Hace unos minutos me había despertado. Me desperté por el cantillo de unos pajaritos de afuera pero... de todos modos ya no quería ni podía seguir durmiendo. Mire la hora y eran las seis de la mañana. En un par de horas tendría que ir a trabajar, asique sin ningún ánimo me levante y fui a lavarme la cara y los dientes.
Después eso, comencé a tener hambre asique fui a la cocina haber que había para desayunar.
Encontré huevos y otras cosas más... entonces decidí prepararme una tortilla con un poco de café. Al terminar me dispuse a lavar y secar los platos... Volví a mirar la hora... tan solo había pasado treinta minutos... aun faltaba una hora para ir a trabajar.
Como no tenía otra cosa que hacer, empecé hacer trabajo extra.
Paso la hora... guarde mis cosas, fui a darme un baño y me aliste para salir.
Al salir, me encontré con Onodera.
-Buenos días! –dije
-Buenos días –contesto
-Vamos en mi auto- dije sin preguntarle y arrastrándolo hacia mi auto.
Ritsu no decía nada, ni siquiera se resistió. Subimos al auto... me puse el cinturón de seguridad y me dispuse a conducir.
Mientras manejaba, solo se oían los ruidos de las motos y la música de los esteros de los autos, sino fuera por eso el silencio reinaría en el auto, aunque no era la primera vez, asique decidí no tomarle importancia y seguir conduciendo.
Estacione y bajamos del auto hacia el elevador. Y el aun no decía nada. Absolutamente, algo estaba mal y no me quedaría con la duda.
-¿Onodera, que te pasa? –entraba en el ascensor
-Nada –dijo sin ánimo de responder -...Y gracias por traerme
-Como que nada. Entonces porque actúas así –estaba ya enojándome
-Takano-san actuó de igual forma que siempre –me respondió nuevamente sin ánimos y sin mirarme
-Tsk.. –le agarre del brazo para que me mirara –No mientas, algo te está pasando –seguía sin mirarme. Eso me molesto y lo bese.
Automáticamente, el me empujo -Onodera...
- Entre tu y yo no hay nada, ni lo habrá–grito furioso –No vuelvas a besarme o tocarme- asqueado
¿Qué carajo, estaba pasando? ¿Porque me mira asqueado? Porque me rechazas y... porque me dices esas cosas, si yo te quiero... te amo...te amo, sin ti no... no existo.
-Rit..-no me dejo hablar
-Basta Takano –se abrió las puertas del ascensor –Yo no te amo
Estaba desbastado con aquellas palabras, me dolía pero... no entendía... ¿Por qué...? Si cada vez que te tenía en mis brazos y te hacia mío, sentía tu amor por mi... aunque no me decías con palabras... lo sentía en mi pecho... era amor.
...Salí del ascensor y me fui a ocupar mi puesto de trabajo. Esperaría hasta la salida para poder hablar nuevamente con Onodera.
Cuando tenía que hablar con él, me respondía como si nada hubiera sucedido. Me molestaba pero... tenía que esperar.
Cada vez que podía le miraba de reojo pero él seguía igual...seguía con la misma expresión... sin importarle nada.
Pasaron las horas, hasta que llego la hora de la salida asique rápidamente salí en busca de Ritsu.... Inesperada surgió una reunión a último momento... Cuando llegue... no estaba Onodera... tan solo se encontraba Mino y Hattori.
-Hasta mañana Takano-san –dijo Mino y saliendo del lugar
-Me retiro por hoy –dijo Hattori
-Buen trabajo –conteste. Y antes de que saliera le pregunte –¿Haz visto a Onodera?
-El se fue a dejar unos folletos al departamento de impresión –me dijo antes de irse
Cuando escuche eso, salí tras de Ritsu. Ya no había nadie en todo el edificio asique sin más quería aprovechar el tiempo a solas con él.
No quería perder más tiempo asique fui por las escaleras hasta el dpto. De impresión pero no había nadie... No tenía otra opción... me dispuse a ir a su departamento pero... mientras caminaba por el pasillo escuche unos ruidos en el salón de reimpresión. La puerta estaba media abierta asique me acerque y abrí un poco y... lo vi... lo vi... era Ritsu... mi Ritsu, mi castaño...gimiendo... descontroladamente...con alguien que no era... yo.
-Ah!!...mm...Ahhh! –gritaba mi Ritsu –Ahhh!!...Más...más ra-pido
No... esto no es posible...
-Sí que estas deseoso –dijo el otro tipo
Dime que es mentira...
-Nnngg...Ahh!...Ahhh....mas fu-erte...mm –decía mi castaño
No...por favor...dime que no es cierto. Esto no puede ser verdad...esto debe ser un sueño...
-Como ordenes, cariño –mientras se relamía los labios
Ya no podía más... ya no aguantaba más... ver como mi castaño era poseído por otro...gimiera sin ser el causante... ya no.
NO QUIERO ESTO... NO ES VERDAD.... EL NO ES MI RITSU, NO, NO LO ES...ESTO ES UN SUEÑO...QUIERO DESPERTAR!!!!
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Me levante de golpe y vi que estaba en mi habitación. Estaba todo sudado y... toque mi cara... y sentí que algunas lagrimas en mi rostro...
No puede ser todo fue un sueño...un sueño. Salí velozmente de mi cama y fui a ver a Onodera. Toque el timbre, la puerta y hasta lo patee pero no había signos que estaba ahí. Regrese a mi departamento y prendí la televisión... vi que eran las ocho de la mañana.
No puede ser, me quede dormido... con razón no estaba Onodera. Me apresure en ducharme y alistarme para salir volando tras mi castaño.
Subí a mi auto y comencé a conducir como loco... sin importar cuantos rojos me pase. Estacione y entre en el elevador hasta el cuarto piso.
Cuando se abrió... corrí hasta Esmerald... y lo vi. Estaba hablando con un tipo... Noo, no lo permitiré, no dejare que nadie, más que yo pueda tenerte... No me importaba nada... lo único que me importaba era tenerlo entre mis brazos. Sin más me lance abrazarlo.
-Ta-kano-san... -dijo Onodera
-RITSU, TU ERES MIO, SOLO MIO –dije mientras lo besaba apasionadamente -...ME PERTENECES, TODO TU ME PERTENECE...Y NO DEJARE QUE SEAS DE NADIE A ECEPCION DE MI –volví a besarlo, sin importar las miradas
-T-ak-ano-san... -sonrojado, estaba sonrojado... este era mi castaño.
-Ritsu, te amo, te amo –lo miraba directamente -Nunca deje de amarte en estos diez años y nunca lo hare
-Tak.... –no le deje terminar
-¿Me quieres? –pregunte con miedo
-Ta-kano-san...yo...etto...y-o... -bajo la mirada y eso me asusto
-Ritsu...
-Yo...n-o...yo...no t-e quiero –Eso era todo, mi sueño se estaba volviendo realidad. Por un momento sentí, mi corazón detenerse pero...de igual manera no lo iba a dejar... aunque lo tuviera que encerrar... solo seria mío.
-Rit... -me lo iba a llevar pero él me detuvo
-Tak-ano-san... es-pera... no ter-mine... -estaba muy colorado –Y-o... yo...n-o te quie-ro...<sentí un dolor en mi pecho>...sino.... y-o te amo, Takano-san –mirándome a los oj
-¿Qué? -estaba anonadado
-TE AMO TAKANO-SAN –grito eufórico mi castaño
-Por fin... por fin lo pude escuchar-sonreí –Ahora eres solo mío, MIO –Lo bese
Luego, comenzó a escucharse aplausos, silbidos y ánimos. Todos del edificio estaban mirándonos, algunas lloraban pero de igual manera nos daban ánimos.
-Felicidades, pero ya lo sabíamos –dijo Mino
-Vayan a un hotel –grito Kisa
-¿Cuando es la boda? –grito Kirishima-san que estaba junto Yokozawa. Este solo asentía.
-En un mes pero... antes –agarre de la mano a mi Ritsu –Adelantemos nuestra noche de bodas- salimos, rumbo a un hotel
-A trabajar... Kisa, Mino –dijo Hattori
-Vamos, mi osito –dijo Kiri
-¿A donde? – pregunto
-A la bodega -seductoramente
Continuara...
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