Robar es un pecado, es inmoral, atenta contra la sociedad, un acto ilícito que Remus jamás de los nuncas cometería, pero su mierda moral se fue por el drenaje, la urgencia de conseguir otro conejo y reemplazar a Batuta era lo que más le urgía ya que Lucius por más misericordioso que era ahora si se lo cargaría, seguramente llegaría mañana por la tarde o por obra del cielo Domingo en la noche, pero no había que perder ni un segundo, con el dolor de su corazón entro a hurtadillas a la enfermería (la cual conocía bien por las continuas visitas) y vació el contenedor de tampones los cuales vertió en su mochila, y salió a prisa pidiendo que ninguna chica o maestra necesitara alguno.
Iba en dirección a la sala común, rápido, sudando estaba por llegar cuando.
-¡¡OSITOOOOOO!!-
Sintió que se caía y que todo se desvanecía. Su novio lo abrazo por atrás.
-JAJA ¿LUCIUS?-
-¡Acabo de llegar Osito! Mi papi me paso a dejar porque le rogué mucho. ¡Llegue antes!, quería ver cómo te sentías después de ya sabes… estás un poquito despeinado pero no se nota.
-yo… Yo Lucius …
-Yo también te extrañe CCCHHHHHHHHUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUU (beso) ¡Vamos al Gran comedor tengo un montón de sed! La fiesta estuvo buena pero como siempre puro alcohol. Pero no pienso hacer otra cosa más que dormir luego ehhh por si estabas cachondo, hoy no.
-Bebé sabes que te adoro.
-¡Y YO A TI PASTELITO! –
“¿Qué hice dios para que me pase esto?” – se preguntó Remus, pero vio de tan buen humor a Lucius que por un momento, por un instante realmente creyó que no le importaría. (AJÁ) Atravesaron las puertas del Gran comedor y algunos se fijaron en el aspecto desaliñado del Gryffindor.
-Mira mejor te lo digo no fue a propósito de verdad lo siento ¡No quise! ¡De verdad pero a Batuta yo.. lo…
-¡MI BUNNYYY! –
Lucius corrió hasta la mesa de Slytherin donde Snape leía y cuyo regazo era ocupado por Batuta el conejo que movía sus bigotes de vez en vez y cuyas orejas ondearon al reconocer la voz de su dueño.
-MI BEBÉ, BATUTA ¿QUIÉN ES EL BEBÉ DE PAPÁ? – dijo apenas lo atrapo en sus brazos.
Remus resoplo aliviado, así que todo este tiempo había estado a salvo.
-Estaba en los invernaderos- dijo Severus.
-Te escapaste niño travieso, ohh tal vez tenía hambre. ¿Quién quiere comer? ¿Quién quiere comer? – levantándolo en lo alto, el conejo solo movía sus bigotes desinteresado mientras fijaba los rojos ojos al horizonte.
-Le di unas zanahorias hace un rato – contesto Severus sin despegar la vista del libro.
-¡¡GRACIAS SEV!!- Lucius le estampo un beso de agradecimiento y se llevó a Batuta en brazos a su asiento en la mesa, luego le hizo una seña a Remus para que se sentara a un lado.
Remus tenía un tic nervioso. Dejo caer la mochila llena de tampones en el suelo. Luego sintió que alguien lo jalaba y allí estaban sus amigos a unos pasos de la puerta.
- ¡Listo!, no pudimos conseguir un conejo pero no creo que note la diferencia.
-¡¡¿Ese es Peter?!!
-Sí, el disfraz perfecto ¿no crees?
-¿Están locos? ¡Esto jamás podría pasar por un conejo!
-Oye porque nos gritas, tú eres el que se comió al conejo y no has hecho nada por intentar encontrar una solución y nosotros pasamos todo el rato cazando a Colagusano y al fin lo atrapamos y lo disfrazamos.
-¿Disfraz? ¡Parece que vertieron un montón de pegamento encima y lo cubrieron con bolas de algodón!, además la cola ¿Creen que un conejo tendría esa cola?
-Es el relleno del sofá y no nos culpes nosotros tratamos de ayudarte ¿Por qué te enojas?- Colagusano estaba en modo rata todo decaído y triste, cubierto por un montón de material de espuma pegajoso y apresado en las manos de Sirius, ahora tendría que pasar el resto de la eternidad fingiendo ser Batuta el conejo.
-¡Sí Lunático, apuñalamos el sofá por ti! ¿Por qué te enojas?
- ¿Por qué? ¿Quieren saber por qué? ¡Acabo de morirme pensando en cómo Lucius estará destrozado si se entera que Batuta murió! ¡Y que yo tuve la culpa! ¡Y resulta que el cabrón de Snivellus intenta bajarme a Lucius! ¡El bastardo tuvo a Batuta todo el tiempo y yo como imbécil preocupándome!- Peter saltó de las manos de Sirius y se metió en el primer agujero de ratón que encontró. Pero a nadie le importó la buena nueva.
-¿Snivellus quiere con la cosa esa?
-¡Me quiere robar a Lucius y no lo permitiré!
-¡Si esa es la actitud Lunático! ¡Únete a la causa contra Quejicus!-
-Jaja nunca vi tan furioso a Lunático – puntualizó James.
-Ni yo.
-¡Me las voy a cobrar!- dijo ya sin poder contener la furia.
-¡Sí!, ¿Quién tiene la culpa? ¿A quién le harás calzón chino en la próxima que te lo cruces?
-¡A LUCIUS!
-¡SI! EH? ¡NO! A Snivellus Lunático, repite conmigo ¡Snivellus!
-¡Lucius como se atreve a besar a alguien frente a mí, no tiene perdón pero me va a oír!- dio media vuelta caminando en dirección a la mesa de Slytherin.
-Oye es mi imaginación o Remus de verás de veras está enfadado.
-Naa, ya se le pasara-
La ratita de Peter entre las paredes también asintió.
-Remus, ven, vamos a desayunar que haces perdiendo el tiempo con Black y Potter.- Pero Remus le valió y antes de hacer una escena lo tomo por la mano y se lo llevo lejos en dirección a donde pudiera gritarle a todo pulmón.
-¿Oye que te pasa? – Como era muy temprano realmente no había nadie aun, nadie a quien le importara Lucius, y por eso lo dejo pasar.
-¡Lucius!- gritó Remus en uno de los corredores- ¿Te das cuenta de lo que acabas de hacer? ¡Acabas de humillarme en público!
-¿Yo? ¡Tú acabas de hacerme una escena…
-¿Qué pero? ¡¡NO, NO, NO, NO!! ¡Tú acabas de besar a Snape o lo niegas? ¿Lo niegas?- Lo sujetó por los hombros y comenzó a agitarlo.
- ¡Remus cálmate estas demente!
-¡Claro que estoy demente! ¡Estoy loco! ¿¡Quieres ver que tan loco estoy!?
-Rems- dijo en voz baja y en un tono un poquito ¿Cómo decir? Entre lúgubre y amenazante, pero sin perder esa sonrisa perfecta- ¡Dijiste que te comportarías! ¿Lo olvidas?-
Remus se dio cuenta de que lo que hacía no era correcto, ese no era él. Y luego se puso a llorar. Lucius lo abrazo.
-¿Estás sensible porque es ese periodo del mes?- Y Remus asintió llorando en su hombro.
-¡Se supone que solo debes besarme a mí! – Lucius desvió la mirada si había besado a Severus pero eso lo hacía siempre con sus amigos…
-Sólo te besare a ti, porque eres mi lindo novio al que quiero mucho. Y quiero cuidarte y estar aquí para ti cuando más me necesites. Siento haber ido a la fiesta cuando tú estabas pasándola mal, pero ya no más. -
………………….
Remus despertó muy adolorido y lo primero que vio frente a él fue a Batuta.
-¿Cómo se te ocurre hacerme esto? Pensé que me considerabas tu papá-
El conejo siguió moviendo sus bigotes sin decir nada.
-Por buenas razones me prefiere a mí. – Remus intentó saber quién le hablaba y entonces se dio cuenta de que no estaba en la sala común de Gryffindor ¡Estaba en la de Slytherin! El dosel verde estaba corrido pero aun así pudo reconocer el color verde esmeralda de este así como el de los cobertores de entre los cuales no pudo salir, la cama estaba precisamente tendida con las sabanas bien envueltas en su cuerpo, incluso parecía que pesaban más que las del dormitorio. Finalmente pudo liberarse, el color se le subió hasta las orejas cuando noto que traía puesta el pijama de Lucius, ¡Muy suave! , las pocas heridas que se hizo habían sido curadas y su cara y manos estaban limpias.
DX
Se asomó tímidamente por la cortina y sí, en efecto ese era el dormitorio de sexto grado de Slytherin.
El único allí era Snape leyendo en su cama.
-¡Hola Snape!, ¿No viste a Lucius?- Severus se molestó por el cambio súbito de ánimo del lobito, había estado muy altanero en el comedor esa mañana y ahora ya era dulce y tierno ¿no? Claro, usaba sus artimañas como siempre.
-Sí, si lo vi. No, no sé dónde está- respondió cortantemente.
-Uhmm-
Remus regreso al interior de la cama, en esa pequeña cueva, se recostó de nuevo y meditó un poco sobre lo sucedido. Ya se sentía mejor, de verdad que Batuta le había dado un gran susto.
Ni siquiera pensó en que su cama estaba peligrosamente cerca de la de Lucius.
-¡¡Qué hora es preguntó sumamente alterado!!
-No soy tu reloj personal.
-¡Snape!
-Son las siete de la noche.
-¡Mierda!-
Remus salió tropezando con los cobertores.
-¿Qué ocurre Lupin tienes algo importante que hacer?
-¡Debo irme!- ¡Seguramente la luna seguía llena!
Batuta salió disparado de la cama hacia la puerta la cual rascó con sus patitas, esta se abrió y entro Lucius que recogía al conejo del suelo.
-Bebé tienes que cuidar de Remus, ¡Remus que haces allí en el suelo!
-¡Es tarde debo irme!
-¿Tarde para qué?
-Ya casi oscurece.
-¿Pero qué dices? Son las cuatro de la tarde, yo pensaba despertarte a las seis.
-Pero Snape dijo.
-¡Lo siento tanto Lupin, perdóname, mi reloj está adelantado y lo olvide!
-¡¡¿Está adelantado tres horas?!!
-Yo tengo mi propio sistema, si a ti no te gusta consigue tu propio reloj.
Lucius se acercó al “taco humano” de Remus enrollado en las cobijas y lo levantó con demasiada facilidad para recostarlo de nuevo en la cama.
Aliso las cobijas sobre el para mantenerlo “atado” y sin escapatoria y lo beso en la frente.
-Lucius, te recuerdo que este dormitorio no te pertenece únicamente a ti.
-Hay Sev no seas malo cuando tu traigas a tus novios no te voy a decir nada.
-Solecito, pensaba marcharme.-
-Pero faltan dos horas para las seis bizcochito.
-¿Se puede saber qué importante cita tiene Lupin a esa hora?- pregunto Severus quien hizo a un lado el libro y se recostó mirando al techo. Y fingiendo demencia porque la verdad ya lo sabía, incluso antes que Lucius.
-Es un secreto- respondió el peli plateado.
“Entonces ya lo sabe” Severus corrió el dosel de su propia cama, tenía la esperanza de que cortaran apenas se enterara pero entonces sí, si lo sabía y aun así, aun así seguía siendo novio de ese despreciable ser.
“Pero yo lo amo tanto… no es justo” Y se puso a llorar en silencio.
-Me dan asco.
-Ashhh Sev- Lucius dejo abierto el dosel para que cualquiera que entrara viera que no hacían nada malo y se acomodó junto a Remus. Mientras Severus hundía la cara en la almohada ahogando su llanto.
Remus estaba muy a gusto, la verdad muy cómodo y no le importo utilizar a Lucius de almohada que olía súper rico, durante las dos horas que quedaban para marcharse a la casa de los gritos.
Y en cuanto a la mochila con tampones, esta se quedó allí a la entrada del Gran comedor. Nadie la reclamó como propia por lo que las chicas se los apañaron. *
Ah sí, y si quieres saber que era el pelo con sangre que encontró Remus al despertarse en la casa de los gritos, la verdad es… que no tengo ni la mínima idea. (No es cierto XP era el relleno de una almohada y la sangre era de él. Estaba tan pendiente de Batuta que no espero para analizar la situación)