-¿No quieres pasar tiempo conmigo?
Un suspiro se escuchó en la bocina del celular.
-Si lo dices así lo haces sonar horrible.
-Pero estás cancelándome.
-Si Leeteuk, pero eso no significa que no me guste pasar tiempo contigo –podía escuchar que se estaba cansando de discutir.
-Pero habíamos planeado esto por semanas. CAP hoy es un día siete –incluso las personas alrededor de él escucharon la frustración en su voz- ¿Sabes lo que eso significa?
-¿Qué es un día impar?
La indiferencia de MinSoo lo estaba matando.
-¿Sabes qué? Olvídalo –Y cortó la llamada mientras aún sentía el coraje quemarle las venas.
Se agarró el cuello, frustrado, mientras llevaba la mirada al techo, descomponiendo totalmente su postura. Algunos chicos de la estancia le miraban con curiosidad, y Leeteuk no estaba de humor para aguantarse sus miradas burlonas.
Sintió su celular vibrar en su bolsillo, y aunque intentó no mirar, le ganó la curiosidad. “Salimos mañana, lo prometo”, leyó. Frunció el entrecejo, y antes de arrojar el celular por la ventana decidió calmarse un poco y subir a su habitación.
Es que no entendía a MinSoo, un día estaban bien, haciéndose arrumacos y diciendo cursilerías y al día siguiente se volvía distante, cómo si no hubiera pasado nada unas horas antes.
Leeteuk sabía que esos días se iba con DamBi, a veces CAP aparecía en su puerta, borracho, y con el olor a ella impregnado en la ropa. Leeteuk le obligaba a bañarse mientras él se perfumaba el cuerpo con su colonia para cuando él y CAP terminaran haciéndolo, su olor se le pegara a la piel.
Aunque eso a veces le traía problemas.
-JungSoo, tu perfume me gusta mucho, pero si DamBi llega a olerlo va a enojarse muchísimo -Le había dicho una vez.
Y quizá no estaría recordando eso si CAP no le hubiera cancelado hoy. Era martes siete, hoy cumplían otro mes de estar juntos. O juntos a medias pues MinSoo aún no terminaba con su novia.
¿Cuánto tiempo más pasaría hasta que lo hiciera?
Podría hacerlo hoy, mañana, o quizás nunca.
-Maldición –estaba muy enojado.
Estaba claro que no iba a quedarse encerrado, se había excusado de la reunión de estudios y no iba a ir a aparecerse ahora, sobre todo si tenía ropa para salir y no su típico pijama de estudio. Así que decidió ir con sus amigos.
-Eh Kwon, ¿Dónde dijeron que estarían? –su amigo contestó al segundo timbrazo.
-¡Eh Leeteuk! –estaba ebrio, casi podía oler su aliento alcohólico a través del teléfono- ¡Sabía que llamarías perra asquerosa!
Rodó los ojos.
-No hay necesidad de gritar, ¿Dónde estás pasiva estúpida? Voy para allá –dijo mientras sacaba una playera un poco más de fiesta, una blanca con cuello en V, y una chamarra de cuero negra para cubrirse del frío.
-¿Qué? ¿Escuché bien? –la burla en su vos era demasiado obvia, Leeteuk no supo si debía enojarse o no- Aahh, ya comprendo. El pendejo de MinSoo te dejó plantado, ¿no es cierto? –JungSoo se quedó callado- Si, tu silencio me lo confirma. Estamos en la casita, está bien el ambiente y están los chicos aquí, apúrate.
Bien, la casita no estaba lejos. Tan solo a 10 minutos de la facultad. La casita es un bar para aquellos desesperados por una buena dosis de alcohol -Leeteuk lo consideraba un lugar de mala muerte- y su amigo, JoKwon, casi siempre estaba ahí. Y ahora mismo eso era lo que necesitaba, ponerse hasta las chanclas con Kwon.
No tardó mucho en llegar, y tampoco tardó en ubicar a sus amigos, sobre todo a Kwon que bailaba muy animado en el centro de la pista, manoseando a algunas chicas. Primero lo vio Kangin, después Kyuhyun y después Sungmin, suponía que los demás estaban regados por ahí.
-¡Tío! ¿No habías dicho que saldrías con alguien de Seúl? –Kangin le dio un empujón en el hombro para saludarlo.
-Cambio de planes, casi nunca salgo con ustedes y pensé que podía ir con él otro día.
-¿Él? ¿Ya regresaste a los chicos? ¿Qué pasó con SoHee, no estabas enamorado de ella? –Leeteuk se encogió de hombros.
-Terminamos hace un rato, es linda y muy buena, pero no despertaba mucha emoción en mí y decidí dejarlo.
Kangin lo miró con lastima durante un momento, pero volvió a sonreír casi inmediatamente.
-Cómo sea, conozco a alguien que tiene interés en ti. Es un chico de tercero, creo que busca el calor de tu cuerpo.
-¿Eh?
-Mira a tu espalda, creo que ha venido con la esperanza de verte porque se le ha iluminado el rostro al verte.
-¿De verdad?
Leeteuk volteó discretamente, se encontró con la mirada de un chico que bailaba en un lugar cerca de ahí. Era delgado y estaba sudando, pero su mirada efectivamente se dirigía a él. Lo conocía, lo había visto algunas veces en la biblioteca con sus amigos, siempre cerca de donde estaba estudiando él…oh.
Aunque cuando estudiaba con MinSoo nunca lo veía cerca.
Y a lo mejor fue eso lo que le impulsó a quitarle la cerveza a Kangin y bebérsela de un solo trago.
-Quizá después –le sonrió al chico y fijó la vista en Kwon otra vez para acercarse a él.
En cuanto el otro lo vio, se excusó de las muchachas y caminó hacia él haciendo un escándalo. Chocando los puños con él cuando se reunieron.
-¿Qué pasó paps? –Dijo en una voz grave- ¡Justin, Justin! –JungSoo no pudo más y comenzó a reír.
-¿Qué, se te antoja Kwon? –agregó siguiéndole la broma.
-Si Kangin nos escucha imitándolo se va a enojar.
-Fue su culpa, no sé porque te envió esa foto en primer lugar.
Y la noche continuó sin problemas, aunque si con más bebidas encima. Leeteuk bailó y bebió hasta que su cuerpo empezó a sudar, sentía desde ya que la resaca del día siguiente sería dolorosa, pero lo ignoró con cada nuevo vaso que llegaba a su mano.
Terminó bailando con el chico aquel, MinWoo era su nombre y estudiaba literatura, o al menos eso había entendido. El alto nivel de alcohol en su cuerpo le hacía hacer cosas que estando sobrio no haría, así que cuando tuvo oportunidad, se folló al chico en el baño y tras darle un buen besuqueo lo dejó irse, satisfecho por el polvo y de haber dejado una marca en su cuello.
Dios, debía de verse como una zorra con esa marca a la vista de todos, sobre todo con esa playera que llegaba hasta su pecho.
-¿Qué estás haciendo aquí? ¿No habías dicho que esto era un lugar de mala muerte?
A penas había puesto un pie sobre la pista cuando la voz de CAP le hizo dar vuelta con los talones, tambaleándose un poco.
-Además estás borracho, ¿Y qué es eso? –MinSoo lo olfateo rápidamente- hueles a colonia barata –Leeteuk frunció el ceño- ¿Te revolcaste con alguien?
-¿Disculpa? –sí, estaba borracho, pero aún entendía y estaba consciente de lo que escuchaba.
-¿Qué es esto de aquí? –sin cuidado alguno, le levantó el rostro por la barbilla para dejarle ver el cuello, dónde, había una gran marca rojiza que era claramente un chupetón de aquellos-¿De verdad te acostaste con alguien?
-Si por acostarse hablas de hacerlo de pie en el cubículo del baño, entonces sí, se acostó con un precioso chico de primero. ¿Cómo estás CAP?
-Kwon –había amargura en su voz- No estoy de humor para discutir contigo, lárgate.
-Uuuuuuy, ¿ya se enojó la princesa? –incluso levantó las manos cómo si se estuviera rindiendo.
-Hablo en serio, vete.
-¿hablas en serio? –se cruzó de brazos- Ajá, ¿y qué quieres? ¿Qué te aplauda o que te haga un mole?
CAP estaba haciendo un gran esfuerzo por no soltarle un puñetazo en ese momento, y antes de que los humos se pusieran aún más intensos, se llevó a Leeteuk por la muñeca hacia la entrada de ese lugar, sacándolo casi a rastras.
-¡Hey, yo no me quiero ir! -dijo cuando sintió las leves ráfagas de viento chocar contra su cara.
-Son las tres cuarenta y cinco de la mañana Leeteuk, estás borracho.
-¿Qué no eran las diezzzz? –ya estaba arrastrando las palabras, genial.
-Anda, te llevaré a tu estancia.
-No, yo me quiero quedar –intentó soltarse con movimientos torpes, muy torpes, pero CAP le sujetaba con más fuerza- Eres malo Chuchu.
-Ah, ¿Ahora si soy Chuchu? Oye, tuve que venir hasta acá cuando…hey, cuidado –se interrumpió al ver que Leeteuk tropezaba con sus propios pies- ¿Sabes qué? Mejor te cargo.
-Noooo
Pero JungSoo no tuvo otra opción más que aferrarse al cuerpo de MinSoo, sonrojándose más. Si de por sí estar siendo cargado de caballito por MinSoo era vergonzoso, lo era aún más siendo cargado y estando borracho, y no quiso decir nada.
-Me dejaste plantado, me dejaste plantado en un día siete. Por eso eres malo…-agregó después de unos minutos en silencio. CAP estaba abriendo la puerta de su estancia-, aunque no esperaba menos de todos modos, siete es un número impar.
-¿Hablas en serio? –se detuvo por un segundo.
-No comprendo nada, si me quieres más el lunes que el martes.
-Déjame ver si entiendo. ¿Estás diciéndome que te fuiste a emborrachar con la persona que odio más en el mundo porque no salimos en un día impar?
-No –negó suavemente-, ¿de verdad no te acuerdas? –Suspiró- Es siete CAP, el siete de cada mes…
-¿Es un número impar? Pero eso que…oh-se calló de repente mientras entraban al elevador.
-Exacto, oh…-su voz ya se escuchaba adormilada.
-Lo lamento, yo…
-Estabas con DamBi, lo entiendo, es tu novia.
MinSoo se sintió cómo un estúpido mientras abría la puerta del dormitorio ajeno, aunque más bien parecía un departamento.
-De verdad, lo siento.
-Ya no importa, ¿Qué hora es?
-Las cuatro en punto –le contestó mientras lo metía en la cama, quitándole los pantalones y la chamarra.
-Entonces ya es ocho –susurró mientras se dejaba caer de espaldas a la cama.
-Que listo –CAP lo miró desde arriba, moviéndose de nuevo para ponerle al menos una sábana encima.
-Ya no estoy molesto contigo –dijo ignorando su sarcasmo.
-¿Ah no? –MinSoo lo miró desde el marco de la puerta. Leeteuk ya cerraba los ojos.
-No –negó suavemente- porque tú siempre me quieres más los días pares.