Tiempo...había pasado tiempo desde la ultima vez que lo había visto. Himuro Tatsuya, 20 años, joven, apuesto, sexy; sin embargo eso no era ningun orgullo para él para entonces. Podía tener a todas las mujeres que el morocho de flequillo largo quisiera pero ninguna de esas mujeres satisfacería lo que el ex jugador de Seirin había logrado. Robar su corazón.
Izuki Shun, era un año más grande que Himuro. Ambos ex-jugadores habían mantenído una relación de 3 años, suficiente tiempo para una propuesta "inesperada". Hace unos pocos meses, antes de su separación Himuro le había propuesto casamiento a Izuki pero este se negó por el hecho de -"Somos muy jovenes aún". Tiempo después, el chico de ojo de águila dejó al menor por el hecho de -"no créo que estemos preparados paradar ese paso, tal vez lo mejor sería darnos un tiempo".
Una vez terminada la relación, Izuki se fué de aquel departamento que habían compartido durante tres años. Para el #5 de Seirin no fué dificil la separación, sin embargo, para el jugador de Yosen, no fué así. Durante aquel periodo, Izuki había sido su unico sostén en aquellos tiempos, lo amaba, verdaderamente lo amaba y mucho. Cuando este se fué, Tatsuya se vió ahogado en un mar de depreción y alcohol. Alex, quién era como una madre, varias veces ya había intentado liberarlo de aquel malestar. Pese a estos actos, Himuro estaba en la peor de las penumbras.
Su refugio y unico amigo para entonces era el alcohol. Varias noches seguidas iba a alguno que otro bar de la ciudad. Muy pocas veces accedía a acostarse con alguna otra mujer pero no era lo mismo. No era su olor, no era su piel amanando calor, no era su vos la que escuchaba gemir, no era Izuki. Devido a este tipo de pensamientos, el morocho no lograba llegar al climax y simplemente terminaba llendose de la escena sin dar una explicación valida a las mujeres con quien se acostaba.
-Izuki...¿por qué te fuiste?...tu eras mio...¿que hice mal?, ¿te maltrate alguna vez?, ¿hice algo que te molesto?, ¿ya no me amas?...o-...¿o simplemente encontraste a alguien más?- pensamientos como estos no paraban de joderle la cabeza al pobre. Nadie comprendía lo que era vivir exaltado, inquieto por el hecho de saber que la persona que más se valora tal vez nunca volvera.
Como todas las noches, Himuro volvía de algún bar, o almenos de los cuales aún se le permitía entrar. Varias veces había sido arrestado por causar alboroto en algún que otro lugar. Volvía tambaleandose por efecto del alcohol repitiendo alguna que otra incoerencia o preguntandose porque el amor de su vida lo había abandonado. Antes de poder llegar a su departamento, un grupo de chicos se le acercaron por detras.
-Oye idiota, entreganos en dinero.- Himuro aún seguía "aturdido" por así decir. No comprendía lo que se le estaba demandando por lo que decidió ignorarlos. Una mano lo volteó por la fuerza.
-¿Qué estás sordo? danos el dinero si no queres que te hagamos mierda viejo...
-¿Qué estás esperando? apuráte.
-JA-JA esperen no ven que el retrasado está borracho- dijo este entre risas, samarreando a Himuro del pelo.- vamos a divertirnos un rato.
Dicho esto, comenzaron a empujarlo de aquí para halla como si fuera una pelota. Cuando este calló, comenzaron a patearlo y a molerlo a golpes. Poco rato despues, el jugador perdió el conocimiento por causa del alcohol en sus venas y golpes que había recibido en su cabeza.
Cuando este desperto, se dió cuenta de que se hallaba en su casa, la pregunta era ¿cómo y cuándo?. Su cabeza estába completamente adolorida y con la poca vista que poseía noto que su cuerpo estaba envuelto con varias curitas y vendas que mantenían las heridas cubiertas. Trató de levantarse pero sus piernas le fallaron, antes de caer al suelo, un brazo paso por su espalda, evitando la caída.
-No deberías beber tanto y mucho menos andar por las calles a estas horas...
-...-su vista aún seguía borroneada pero no había duda. Por más que la ceguera llegara a apropiarse de él, reconocería aquella vos entre un millon.-...I-Izuki...¿qué haces...?
-¿Cómo que hago?, venía de trabajar y ví que unos mocosos te estaban dando de lo lindo y bueno, me metí en el medio.
-¿Te hicieron algo, te lastimaron?- esta vez fue el chico "emo" quien se alarmo. Lo tomo del rostro para asegurarse de que no tenga ningún moreton.
-Estoy bien Himuro, estoy bien...valla, no tienes porque alamarte así...-sonrió tomandolo de las manos.
-¿Cómo no quieres que me preocupe?, cuando cualquiera de esos asquerosos de mierda pudo haberte puesto las manos ensima...
-...Estoy bien ¿si?
El silencio se prolongó más de lo esperado, fue roto cuando el chico "ojo de águila" notó variedades de botellas tiradas por el departamento.
-¿Qué estás haciendo ahora?, ¿trabajas?, ¿estudias?, ¿te estás alimentando bien?...
-¿Te preocupa...?
-No es eso idiota, el alcohol no va a solucionar tus problemas- dijo Shun mientras tomaba una botella y la tiraba lejos, cerca de una alfonbra.
-...no necesito nada, estoy bien así.
-¿...Himuro que te pasó?, tu no eras así...
-Claro que no...Izuki...yo te amo.
-Himuro ya hablamos de esto- dijo parandose, tomando su bolso y buscando paso hasta la salida. Himuro se lo impidió.
-Por favor Izuki no te vallas y quedate conmigo...no puedo llevar una vida ordenada sin tí.
-No me culpes. Claro que puedes llevar una vida ordenada y tranquila sin mí...
-No, no puedo- lo tomó del brazo.- quedate...
-Ya hemos hablado de esto Himuro, ahora sueltame.
-No, si lo hago te vas a ir y...volvere a estar solo y no quiero eso...
-Basta Himuro, me estás lastimando.
-¿Estás con alguien más, no?
-Te digo que me sueltes, estás borracho todavía.
-¿Estás con alguien?- su mirada era gélida.
-Himuro-
-¡¿ESTÁS CON ALGUIEN MÁS?!- hizo de su agarre más fuerte.
-¡Aai, basta Himuro me estás lastimando!- chilló este, intentando liberarse.
-¡CONTESTÁME!
-¡SI!
-...
"Si". Aquella palabra fue suficiente para que algo dentro del más joven se rompiera. Su mirada mostraba un rechazo absoluto a toda persona que alguna tuvo la osadía de tocar a su chico. Era el efecto y consecuencia del alcohol o simplemente tenía el impulso de abalanzarse hacía el más bajo por simple instinto. Tal vez solamente era por el hecho de querer demostrar que él era el era el unico que tenía derecho a tocar su cuerpo, nadie mejor que él sabía como enloqueser de lujuria al ex jugador de Seirin. Solamente él lograba desprender el sudor de aquel cuerpo y solamente él sabía que puntos tocar para escuchar los gritos del más bajo pidiendo que siga.
Sin preguntar, lo tomó del rostro y pasó su lengua por la comisura de los labios del mas bajo. Izuki trató de safarse pero se le fue completamente negado, Himuro tenía manos grandes, por lo que era facil para él mantener a su amado bajo su merced. Con su mano derecha mantenía las muñecas de Izuki inmoviles, mientras que con la izquierda, ejercia preción en las mejillas del "ojo de águila" con el fin de que, a causa del dolor, este abriera la boca y deje entrar a su juguetona lengua.
-Himu-..ro...basta aah.
El más alto le había quitado la corbata, con la cual lo ató de manos y lo acosto en el sillón en el que anteriormente dormía.
-Himuro no quiero hacer esto...por favor, no hagas nada de lo que te puedas arrepentir...
-¿Arrepentirme, tú crees que despues de esto me voy a arrepentir?...no te eh vismo hace tres meses y tampoco se cuando será el día en que pueda volver a verte...Izuki, mi amor, volvé conmigo...vas a hacerlo por las buenas o por las malas...
Comenzó nuevamente el baile de lenguas, con cada beso el mas bajo iba "aflojando" su resistencia pero todo eso de vino a bajo cuando se le comenzó a despojar de sus prendas.
-¡HIMURO NO, NO, NO, NO, N-!
-Shhh, los vecinos te van a escuchar- tapó su boca mientras que con su otra mano iba bajando sus pantalones junto con el boxer.- mi amor, tu cuerpo es igual de hermoso como la ultima vez...Izuki- hecho un largo suspiro lleno de lujuria- eres perfecto...- comenzo por besar su cuello, así, fue bajando hasta llegar a su ombligo donde dibujo circulos con su lengua, mordisqueo y chupo a su gusto, dejando notables marcas. Los pequeños suspiros y gemidos de Izuki, morían en su boca, la mano del "emo" no le permitía emitir muchos sonidos, solo quejas.
Himuro tomó el miembro de este y lo frotó con fuerza y velocidad, una que otras veces lo introducia en su boca solamente para endurecerlo y hacer que acabara rapido. Un poco torpe, desprendió la hebilla de su cinturón y bajó la bragueta del pantalón, cuando por fin se libero de sus "opresores", dejó a la vista un miembro completamente erecto y ya humedo. Himuro a ver esta imagen comenzó por desesperarse, no le gustaba para nada como se inmaginaba el siguiente movimiento de su exnovio.
-Izuki, voy a entrar.- Y así fue, sin preparación alguna, entro. La mayor parte del ano del más bajo terminó completamente desgarrado. Las lagrimas del dolor le caían, nunca pensó que Himuro podía ser así de cruel, ni siquiera había esperado para que este se acostumbrara al tamaño de su miembro, simplemente comenzó a embestirlo y ya.
Himuro quitó su mano de la boca de este y la llevó hasta sus piernas para abrirlas aún mas y darse paso y llegar a fondo.
-¡Aah aah Hi-mu..aah Himuro..no.. ghn aahh... basta.. duele!- para evitar que sus gritos se escucharan, mordía su labio inferior pero no daba mucho efecto.
-No hagas eso, quiero escucharte- volvió a besarlo desesperado. El menor al encontrarse con su lengua, la mordió, el morocho retrocedio adolorido. Su reacción fue completamente inesperada, lo abofeteo y comenzó nuevamente con sus embestidas aún mas fuertes y rapidas.
-Himuro... por-.. porfavor.. nhg..no.. aah.. Aah.. no mas..
-Ya te lo eh dicho Izuki, tu te quedaras conmigo por las buenas o por las malas...nunca te iras..
-Himu...Himuro.. lo.. si.. siento.. aah.. perdoname.. Himuro..-gritaba y lloraba.
-Entonces suplicame.. suplicame que me detenga Izuki.. vamos ¡SUPLICAME!- dijo sonriendo, dando estocadas sumamente brutales.
-Porfavor.. Himuro.. me.. due- aah..duele..nhg.. mmh..
Himuro permaneció así durante un largo rato, para entonces Izuki había dejado de llorar, su mente ya no parecía estar conciente, miraba a la nada y de vez en cuando emitía algún sonido, alguna queja, alguna señal de que aún seguía..vivo.