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No sé lo que siento por Martagaku

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Notas del fanfic:

Este es mi primer fanfic y... Qué mejor que empezar haciendo uno de mi pareja favorita! xD Espero que os guste a todos los que leáis este fic, y bueno, disfrutad de la lectura! ^^

A las siete de la tarde de un tranquilo día en Ikkebukuro, atravesaba las calles el común estruendo que los ciudadanos acostumbraban a oír, aquel "Izaaaya-kuuuun" tan conocido y simbólico de la gran ciudad. Cualquiera que se encontrara en Ikkebukuro en ese momento podría oír y ver a Shizuo Heiwajima corriendo de nuevo tras su presa, el previamente nombrado izaya-kun.

-¡Vuel ve aquí, Izayaaa!- Gritaba su perseguidor, situado a unos veinte metros de él. -¡¡O tu tortura será aún más dolorosa si me haces esperar!!

Mientras decía esto, una máquina expendedora lanzada por el propio Shizuo salía volando hacia el tan ansiado objetivo, asustando a todos los espectadores que estaban cerca y sin tan siquiera alcanzar a Izaya, que seguía corriendo, con su permanente sonrisa burlona.

Shizuo, muy frustrado, seguía persiguiendo a su archienemigo lo más rápido que podía, mientras se formulaba preguntas que cada vez rondaban más por su cabeza. Preguntas sin respuesta como "¿Qué haré cuando logre pillar a esa maldita pulga?" o "¿De verdad estaré satisfecho cuando consiga alcanzarle y eliminarle?" eran actualmente una insoportable tortura en la mente del perseguidor. A decir verdad, no sabía qué haría con su vida si lograba matar a Izaya. La rutina de Shizuo consistía en ir tras aquel astuto joven que tan molesto le parecía, y jamás había tenido tiempo para pensar en otras cuestiones importantes de la vida, como en el amor. Entonces, tras sus oscuras gafas de sol, el camarero abrió mucho los ojos, dándose cuenta de que aún no había amado a nadie, y tal vez era ese sentimiento de vacío lo que le provocaba una gran obsesión de ir tras Izaya día tras día, sin ninguna aparente razón lógica.

-Espera... ¿En qué demonios estoy pensando? Debería retirar esos pensamientos innecesarios de mi cabeza... Eso solo me desconcentra y... ¡Mierda! ¡¿Dónde demonios se ha metido esa maldita pulga?!- Shizuo comenzó a mirar a su alrededor, muy nervioso.-Izaaayaaa-kuuuun!!!

Entonces, sin previo aviso, algo provocó la caída de Shizuo, dejándole inconsciente durante unas largas horas. A lo lejos, una sombra encapuchada con una amplia sonrisa contemplaba la escena, divertida.

Al despertar, se encontraba en la casa de Shinra, aquel conocido lugar que ya había visitado incontables veces desde que era un niño. En cuanto se dio cuenta de su situación, Shizuo se incorporó, pero en cuanto lo hizo sintió un agudo dolor recorriendo su espalda.-Aauuch! ¿Qué diablos me ha pasado?- Los oscuros ojos del camarero se detuvieron en su amigo de la infancia, el doctor Shinra.

-Según me contó Celty, que,  por cierto, fue ella la que te trajo aquí, un coche te atropelló mientras estabas distraído. En serio, Shizuo... ¿A quién se le ocurre pararse en medio de una carretera? No tienes remedio...-Dijo Shinra mientras contemplaba divertido la confundida expresión de Shizuo.- Últimamente estás más distraído que de costumbre, ¿en qué estabas pensando?

Tras esas palabras, Shizuo se incorporó, muy nervioso al recordar sus pensamientos en aquel momento.

-Tengo que ir a buscar a Izaya... Seguro que lo que me ha pasado ha sido culpa suya, ¡déjame salir de aquí!-Fue toda la respuesta a la pregunta de Shinra. Éste le contempló algo preocupado, pero no le detuvo, ya que sabía que cuando el terco Shizuo se empeñaba en algo, nada ni nadie podría detenerlo, así que lo único que hizo fue despedirse del joven herido, que caminaba hacia la puerta algo encorvado pero decidido.

***

En otro lugar, lejos de allí, Izaya descansaba en su amplio salón, con una expresión que representaba el más puro aburrimiento. -Ahhh... Que tarde más aburrida... Pensé que un simple atropello no iba a detener a Shizu-chan por tanto tiempo... Tal vez vaya a buscarle, así el tiempo pasará más rápido. -Pensó en voz alta mientras soltaba alguna risita.

Mientras se levantaba de su asiento para salir a la calle, Izaya comenzó a pensar en el mismo tema en el que Shizuo había pensado antes. Nunca había sentido algo tan esencial en la vida como el amor, y al parecer lo más cercano a ese sentimiento era la obsesión que tenía con observar y molestar a Shizuo a diario. "¿Y qué pensará Shizu-chan- de mí, de verdad me mataría enseguida si tuviese la oportunidad?" Después de darle vueltas a ese tema en su cabeza, Izaya mostró de nuevo esa sonrisa tan típica en él y salió a la calle, dispuesto de dejarse encontrar por Shizuo, solamente para comprobar la reacción del impulsivo camarero al capturarle.

***

Shizuo ya estaba corriendo por las estrechas calles de la tan conocida cuidad, sin dar la menor preocupación a su espalda, que aún seguía causándole algo de dolor, hasta que, después de pasar media hora buscando a Izaya para vengarse, su corazón se aceleró en cierto momento en el que vio, a unos pocos metros, una delgada silueta con una amplia sonrisa, que se hizo más nítida cuanto más se acercaba al ansioso joven rubio.

Entonces, Shizuo se detuvo frente a Izaya, con una expresión que mostraba más ansiedad que ira. -Al fin pude alcanzarte, Izaya-kun... Hoy es el día en el que veré cumplida mi venganza, IZAYAAAAA!!! -Gritó a pleno pulmón mientras lanzaba hacia su presa una señal de tráfico que acababa de arrancar.

Izaya esquivó la señal de tráfico con facilidad, salió corriendo hacia Shizuo y, antes de que éste pudiera reaccionar, agarró sus hombros y le besó.

Shizuo estaba muy sorprendido y desconcertado, tanto que no supo cómo reaccionar en ese momento. Su rival, su archienemigo, la maldita pulga que tanto deseaba aplastar desde hace tanto tiempo que ni se acordaba... Le estaba besando. "Pero eso no es lo peor de todo", pensaba Shizuo. "Lo peor es que no estoy haciendo nada para intentar liberarme..."

Entonces, sin saber por qué y sin pensar mucho en las consecuencias, Shizuo deslizó su fría mano hasta llegar a la espalda de Izaya, y le arrimó aún más contra él, hasta que no quedó ni un solo centímetro de distancia entre ellos. Se estaban besando apasionadamente, mientras las manos del joven rubio recorrían por debajo de la camiseta la espalda del sonrojado Izaya.

Ambos estaban sintiendo todo lo que no habían sentido a lo largo de su vida, sin saber si era amor u otro sentimiento diferente, pero tal vez aún mejor y más apasionado que la relación que podía mantener una pareja normal.

Sus preocupaciones se disolvían en el oscuro callejón en el que tenía lugar la escena, quedando solamente emociones y sentimientos descontrolados pero a la vez hermosos, una pasión desenfrenada que provocaba cosquilleos en los cuerpos de ambos y que aumentaba sus ganas de llegar a más, pero sin saber cómo dar el paso.

Tras unos cuantos minutos que se les hicieron escasos, breves y maravillosos, finalmente separaron sus labios y se miraron fijamente el uno al otro, reflejando la atracción que sentían mutuamente. ¿Esto significaría un cambio radical en sus vidas, o todo seguiría siendo como siempre? Ninguno de los dos lo sabía, ninguno sabía qué les depararía el futuro a partir de aquel momento.

"Izaya-kun... Al fin te encontré... Pero ¿De verdad he logrado mi objetivo? Lo único que sé en estos momentos es que ahora deseo tenerte aquí aún mas, pero tampoco sé para qué ni por qué..." A Shizuo le daba vueltas la cabeza, no entendía qué acababa de pasar ni cómo se sentía en ese momento, pero le había provocado más preguntas que respuestas. Probablemente mañana volvería a perseguir a aquella molesta pulga hasta darla caza. Los motivos los dejaría para cuando le alcanzara, ahora tenía otras cosas en las que pensar...Por su parte, Izaya aparentaba estar más tranquilo que Shizuo en el exterior, pero en el fondo se sentía parecido a él. Quería volver a experimentar los sentimientos y sensaciones que acababa de sentir, pero tampoco sabía cómo decírselo ni qué hacer cuando se volviesen a encontrar.

Tras unos cuantos segundos que ésta vez sí que se les hicieron eternos, Izaya volvió a sonreír tal como lo hacía habitualmente, y desapareció sin decir palabra alguna, dejando solo a Shizuo en aquel callejón, que ahora parecía más oscuro y sombrío que antes.

Ambos estaban seguros de que todo cambiaría a partir de ahora, pero sin saber cómo. Lo que pasara después de ese día se lo dejarían al destino.

FIN

Notas finales:

Espero que os haya gustado! Si ha sido así o se os ocurre algo para mejorar, dejad un review, me haría muy feliz! Procuraré subir otro fanfic dentro de no mucho tiempo, nos veremos entonces XD Bye bye beee! 


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