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Naturaleza muerta por Kunay_dlz

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Notas del fanfic:

Personajes pertenecientes a Temari Matsumoto y Tomo Takabayashi.

Inspirado en la canción "Naturaleza muerta" de Mecano.

Notas del capitulo:

Espero que les guste  n.n

 


 


Naturaleza Muerta


I


No ha salido el sol, y Ana y Miguel, ya prenden llama


Ella sobre él, hombre y mujer, deshacen la cama


 


 


 


Hace dos semanas que se conocen, hace dos semanas que cruzaron mirada… hace dos semanas  que quedaron prendados de la otra persona.


Yuuri Shibuya, un singular chico de pelo y ojos negros, mirada amable y tenacidad absoluta; apenas con dieciséis años cumplidos es nombrado ‘Rey del mar’ en el puerto de Shin Makoku. He de remarcar que nadie, en el puerto, en el reino de Shhin Makoku o en los reinos de los Mazokus, existe alguien con semejante color en ojos y pelo. El negro, es un color especial que sólo puede ser portado por la realeza, es por ello el título de ‘Rey’ hacia este chico que apareció de la nada hacía un par de años. Se adaptó al pueblo de pescadores de Shin Makoku, se adiestró en el oficio de pescador y su pesca al ser siempre abundantes además que su bote jamás es dañado en altamar, los habitantes del puerto de empezaron a llamar ‘Rey del mar’, sumándole la perene gentileza y amabilidad del chico lo convertía en una persona muy especial. 


Wolfram Von Bielefeld, un hermoso chico rubio destellante y ojos esmeralda, mirada orgullosa y ternura oculta; era el príncipe de Shin Makoku. Era el hijo menor de la familia real, conocido por su extrema hermosura y su carácter caprichoso, arrogante y demasiado orgulloso. A pesar de sus bien conocidas ‘cualidades’, el príncipe Wolfram era un excelente soldado. Al igual que sus hermanos, él estaba encargado hacerse responsable y de proteger una región de su reino… donde era muy querido, hecho que aturdía a aquellas personas que se dejaban llevar por las habladurías y primeras impresiones del bello príncipe que no se daban el tiempo de tratarlo y llegar a conocerlo mejor.


Ahora que sabemos un poco más de estos personajes, continuemos con la historia.


Hace dos semanas, Yuuri embarcaba su bote al muelle después de otra fructuosa pesca, revisaba sus redes para otro viaje, estaba atareado en la popa cuando escuchó los casquillos de caballos a lo lejos; el príncipe salía con uno de sus hermanos mayores en el patrullaje de su región costera, se preguntaba el por qué no se había dado tiempo de visitar la playa más a menudo…


En un instante, a una distancia prudente entre el muelle y el camino de paso, esmeralda y ónix se encontraron, de pronto no existía nadie más que ellos dos: un chico en un bote, un chico en un caballo. Una sonrisa de parte del ‘Rey’, un parpadeo como repuesta del príncipe y, un golpeteo dentro del pecho de cada uno lo confirmó: amor a primera vista… ¿Amor a primera vista?


¿Existirá tal cosa como ‘amor a primera vista’?


Decidieron averiguarlo.


Cruzaron un par de palabras, cada uno en su papel: un príncipe y un pescador. Terminaron molestándose por las palabras altaneras de parte del bello rubio y por la sencillez del apuesto moreno, luego del percance se prometieron a sí mismos  no volver a cruzar caminos. Uno siguió con lo que estaba haciendo y el otro siguió a su hermano en el patrullaje, ambos tratando de olvidar su enojo ante el ‘amor a primera vista’… ambos sonrieron por su infantil pensamiento.


Más tarde, se volvieron a encontrar en un risco que daba excelente vista al mar y al pueblo de pescadores, a pesar de su primer-catastrófico-cruce-de-palabras, es esa ocasión, sin más testigos que las estrellas que empezaban a mostrarse en el cielo, el príncipe y el rey del mar se conocieron hasta el alma.


Con tan pocas palabras… se entendieron.


Con el simple roce de sus manos… estremecían sus cuerpos.


Con un par de miradas… se entregaron por completo.


Con un simple beso… entrelazaron sus destinos.


Ya sin pensarlo demasiado, el príncipe pasaba demasiado tiempo en la pequeña casa del pescador… esa pequeña casa cerca de la playa donde reinaba el amor, la pasión y la infinita entrega del orgulloso príncipe y el rey del mar.


Cada uno agradeciendo la presencia del otro, el entendimiento, la libertad, el cariño y el latido de sus corazones.


Así inició su historia, con una extraña primera impresión, con una entrega en cuerpo y alma, una historia que inicia con amor.


 


 


 


>>Continuará...

Notas finales:

Gracias por leer.


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