Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Profesor al descubierto. por SigmaIII

[Reviews - 39]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Por fin se le hace a Severus, luego de años y años en el oscuro abismo de la "Frienzone"

Este cap empieza con Remus y Sirius charlando, como hasta ahora para después centrarse en las serpientes que curiosamente, estaban haciendo lo mismo. 

Incluye leemon Remus x Lucius.

Confesión de amor.


Los muchachos se quedaron dormidos, aunque querían conocer el origen y el ¿Por qué? De la existencia de Draco (Tal vez así sabrían como destruirlo) pero terminaron completamente arrullados por la suave y dulce voz del profesor favorito de todos.


-Sí se duermen con una historia tan guay, no quiero saber cómo se ponen cuando dictas en la clase. – El hombre lobo miró con reproché a su compañero en las andanzas. – Pero en serio- continuó Sirius- lo lamento mucho, si yo no hubiera actuado tan imbécil, tal vez Lucius me habría soportado lo suficiente y no se habría casado con Narcisa. – Remus negó.


-No es tu culpa, no tenías que hacerlo, no era tu responsabilidad ni tu deber, era un favor que yo no tenía derecho a pedirte, fui muy estúpido, debí reclamar a Lucius como mío en vez de pedirte que te enfrentaras a nuestros padres por mí, si hubiera sido más valiente y fuerte los dos... Y tú de verdad ibas a hacerlo. Yo tengo que pedirte disculpas a ti Sirius por complacerme en cumplir un deseo tan egoísta. Gracias, y lo siento, siento que te sientas así. Supongo que fue lo mejor.


-Sí, supongo- Aunque Sirius no podía evitar pensar, tal vez si se hubiera casado con Lucius, no habría ido a parar a Azkaban, usando sus contactos, su dinero y poder, tal vez si no hubiera confiado en Peter… agitó su cabeza repetidamente, no tenía caso seguir pensando así. – Además por lo que he oído está más que insoportable, seguro no lo reconoces.


-Me lo encontré en Hogwarts.


-¿QUUÉÉÉ? ¿ENSERIO? ¡NO LO HABÍAS MENCIONADO! ¿YYYYYY? ¿Y BIEN? ¡HABLA HOMBRE!


-Nada, nos la pasamos hablando, me actualizó bastante sobre su vida, Narcisa, Draco, el trabajo en el ministerio, la muerte de su padre. Un montón de cosas. Me dijo que todavía me quería. Uhmm. – Lupin hizo un gesto como diciendo “No sé qué pensar”


-¿No te hablo sobre tú-sabes- quién? – preguntó en tono bajo.


-¿Bromeas?- Sirius recapacito, nadie era tan estúpido como para delatarse, era absurdo suponer que Lucius Malfoy se expondría con alguien a quien apenas conoce y que no ha visto en mucho tiempo pero se sorprendió cuando Lupin continuó- Me invito a unirme.


-¿En serio? De verdad es un lengua floja, un mortífago normal no confesaría tan abiertamente, que trabaja para quien- tú- sabes.


-Lo sé, Pero mi Estrellita jamás ha sido normal. Piensa que como soy un hombre lobo será lo mejor para mí, en sus palabras, tendré mi lugar a su lado asegurado cuando quien- tu- sabes logré sus cometidos– Sirius hizo un gesto aprensivo, no conocía al Lucius de ahora pero por lo que Harry le había contado era un psicópata, Lupin entendió – bueno, todavía lo recuerdo como mi Estrellita de la escuela, a decir verdad su comportamiento fue el mismo de siempre y como si no hubiéramos roto. - Remus hizo memoria. Y le contó a Sirius los detalles de aquella vez.


- Fue a mediados del primer semestre y finales del ciclo lunar, era el tercer día de Luna Llena, como siempre después de tomar la poción Mata Lobos me encerré en mi despacho, me quite la ropa y me transforme, había colocado un colchón bajo el escritorio y me dispuse a tomar una larga siesta en ese cómodo espacio, habían pasado unos minutos cuando la puerta fue arrancada del marco. Una persona entró y cerró de nuevo contraponiendo la tapa en la abertura. Inmediatamente me pregunté si alguien había descubierto mi licantropía y mandado a cazarme, no salí de mi escondite esperando no ser divisado. Escuché a esa persona acercarse, hurgar el escritorio y revisar mis papeles, entonces le dio la vuelta al mueble, note unos zapatos de excelente calidad, lo supe al oler el cuero, luego ví su túnica y su figura doblarse y una larga cascada de precioso, rubio y largo cabello platinado caer frente a mí, se había inclinado para observarme mejor con sus enormes y brillantes ojos grises…


-Sí, Sí, bellísimo, yo capicho, ve al grano- (Sirius interrumpe el relato)


-¡No!, me pediste que te contara ¡Ahora me escuchas! Pero bueno ¿En que estaba? A sí. Sus hermosos ojos grises mirándome llenos de fascinación y una tierna, inocente y amplia sonrisa dibujada en sus delicados labios. Tarde unos segundos en reaccionar, en una primera instancia no lo reconocí (los años, los terribles años) pero si se me hacía familiar, hasta que me nombró con su tonito animado (un poquito infantil) de siempre dijo -¡¡REMUS!!- entonces lo supe. ¡Lucius! ¿Pero qué haces aquí? Me pregunté, No entendía como después de tanto tiempo todavía no entendía que debía alejarse de mí en Luna Llena; gruñí esperando asustarlo.


-¡Osito! No te creo, ya sé que te tomaste tu poción.- reclamó muy animado y sin dejar de sonreír, se sentó frente a mí. No pude escapar porque estaba acorralado debajo del escritorio. Me abrazo y me acarició enérgicamente, dolió un poquito, me sentí mal por Batuta. Ya sabes…


-El conejo. – aclaró Sirius.


-Sí, su conejo. Aunque admito que me sentí feliz, habían pasado trece años, trece años Sirius desde que pude disfrutar compañía de amigos en ese horrible estado. No tengo idea de donde saco un cepillo y pasé todo el rato apoyado contra su cuerpo y siendo cepillado por él, el no dejaba de hablar de lo lindo que me veía, que siempre quiso verme convertido en lobo, que qué lástima que no era un cachorrito, que si quería podía mudarme al ático de su casa y muchas cosas más. Me dio un montón de besos en la cabeza. Y acarició mi frente.


Como no puedo hablar estando así por el hocico y las cuerdas vocales más gruesas, me abrace a su cintura para transmitir mis sentimientos, estaba contento por encontrármelo de nuevo, me sentía muy tranquilo y feliz, ya sabía que no me delataría, mi Estrellita siempre fiel.- Sirius lo miró molesto, no es como si volverse animago para apoyarlo en sus transformaciones fuera nada- yo estaba lleno de dicha y él me ofreció un puesto con los mortífagos. En fin, la noche transcurrió tranquilamente mientras me ponía al corriente, hasta que alguien tocó enérgicamente la puerta.


Para entonces mi pelaje estaba todo esponjado y me había atado un enorme moño púrpura al cuello; no tenía intención de que nadie me viera así pero no me lo quite para darle gusto. Así que fue a ver quién osaba interrumpirnos, entreabrió la puerta rota y allí estaba Severus Snape.


-¿Pero cómo había roto la puerta? ¿No se supone que la hechizas para que nadie entre?


-Sí pero ya sabes cuándo piensa en cosas tiernas saca una fuerza sobrehumana de algún lado. En fin, Severus estaba al otro lado y se quedó pasmado cuando vio a Lucius en el interior de la habitación, intento espantarlo.


-¡¡LUCIUS!! ¡¿Pero qué crees que estás haciendo?! ¿Qué no aprendiste nada en la escuela? ¡Es muy peligroso que estés aquí! ¡Y Solo!, y es mucho más peligroso que se te ocurra entrar ahí, ¡Ven inmediatamente!


-Cálmate Sev, Remus se tomó su poción y se está portando bien. Además a mí nunca me haría daño.


-¡Por amor de dios! ¿Te estás oyendo? ¡Casi te expulsan una vez por tus tonterías de la escuela!, ¡Te puede pasar algo grave! Haz algo útil, ya que eres miembro del consejo escolar y que sabes esto ¿Por qué no mandas una divisa para que el colegio procure contratar personal más apto para enseñar? ¿No te preocupa lo que le pueda pasar a tu hijo?


-No seas ridículo, Ya no son esos tiempos, ahora existe la poción- refiriéndose a la mata-lobos- y Remus es muy responsable y siempre la tomará, además el preferiría lanzarse al abismo antes de dañar a algún estudiante. Y además no se lo puedo decir a nadie por el juramento inquebrantable. Y yo quiero que de clases aquí es muy buen profesor. Y no soy tan idiota como para entrar a la habitación de ya sabes, alguien si este no se ha tomado su poción- Se escucharon los pedazos del corazón de Snape removerse luego de oírle hablar así de Lupin, Severus agito la cabeza para aclarar su mente y seguir hablando.


-¿Y cómo estás tan seguro de que tomó su poción? Nadie además de él y yo lo sabría ¿También eres vidente? ¿Si no porque no sacaste un Excelente en adivinación? – allí yo también puse mucha atención. ¿Cómo estaba tan seguro de que tome mi poción?


-Simple, porque Remus es muy responsable- tanto Snape como yo pusimos los ojos en blanco - no había ruidos horribles provenientes de la habitación, no me atacó cuando entre y cuando lo encontré escondiéndose dudo en que hacer, no supo si fingir demencia, irse, o fingir que me atacaba y sacó la lengua y movió mucho la cola cuando me reconoció. Mi osito me adora y sabía que vendría a verlo- Sinceramente no sabía si vendría a verme, no esperaba nada desde que me entere que se casaba con Narcisa. – Así que Sev, sé un buen chaperon y déjanos a mi osito y a mí en paz- Cerró el espacio que entreabría la puerta y se dirigió de regreso hasta donde yo estaba. Yo normalmente acostumbro dormir en esos días y me sentía cansado, a él no le importo prestarme su regazo para reposar y acariciar mi espalda mientras lo hacía. Sinceramente fue un momento para atesorar. Me beso en la frente para despertarme, mi madre no vivió lo suficiente para hacer lo mismo, por eso sentí que soñaba, cuando lo volvió a hacer entonces recordé que él seguía allí. No supe cuánto tiempo había pasado, estaba tan apenado por hacerle perder su tiempo así. Pero él no estaba molesto, cuando habló el aire que llegó a mi oreja me hizo cosquillas por eso se movieron enérgicamente y le puse toda mi atención.


-Debo irme- Yo asentí.- vendré a verte luego. – Luego río- La próxima traeré una correa, tal vez podamos pasear unas horas antes del amanecer.


-GRRRRRRRR


-Es broma, es broma, vendré cuando No haya luna. –


Y se marchó.


Faltaba poco para el amanecer cuando Snape entró, sabía que Lucius se había ido, seguramente quería averiguar si no había herido a Lucius o que tanto habíamos hecho durante tanto tiempo en mi despacho y yo como lobo. Pero cuando me vio con ese enorme moño púrpura que yo había olvidado no dijo nada, negó fastidiado y se fue.


Eso fue todo. Vino unas cuantas veces más, hablamos pero no volvimos a tocar el tema de los mortífagos. – Sirius asintió. - Y- Lunático quería agregar algo extra- tuvimos otra sesión de sinceridad.


-¿Bebieron suero de la verdad?- Lupin asintió.


-Fue lindo saber lo que sentía por mí después de tanto tiempo. – Sirius rodó los ojos, no podía creer que este meloso cuento de amor aun no terminaba después de tantos años. Lo peor era que involucrara a su hermano del alma y a ese.. ¿Su cuñado? Por un instante sintió pena que los sentimientos del merodeador aunque correspondidos no podían ser exhibidos en público o como quisiera.


-Siento lo de Narcisa- aclaró-


-No te sientas culpable era algo predecible. - El hombre lobo suspiró.


-Como sea, ya hemos construido nuestras propias vidas, no es sensato seguir pensando en él hubiera, aunque parece que por alguna razón el destino continua acercándonos, pensé que no lo vería más desde que marche de Hogwarts pero curiosamente nos hemos encontrado más seguido de lo esperado o debido.


-¿A qué te refieres? ¿Lo has vuelto a ver? ¿Cuándo? –preguntó Sirius preocupado.


-No te angusties, yo confío en él, a decir verdad son encuentros de una noche. Me parece bien, no cualquiera aceptaría una relación con un licántropo. Digamos que también necesito de él, es mutuo- Sirius asintió, lo entendía.


Hubo un silencio tras lo cual Sirius se incorporó y le dio una palmada en el hombro a Remus, salió de la sala para dirigirse a la cocina y preparar un poco de té, pudo ordenarlo a Kretcher pero quería prepararlo el mismo para su amigo.


Mientras tanto Remus se quedó en la habitación recordando.


Con un levicorpus dejaron a los muchachos en sus respectivas camas y los abrigaron bien, luego tomaron asiento mientras bebían su taza de té.


“Tal vez” pensó Remus con una sonrisa. El recordar aquellos tiempos, recordarlos con cariño. “Podamos empezar de nuevo. Se lo diré”


…………………..


Porque de vez en cuando quedaban.


Habían sido dos meses desde el último encuentro.


Lo quería y lo quería ya, todo ese tiempo de abstinencia de lobo. Ya no podía más, llevó las manos a las caderas de su amante posicionado detrás que torturaba su entrada con apenas la punta, con un sutil roce, y sin perder más tiempo sujetándolo con fuerza y con un movimiento de su propia pelvis hacia atrás apretó la cadera de su amante contra su propio cuerpo empalándose a sí mismo. Exclamó con dolor alertando al hombre lobo.


-¡¡Lucius estas bien??- El peliplateado asintió e hizo un vago intento por iniciar el movimiento de vaivén sin conseguirlo, las paredes de su ano se habían estirado para hacerle cupo al cuerpo de su amante provocándole dolor y placer, desistiendo de sus deseos Lupin lo detuvo, lo inclinó contra el escritorio y empezó los movimientos con ritmo. Lucius gemía a cada contacto de la cabecita contra su próstata, sentir el frío metal de las plumillas, pergaminos y demás aditamentos de escritorio contra su pecho, contra sus pezones le excito.


-Solecito no seas tan impaciente, te harás daño.


-Mnnnnnn-


El aliento de su hombre al oído le gusto, también la dulce forma en la que se dirigía a él le conmovía. Sintió unos besos en su espalda y sus manos acariciar y frotar y estimular su pene.


-¡Dí… dime que me quieres! – exigió Lucius Malfoy.


-Te quiero- y Remus lo beso en la oreja. Siguieron así los siguientes minutos.


Le entró la nostalgia y con esos suaves dedos llegó al orgasmo.


…………………………….


-Son encuentros muy románticos pero después de eso nada.


-Eso es porque Lupin es una bestia torpe y desgraciada que no merece tu atención, así de sencillo.


-Hay Sev, te enfadas más tú que yo, que tierno.


Severus se sonrojó y desvió a mirada- claro que me enfada. No quiero verte sufrir así.


-Gracias Sev, por preocuparte así por mí. -


Todo este tiempo Remus Lupin charlaba con su amigo de antaño Sirius Black en el número 12 de Grimmuld place; por su lado, en el aula de pociones de la famosa escuela de magia y hechicería dos magos compartían sus penas entre sí como los buenos amigos que eran. Por supuesto eran Lucius y Severus que también habían estado hablando sobre los merodeadores, las novedades del mundo mágico y de quien ocuparía el puesto como profesor de DCAO.


-Debería dejarte, ya que eres casado, no entiendo porque sigue buscándote- comento el moreno. – Lucius bajo la vista triste.


-Bueno, yo tampoco le he impedido. Nos seguimos viendo pero… pero creo que no le interesa, creo que no le gusta el rumbo que tome, tal vez pensó que desde que nos reencontramos cambiaría a mi familia por él y que lo buscaría pero no ocurrió, me gusta ser hombre de familia, a veces pienso que lo mejor fue terminar, pero últimamente me siento un poco solo, sigo necesitando de alguien que me ame, Narcisa es muy dulce pero yo… desearía que un buen hombre se interesara en mí.


-¿De verdad?- preguntó Snape haciendo a un lado el periódico, sorprendido y lleno de dicha imaginando que se trataba de una clase de confesión. Deseando fuera una confesión, ¿Por qué era una confesión cierto? Después de tantos años de devoción en silencio tenía que ser una confesión ¡¡¡PORQUE DEBÍA SER UNA CONFESIÓN!!!! - ¿Ese podría ser yo?


-¿Cómo?


-¡Siempre me has gustado!- Tras años y años de planear, ensayar su confesión finalmente brotó la verdad de su corazón por sí misma y más sincera que nunca- Yo seré ese buen hombre que te amara intensamente- dijo con una sonrisa enorme y lleno de júbilo, se sentía tan bien decirlo, decirlo alto, ¡Que lo amaba!, ¡Que siempre lo ha amado!. Nadie reconocería a ese Severus Snape. De allí le venía lo amargado, de guardarse su felicidad por tanto tiempo. Por su lado a Lucius no le gustaba para nada la idea, intento sonreír para no parecer grosero mientras el tic nervioso aparecía.


-No te sientas comprometido por lo que acabo de decir- dijo intentando desviar el tema.- no tienes que forzarte.


-No es forzarme, ¡De verdad! ¡Me gustas! ¡Siempre me has gustado!, ¡Mira!- entonces abrió un armario y con un movimiento de varita este se abrió a la mitad dejando a la vista un cuarto oculto lleno y lleno de botellones, suficientes para abastecer el más grande de los almacenes, de donde extrajo uno enorme con la leyenda “Amortentia”- cada tanto hago un galón pensando en ti, nunca me he animado pero tengo suficiente para compartir una vida contigo. – dijo con ojos brillantes llenos de esperanza.


-Ah… que tierno.. creo…-


El profesor de pociones le acercó un galón.


-¡Bébelo Lucius! ¡Sólo un sorbo y nos amaremos por siempre! ¡Nos perteneceremos eternamente!


-Nnno creo que sea apropiado, Severus te aprecio y no sería justo para ti si sabes que es la poción…


-¡Oh!, ¡Eres tan lindo!, pero no me sentiré mal, si lo haces voluntariamente el efecto será mayor y yo te haré tan feliz. No volverás a pensar en ese perro- Severus avanzó desquiciada y amenazadoramente hacia el peli plateado que retrocedía paso a paso hasta que finalmente lo arrinconó contra la pared, cuando Lucius sintió la pared tras él tomo aire y trato de pensar cómo salirse de esta, de algún modo sintió que el maestro de pociones estaba a punto de darle a beber el galón entero por las fuerzas y con ayuda de un embudo.


-Ehhmmm .. ¿No tendrás algo menos fuerte.. ya sabes el estómago? – Afortunadamente el pocionista asintió sin dejar de sonreír y regreso hasta su armario donde rebusco entre sus frascos y botellas con tanto desesperación y violencia que algunos se rompieron, pero no le importó, Lucius se acercaba lentamente a la puerta pero para su mala fortuna Severus encontró lo que buscaba y tras una breve mezcla entre ingrediente sirvió un poco en una cuchara que acerco a gran velocidad a Lucius sin dejar de sonreír. A Lucius tanta sonrisa ya lo ponía nervioso, a pesar de ser su amigo desde hace tanto tiempo nunca lo había visto así de feliz.


-¡Bébelo!- Lucius sonrió nerviosamente, aun podía hacerle una maldición pero Severus era muy bueno para los duelos, pero sin aguantar la presión Snape prácticamente presiono con la cuchara sus labios y nervioso y ya sin saber cómo termino atragantándose y pasándose la mayor parte.


-¿Y bien? ¿Me amas tanto como yo a ti Lucius?-


Pero para sorpresa del mortífago, no se sentía diferente. Y se lo dijo.


-No me siento diferente.


-Ya verás mi amor- y lo asalto con un beso, como siempre había deseado, lo besó mucho, frotando la lengua contra toda su cavidad oral para asegurarse de que sabía tal y como siempre lo había imaginado. Lucius lo apartó pero no de manera brusca, sintió una descarga intensa de placer, fue tan intenso que se preocupó seriamente por su compostura en esos instantes. – Te amo, mi amor- Y Severus lo beso en la oreja y acarició su cabeza mientras Lucius respiraba agitadamente. Lo abrazo con tanta familiaridad que a Lucius se le hizo insoportable.


-¿Coff Qué era?


-Solo un empujoncito para que no dudes más mi amor. –


Severus lo beso otra vez y a Lucius le costó negarse, al final hizo a un lado toda la resistencia y correspondió igual de animadamente, lo que puso por los cielos la autestima de Severus, quien se sintió imparable, indestructible, amo y señor de todo lo existente. Lo único que siempre había necesitado era a su rosa blanca en sus brazos.


Se besaron por espacio de horas, Lucius tenía la enorme y creciente necesidad de ser devorado por ese hombre, era incómodo porque eran amigos. Pero para cuando Severus comenzó a bajarse la cremallera del pantalón, decidió que lo mejor era marcharse, a pesar del incontrolable deseo que afloraba en su interior apartó a Snape con un -¡Se me hace tarde!- ¿Para qué? No estaba seguro, solo lo dijo por decir. Se puso de pie y aun con la punzante necesidad en sus pantalones corrió en búsqueda de la chimenea por la que había llegado y con polvos Flu regresó a casa.


Una vez allí fue recibido por su esposa, pero no la dejo hablar demasiado, cargó a Narcisa llevándola como tronco al hombro y subió la larga escalinata al dormitorio corriendo, la mujer gritó del susto e impresión, él la tiró a la cama y ella a punto protestar por el desconsiderado trato, pero Lucius no hacía caso, se desnudó y brincó junto a ella y le hizo el amor, la mujer enseguida infirió que se había tomado algo, pero igual se dejó hacer, después de todo le gustaba para donde iban las cosas.


-Lo que sea que te hayas tomado me gusto, consígueme un poco-


Lucius asintió y se dejó desfallecer a su lado en la cama, jadeando, sudando y sintiendo que se le iba el alma.


Cuando se recuperó a las dos horas decidió tomar un baño, allí sumergido en la gran bañera llena de agua caliente comenzó a pensar.


….Con Narcisa había construido su hogar, formado un patrimonio y acrecentado su haber. Pero Remus, con él no había logrado nada… y aunque su esposa era muy dulce, los dos sabían que su relación siempre sería más de hermanos que como pareja y el de verdad estaba necesitado de amor…. A pesar del fiasco con los Black, con el tiempo y cuando se reencontraron él y Remus (cuando Draco estaba en tercero), pensó que podrían empezar de nuevo … y a pesar de todo, Lucius lo seguía queriendo, había amado a su Lobito con todo su ser por años, le había dado su amor, cuerpo y comprensión pero aun así era imposible que fueran más allá, era como si se hubiese estancado y los dos estaban cansados, hartos de la situación.


Ninguno de los dos se atrevió a dejar al otro. Y si hiciera lo mismo con Severus, al final terminaría cansado pero ¿Y si le daba y se daba la oportunidad de cambiar algo?


Lo haría, estaba harto del vació en su interior.


Volvió a visitarlo al tercer día, el profesor de pociones estaba decaído frente a su escritorio, pero cuando Lucius entró la habitación pareció iluminarse. Extendió los brazos y coloco las manos sobre los hombros del moreno quien alzo la vista deseando saber qué debía hacer para complacerlo, pero Lucius solo se inclinó hacia adelante y lo beso en la cabeza. Severus no supo que hacer pero se puso todo rojo, y se le aguaron los ojos, finalmente, finalmente, después de tanto, de tanto tiempo, dolor y sufrimiento. De verdad quería más besos como ese.


Que así sea” –Pensó Lucius para sus adentros y un poco triste.


Sólo tenía bellos recuerdos, pero nada más. El hombre que amó y amaba solo era eso, un recuerdo.


Y el hombre que estaba frente a él estaba allí, era real.


 

Notas finales:

Gracias por leer. 

Saludos ^^ 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).