De mis padres solo recuerdo pobreza y más pobreza. Mi madre con dos hijos a cuestas uno que venía en camino mi prima y yo, ya las guerras habían acabado con los poblados de agricultores. Por donde se mirara todo lo que se veía era miseria
No culpo a mis padres por su decisión quizá yo también hubiese actuado de esa forma, la supervivencia nos hace agarrarnos de las peores escusas
Fue así como llegue a una Hanamachi en Kyoto. Recuerdo como si fuese ayer lo asustado que estaba. Me presentaron a la okaasan era una vieja estricta que fumaba demasiado, era la encargada mi nueva dueña y madre.
-Muestra respeto es la Okaasan de la okiya nunca la mires a la cara y baja la cabeza siempre-
Como era de esperarse me dieron de barillasos por solo decirle que no quería estar ahí, estuve una semana sin poder dormir de espaldas, con eso aprendí a jamás mirarla a la cara
-hola soy Kwon Ji Yong- Frente a mí un tipo que vestía muy parecido a mi casi de mi misma edad- No te hare daño-
-Hola- respondí con miedo – soy Jang Keun Suk- este sería mi primer amigo y compañero en la okiya
Él se encargó de enseñarme como era el trabajo en la okiya llevar agua, mantener limpio todo y nunca jamás en la vida acercarme a Heechul, hasta ese momento no sabía que papel interpretaba una geisha, pero él era el más talentoso y famoso en hanamachi. Se decía que antes de los 19 años ya había pagado su precio y hacia ganar mucho dinero a la casa.
-Él es Heechul algún día podremos ser como el-
-¿Y que hace él?
-Él es nuestra geisha más famosa y a la que le debes todo lo que comes, lo que viste todo, el mantiene nuestra okiya-
Lo miraba desde lejos era un hombre muy hermoso alto de tez de porcelana sus cabellos negros parecía hecho a mano.
-Ji Yong ¿Qué hacen las geishas?-
-No tengo idea pero si somos bien portados ya el otro año nos mandaran a la escuela para geishas y seremos las mejores-
Todos los días trabajábamos de sol a sol, dando nuestro mayor esfuerzo. Un día lo vi a él a Heechul junto a un joven más alto besándose escondidos en el patio de atrás
-¿Quién anda ahí?- Salí de mi escondite, asustado –Eres tú el niño nuevo- Me cogió del cuello –si le dices algo a alguien ten por seguro que te matare- Guarde esto como secreto me sentía importante al compartir algo con Heechul –Vamos ve a dormir no queremos que okaasan se despierte-
Al día siguiente okaasan tomo a Heechul y le dio barillasos, se decía que intento escapar junto con el joven de esa noche llamado Han geng
-Entiende estúpido de esta okiya nadie sale, ni mucho menos tiene derechos de amar- y le daba barillasos tras otro –Que pensabas que ibas a ser alguien en la sociedad, maldito estúpido me encargare de que jamás en la vida lo vuelvas a ver- Nunca escuche a Heechul quejarse recibiendo los barillasos, fue muy fuerte. Ya para el final de la tunda Heechul no se podía ni parar, me acerque a él y con la ayuda de Ji Yong
-Estas bien puedes beber esto- le hicimos una infusión de hiervas y le tratamos las marcas de la tunda dada
Ya avanzada la noche me quede dormido -Tienes que escapar de este lugar eres un buen niño- lo mire su mirada ya no era la misma se encontraba vacía su esencia se había ido –Si quieres amar no te puedes quedar-
En ese momento no sabía nada del amor mi única meta era ser la mejor geisha de hanamachi –voy a ser la mejor geisha de hanamachi- Heechul se rio
-Sí que eres tonto, no digas que no te lo dije-
Tenía que haberle hecho caso en esa época, ahora es muy tarde
Paso un año desde ese episodio, ya oneesan-geisha había conseguido un danna muy bueno, no sabría decirles si logro olvidar a ese joven anterior, pero cuando hablaba de él siempre se le cristalizaba la mirada
-Apúrense chicos llegaran tarde nos decía la abuela-
Corrimos por callejones todo estaba mojado por las lluvias caídas la noche anterior, las okiyas daban cuenta de eso
La escuela de geisha era muy grande y muchas aprendices tanto hombres como mujeres asistían. Era muy torpe en un principio, pero me fui adaptando el tocar los instrumentos, la danza tradicional y el canto fue mi mayor fuerte. Esta si fue la parte de mi vida que fui realmente feliz no preocuparme de nada importante solo estudiar y apoyarme de Ji Yong.
Como todas las noche Heechul volvía bebido -¿Cómo fue tu día?-
-Pequeño Keun-chan eres aún muy pequeño para saber, pero con un bien creo que saciara tu curiosidad-
-No soy tan pequeño tengo 14 años- Heechul se rio
-Ven quieres ver mis joyas-
-claro- todas las noches después que volvía jugábamos en la habitación junto a Ji Yong nos probábamos sus ropas y nos poníamos sus joyas haciendo como que ya éramos geishas sin aun saber los que nos esperaba.
A finales de ese año okaasan tenía que escoger a la maiko de la okiya.
-Heechul qué opinas de tus hermanas-
-Mis hermanas son las mejores okaasan-
-Eso lo sé, por lo mismo te pregunto ¿Quién crees que sea mejor para ser tu maiko?-
-Déjame ver también- decía Ji Yong mientras me sostenía para poder espiar la conversación
-shiiii que nos descubrirán-
-Ambos son tan buenos okaasan, pero sí de mí dependiese creo que Ji Yong es el indicado- Eso fue un balde de agua fría, tantos años de esfuerzos, de estudios, la amistad forjada no valían nada en ese momento.