Corazón de sombra y luz.
Capitulo 8: Conversaciones y enfrentamientos.
-¡Lux, despertaste, hermano! ¡Estaba tan preocupado por ti!-exclamo Sei, entrando precipitadamente en la habitación, para de inmediato echársele encima al joven en el diván, quien a duras penas puedo evitar que ambos terminaran en el piso debido al impulso del jovencito.
-¡No seas tan efusivo, Sei! Casi me tiras, hermano-susurro en cariñoso regaño Lux, abrazando a su hermano.
-¡OH, lo siento, no fue mi intención! Pero es que estaba tan preocupado por ti, así que nunca más vuelvas hacerlo ¿Quieres?-dijo con un reproche Sei.
-¡Sabes bien que eso es algo que no puedo prometer del todo! Mientras Jamir esté detrás de su alteza, el príncipe Amed, será mi deber salvaguardarlo de cualquier peligro incluso a costa de mi vida-dijo seriamente Lux para la completa exasperación de su hermano menor.
-¿Sabes que no eres el único guardián? Hay 39 hombres más que lo protegen así que dime ¿Por qué tienes que ser tú, quien se exponga más y resulte herido en consecuencia? Además de que siempre estas con el príncipe Amed y yo ¿Qué? No cuento para nada ¿verdad?-dijo Sei indignado.
-¡Tú eres mi hermanito menor! Y eso ni siquiera un príncipe lo puede cambiar pero tengo obligaciones, lo cual no puedo olvidar y cuidar de Amed es parte de ellas; además es cierto que hay 39 guardias mas pero yo soy el primero de todos ellos, aparte de que ir por una ciudad con todo el grupo sería muy llamativo por eso solo voy yo, mas no significa que no me cuide, por supuesto que lo hago-dijo Lux con calma.
-¡Si, ya lo sé! Aunque no es justo que te arriesgues por alguien como el príncipe puesto que a cada momento se pone en peligro y tú, terminaras mal parado-dijo Sei, apartándose del lado de Lux, un poco molesto.
-Disculpen por interrumpir pero ¿Podría alguien mostrarnos la salida? Al ser trasladados no estoy seguro de donde no encontramos y ya es tarde, así que debemos volver a nuestro hotel-dijo Severus interviniendo antes de que Lux respondiera a Sei, pues se estaba dando cuenta de que el chico era muy terco, recordándole ese aferrarse a cosas absurdas o ridículas, a cierto chucho -del que no deseaba acordarse- a tal grado que era como estarlo escuchando y eso le desesperaba muchísimo.
-¡Yo les llevare a su hotel, señor Snape!-dijo Lux levantándose lentamente de su lugar y al hacerlo la manta que le cubría cayo, dejando al descubierto, su cuerpo semidesnudo por lo que al darse cuenta del detalle un rápido rubor cubrió sus mejillas por completo, avergonzando así que de prisa busco su ropa para poder vestirse, ocultándose detrás de un biombo para hacerlo.
-Es muy tímido ¿No es así?-dijo Remus sorprendido por el comportamiento del chico.
-¿Y cómo no serlo? Tratándose de un chico fértil, se puede decir que es tan virtuoso como una mujer o tal vez hasta más que una, pues son muy pocos hombres que cuentan con la condición de fertilidad-dijo Amed calmado.
-¿Condición de fertilidad? ¿Qué significa eso, exactamente? Es que son extrañas esas palabras, jamás antes había escuchado de un hombre fértil-dijo curioso Draco.
-¡Eso es sencillo de explicar! Solo necesito decirte que no requiero de una poción para quedar embarazado, si es que mi futura pareja resulta ser un hombre ¿Ahora sí, no vamos?-dijo Lux, saliendo de detrás del biombo con una sonrisa en los labios.
-¡No puedes ir a ningún lado, Lux! Estas recuperándote de un ataque, así que no recomendable que salgas-dijo Sei, interponiéndose entre su hermano y los tres magos ingleses.
-¡Sei, despreocupare por favor! No me pasara nada; además solo su alteza y yo podemos usar el traslador puesto que está conectado a nuestras auras mágicas, por lo que nadie más puede llevarlos de vuelta y si piensas que Amed lo hará, ¡Estas equivocado! Porque entonces tendría que acompañarlos irremediablemente pues no pudo dejarlo solo y sin escolta; y hacerle cambios al traslador implicaría que estuviesen hasta mañana y no creo que ellos quieran esperar tanto tiempo ¿cierto?-dijo Lux como si nada.
-La verdad nos gustaría descansar, ya que el día de hoy ha sido realmente pesado-dijo Remus con calma pues no le gustaba del todo la mirada fría que Sei lanzaba en su dirección.
-¡Has lo que quieras!-exclamo molesto el chico mientras salía de la habitación dando un portazo.
-¡Como odio cuando se porta así! Pero solo tiene 15 años y todo su mundo es un caos por sí solo, no necesita ayuda para eso ¿Nos vamos?-dijo Lux exasperado por el comportamiento de su hermanito a la vez que le restaba importancia pues sabía bien lo que era ser adolescente y más en el caso de Sei.
-¡Por supuesto!-respondieron los tres magos ingleses.
-¡Lux, espera!-llamo Amed deteniendo a su guardián antes de que tomara el traslador.
-¿Qué sucede, alteza?-pregunto extrañado Lux, volteando hacia su príncipe, quien solo se limito a verlo intensamente con sus azules ojos.
-¡Comprendo, eso haré!-susurro Lux en voz muy baja y que solo Remus pudo escuchar para los demás fue como si no hablase.
Así que luego de eso los cuatro, se trasladaron de nueva cuenta hacia el mismo lugar del cual habían partido algunas horas atrás....
-¡Muchas gracias por su ayuda, con su permiso nosotros nos retiramos!-dijo Severus formalmente mientras se despedía del muchacho.
-¡Por favor, espere un momento! Necesito decirles algo... el príncipe Amed, manda decir que le gustaría seguir en contacto con todos ustedes, por lo que si están de acuerdo mañana les espera en el museo del prado frente al cuadro de la maja desnuda a las 11 AM-dijo Lux, aferrándose al brazo de Severus antes de que pudiera marcharse, aunque inmediatamente después lo soltó, una vez que termino de dar el mensaje tampoco quería que se fuera a molestar el profesor.
-¿Por qué querría seguir viéndonos?-cuestiono Severus, extrañado.
-¡No estoy seguro del todo pero supongo que es porque los considera interesantes! Además de que es probable que el hecho de que van a Hogwarts es otro incentivo mas para conocerlos, su alteza querrá saber un poco más acerca de ese colegio, señor Snape-dijo Lux como si nada.
-¿Vendrías con el príncipe, Lux?-cuestiono Draco interesado, al guardián.
-¡Por supuesto! Soy su guardián, aunque claro que no intervendría a menos que el príncipe lo solicitara-dijo Lux tranquilo.
-Es algo repentina esta invitación del parte del príncipe Amed, así creo que lo más conveniente es que lo pensemos y por eso no podemos dar una respuesta todavía pero si decidimos seguir en contacto mañana en el museo nos veremos tal como lo ha solicitado su alteza, en el lugar y hora antes dichas-dijo Remus con una sonrisa.
-Entonces se lo haré saber al príncipe, nos veremos-se despidió Lux, antes de desaparecer.
Al día siguiente por extraño que pareciera el príncipe Amed, Lux, así como Sei y un cuarto hombre -del que solo supieron era un guardián pero no su nombre, eso era un misterio- se reunieron con los tres magos ingleses, aunque Severus no estaba del todo de acuerdo pero entre Remus y Draco le habían convencido sin muchos problemas de volver a ver a su majestad, por lo luego de esa reunión muchas más le siguieron, siendo raro el tiempo en que los siete no se encontraran juntos por lo que un día de esos y antes de emprender el viaje al colegio de magia....
-Severus ¿Podemos hablar?-dijo Remus seriamente tras aparecerse en el lobby del hotel, luego de otra reunión con Amed y compañía.
-¡Draco, ve subiendo a la habitación! Ahora te alcanzamos-dijo Severus, despidiendo rápidamente a su ahijado, a quien no le quedo de otra más que obedecer a pesar de sentir curiosidad por saber de qué hablarían esos dos, pero una mirada de su padrino fue suficiente para hacerlo cambiar de opinión y ponerse en marchar hacia su cuarto.
-¡Ya se marcho! ¿Qué quieres decirme, Remus?-pregunto Severus intrigado.
-¿Podemos sentarnos ahí?-señalo el castaño unos sillones en el lobby.
-¡Por supuesto! ¿Y bien?-pregunto Severus una vez, sentados.
-Estos días que hemos compartido con el príncipe Amed y los demás ¿No has notado algo peculiar en ellos?-dijo Remus con calma.
-¿Algo peculiar? ¿Cómo qué?-dijo Severus confundido pues no sabía a qué podía referirse el castaño.
-Supongo por tus preguntas que no lo has notado aun; aunque en realidad eso no importa, después de todo sino fuera por mis sentidos de licántropo es posible que tampoco me hubiese percatado de ese hecho, porque en realidad sino fuera por mi licantropía no me habría dado cuenta de que Amed es ¡Harry!-dijo Remus sin perder la calma, aunque su voz sonó algo mas fuerte al decir el nombre del moreno ojiverde.
-¿Queee? ¿De que estas hablando, Remus?-cuestiono Severus sorprendido.
-¡Pues de eso: que el príncipe Amed es Harry Potter, Severus! Su olor, sus movimientos -aunque más fluidos y elegantes- su aura mágica son exactos a los de mi cachorro-dijo Remus tranquilo puesto que no deseaba atraer la atención de los demás huéspedes.
-¿Estás seguro de eso? ¿De qué se trata de Potter?-pregunto Severus, viendo asentir convencido al castaño-Entonces si es Potter ¿Por qué se oculta tras otra identidad? ¿No será que estas equivocado, Remus?-dijo Severus dudoso, no tan convencido de las palabras del castaño pues la verdad eran difíciles de aceptar y más aun de creer.
-¡No creo estarlo! Después de todo ya te lo dije su aroma, su magia, todo su ser son idénticos a los de Harry, por eso no tengo dudas de que Amed es mi cachorro; aun cuando el príncipe trate de disimularlo muy bien, e incluso intenta ocultar su aroma con perfumes exóticos pero no consigue engañarme del todo pero igual que tú no he logrado encontrar una razón para esconderse bajo otra identidad; así que tendrás que ayudarme a que lo admita o sea ¡Que es Harry Potter!-dijo Remus con firmeza.
-¿Lo dices en serio?-el lupino asintió- ¡Bueno, que remedio! Aunque por ahora será mejor no decírselo ni a Draco, ni a nadie especialmente a Albus, al menos hasta que comprobemos que se trata de Potter, pues podría ser que este bajo algún hechizo o con pérdida de memoria y conociendo al viejo es capaz de darle un susto tal que Potter se recupera o de plano empeora y como por ahora no le hace daño a nadie esta farsa, la dejaremos correr hasta que yo mismo confirme tus sospechas y si lo que dices es verdad y se trata del hijo de James, entonces haré algo para que muestre su identidad verdadera ¿Estás de acuerdo, Remus?-dijo Severus con calma, viendo asentir a su compañero de manera afirmativa.
-Entonces eso haremos, por ahora no haremos nada hasta estar seguros de que se trata de Potter y una vez que lo confirmemos: planearemos nuestro siguiente movimiento; así que creo que lo más conveniente es que regresemos a nuestra habitación Draco debe de estar desesperado por la tardanza-sugirió Severus con calma mientras se incorporaba de su lugar, ofreciéndole un mano a Remus para ayudarle a levantarse, notando que aun había algo rondado la mente del castaño.
-¿Aun te preocupa algo, Remus?-dijo Severus intrigado por la actitud pensativa de su pareja.
-¡Son cosas mías, Severus! Quizás no tengan importancia pero..... hay algo extraño en Lux, su hermano Sei y el otro custodio del príncipe, mas hay algo en ellos tres que me pone suspicaz, no sabría exactamente explicarte-dijo Remus pensativo.
-¿Sientes algo "malo" hacia alguno de ellos?-pregunto sutilmente Severus, sin dejar de estar intrigado.
-Esa es la cuestión, ¡No sé qué es lo que siento! No sé si es bueno o malo, pero es una cierta precaución hacia Lux, es como si...... mi parte licana estuviera en alerta ante la presencia de ese chico pero no de manera desagradable por el contrario es muy ¿Placentera? Es casi como un estado de dicha, de bienestar que pocas veces he sentido; es muy confuso de explicar, ni yo mismo me entiendo-dijo Remus confundido.
-Y con los otros dos ¿Qué sientes, Remus?-pregunto Severus con algo de preocupación ante las palabras de su pareja, pues en verdad se le hacían extrañas.
-¡Es aún más confuso! Hay algo en Sei y ese guardián que me recuerdan a...... ¡Olvídalo, es absurdo solo pensarlo!-exclamo Remus un tanto alterado.
-¿A quién? ¿En quién piensas como para ponerte así?-dijo Severus sacando de onda.
-¡No te vayas a molestar, por favor, Severus! Pero Sei y el guardián, especialmente Sei, -puesto que al chico le he visto sin su túnica-me recuerdan a Sirius; el chico es tan parecido a Padfoot, como no tienes idea y eso me confunde pues simple y sencillamente no me salen las cuentas de su concepción, además que no se con quien lo pudo tener pues Paddy nunca me dijo algo al respecto-dio Remus con pena.
-¡A Black! ¿Te recuerdan a Black? Pero el chucho esta "muerto" ¿Cómo pueden confundirte?-dijo Severus con algo de molestia tratando de mantener la calma pues el solo hecho de oír hablar de Sirius le hervía la sangre pues muy en el fondo no podía evitar sentir celos hacia Remus pues sabia de la relación tan estrecha que el chucho y su lobito habían llevado, y aun cuando estaba seguro de que Remus solamente le amaba a él, siempre había tenido duda con respecto a los sentimientos de Black hacia su lobo, pues casi podía asegurar que no solo se trataba de una simple amistad y el animago estaba enamorado de su Remus, a pesar de que su lobito siempre había jurado que el chucho estaba enamorado de alguien mas pero como eso nunca lo pudo confirmar, se había quedado con aquella duda con respecto a los sentimientos de Black por su castaño, después de todo aquel reencuentro entre ambos merodeadores -en un tercer año escolar- había resultado muy emotivo como para que solo hubiese simple amistad y quizás hubiese algo mas ¿O no?.
-¡Eso es lo más extraño y lo que no comprendo! Pero Sei se parece muchísimo en físico a Sirius, cuando éramos jóvenes ¿Acaso no lo notaste? Además hay muchas similitudes con Padfoot, como su manera de andar, sus elegantes movimientos, su testarudez, su arrogancia, su ego, sus tonterías, en fin varias cosas y eso es lo que me confunde. Del guardián solo puedo decir que hay algo en su aroma que me hace pensar en Paddy, pero no lo puedo asegurar puesto que no lo he visto mucho ya que casi siempre solo Lux y Sei junto con Amed son los que se reúnen con nosotros, aunque últimamente ese guardián también se está reuniendo con nosotros pero no lo suficiente como para que mis sentidos de lobo puedan estar 100% seguros de esta situación-dijo Remus un tanto cansado.
Luego de esa conversación Remus y Severus empezaron a tratar de encontrar la verdad sobre el príncipe Amed y sus guardias, ya que si era Harry tenían que informárselo a Dumbledore y el resto de la orden pero de momento nada habían logrado confirmar, pues aunque habían marcadas similitudes entre el príncipe y el ojiverde, no era fácil asegurar que fuesen la misma persona pues cuando pensaban que el primero era el segundo, salía con algo diferente que les hacia volver a dudar entre sí, sí o no.
-¡Es más complicado de lo que había pensado, Remus! Cualquiera creería que todo esto sería sencillo de demostrar que es Potter, pero no ha sido así; al contrario es más complicado pues por un lado parecieran estarse protegiendo para que no descubramos nada sobre ellos y por el otro, salen con cosas tan distintas a Potter o Black que es difícil estar 100 % seguros de su identidad-dijo Severus exasperado.
-¡Lo sé, cariño! Son aun mismo tiempo muy abiertos pero muy cerrados, también; como si nos mostraran lo que quisiéramos saber y ver más tampoco lo hacen totalmente, la verdad es que no sé qué pensar sobre todo porque el único que pareciera no ocultar nada es Lux y es del que menos podemos averiguar-dijo Remus con calma.
-Esperemos que una vez que estemos en Hogwarts, bajen la guardia y así averigüemos ¿Quiénes son en verdad? Pues una vez que los llevemos hasta nuestros terrenos, como lo es el colegio, dudo mucho que puedan continuar manteniendo sus secretos, ya que en este sitio tienen la ventaja puesto que pueden evadirnos pero una vez en el castillo no podrán continuar haciéndolo ya que ahí no hay muchos lugares hacia donde o por donde correr y si los saben, entonces confirmaran que son Potter y -quizás- Black-dijo Severus con decisión.
-Supongo que eso haremos, aunque quizás deberíamos decirle a Draco ya que se está apegando mucho a Lux y también a Amed por lo que podría sentirse traicionado si resultan no ser quienes dicen-dijo Remus preocupado viendo como el rubio se divertía con el príncipe y su guardián.
-¡Ya lo sé! Pero no tengo valor para decirle de nuestras sospechas pues de hacerlo las dudas lo invadirían y desde la muerte de Narcisa y nuestras sospechas de lo que le sucedió no había vuelto a sonreír, hasta que los conoció; por eso no me atrevo a desilusionarlo, porque si es Potter recuerda que no se llevaban muy bien que digamos. Aunque eso hace aun más incomprensible su "amistad" en este momento, Remus-dijo Severus con algo de preocupación aunque sin perder la calma.
-¡Tienes razón! Draco es feliz y eso se debe a ellos, decirle que a la mejor no son quienes dicen, lo entristecería de nuevo así que lo dejaremos -de momento- así, al menos hasta tener pruebas de su identidad. Además por ahora no hacen ningún daño y sin querer están ayudando mucho a tu ahijado-dijo Remus resignando a esperar el tiempo que fuese necesario pero estarían al pendiente por si acaso.
Mientras tanto Draco junto al príncipe Amed y compañía charlaban de manera tranquila, al menos así era hasta que Sei vio como el rubio deslizaba suavemente su pálida mano sobre la mano de su hermano, entrelazando los dedos.
-¿QUIÉN TE CREES QUE ERES PARA TOCAR A MI HERMANO?-grito Sei molesto y celoso, separando bruscamente al rubio del lado de Lux y con tan brusco movimiento ambos cayeron al suelo irremediablemente, aunque eso muy poco le importo al chico que de inmediato se fue sobre Draco, golpeándole.
-¡Basta Sei, deja a Draco en paz!-dijo enérgicamente Lux separando a ambos chicos, antes de que siguieran golpeándose pues el rubio había comenzado a responder el ataque de su hermano así que en verdad se estaban dando bien duro los dos.
-¿Te encuentras bien, Draco?-pregunto Remus preocupado mientras ayudaba a incorporarse al chico y evaluaba los daños que presentaba, los cuales no parecían ser muy serios, un labio roto, un ojo morado, quizás algunas magulladuras en el resto del cuerpo pero que la ropa le impedía observar, así que no se preocupo tanto, aunque no le gusto en lo absoluto que Sei, golpeara a su segundo cachorro, eso era una enorme afrenta para su lobo, el que por cierto le estaba costando horrores mantener a raya, pues su bestia interior deseaba saltarle a la yugular al mocoso aquel que se había atrevido a lastimar a su cachorro.
-¡Estoy bien, Remus o lo estaré luego de que Severus me dé una de sus pociones!-dijo Draco aceptando la mano del castaño para poder levantarse pero al hacerlo un pequeño gemido escapo por entre sus labios, deslizando sin darse cuenta una de sus manos hacia su costado izquierdo puesto que una repentina punzada de dolor lo había atacado al incorporarse y con tal movimiento la sobreprotección del licántropo no tardo en ser manifiesta.
-¿CÓMO TE ATREVISTE A LASTIMAR A MI CACHORRO?-rugió/grito Remus furioso, agarrando por la solapa de la túnica a Sei, sacudiéndole bruscamente.
-¡Remus, no ha sido tan grave; déjalo por favor!-dijo Draco angustiado de que el licántropo pudiese competer algo de lo que más tarde se pudiera arrepentir, pero lamentablemente el castaño no le prestaba la mas mínima atención, pues estaba enfocado en tratar de "destruir" a quien había herido a su cachorro.
-¡Ya Basta; no voy a dejar que lastime a mi hermano, ni siquiera por Draco! Y esto me va a doler mas a mí -pues no me gusta ser violento- que ha usted pero es necesario-dijo Lux con decisión y firmeza mientras que con una rapidez extraordinaria ataba las muñecas del castaño con una finísima cadena de plata, tan delgada y delicada que bien habría pasado por un brillante listón, jalando la atadura fuertemente para que apretara lo más posible, provocando dolor al licántropo, quien ante el mismo soltó irremediablemente a Sei, el cual había comenzado a ponerse azul por la falta de aire en sus pulmones pero al ser liberado de inmediato empezó a respirar agitado tratando de recuperar el aire perdido.
-¡Llévate al príncipe Amed y a mi hermano! Yo me encargo de lo demás ¡Ahora!-ordeno Lux molesto al otro guardián y sin dejar en ningún momento de sujetar a Remus -a pesar de saber que le hacía daño- pues el lobo estaba tan furioso que a pesar de su dolor aun trataba de llegar a Sei para destrozarlo, así como Lux se había convertido en su segunda víctima para su destrucción.
Mas Lux no tuvo que repetir la orden, en menos de tres segundos, el guardián tomo a Sei y Amed por un brazo a cada uno sin darles tiempo a reaccionar, desapareció con ambos de ese lugar; tras lo cual Remus fue finalmente liberado aunque es no impidió que las muñecas del licano presentaran una ligera quemadura sobre la piel a pesar de la ropa debido al contacto con la cadena de plata.
-¡Lo lamento mucho, Draco y señor Lupin; de verdad me siento muy apenado por lo que ha sucedido! Pero por desgracia Sei es demasiado arrogante, celoso y posesivo, lo cual no es bueno mas no he conseguido que cambie, mas espero que luego de esto empiece a reconsiderar su actitud y si no me voy a encargar de que lo haga; por cierto va a necesitar esto, señor Snape para poder curarlos-dijo Lux mientras extraía de sus ropas dos pequeños frascos que aventó a Severus, quien se vio forzado atraparlos en el aire para evitar que se rompieran.
-¿Qué son?-pregunto curioso Severus al ver los frasquitos y de los cuales no podía asegurar su contenido pues nunca antes había visto algo como lo que contenía.
-¡En realidad no importa, no es veneno si se lo pregunta! Use el primero -frasco verde- para la poción que normalmente utiliza para golpes, magulladuras, quemaduras y huesos rotos, eso ayudara a Draco y el segundo -frasco blanco- agregueselo a la poción matalobos en la próxima transformación del señor Lupin, eso la hará más soportable además de curar sus quemaduras porque la primera poción solo aliviara un poco la molestia pues su sanación será hasta la transformación en que como lobo su sistema este mas fuerte, ahora como hombre tan solo conseguirá alivio pero no ser curado; ahora me voy, tengo que hablar seriamente con mi hermano, permiso-dijo Lux con tranquilidad, desapareciéndose antes de que los tres magos pudiesen responder.
Y así...
Continuara...