Vampirismo
-OOHHH mi bien OHHH♥-
Esos sonidos le causaban cierta hilaridad a Lucius, Severus a veces era tan tierno. Pensó en Remus y en lo brusco que solía ser cuando estaba en celo. Pero Sev ¡AL FIN! sabía contenerse.
Tras el encuentro romántico permanecieron en la cama charlando.
-¡Maldito Dumbuldore!, no me da el puesto de DCAO. Contrato a ese tal Moody.
-Mmm que pena.
-Al menos con Lupin daba clases como sustituto.
-¿Y qué tienes que hacer para ser profesor?, Draco dice que todos son unos ineptos claro a excepción de ti. Dice que eres el mejor profesor de Hogwarts. -Severus sonrió.
-Pues- suspiró- en teoría tienes que tener preparación en la materia a impartir, o ser docente. Cosa que para nada sucede en este colegio. En el caso particular de Defensa contra las artes oscuras, por alguna extraña razón la gente piensa que cualquier sujeto que haya tenido una experiencia con alguna criatura oscura, aunque sea un auténtico idiota y no sepa de lo que habla es contratado como el inepto de Lockard.
-Lockard- Lucius suspiró porque el también fue su fan antes de que enloqueciera. De hecho el le pagó los primeros tratamientos -Experiencia- pensó- entonces yo podría dar clases.
-¿Ah sí?- Severus sonrió, que Lucius creyera que podía hacerlo era tierno, porque aunque no lo creyera, era una profesión muy pesada, revisando exámenes, preparando clases, persiguiendo mocosos.
-¿Tomaste un curso?
-No, experiencia con criatura oscura.
-¿Cómo qué? ¿Un Grindylow te vio feo en la tienda de mascotas? Lupin no cuenta.
-Me mordió un vampiro.
-¡¿Te mordió un vampiro?! ¿¡QUÉ!?
-¡Y fue increíble!
-¡Lucius! ¡Eso es tan peligroso!- Es decir el llevaba toda su vida preparándose para enfrentamientos con criaturas oscuras y nunca tuvo un encuentro con una a excepción de Lupin que no era más que un cachorro infame ¿Y cómo fue que no pudo proteger a Lucius? ¿Y porqué esta circunstancia le paso presisamente a Lucius? Potter vio un Grimm, ¡Mató al basilisco!, ¡Sprout peleo contra un zombie! ¿Por qué a él nunca le ocurría nada interesante? Sintió su miserable y aburrida vida más aburrida- ¿Dónde? ¿Cuándo?- pero el rubio suspiro.
-Hace como diez años, ahhh♥ , me abordó en el callejón Diagon, fue muy amable, me invitó a cenar, al teatro, pasear por el parque y al final me pidió permiso para morderme, fue maravilloso, pago una suit muy costosa, beso mi mano y luego mi pómulo y después.. ¡Ni siquiera dolió! ¡Fue romántico, increíble! ¡Sentí escalofríos!, fue como si hubiera perdido mi virginidad por primera vez … de nuevo.- Severus lo miró seriamente ¿Cómo fue que nunca lo supo? ¿Por qué se enteraba hasta ahora? ¿Por qué estaba tan celoso?
Lucius regresó a la tierra.
-Sev ¿Quisieras probar?
-¿¡Qué!? ¡No! ¡Estás demente!-Pero si solo teniendo contacto con una criatura oscura podía obtener el puesto. - Y además, ¿Dónde encontrarías un vampiro?-
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Esperaban a la mesa de un restaurante. Tenía que ser una broma.
-¿Exactamente cómo lo contactaste?- El mesero ya llegaba con sus platillos, lucía muy delicioso, mientras cortaba elegantemente su filete Lucius contestó.
-Solo le envié una carta.
-¿Tienes su dirección?
-Sí. – el mago lo miraba escéptico- ¡Ay Sev! ¡No todo tiene que ser tan complicado siempre!, ¿Qué esperabas? ¿Un viaje a Rumania a un pueblo deshabitado con una expedición bajo las catacumbas con veinte magos que desparecen uno por uno hasta que solo quedaras tu? Modernizate ¿quieres?-
Severus iba a responder pero entonces se percató que junto a ellos había un hombre. No lo vieron cuando llego. En cuanto Lucius lo reconoció se puso de pie.
-¡Eleazar!
-Lucius- se saludaron con un beso en la mejillas y permanecieron sujetados de las manos, haciéndole hervir la sangre al pocionista- Luces tan radiante, aun más atractivo que cuando te conocí- Lucius rió imaginando que mentía pero complacido por el comentario. Los presento.
-Un placer- respondió Severus secamente y conteniéndose por contemplar a un Lucius cautivado. Parecía que se había olvidado de él. El vampiro, antes de tomar asiento besó la mano de Severus, demasiado enérgicamente para su gusto. El moreno permaneció mudo y de inmediato se sonrojo, ante la sorpresa e incertidumbre alcanzó a suponer que usaba hipnosis o algo, porque noto como Lucius se quedaba embelesado y perdido en su mirada. ¡Pues sus trucos mentales no le servirían!, ¡El era un experto en vampirismo!
Se sentó con ellos. Severus lo inspeccionó detenidamente, el vampiro era alto, fornido, vestía un traje color vino, cabellera con rizos castaña, pálido. Atractivo, parecía un poco mayor pero no de más de cincuenta años humanos.
-¿Quisieras... ¿Puedo ofrecerte algo de aquí? ¿Algo que te guste?- Lucius no le quitaba la vista de encima y le tendió el menú para que lo leyera, Severus supo que estaba en trance, esa pregunta era tonta, el vampiro no necesitaba comer y Lucius lo sabía bien. Eleazar río, negó cortésmente.
-O no, gracias, come, come tu, me gusta el olor de lo que pediste, sabrás delicioso en unas horas. -
Lucius suspiró, “Es todo un sueño, quiero que me llevé con él”
A Severus le subió la bilis por el estómago, el vampiro sonrió. Luego Severus se sobresalto al escucharlo hablar en su mente “No es de caballeros leer la mente de tu acompañante si su autorización” Bajo la vista a su plato avergonzado.
...
Soportó los celos durante horas, quería ir al grano, que lo mordiera y se marchará pero después de la cena se encaminaron por las calles y entraron a tiendas al azar. Lucius iba del brazo del vampiro, lo que a Severus enloqueció. Tras horas, al fin, finalmente estaban allí, en la maldita habitación de hotel.
-¿Puedo?-
Estaban sentados en la cama y el vampiro de rodillas frente a él y tomándole la mano como si le pidiera matrimonio, pero esa era su forma de pedir permiso para morderlo y beber su sangre. Severus pensó.
“¡Es decir hicimos todo esto para que sí!, ¡Si lo hiciera! ¿Y todavía pregunta? ¿Todavía pide permiso? ¿Pues que cree?... ¿Y si le digo qué no? ¡Que su tonta noche se arruinó! ¡A puesto a que no se esperaba un no como respuesta!”
Pero antes de que respondiera el vampiro agregó.
-Si no se siente cómodo, podemos intentarlo en otra ocasión. No desaprovechemos la suit- se sentó en una silla frente ellos. - Acuéstate, yo me quedaré aquí velandolos- Avergonzado Severus accedió.
-Ya que, anda hazlo rápido.
-Por supuesto- El vampiro ya estaba rodeándolo con sus brazos, ni siquiera lo dejó pensar en como sería o en cuanto dolería. Posó sus labios sobre los de Severus, gesto que le sorprendió al mago, luego lo mordió en el cuello tan rápido que no dolió.
Severus exclamó, dolía un poco, los colmillos, pero pronto una dulce sensación recorrió su cuello y se disperso por todo su cuerpo, hasta alcanzar la punta de los dedos.
Para su propia sorpresa gimió apenándose. Luego empezó a disfrutarlo.
¡O por dios era como hacer el amor pero a nivel espiritual!
Sentía que era su primera vez, pero no fue como la primera, era como si estuviera perdiendo la virginidad a manos de un gentil, dulce y respetuoso caballero o algo así si es que puede describirse.
Cuando abrió los ojos, se dio cuenta de que estaba acostado, miró a su lado y vio como Eleazar hacia lo mismo con Lucius. Se sentía débil de modo que no pudo incorporarse, y no quería hacerlo.
El vampiro beso a uno y luego al otro. Si los manoseo, Snape ni se entero pero en un momento notó que Eleazar estaba recostado en medio de los dos, abrazándolos y sintiéndose el héroe de la película. Más tarde ses sacó los zapatos y permaneció allí, acurrucado con ellos mientras los magos dormían profundamente.
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Lucius caminaba dando vueltas de felicidad.
-¡Ahora conseguirás el puesto! ¡Iremos a las estrellas!- Aun perdido en el trance de Eleazar. Severus apenado se terminaba de acomodar la capa.
-¿Ocurre algo?- el vampiro infería que quería preguntar algo. Era de día y aun así las cortinas estaban abiertas, se podía porque ya se había puesto el bloqueador solar.
-¿Sabe diferente?
-¿A qué se refiere?
-¿Mi sangre sabe diferente a la de Lucius?... Yo.. yo soy mestizo.
-Oh, pues verá, no se ofenda, pero al menos yo no noto la diferencia, en ese aspecto saben igual.
-¿Y siempre pagas por todo esto solo por unos cuantos sorbos?
-Por supuesto, aun si la comida no es buena, pero lo que vale la pena es la compañía-
La típica respuesta de un vampiro romántico.
-¿Y Lucius vale la pena? Si su sangre sabe igual a la de los demás ¿Cómo puedes saber si es buena o no para ti?
-Pues cuando lo olí se me hizo suculento su aroma corporal, le explique lo que quería, además amo a las personas con sangre AB.
-¿A B?
-Su tipo de sangre, y tiene muchos anticuerpos, burbujean en mi lengua cuando la pruebo- Miró de nuevo a Lucius. Severus se asustó, los ojos del vampiro cambiaron, parecía una fiera a punto de saltar sobre su presa y su Lucius un borreguito inocente y perdido distraído con el espejo.- Perdón- recobró la compostura. -Sabe delicioso, también usted-
-Claro- no le creía del todo. Se despidieron en el loby, Eleazar llevaba gafas para el sol. Aun así Lucius parecía aferrado a quedarse a su lado, Severus tuvo que tirarlo por el brazo para sacarlo de allí, cuando se alejaron unas calles el mago regreso a la normalidad.
-Estoy cansado.
-Yo también- era culpa de la anemia. Severus le paso el brazo sobre los hombros y lo acercó hacia sí. Se sentía muy tranquilo. Aunque no consiguiera el puesto de profesor de DCAO había valido la pena. Beso a Lucius en la mejilla.
-¿Me darías su dirección?
-¡SEV!-