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Automatic por ELF_Cinthya_Liu

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Notas del fanfic:

Estoy pensando seriamente hacerme una fanfic sobre esto, hay muchas cosas que no se han contado aún.

Notas del capitulo:

Esto salió porque lo último de avioncito de papel me llegó(?) 

5kn_akatsuki, esto es para ti xD dtfdjgkhjk

Por un momento me sentí Leeteuk viendo algo indebido(?) sfdshgfhd tu comprendes(???????????)

Sus ojos miraron el cielo mientras se acomodaba mejor la chaqueta al cuello. Ya era bastante tarde. Las farolas estaban encendidas para iluminar las obscuras calles de Seúl, y el cielo mostraba signos de una próxima tormenta.

Maldición, no traía sombrilla.

De todos modos, era una visita exprés para reabastecer sus materiales de laboratorio. No vendían todo en Ciudad Universitaria y a veces sus reservas se acababan, así que estuvo caminando de tienda en tienda desde muy temprano consiguiendo todos los materiales de su lista. Había encargado en cada una de ellas que se los mandaran –por favor- a su edificio en CU. A veces agradecía que el avance tecnológico y social le permitiera caminar libremente sin cargar nada más que su billetera, su celular y un pedazo de papel.

Tenía una última parada que hacer, o más bien que quería hacer, así que se encaminó al lugar lo más rápido que pudo, temiendo que empezara a llover justo cuando él pisara la calle, su autobús de regreso no partiría hasta las 9:30 y aún eran las 8 en punto. Pasó una bonita cafetería mientras caminaba, debería pasar después por un café.

The pirate cove, o la cueva del pirata, cerraba hasta las 9, y JungSoo quería pasar por esa tienda de comics para poder comprar algunos mangas atrasados. Ahora que salía con MinSoo y pasaba sus ratos libres con él, no tenía tiempo para ir a comprarlos cada que salían y ahora que no estaba con él, aprovecharía para ponerse al corriente.

Su bolsillo vibró al mismo tiempo que se agachaba para buscar en el estante. Lo tomó sin mirar, sabiendo de antemano quien era.

“¿Qué haces?” sonrió.

Sabía que si le decía que estaba en Seúl, probablemente lo ataque de preguntas y reclamos de por qué no le dijo que estaría de visita. Así que decidió mentir.

“Estudiar, ¿Y tú?” pensó en guardarlo en su bolsillo, pero sabía que la respuesta llegaría pronto y tan solo lo sostuvo en la mano mientras apilaba los mangas que compraría a un lado de sus pies. La respuesta llegó mientras sacaba el volumen ocho.

“Estoy tomando café” no le sorprendió mucho, tan solo contestó con un “No tomes mucho o no podrás dormir Chuchu” para esta vez guardarlo en su bolsillo para ir a pagar.

-Son seis tomos de Naruto y una edición especial de Kick Ass –le informó a la cajera, una chica bajita de cabello…rosa.

-Son 5679 wons por favor –dijo con una sonrisa.

-Toma –extendió los billetes.

-Muchas gracias –Los recibió sin borrar su sonrisa y tecleó rápidamente sobre la caja registradora. Le entregó su compra en la bolsa rotulada del lugar, un animatrónico en forma de zorro con un garfio en la mano derecha que “rasgaba” el nombre del lugar en la bolsa- Aquí tienes tu cambio, muchas gracias por venir, te esperamos pronto-tebane

Levantó una ceja confundido pero ella no pareció notarlo- Gracias a ti…-se acercó un poco para leer su placa del uniforme- Yui.

Tan solo recibió otra sonrisa en respuesta.

¿Yui Ito? Debía de ser japonesa entonces, aunque tenía los ojos muy grandes.

“¿Sigues estudiando?” su celular volvió a vibrar apenas salió de la tienda.

“No, ya terminé. Salí a hacer unas comprar por el campus y quiero un café, hace frío.” No muy lejos de ahí estaba la cafetería que pasó hace un rato.

“Copión” rodó los ojos mientras caminaba “No estés fuera tan tarde, te enfermarás, Chuchu no quiere verte enfermo” inevitablemente sonrió, cruzó la calle con cuidado mientras veía el letrero luminoso que vertía café en una taza gigante, ingenioso.

El lugar era bastante acogedor, algo alejado del centro, pero acogedor. Estaba algo vacío, y la gente que ahí estaba tenía portátiles en las piernas. Un lugar de gente intelectual, tal vez. Pidió el café de siempre, ese que MinSoo nunca le compraba y que le gustaba mucho, un caramel macchiato.

Sonrió al ver que era de esos lugares donde escribían tu nombre en el vaso y después gritaban al entregártelo.

“Oye CAP” mandó mientras recibía su bebida.

“Dime” la respuesta llegó muy rápido.

“Te quiero” sonrió de nuevo al salir del local, se quedó parado ahí, esperando la respuesta antes de cruzar. Pero la respuesta demoró.

Frunció el ceño y se recargó en el vidrio de la cafetería. CAP era quien le molestaba siempre porque le dijera esas cosas, y ahora que las decía no contestaba.

De repente, su celular comenzó a sonar, y pesó que tal vez sería CAP, pero en realidad la pantalla anunciaba JoKwon. Observó la pantalla, decepcionado, suspiró y contestó un momento después.

-¿Qué pasó? –le dio un sorbo a su café.

-¿Estás en Seúl? Me dijeron que estarías allí, ¿puedo encargarte algo? –sonaba desesperado.

-Sí, claro. Pero rápido, el autobús parte en…-miró la hora de su teléfono- cuarenta minutos y debo estar ahí.

-Sí, si no hay pedo. ¿Puedes ir al mundo del papel y traerme papel amate? Tengo esta tarea que…

Pero Leeteuk dejó de escucharlo, porque cuando miró al local a través del cristal, algo lo dejó sin aire. MinSoo salía del baño, acomodándose la ropa, y detrás de él salió un chico con el cabello rojo, lamiéndose los labios.

Leeteuk podía no saber leer cuerpos, pero sí sabía que unos labios hinchados y un rostro aturdido significaban un buen besuqueo. Los vio sentarse en una mesa del medio, en una donde en vez de haber sillas eran sillones, le dieron la espalda al mostrador y quizá la mesa le tapara la vista a los demás, aunque tampoco era que les prestaran mucha atención, pero Leeteuk sí pudo ver. Notó que la mano del chico se deslizaba por las piernas de CAP y le acariciaba los muslos con suavidad, provocándolo.

Y CAP…CAP se acercó a su rostro lentamente y lo besó. Y siguió besándolo incluso cuando alguien volteo a verlos.

El corazón se le detuvo por unos segundos.

Aún no se habían besado.

Nunca.

“Tengo aftas y me da vergüenza besarte con ellas” Le había dicho ya múltiples veces.

Pero entonces ahí estaba él, besando a aquel chico sin preocupaciones.

Sus ojos se cristalizaron y su respiración se detuvo unos instantes.

-¿Leeteuk, estás bien? Te escuché jadear

Mierda, JoKwon aún estaba al teléfono.

-Lo siento, me distraje un poco. ¿Qué decías?

-Hmm, te decía que la Rome ya está de novio con Jimin, creo que van a casarse.

-¿Casarse? ¿Pero ella no es muy joven? ¿Cuántos tiene? ¿16? –sus ojos aún vigilaban a la pareja detrás del cristal, ya no se besaban, pero CAP lo había rodeado con un brazo, abrazándole la cintura y el otro le sonreía coqueto.

Puta.

-Si dude, tiene 16 o algo así. Pero pues ya vez, no está bien, no es bonito, pero cada quien.

-¿Y ya no has visto a SeungJin? ¿Cómo lo llevas? –observó que CAP se levantaba a pagar, supuso, mientras que el otro chico se levantaba y se colocaba su abrigo. Al parecer ya se iban.

-Dijiste que no volverías a mencionar el tema.

-Lo siento, no lo volveré a hacer –se disculpó sinceramente, estaba muy distraído y solo dijo lo primero que se le ocurrió.

-¿Cómo te sentirías tú si te dijera que ahora mismo, en este instante, MinSoo se está besuqueando con DamBi, no, es más, con otro chico, te sentirías bien? –no pudo responder nada. JoKwon había acertado esta vez.

Y casi como si los hubiera llamado, la pareja se acercó a la puerta y Leeteuk tuvo que esconderse, se metió en el callejón que había al lado del local y se apiñó ahí para evitar ser visto por CAP.

-¿Ya no te gustó verdad?

Pero él ya no escuchaba a su amigo, bajó el celular de su oreja para poder escuchar lo que la pareja decía.

-Te dije, este lugar es asombroso, nadie te presta atención realmente y el café es delicioso –habló el chico pelirrojo.

-Muy bien, es verdad, pero la próxima vez iremos a mi propiedad. Exponerme no es lo mío, y además esto es una ciudad y que me encuentre mi novia aún es una posibilidad.

Leeteuk sonrió amargamente al escuchar sus rimas.

-Esa es la rima más pobre que he escuchado de ti.

-Oye, un tiempo dejé de rimar, me estoy volviendo a acostumbrar.

Escuchó a JoKwon maldecir en el teléfono.

-¿No vas a contestarle? –el pelirrojo volvió a hablar.

-¿A quién? ¿A JungSoo? –Le ofreció su brazo para caminar- No, al menos no ahora.

-¿Siempre se mandan mensajes a estas horas?

-La mayoría de las noches.

-¿Y no te molesta?

-No, pero esta noche no lo necesito.

El impacto de sus palabras fue tan fuerte que Leeteuk soltó su café. Sintió que el alma se le iba a los pies, y casi pudo jurar que escuchó el ruido de algo al romperse.

-Vámonos antes de que empiece a llover -Y caminaron lejos de ahí, probablemente a casa del pelirrojo o a quien sabe que otro lugar.

Parecía que esa oración terminó por invocar a la lluvia, pues apenas sus siluetas se perdieron en la distancia, la lluvia comenzó a caer, primero muy tenue pero, después de un par de segundos, se volvió muy agresiva.

“Esta noche no lo necesito”

Leeteuk sintió calor en sus mejillas, no supo si aquellos pequeños ríos de agua eran lágrimas o simples gotas de lluvia.

¿Por qué sentía que esa no era la primera vez que CAP y ese chico se encontraban?

Se llevó una mano al pecho y se dejó caer al suelo, resbalándose por la pared. Miró hacia al frente, pero sin ver nada en particular. No chillaba, pues no emitía ruido al llorar, pero le dolía.

El celular vibró en su mano, de repente recordando que estaba hablando con alguien.

-¿Kwon? –sorbió la nariz, e hizo un inútil intento de limpiarse los ojos con la manga.

-¿Por qué me cuelgas? Estaba hablando contigo, oye no me gusta que me dejes hablando solo porque parece…

-He visto a CAP con alguien –lo interrumpió- Un chico, lo he visto besar a un chico.

-Oh…

-¿Qué hago?

-Leeteuk, no lo tomes a mal, pero yo te advertí que él podía no estar tomándoselo en serio, además, ¿Cuántas veces voy a tener que…

Lo cortó. No tenía ganas de escuchar reclamos ahora. Guardó el celular en la parte más seca de su ropa y se levantó. Quedaban 10 minutos para poder llegar a su autobús y no quería tener que quedarse en la ciudad por culpa de MinSoo.

Y mientras iba en el camión volvió a llorar, y tuvo que morderse los labios para no gritar. Se sentía mal, quería vomitar. Se sintió estúpido por pensar que él era su prioridad. Y se sintió muy tonto por creer que él era el único chico de CAP. Y maldijo a JoKwon porque siempre tuvo razón, pero definitivamente se sintió mal, al darse cuenta que, a pesar de todo, no lo podía odiar. Perdió la cuenta de cuantas veces se talló los ojos, de cuántas veces lo maldijo y de cuántas veces se insultó a sí mismo.

Recibió un par de llamadas más de JoKwon, pero a ninguna contestó.

Llegar a su dormitorio, más que alivio trajo dolor, pues todo su dormitorio olía a su perfume. Le entró rabia al mirar aquel muñequito de gafas oscuras que tenía en la cima de su escritorio, y quiso ponchar esos globos de helio que estaban atados a la ventana, y ganas no le faltaban de rasgar esa camiseta que había dejado una noche atrás. Pero a pesar de todo, de la rabia y de las ganas que sentía, tomó la prenda y se acurrucó con ella en la cama. Quizá recordando, quizá maldiciendo, quizá…

Su celular vibró de nuevo.

“También te quiero” 

Tan solo una sola vez. Y cerró los ojos intentando olvidar.

Notas finales:

¿Esto de verdad pasó? Sí, muchas veces.

¿Esto está basado en hechos reales? Sí, es cierto.

¿Esto va a terminar bien? No lo sé.


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