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Una forma diferente de agradecer por 1827kratSN

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Notas del fanfic:

Que tal!!!!

Hace algunos días me puse como reto hacer un incesto y ésta fue la pareja escogida, espero que lo disfruten

Los personajes no me pertenecen simplemente los uso para mis locas historias

Notas del capitulo:

Aunque fue dificil hacer un incesto creo que logré

DISFRUTENLO!!

-Oni-san… espera un poco-un pequeño niño de cabello corto corría, trataba de alcanzar a otro un poco más alto, mientras lo hacía pensaba como agradecerle a su hermano mayor por ayudarlo a cruzar el río, no era la primera vez que lo hacía después de todo era su hermano mayor

-Corre Al… no me alcanzarás con esa velocidad-el mayor de los hermanos era demasiado hiperactivo mostrando siempre una gran sonrisa, dedicado siempre a cuidar de su ototo, ambos compartían características similares su cabello era rubio siendo el menor el que lo tenía más oscuro

-Oni-san si corres… sin poner atención al camino… te caerás-trataba de regular su respiración mientras observaba la espalda de su hermano, pensaba en lo grande que se veía el otro, deseaba ser lo suficientemente fuerte como para ayudarlo y que nunca lo dejara atrás

-Llegaré primero a casa-ese par siempre estuvieron juntos, siempre se apoyaron… siempre se amaron

Entraron a su casa agitados, el primero en arribar fue el hermano mayor que disfrutaba de su triunfo mientras se lo contaba animadamente a su madre que con su sonrisa cálida escuchaba atenta el relato de su pequeño, el menor mostraba un leve puchero por haber perdido cualquiera que lo mirara se enamoraría de esa linda carita inmediatamente, ambos discutían como de costumbre mientras su madre les brindaba la mejor de las sonrisas, contaron cada juego que realizaron y cuantas veces pelearon para saber quién era el ganador, la inocencia que de ellos se  despedía era capaz de derretir cualquier corazón a pesar de lo frío que fuera, un par de chiquillos de cabellos dorados que nunca imaginaron sufrir la peor de las desgracias, pero en ese preciso instante… en ese precioso momento ninguno de ellos lo sabía

Llegada la noche juntos fueron a dormir, compartían el cuarto, eran hermanos separados simplemente por un año de diferencia, tan distintos y a la vez tan semejantes, compartían la sangre de un gran alquimista y de una dulce mujer dedicada a su familia, siempre antes de dormir su madre los cobijaba y les daba un beso en la frente para desearles los mejores sueños, después de eso ambos se quedaban en silencio tratando de dejarse llevar por el cansancio, todo era igual cada noche, excepto esa

-Ni-san… estás despierto?-preguntaba el más pequeño, sus ojos cafés se dirigieron a la cama de a lado con curiosidad para saber si su hermano le respondía

-Si Al… pero ya es tarde, mejor duérmete-el sueño era sagrado para el de ojos dorados, así que la insistencia de su hermano era un problema

-Ni-san… gracias-el pequeño pensaba que su hermano era la persona más genial del mundo, aún más cuando aprendieron alquimia de los libros que su padre había dejado antes de irse para no regresar, su hermano era un genio, admiraba la seriedad con la que dibujaba el circulo de transmutación, adoraba ver el brillo en  los ojos del otro cuando sus intentos alcanzaban el 100% del éxito, simplemente sentía que debía agradecerle por cuidar de él y que lo dejara permanecer a su lado siempre

-Porque lo dices Al?-simplemente no entendía la insistencia del otro en agradecerle cualquier cosa por lo más mínima que fuera, su hermano pequeño siempre le daba las gracias con una sonrisa, aunque eso le gustaba, se sentía fuerte, se sentía importante

-Porque hoy me ayudaste-a pesar de la oscuridad Edward, el hermano mayor, casi podía ver la sonrisa de su ototo

-Soy tu hermano mayor… siempre te ayudaré, ese es mi deber-hablaba feliz

-Sabes… siempre pienso en la mejor manera de agradecerte ni-san-el pequeño Alphonse se levantó de su cama y trepó a la de su hermano ante la atenta mirada del segundo

-No tienes por qué hacerlo-se sentó de inmediato para poder encarar a su ototo

-Pero quiero hacerlo-el pequeño podía  ser muy terco, así que para evitar una pelea simplemente aceptó su decisión

-Entonces ya pensarás en alguna forma… no te preocupes por eso-en verdad su ototo a veces podía ser un dolor de cabeza

-pero no se me ocurre una buena forma de hacerlo-decía meditando

-ya se te ocurrirá-la mejor manera de calmar a su hermanito era acariciarle los cabellos de manera delicada, una costumbre que tenía desde que aún eran pequeños

-mmm…-el otro solo estaba pensando

-Vamos… regresa a tu cama-trató de librarse de su hermanito

-Puedo dormir contigo hoy?-las únicas veces que le pedía dormir con él era cuando tenía pesadillas así que la propuesta se le hacía un poco extraña

-Ya eres grande, usa tu propia cama-pero al percibir que su hermano hacía un puchero terminó por aceptar, no podía resistirse a su dulce carita-está bien

-Genial!!!-ambos se arroparon, la noche estaba un poco fría comparada con las anteriores, siendo agradable el calorcito que compartían

-Buenas noches Al-el mayor estaba agotado y trataba dormir lo más pronto posible

-Ni-san-el pequeño se levantó un poco acercándose al rostro de su hermano, el cual lo veía sin entender porque su hermano era tan insistente, de pronto sintió un pequeño roce entre sus labios, un beso inocente lleno de ternura, digna de un pequeño sin la menor experiencia ni malas intensiones

-Q-que haces-se levantó de inmediato mientras se sonrojaba e inconscientemente tocaba la zona recién afectada con sus dedos

-Agradecer a ni-san-contestó con dulzura

-esa no es una forma muy común de agradecer

-pero Winry me dijo que si querías mucho a alguien la mejor forma de expresar tu agradecimiento, era darle un beso-comentaba el más bajo

-Tonto… no tienes que hacer todo lo que ella te dice-mañana mismo le reprocharía a su amiga por decirle cosas extrañas a su pequeño hermano

-Porque no?-Winry  siempre le explicaba las cosas que aún no podía a entender, el pequeño no pensaba que ella fuera mala

-porque eso, bueno… es una niña y tiene ideas muy raras-a esa edad era la respuesta más razonable que tenía

-No creo que sea nada de malo, además… es la única forma especial que se me ocurre para agradecerte ni-san

-Ya te dije que no tienes que agradecer

-y yo te dije que creo que es mi obligación hacerlo

-Entonces… está bien… acepto tus agradecimientos-el pequeño Al se alegró mucho al lograr su objetivo, ya sabía una manera de devolver los favores a su hermano-pero no lo hagas en público

-Porque?-aún entre las sombras el mayor podía ver la confusión en el rostro de su ototo

-Es vergonzoso-gracias a la oscuridad podía esconder el leve sonrojo que tenía en sus mejillas

-jajaja… entonces lo haré por las noches antes de dormir-la inocente voz del pequeño hizo sonreír a su hermano mayor

-Tienes formas muy raras de agradecer los favores-le reprochó

-Yo no soy raro, el raro eres tú-trataba de discutir

-Deja de discutir y mejor duérmete-el mayor se acostaba dispuesto a dormir

-Está bien- se acomodó junto a su hermano sintiendo el olor de las mantas que los cubrían

-Oye Al… que esto sea nuestro secreto-exigió el de ojos dorados

-Eh?

-No se lo cuentes a nadie y menos a Winry o si no te dará más ideas raras-la explicación vastó para convencer al más bajo

-Está bien-solo un momento después ambos se quedaron profundamente dormidos

Juntos crearon un nuevo ritual familiar, siempre que Ed hacía algo para ayudar a su hermano menor, éste como muestra de gratitud le daba un casto beso en los labios antes de dormir, ninguno sabía en ese entonces que es lo que estaban haciendo, lo único que sentían era su hermandad crecer o al menos con cada beso sentían una calidez extendiéndose por sus mejillas y sus corazones, tampoco les importaba mucho esas cosas complicadas, eran hermanos y tenían un secreto que los hacía más cercanos

 

La desgracia tocó las puertas de sus vidas, les arrebató a su madre y luego les arrebató su cuerpo, pero jamás logró separarles, uno apoyándose en el otro, luchando por su gran objetivo, el anhelo de regresar a su época de niños, pasaron años a servicio de los militares, al menos uno de ellos, para el menor la armadura en la que se hallaba condenado a estar era una prisión, quería tocar a su hermano, sentir la calidez de sus abrazos, sentir las suaves y gentiles manos que curaban sus heridas cada vez que por error caía y se lastimaba, pero sobre todo extrañaba agradecerle de aquella manera tan particular que habían creado

-Ni-san-su voz actual era diferente, la esencia era la misma pero ahora solo resonaba en una armadura hueca

-Que quieres Al-de nuevo estaba oscureciendo, otra pista fallida, nada podían encontrar sobre aquella piedra milagrosa que los volvería a su forma original

-ahora a donde iremos?

-No lo sé –suspiraba derrotado, cada vez era más frustrante, se sentía culpable por lo ocurrido con el cuerpo de su hermano, nunca se sintió en paz desde aquella desgracia

-ni-san sabes lo que más extraño de mi cuerpo-generalmente Al mencionaba cada cosa que haría cuando regresara a la normalidad, comer pasteles, acostarse en el pasto, sentir los rayos del sol, todos anotados en un pequeño cuadernito que llevaba siempre,  solo una cosa no estaba escrita, algo que no era necesario escribir,  ambos anhelaban aquello su pequeño secreto

-lo sé muy bien-aunque jamás lo admitiera en voz alta, el mayor de los hermanos también añoraba lo mismo que el otro

-extraño agradecerte antes de dormir- esa era su mayor angustia, al descubrir que esa armadura le impedía sentir la calidez de otro cuerpo

-Al… ahora sabes lo que significa “esa” manera de agradecer,¿ no es verdad?

-No soy tonto, claro que lo sé- a esas alturas  ambos sabían muy bien lo que en realidad significaba un beso, una muestra de amor

-Entonces… cuando recuperes tu cuerpo… seguirás haciéndolo?-no quería escuchar la respuesta de su hermano, en verdad no quería si le decía que no,  su joven corazón se rompería, con el pasar del tiempo supo que el amor hacia su hermano era más intenso de lo que creía… era diferente

-Si… lo seguiré haciendo-eso en verdad  sorprendió al mayor que incluso paró en seco para observar a aquella armadura detrás de él-porque ni-san me permitió agradecerle de esa forma-Al era terco en verdad a pesar de los años nunca dejó de serlo

-p-pero que dices-inmediatamente se giró para evitar que notara cuan rojo se había puesto, en verdad sentía su corazón acelerado

-siempre te avergüenzas por esas cosas-se burlaba el menor, se sentía feliz al ver que su hermano también añoraba aquellas pequeñas acciones

-QUIEN ESTÁ AVERGONZADO-gritaba tratando de disimular su estado de ánimo- camina Al se nos irá el tren-salió corriendo de repente mientras su ototo lo seguía apresurado

A pesar de ser el menor era mucho más maduro que Ed, hace mucho que sabía el significado de la calidez en su pecho, cuando era todavía normal, desde hace mucho que sabía que estaba enamorado de su hermano mayor, el otro se había dado cuenta después y cuando lo hizo se sintió pésimo casi culpable, sus ánimos bajaron y tenía frecuentes peleas con su subconsciente, sabía que eso iba en contra de cualquier creencia de la sociedad, no solo era su hermano menor sino que ambos eran niños, un día se dio cuenta que al ser el mayor  se haría cargo de todo, incluso si tenía que eliminar aquellos sentimientos simplemente daría lo mejor de sí para proteger a su ototo incluso de sí mismo

Cuando Al se dio cuenta que su hermano estaba extraño lo encaró entendiendo inmediatamente el conflicto mental del otro,  bastó con  un simple “nuestros sentimientos son correspondidos” para eliminar la duda, el arrepentimiento, el dolor, la frustración que sentían, no importaba como lo tomara la sociedad, no importaba si iban en contra de las reglas escritas, no importaba la religión simplemente eran ellos dos y el sentimiento que los unía

Pasaron por duras pruebas, peleas, dudas, dolor, vieron a muchos caer ante sus ojos, vieron la oscuridad que se escondía en su propio país, vieron la crueldad de las personas y lo único que los mantuvo cuerdos y perseverantes fueron ellos mismos,  el sentimiento fue creciendo hasta volverse una especie de adicción, confiaban ciegamente en el otro porque sabían que nunca se traicionarían, solo eran  ellos, el uno al otro era lo único que tenían, era lo único que importaba, era lo único que amaban y a lo cual se aferrarían eternamente

La batalla fue larga, el dolor lo fue más, pero al fin lo lograron, recuperaron lo que habían perdido, sus cuerpos, recuperaron lo que les hacía falta por lo cual lucharon hasta sangrar, las lágrimas, las sonrisas, las esperanzas, los anhelos, las humillaciones, las fallas todo valió la pena. Su recompensa más grande fue el poder sentir el calor en el cuerpo del otro, de volver a abrazarse como cuando eran niños, de mirar la luz en sus ojos, la primera noche que volvieron a pasar juntos permanecieron abrazados mientras las lágrimas fluían sin control, no dijeron nada simplemente gozaron la felicidad de seguir con vida… siempre juntos

-Ni-san-como había extrañado escuchar su voz

-Buenos días Al-seguía con los ojos cerrados, era la primera mañana con sus cuerpos reales

-Gracias ni-san… ahora ya todo está bien-el ojicafé levantó su rostro y besó a su hermano como hace tiempos atrás lo hizo, de manera dulce, un simple roce, un sentimiento profundo

-Es verdad-respondió mientras abría los ojos color dorado que lo caracterizaban cerciorando que nada fuera un sueño, sonrió y le devolvió el beso simple-ahora es mi turno de agradecerte

-Siempre estaremos juntos-dictó el menor con las mejillas rojas y una sonrisa leve

-Siempre

El comienzo fue duro, sus cuerpos estaban maltratados, tardaron mucho tiempo en poder recuperar la salud, aun así disfrutaron juntos el descubrir  todo nuevo, Ed parecía un niño ayudando a su ototo a descubrir el mundo de sensaciones que había olvidado, sabores, olores, colores, en verdad era divertido ver las expresiones de su hermano mientras lo ayudaba en todo lo que necesitara

Las noches las compartían en la misma cama disfrutando de la calidez que emanaba el contrario, mirando las estrellas hasta que el sueño les ganaba, viajaron a distintos lugares visitando a los amigos que durante los largos años de sus viajes habían conocido, extasiados por  experimentar  los climas variados, las diferentes gastronomías, en fin… de muchas cosas, cumpliendo cada apunte en el cuaderno del más pequeño, todo antes de regresar a la que deberían llamar su casa

Winry y Pinako lloraron en sus hombros al verlos de nuevo en casa y los ayudaron a terminar su recuperación, permanecieron mucho tiempo ahí descansando, mientras el tiempo transcurría su amor crecía más y más no faltaban palabras para expresar la devoción del uno por el otro, ellos tenían muy en claro la verdad en sus corazones y acordaron no decir nada para evitar que las dos mujeres en la casa empezaran a batallar por contradecirlos, ni que la sociedad los discriminara, simplemente permanecieron en silencio hasta que fue el momento de un nuevo viaje juntos, con una sonrisa salieron de la casa que les fue prestada, después de todo solo ellos al estar juntos formaban un verdadero hogar en donde quiera que estuvieran

Siempre buscaron lugares apartados de los pueblos que visitaban, no se escondían, simplemente evitaban las críticas, querían vivir su amor en paz  y sin complicaciones

-ni-san… te arrepientes de sentir esto-Alphonse a veces meditaba mucho sobre sus acciones

-Nunca lo haría-el mayor hablaba tranquilamente mientras observaba el pueblo por la ventana de la casa en el cual permanecerían esta vez

-Pero estamos yendo en contra de las leyes impuestas por…-no pudo terminar con la frase

-Dios?-completó Edward mirándolo divertido

-Bueno… si-un leve rubor adornaron sus mejillas

-Y desde cuando nosotros creemos en él-en el momento que decidieron estudiar alquimia se alejaron de las creencias religiosas

-Ni-san a veces creo que pudimos elegir otro camino-las posibilidades eran infinitas y Al en ciertas ocasiones podía imaginar la manera en la que vivirían en algún mundo paralelo

-Dudas ahora?-

-No claro que no… simplemente pensaba en otra posibilidad

-Somos hombres de ciencia Al, no creemos en Dios solo en los hechos, además siempre hemos vivido contrariando a la sociedad-se encogió de hombros restando importancia al asunto

-Es verdad-sonreía mientras veía el atardecer junto a su hermano

-El amor que siento por ti no es cuestionable, a pesar de que tú te arrepientas… yo no lo haré

-Claro que no me arrepiento de nada

-Entonces simplemente no pienses en lo que hubiese sido, simplemente sigamos viviendo como lo hemos hecho

-A veces dices cosas muy… como decirlo… muy filosóficas o algo así jajaja

-No te burles o me veré en la obligación de castigarte-lo miraba amenazador

-Y como lo harás-se vio callado por un beso, ya no uno casto como hace algún tiempo, sino uno apasionado transmitiendo sentimientos escondidos

-Imagínatelo-hace mucho que habían cruzado “esa”  delgada línea y no les importaba haberlo hecho, lo que tenía que pasar pasó

-P-por lo menos cierra la-las cortinas-decía el más bajo avergonzado, a pesar de que no era su primera vez nunca dejó la inocencia de lado

-Te ves adorable cuando te ruborizas-en verdad adoraba a su pequeño cielo

-U-urusai-el nerviosismo mezclado con la excitación que sentía por la proximidad de su hermano no lo dejaba pensar con claridad

-Entonces vamos a la habitación-le susurraba al oído y le besaba las mejillas

Una simple luz emitida por una vela en el mueble junto a la cama iluminaba sus rostros, se besaban con pasión, sus lenguas exploraban la boca del contrario siendo el mayor el que marcaba el ritmo de la danza, el menor simplemente se dejaba hacer mientras soltaba pequeños suspiros, su rostro era adornado por un tono rojizo mostrando el calor que subía por su cuerpo, rodeaba al más alto con sus brazos mientras enredaba sus dedos en los largos cabellos del rubio mayor, la ropa era retirada cuidadosamente, la piel era acariciada de manera lenta, roces dulces, lo hacían despacio disfrutando del contacto, un mar de sensaciones se apoderaba de ellos, cada vez que hacían el amor se tomaban su tempo para explorar el cuerpo del contrario, incluso llegando a memorizar cada lunar y cicatriz que tenían

-Aahh… ni-san… aahh~-el más joven disfrutaba de los besos esparcidos por su cuello, deteniéndose en su manzana bajando por su clavícula, leves mordidas en su pecho hasta que el mayor se dedicaba a torturar sus rosados pezones con sus dedos y su boca

-Al… te he dicho que me llames Ed-le reprochaba mientras le robaba el aliento con un demandante beso, para calmar sus ansias el más bajo aruñaba la espalda del mayor-vamos… dilo-su voz era ronca, seductora

-Ed…Ed… ahh… -se mordió el labio al sentir los dedos del mayor masajear su parte baja e incrustó sus uñas en la espalda del otro mientras éste soltaba un gemido ronco

-Lame-le ordenó mostrando tres dedos, acatando la orden metió los dedos en su boca saboreando cada uno y acariciando con su lengua las puntas-empezaré-cuando apartó los dedos lubricados de sus labios sintió su entrada ser usurpada por uno de ellos

-Ed… duele-sus lágrimas empezaban a brotar, el más alto solo besaba sus labios y secaba sus lágrimas de la misma forma, mientras su otra mano se paseaba por el glande del menor de manera suave apretando la punta de vez en cuando

-Tranquilo-le susurraba el más alto mientras agregaba un segundo dígito, escuchando los gemidos del menor-pronto pasará-los movía de manera suave, dando círculos y tijeras para dilatar aquella entrada

-Ed… te amo-el pequeño empezó a disfrutar del acto mientras se sostenía de la espalda del mayor, gemía en el oído de su acompañante aumentando la pasión de ambos

-Yo también te amo Al-agregó un tercer dedo a lo cual el otro se tensó más, el mayor entonces se alejó un poco observando el cuerpo del otro, las mejillas rojas, su cuerpo brillante por el sudor, la respiración agitada, nunca se cansaba de observarlo, entonces hizo algo nuevo, se metió el glande de su hermano a la boca empezando a subir y descender causando que el otro se levantara un poco por la impresión

-Que… que haces Ed-no pudo decir más pues aquel acto le gustaba tanto que no dudó en soltar gemidos más audibles, pronto sintió espasmos, los dedos de su hermano simulaban penetraciones llegando a un punto que lo hizo enloquecer sumado al placer de sentir la boca de su hermano subir y bajar con rapidez-yo me… yo ya… llego-trató de advertir pero fue tarde, no soportó y se corrió en la boca del mayor soltando un gritito de placer

-Dulce… y salado-habló el mayor levantándose mientras quitaba sus dedos también, el otro se sonrojó más

-Perdón-se disculpó tratando de recuperarse del último orgasmo-yo…

-No te disculpes… en verdad me gustó… tu sabor-le susurró al oído mientras lo besaba de nuevo

-E-eres un pervertido-reclamaba el más bajo mientras abría sus piernas apresando a su hermano entre ellas

-Mira quién habla… no me incites tanto-decía burlándose mientras tomaba las caderas del pequeño y acercaba su propio miembro a la entrada del más bajo

-Hazlo-fue la petición, quería unirse a su hermano solo así se sentía satisfecho, seguro, muy despacio el otro penetraba al más bajo, ahogando los gemidos de dolor con un beso, cuando estuvo completamente adentro se quedó quieto hasta que el otro le diera la señal para seguir

Las caderas del más bajo se movieron levemente buscando un contacto más íntimo, sus gemidos aumentaron de tono cuando el mayor se movió lentamente, torturándolo

-Estas estrecho… como la primera vez-sus gruñidos excitaban mucho al menor que arañaba la espalda del otro en busca de alivio

-Más rápido-sus ojos se empezaban a nublar y por instinto rodeo sus piernas alrededor de la cadera de su hermano, que empezó con estocadas más fuertes, más rápido, un grito de parte del más joven le dio a entender que llegó al lugar correcto, su propio miembro se apresaba deliciosamente cuando tocaba ese punto, se dedicó a acertar en esa zona una y otra vez, el menor simplemente gemía alto por el mar de sensaciones que se adueñaba de su cuerpo, estaba a punto de llegar al cielo y buscó los labios del mayor, se besaron con pasión ahogando el grito que provocó que su orgasmo llegara, el menor manchó sus vientres y apretó el miembro del mayor que llenó con su esencia el interior de su ototo

Sus respiraciones irregulares adornaban el cuarto mientras se separaban acostándose el uno al lado del otro, tardaron un momento en poder hablar

-Edward en verdad te amo-decía el menor acurrucándose en el pecho del mayor

-No más que yo Alphonse-él los cubrió con las mantas y besó en la frente de su hermano para entregarse al mundo de los sueños

-Siempre juntos-susurró el ojicafé antes de quedarse dormido

-Siempre-completó el otro sonriendo

 

 

 

"El amor viene en muchas formas y colores, a veces no es aceptado pero siempre será puro y eterno"

 

Notas finales:

Que les pareció?, les gustó?

Espero que si, estaría honrada si me dejaran algunos reviews

Nos vemos en otra ocasión


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