un cero más y su padre lo reprendería severamente. Por más inteligente que fuera parecía imposible aprobar Historia de la magia sin hacer trampa y siempre el profesor ponía hechizos delatadores en los exámenes. Y estudiar era tan aburrido que cada que habría alguno de los libros había una garantía del 1000% de que terminaría dormido a la primer oración.

El fin del año escolar se anunciaba con un futuro tempestuoso hasta que conoció a Remus, y Remus su Osito lo logro. ¡Había sido horrible, espantoso, terrible, cada momento, cada hora que pasaba con Osito memorizando fechas, lugares, personas y acontecimientos! (usando su enérgico método de estudio, el mismo que solía utilizar con sus amigotes Potter y Black) y estaba a punto de clavarse la pluma en el ojo esperando desangrarse y morir o lanzarle (o a sí mismo un Aveda) pero finalmente termino, presento el examen y paso. ¡¡ Su osito hizo lo impensable, logro que Lucius aprobara Historia de la magia a la última oportunidad!!

(Si usted comprendiera el odio que Lucius le tenía a Historia de la magia y lo desesperado y lo que significaba para el aprobar tal vez entendería porque hizo a Remus su novio oficial apenas supo el resultado del examen) Esa fue la nota más alta en la Historia de Historia de la magia para Lucius.

Y toda esta perorata en su cabeza le llevo al razonamiento a continuación:

“¡Lo adoro! ¡Y No estoy asustado de él! ¡Estoy asustado de la situación! ¡Es eso! ¡Tengo que hacer algo! ¡Mi Osito me necesita! ¡Tengo que apoyarlo! ¡Como el me apoyo a mí! … Pero antes tengo que saber un poco más.”

Se puso de pie y busco los libros de texto de DCAO y cuidado de criaturas mágicas para informarse y saber en que se estaba metiendo antes de llegar a su resolución final.

“ … Mientras más leo más me doy cuenta de que cada ciclo Lunar es tan terrible como el curso de verano de Historia de la magia. Estas atrapado sin poder escapar luchando contra el deseo de suicidio y la voz que te dice que mates a todos y nadie puede ayudarte. ¡Mi Osito me necesita!”

Remus también estaba decaído por lo sucedido, su Estrellita (como le decía) de seguro no quería saber nada de él, y si sus padres de algún modo se enteraban de que le había revelado sobre su licantropía a otro estudiante… no quería imaginarse ese terrible escenario, pero cuando pasaron tres días y no había sido expulsado ni ninguna horda furiosa de padres y estudiantes con antorchas lo había perseguido se alivió enormemente, al menos Lucius no había contado nada, y le agradecía a más no poder su discreción. Y aunque se alegraba por ello, también se sentía un poco triste por el final de la relación. Ya eran cuatro días desde el incidente.

Por su parte Remus no hizo ningún esfuerzo por encontrarse con él. El nuevo ciclo Lunar se acercaba y no le quedaba de otra que concentrarse en estar listo.

-Lo entiendo, si no quieres nada conmigo-  dijo en voz baja mientras caminaba por el corredor en el que solían quedar que se encontraba desierto.

Lucius había estado todo el tiempo en la biblioteca los últimos días, estaba ojeroso de dormir hasta tarde leyendo los libros de DCAO. Y Severus creía que se recluía por el dolor del rompimiento, por eso esperaba el lugar y momento precisos para entrar en su encuentro, abrazarlo para consolarlo y besarlo hasta que se rindiera a él. Y por si acaso en vez de loción, se unto un poquito de Amortentia en el cuello y las muñecas, quien quita y pega.

 

Había estado esperando afuera de la sala común de los Griffindors, recargado contra una pared para hablar con Osito. Varios de los alumnos leones pasaban a su lado para ingresar a la sala común, uno que otro lo miraba con desagrado por pertenecer a la casa de las serpientes a lo cual respondía con un gesto manual no muy fino.

Ya estaba atardeciendo y sentía como sus intestinos se contraían, quería ver a su novio cuanto antes, esa era la primer Luna llena del mes. Suspiro. Ya no podía con los nervios, sentía dolores en su barriguita y una ansiedad muy fuerte, pero no dejo que se aplacara su porte real. Finalmente y haciendo un montón de escándalo con diálogos más que idiotas se hicieron presentes los amigotes de Remus, que pasaron de largo sin prestarle atención al rubio.

-¿Y Remus?- preguntó aun dándoles la espalda.

-No te incumbe. Ya no son novios, déjalo en paz.

-En ningún momento hemos dejado de ser novios. ¡Ahora díganme donde está!

-No lo sabemos, debe estar en la biblioteca.

-Ya lo sé, no hay necesidad de que lo cubran, el me lo dijo, también me dijo que ustedes saben. –Los merodeadores se miraron entre sí dudando pero luego concluyeron que seguramente era verdad, Sirius se adelantó a responder.

-Si ya te lo dijo, seguro ya sabes dónde está. –

“¡La casa de los gritos!” – pensó Lucius dándose una zape en la cabeza por no ocurrírsele, si lo hubiera pensado antes no habría estado como idiota de pie tanto tiempo intentando dialogar con estos tipos.

Se puso en marcha en dirección contraria a los tres muchachos, Petter alcanzó a decir con una voz baja y chillona en un vano intento por detenerlo.

-Pero no deberías…. - Dijo temblando. James también reaccionó al comentario de su amigo.

-¡Malfoy ven aquí! ¡No seas imbécil!- Pero el muchacho siguió caminando con un vaivén tan propio de sí sin darle la mayor importancia a sus amenazas.

-Hay que detenerlo –dijo el más pequeño.

-Naa, que se vaya. – dijo Canuto.

-¿Bromeas?- dijo James con un gesto de incomprensión.

-¿Qué, te preocupa lo que le pase a su excelencia?

-¡No me preocupa él, me preocupa lo que Remus nos hará si se entera que no lo detuvimos! –

Sirius abrió los ojos grandes como platos y corrió detrás del Slytherin que no se detuvo a pesar de que el trío ya iba tras él.

-¡Harás que expulsen a Remus!-

Sólo cuando dijeron esto los leones, Malfoy se detuvo. Los chicos lo alcanzaron. Petter ya cansado de tanto correr se quedó atrás descansando contra una columna esperando recuperar el aliento.

-Se razonable – dijo James cuando lo alcanzaron y ya cansado de la persecución- Remus ¡¡aghh!! ¡Odio admitirlo pero Remus te aprecia!, ¿Crees que le gustaría que lo fueras a buscar a estas horas y en plena Luna llena?- disminuyo el volumen de su voz como en un secreto cuidando que no lo oyeran si es que había alguien en los alrededores. –Lo veras en unos días. No hagas algo estúpido. Nosotros… nosotros sabemos que puede llegar a ser muy peligroso. No te sientas el gran héroe.

-¡No me estoy sintiendo el gran héroe! ¡Solo quiero…!

-Mira si lo quieres- continuó Canuto.- respeta su decisión de mantenerte al margen, se útil y vete a tu sala común y haz los apuntes de las clases de mañana y pasado mañana para que no se retrase ¿Entendido?-

Lucius iba a refutar pero sintiéndose impotente no pudo contradecirlos, apretó los puños muy fuerte y asintió dándoles a entender que no iría a buscarlo. Volvió a su sala común, por si acaso mandaron a Petter en modo roedor para que se colara al territorio de los Slytherin y corroborara que seguía en el castillo. (Aunque pudieron usar el mapa del merodeador, pero así era más interesante)

El ojiplateado se dejó caer en la cama y corrió la cortina. Estaba muy molesto y herido, pero lo que más le chocaba era que ellos lo sabían desde antes, Remus había preferido confiar en ellos que en el que lo quería tanto y ahora lo hacía a un lado. Suspiró, busco unos libros del baúl y bajo a la sala común para tomar un asiento y leer un poco, ya por la noche no pudo dormir pensando en Remus, en lo que hacía, sentía y lo que era en esos momentos. 

Ya de madrugada se quedó dormido.

Notas finales:

Gracias por leer.

TOT se quieren. 

Y feliz San Valentín. ♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥

♥♥ 

Y De regalo capítulo doble *O*


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