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corazon de sombra y luz (RESUBIDO) por Snape Prince

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Corazón de Sombra y Luz

 

Capitulo 12: Charlas: marcando territorio.

 

De regreso con Amed y compañía....

 

-¿Y bien? Piensan hablar en algún momento de este día-dijo sarcástico Severus mientras con mucho cuidado colocaba a Remus sobre una tumbona, así como el chico Sei colocaba a Lux sobre su cama para casi de inmediato derrumbarse a su lado, pues realmente estaba bastante maltratado con tantas heridas, lo mismo que su hermano mayor.

 

-¡Hablaremos, mago! Así que no seas tan desesperado, pero antes debemos atender al señor Luxiel y al joven Cygnus, lo mismo que al cachorro, pues por lo visto ha sido demasiado para él; lo cual es comprensible teniendo en cuenta que desconoce mucho de su herencia licana-dijo con tranquilidad Mattiel mientras se levantaba lentamente, lo mismo que Daniel y Ariel.

 

-¡Hazte cargo de atenderlos, Samuel; por favor!-pido Mattiel al cuarto hombre que había entrado con ellos y que hasta ese momento, los magos recordaban pues al no haber interferido había sido fácil olvidarse del mismo.

 

-¡Por supuesto, Mattiel pero antes voy a necesitar algunas pociones de mi habitación! Pues no creo traer suficientes, imaginaba que la situación seria delicada pero nunca tanto-dijo Samuel mientras se reclinaba para revisar a los desmayados y así poder darse una idea más clara acerca de sus heridas lo mismo que de sus estados físicos.

 

-¡Di que es lo que ocupas e iré a buscarlo, Samuel!-dijo Daniel rápidamente aunque con algo de cansancio en la voz.

 

-¡No es necesario que te molestes, Daniel; ya he enviado a Masha por ellas! Pues luego de ver lo que ha pasado pude darme cuenta de que íbamos a necesitarlas, así que lo mejor será que tú, Mattiel y Ariel tomen un descanso pues realmente lo ocupan; aun cuando no les ha ido tan mal como al señor Luxiel, al joven Cygnus y al cachorro. El que sean los señores reinantes de los clanes lunares no los hace inmunes al desgaste mágico y de energías-dijo Samuel con calma.

 

Así pues el medico procedió a la revisión de los pacientes, haciéndose una idea de lo que necesitarían para poder recuperarse lo antes posible; siendo observado atentamente por Severus, quien estaba en verdad preocupado por Remus, lo cual no pasaba desapercibido para el resto de los ahí presentes, especialmente para Daniel.

 

-¡Estas verdaderamente enamorado del cachorro, mago! Y por tu aroma puedo darme cuenta de que eres su compañero no solo elegido sino que su destinado también; lo cual es sorprendente son tan pocas las ocasiones en que un lobo puede encontrar a su compañero vinculado no solo en cuerpo sino también en alma ¡Me da gusto por el cachorro! El merece ser feliz a lado de su compañero de vinculo pues se nota que ha sufrido mucho en su vida, sobre todo cuando no ha sido debidamente educado por su clan; algo que es intolerable pero ahora que está aquí, ¡Yo y mi marido nos encargaremos de solucionar eso!-dijo Daniel con firmeza mientras una sonrisa adornaba sus labios, gesto que hizo percatarse a Draco y Severus que ni Daniel, Mattiel, ni Ariel estaban usando los velos de sus turbantes, dejando sus rostros al descubierto al contrario de Amed y Dark, quienes siempre usaban sus turbantes al completo, mostrando solamente sus ojos, nunca sus caras.

 

-¿De qué está hablando? ¿Quiénes son ustedes? ¿Por qué llaman a Remus, cachorro? ¿Qué demonios está pasando aquí?-cuestiono Severus molesto, así como sumamente intrigado pues la verdad no comprendía nada de lo que estaba sucediendo y eso era algo que no le gustaba en lo absoluto, pues sentirse tan confundido no le resultaba nada agradable.

 

-¡Eres un poco desesperado, mago! ¿Qué habrá visto en ti, el cachorro? Casi siempre buscamos compañeros más tranquilos, pues el ser licanos es ya un tanto salvaje como para que nuestra pareja también lo sea. Y si tu eres así /voluntarioso/ tal vez se deba a que el cachorro es calmado por naturaleza y por lo tanto ¡Va a ser interesante charlar con él y mucho más entrenarlo!-exclamo emocionado Daniel mientras intentaba averiguar cómo era Severus y por ende, Remus.

 

-¡Daniel, contrólate, por favor! La situación no está para juegos y en cuanto a sus preguntas, mago: ya habrá tiempo para aclarar sus dudas pero por ahora eso no es relevante-dijo Mattiel seria y secamente, haciendo parecer a Snape un novato a la hora de utilizar un tono intimidatorio, dejando sorprendidos a los slytherin's.

 

-¡No hagan caso a Mattiel! Siempre habla con ese tono; después de todo es el más serio de nosotros, de eso se irán dando cuenta pero por fortuna para todos Daniel logra calmarlo y hacer que no sea tan gruñón por lo que no tienen que temer porque los vaya a morder-dijo divertido Ariel.

 

Mas antes de que alguno de los presentes pudiese continuar alegando mas tonterías, un leve quejido, algo adolorido pero sobretodo agotado, atrajo la atención de inmediato.......

 

-¡Rem, Remus!-exclamo medio preocupado, medio aliviado Draco, acercándose con rapidez hasta donde se encontraba el castaño, que en esos momentos comenzaba a reaccionar, luego de su inconsciencia tan prolongada (o al menos así le había parecido al rubio) y de inmediato el chico se reclino para poder acercarse más al ojidoroado, como si quisiera cerciorarse de que estaba bien.

 

-¿Cómo estás? ¿Te duele algo? ¿Estás cansado?-cuestionaba con rapidez Draco, así sin respirar apenas; de tal manera que estaba mareando al castaño, lo mismo que al resto de los presentes.

 

-¡Basta, Draco, tienes que calmarte! No solo estas mareando a Remus sino también a nosotros; además no le das oportunidad a Samuel de que pueda auscultarlo para que compruebe su estado-dijo Amed con calma sin percatarse del tono cariñoso que utilizo al momento de referirse al castaño pero lo cual no pasó desapercibido para Snape así como para Dark...

 

-¡Lo ha llamado Remus! Es extraño, hasta ahora su alteza Amed no había usado el nombre de ninguno de nosotros excepto con Draco /pues mi ahijado se lo permitió/ lo cual no debería de ser raro pero sin embargo lo es pues ese tono que ha utilizado es por demás peculiar, sobretodo porque por un instante ha sonado idéntico al que Potter solía usar al nombrar a mi lobito ¿Qué estará pasando aquí? ¿Serán ciertas las suposiciones de Remus, acerca de que este príncipe es realmente Potter?-pensaba Severus, suspicaz mientras de reojo observaba ha Amed, queriendo averiguar la verdad sobre el mismo.

 

-¡Ya no agobien al cachorro! No le hará ningún bien a su recuperación y ahora, permítanme terminar de examinarlo, por favor-dijo amable Samuel mientras hacía a un lado a Severus, así como Amed sin poder mover a Draco pero de todas formas el rubio no le molestaba en su examen, por lo que dejo que el rubio continuase a la cabecera de Remus.

 

-¿Y bien? ¿Cómo se encuentra, Remus?-pregunto ansioso Draco, luego de que la auscultación por parte del médico, acabase.

 

-¡Estará bien! Un poco cansado, lo cual es comprensible dada la situación, pero con un buen reposo, no tengo duda de que se repondrá sin ningún problema; lo que es asombroso pues para ser la primera vez en que ha hecho esta invocación, así como el desconocer sus habilidades licanas; no hay duda de que es extraordinariamente fuerte y con la correcta guía, será un excelente líder de clan-dijo

Samuel maravillado por la rápida recuperación del castaño.

 

-¿Qué quiere decir con eso?-cuestiono Remus extrañado por las palabras del doctor.

 

-¡Eso es fácil, cachorro! Quizás no lo sepas, por tu falta de instrucción /pero eso es algo que iremos arreglando poco a poco/ pero por tu aroma puedo decir que eres uno de los primeros "hijos" de Greyback y de los pocos que logro sobrevivir lo cual te hace, heredero del clan de la luna llena; especialmente ahora que Fenrir está por completo desquiciado, deshonrando no solo a su clan, sino a las leyes y enseñanzas de las cuatro diosas lunares; por ese motivo es que Fenrir deberá ser enjuiciado por el resto de los clanes y de ser considerado culpable /que lo será, no tenemos dudas de eso, ya que son muchos sus crímenes como para que sea considerado inocente/ será no solo destituido como líder de su clan, sino que también será condenado a muerte y por lo mismo el clan deberá de ser guiado por alguien más; así que uno de sus "hijos" es el más indicado para el puesto y tu, cachorro, eres uno de ellos y hasta donde sabemos el único que ha sobrevivido, especialmente solo y sin la guía adecuada; eso te hace alguien muy fuerte así como con bastantes aptitudes para sustituir a Greyback y guiar al clan a una vida mucho mejor que la que su líder actual y en cuanto esté mejor, yo te instruiré con lo que has debido saber desde el momento en que Fenrir Greyback te convirtió; lo cual me recuerda: Que dejar a un cachorro solo y sin guía, es otro crimen que agregar a su lista de fechorías-dijo Daniel con seriedad, mientras miraba a Mattiel fijamente.

 

-¡Lo sé, Daniel; no tienes de que preocuparte! Fenrir Greyback tiene mucho por lo que ser juzgado comenzando por el asesinato de su propio padre y antiguo jefe del clan de la luna llena, pasando por su servicio y unión con ese mago Voldemort /y que es tan denigrante para todos los licántropos/ y cometer atroces crímenes en su nombre, hasta el abandono de un cachorro recién nacido; mas eso lo veremos en cuanto logremos ponerle las garras encima, antes no podemos preocuparnos por alguien como él; así que lo mejor es que te encargues, junto con Ariel de las enseñanzas del cachorro, mientras yo me arreglo con el asunto de Greyback-dijo Mattiel con calma.

 

-¡Si ya dejaron de decidir sobre Remus; me lo llevo! Tiene que descansar y recuperarse-dijo de manera fría, Severus mientras y sin pedir permiso a nadie, se agachaba y tomaba al castaño en sus brazos para de inmediato dirigirse a la salida y así llevárselo de ahí, ante la atónita mirada de Dark y Amed así como la divertida mirada de los licántropos.

 

-¡Vámonos, Draco; también debes descansar!-dijo Severus desde la puerta, llamando al joven rubio.

 

-¡OH, bueno... con permiso y buenas noches!-dijo Draco, despidiéndose con rapidez, mientras se acercaba hasta su padrino y Remus, abriendo la puerta para luego salir los tres del lugar sin más ni más.

 

-Creo que también nosotros nos retiramos, como lo ha hecho notar el mago, es tarde y hay que descansar-dijo Ariel, divertido.

 

-¡Es cierto, es hora de ir a descansar; así que buenas noches, príncipe Amed, Dark!-dijo Daniel haciendo un gesto de despedida hacia los antes mencionados.

 

-Supongo que ustedes se encargaran del cuidado del señor Luxiel, así como del joven Cygnus ¿Verdad?-cuestiono Samuel, tranquilo.

 

-¡Por supuesto!-dijeron Amed y Dark, rápidamente.

 

-En ese caso, les dejo estas pociones, así como las indicaciones de como administrárselas-dijo Samuel, pasándoles una serie de botellitas (que Masha había traído hacia unos pocos minutos, justo después de la salida de Severus y compañía) así como sus instrucciones.

 

-Ahora si me retiro; si me necesitan no duden en llamarme-dijo Samuel mientras se retiraba de la habitación y una vez que el doctor salió del lugar......

 

-¿También has estado a punto de "sufrir" un infarto, Sirius?-dijo Amed con una divertida y asombrada sonrisa mientras se despojaba de sus túnicas y turbante, dejándose ver; mostrando así su imagen: la de un joven alto, cuerpo musculoso y muy bien formado, de piel canela, así como facciones un tanto afiladas algo cuadradas, con profundos ojos azules que resaltaban como estrellas en su rostro, cabello negro lacio hasta la espalda sujetado en una trenza pero eso cambio tras la pronunciación de un hechizo por parte del príncipe dando paso así a una serie de cambio que incluían un cuerpo algo más pequeño que el anterior pero bien constituido, también; aunque no solo su altura había variado, sino que su piel ahora lucía un tono más dorado y claro /como miel/ sus facciones aunque seguían siendo cuadradas no eran tan afiladas, tornándose más suaves que antes pero el mayor cambio lo presentaban sus ojos pues ahora eran dos bellas esmeraldas, más hermosas que las estrellas o cualquier otra joya y su cabello aunque negro y largo se había tornado mas rebelde saliéndose algunos mechones de la trenza, lo cual le otorgaba un aspecto de exquisito desarreglo.

 

-¿Un infarto? ¡Eso es lo de menos, Harry! Pues he estado a punto de desmayarme de solo ver a Snivellus ser tan “dulce” con Moony ¡Merlín Santo, no recordaba que fuese tan “cursi” en el colegio! Claro que en aquellos tiempo, estaba más ocupado persiguiendo a Lucius que nunca preste atención a Snape y su lado romántico, por lo que verlo ahora, ha sido realmente ¡Extraño!-dijo Dark Sirius, el cual también se había despojado de sus túnicas, mostrándose como el hombre atractivo que siempre había sido /de su época de merodeador/ aunque ahora estaba muchísimo mejor pues ya no presentaba el aspecto demacrado y famélico que Azkaban le había dejado durante el tiempo que paso en aquella prisión.

 

-¡Estoy totalmente de acuerdo contigo, Sirius! Si no hubiese visto, lo que vi; jamás lo habría creído, aunque imagino que hasta Snape tiene su corazoncito, porque si no fuese así dudo mucho que Remus se hubiera enamorado de él ¿Verdad?-dijo Harry divertido pero antes de que pudiese continuar riéndose del profesor de pociones, la voz algo cansada de Lux se dejo oír…

 

-¡Deja de reírte del mago ese, Potter; que tú tienes mucha cola de donde cortar!-dijo Lux cansado pero al mismo tiempo severo, a la vez que trataba de incorporase aunque estaba demasiado débil como para hacerlo.

 

-¡No trates de levantarte, Lux! Estas apenas recuperándote luego de tu “explosión” de magia, así que no intentes incorporarte o nos obligaras a llamar a Samuel para que te de algo para que descanses-dijo Harry serio.

 

-¿De que estas hablando?-pregunto Lux confundido pero de a poco fue recordando lo que algunas horas atrás había sucedido.

 

-¡Por Hécate! ¿Qué fue lo que hice?-dijo angustiado el castaño, luego de que los recuerdos le llegaran de golpe a su cabeza, al mismo tiempo que se volteaba a un lado para toparse con la imagen de su hermano vendado e inconsciente, todo debido a su insensatez pues si no fuese por su herencia nada de aquello habría ocurrido.

 

-¡Deja de estarte culpando, Lux! Sabes bien que esto no es tu responsabilidad; además si te culpas Cygnus se va a sentir peor de lo que se ve; tu hermano solo te ayudo, sabes perfectamente que él haría lo que fuera por ti, y si eso incluye algunos rasguños de tu parte, Sei lo aceptara con tal de que estés bien, y de verdad que necesitabas ayuda pues no solo tu magia estaba descontrolada sino todo, tú-dijo con calma Sirius, acercándose hasta el castaño para de inmediato deslizar con ternura una mano por el cabello del muchacho a manera de consuelo.

 

-¡Pero lo lastime y yo no quería hacerlo!-dijo Lux con voz lastimera.

 

-¡No es tu culpa! Y Sirius tiene razón, solo fue un contratiempo; lo que me recuerda ¿Qué fue lo que te paso? ¿Por qué sufriste tal descontrol? Eres una de las personas más controladas que conozco, por eso es extraño lo que te sucedió-dijo curioso Harry, también acercándose a su guardián.

 

Mientras tanto, en la habitación de tres magos ingleses......

 

-¡No tenias porque traerme en brazos, Severus! Yo podía caminar, tal vez hubiese necesitado un poco de apoyo pero tampoco era como para que me cargaras-dijo Remus con algo de reproche, mientras era depositado suavemente en la cama por su compañero.

 

-¿Te molesta acaso que lo haya hecho, Remus?-cuestiono Severus con calma, acomodando al castaño en la cama para que pudiese descansar y así recuperarse lo antes posible.

 

-¡No, solo que fue extraño; es todo lo que digo! Es que la verdad me sacaste de onda; después de todo, tú no eres tan “tierno”, Severus-dijo Remus tranquilo, aunque no se podía evitar que un deje de diversión se escuchara en su voz con lo dicho.

 

-¡Tampoco es para tanto, Rem! Aunque no lo parezca mi padrino tiene su corazón, que no lo muestre habitualmente ¡Es cosa aparte! Además tenía que “marcar” su terreno y no dejar que nadie se te acercara ¿Qué no viste como ese tal Daniel se “pegaba”? La verdad es que Severus tardo en sacarte de allí-dijo Draco como si nada, mientras se dejaba caer a un lado de Remus, pegando un ligero rebote al hacerlo, para de inmediato colocar sus manos en su rostro /bajo la barbilla, pues estaba sobre su estomago tirado cuan largo era/ y con una expresión risueña y picara en su carita, lo cual le hacía verse sumamente tierno pero también muy niño, lo que logro sacarle una sonrisa al castaño así como un ceño fruncido a Severus.

 

-¡Será mejor que te marches a dormir, Draco; y no está en discusión! Es tarde y hay que descansar, aparte Remus lo necesita y por cierto…… ¡Deja de actuar así! Pareces un chiquillo y un Malfoy no pierde nunca el buen comportamiento-dijo Severus seriamente, haciendo con ello que la expresión risueña del rubio se desvaneciera e incluso se incorporara de la cama lo más rápido posible.

 

-¡Ya me voy a descansar, padrino! ¡Buenas noches, Remus que descanses bien!-se despidió serio Draco, mientras con muchas formalidad se inclinaba sobre el castaño y depositaba un ligero beso en la mejilla del mismo.

 

-¡Buenas noches, Draco, que duermas bien también tú!-dijo con cariño Remus, alargando una mano hasta la cara del rubio, dándole una suave caricia a la vez /que aprovechando su inclinación/ giraba un poco el rostro del joven hacia sí, de tal manera que sus labios hicieron contacto con los del slytherin, dándole así un ligerísimo beso en los rosados labios.

 

Luego de eso Draco /medio en las nubes/ bajo hasta su cama para poder irse a dormir, luego de un buen baño; al mismo tiempo que Remus y Severus lo hacían en la suya propia (También tras tomarse una ducha, el profesor de pociones, pues Remus estaba todavía muy cansado como para hacer lo mismo)

 

-¿Qué pasa contigo, Severus? ¿Te molesto que besara a Draco?-cuestiono curioso Remus, al ver la expresión ceñuda del otro hombre.

 

-¡Por supuesto que no! Ya estoy perfectamente acostumbrado a que MI pareja se la pase “consolando” a mi ahijado-replico Severus serio pero con un deje de posesividad en su voz al referirse al castaño.

 

-¡Así que Draco está en lo correcto! Estas marcando terreno; sabes que no tienes que hacerlo ¿Verdad? Tú eres el único para mí, así que no debes preocuparte por nadie más, ni siquiera por tu ahijado, después de todo le quiero mucho y sabes bien que luego de lo que aquello magos enviados por el lord le hicieron a él y Narcisa siento la debilidad de protegerlo como a un cachorro mas de mi manada pero solo eso ¡No es competencia para ti! Así que dime ¿Qué te pasa en realidad?-cuestiono Remus aún más intrigado que antes.

 

-Lo que sucede es que: ¡Estoy casi seguro de que tenías razón! Y su alteza Amed es en realidad Potter-dijo Severus con calma.

 

-¿QUÉ?-dijo Remus sorprendido.

 

Y así....

 

Continuara...


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