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Un Cuento Antes de Morir por darkness la reyna siniestra

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Notas del capitulo:

Hola para los que leen y estan pendientes de la otra parte. Este es el cap 2 y es un songfic pues el nombre del capítulo es "Arcangel Seductor" una cancion buenisima del grupo Nostra Morte la cual recomiendo escuchen.

Bien ni Saint Seiya ni la cancion son de mi propiedad. Ambos son de sus respectivos creadores.

En este capítulo ya empieza lo bueno del drama, solo espero actualizar pronto y a las personas lindas que me dejaron reviews se les agradece su apoyo y espero no defraudarlas. Gracias.  

Ahhh una ultima cosa. "Los textos entre comillas son pensamientos" y lo que esta en negrita y cursiva es la letra de la cancion.

Bien a leer se a dicho >w<

 "Arcangel seductor."

 

 

Mu no podía creer aún lo que le estaba pasando. Saga, el hombre por el cual sus manos temblaban en nervios, se había declarado a él y no bastándole con eso, le pidió que fuera su novio. En verdad que el joven lemuriano no cabía de la felicidad que lo invadía en estos momentos.

Muchas veces había ocurrido aquello pero únicamente en sus más bellos y secretos sueños, pero nunca habían sido tan perfectos como habían sido en la realidad. Claro, para Mu cabe recalcar.

Saga que en ese preciso momento abrazaba al peli-lila. Estaba asustado, nervioso y arrepintiéndose de ese acto mentiroso y cruel que estaba cometiendo a costa de su amigo enamorado solo para obtener lo que él quería. Más el recordar como Shaka lo miraba sin un ápice de sentimiento lo hizo darse cuenta que aquel mal que estaba haciendo, era necesario para que el rubio lo mirara y quien quitaba y también llegara a amarlo. Pero aunque se sentía mal por el discípulo de Shion, se dijo así mismo que el mal ya estaba iniciado y sería peor detenerlo ahora, pues Mu sufriría el doble si le bajaba de golpe de esa nube que recién le había formado.

Que ingenuo era Saga, no se daba cuenta que hubiera sido mejor que Mu se enterara en el momento a que lo siguiera engañando tan vilmente para un propósito tan egoísta. Aunque él no supiera lo que le esperaba al Primer guardián tras su juego ridículo.

 

 

En la cima del odio y la angustia se puede notar 
la forma perfecta de un ser inmortal, 
criatura divina con alma espectral 
tu engañas al hombre con sed de matar.

 

 

Ϯ† En Virgo... †Ϯ

 

 

—No entiendo que me pasa cuando estoy con ese traidor… simplemente no me puedo controlar… —el guardián de la Sexta casa tenía un monologo que lo perturbaba cada vez más, algo que no era común en él, más dejó sus pensamientos de lado cuando sintió un conocido cosmos acercándose a su casa.

—Buenas noches, Caballero de Virgo —saludó educadamente el visitante—. Sé que es tarde pero te pido que me dejes pasar por tu templo —concluyó mirando al rubio atentamente esperando su respuesta.

—Adelante Aioros. ¿A dónde vas tan tarde? Digo si no es indiscreción para ti decírmelo —contestó acercándose un poco al arquero en la entrada.

Aioros dio dos pasos más hacia dentro, mirando al hindú con un poco de impresión por su repentino interés, para luego sonreírle amablemente y responder:

—Pues verás, mi hermano me llamó mediante su cosmos así que voy a verlo. Lo sentí un poco molesto y dado que se ha estado sintiendo incómodo con algunas cosas, es mejor que hable con alguien y quien mejor para eso que yo —concluyó seguidamente, suspiró con algo de melancolía.

—Entiendo, bueno en ese caso no demoraré más su encuentro. Yo me retiro a descansar, buenas noches Aioros —Shaka se dio la vuelta dejando a Aioros seguir con su destino hacia el Quinto templo, pero unas palabras lo frenaron por un breve momento.

—Gracias Shaka, que descanses —se despidió el sagitariano yéndose del lugar.

Al no sentir su presencia, el más cercano a Dios se retiró a sus aposentos para seguir resolviendo lo que sentía en ese momento que era un extraño y desconocido sentimiento por el carnero zodiacal que lo hacía lastimarlo, o molestarlo sin razón aparente.

Todos conocían la pésima relación que el Primer y Sexto guardián llevaban, más nadie entendía porque. Ni siquiera el pobre Mu sabía a ciencia cierta del porque Shaka lo trataba de esa forma tan dura, tenían choques por cualquier cosa al estar en un mismo lugar pero siempre era el rubio el que provocaba al menor a debatir y ya había ocasiones en que se habían atacado físicamente y los demás habían tenido que intervenir para que no siguieran lastimándose. Pero Mu aunque no buscara los problemas, no tenía más opción que defenderse del mayor porque no se dejaría de Shaka, no señor, eso sí que no.

Shaka solía decir que Mu era un traidor y por eso no se merecía nada de él aparte de su desprecio. Pero en realidad el oji-azul sentía cosas muy diferentes por el Carnero, más sabiendo que éste estaba enamorado hasta la médula de Saga de Géminis. Optó por molestar y maltratar al oji-verde en venganza de que nunca lo miraría como él lo hacía por él de la Primera casa. Y se había jurado lastimar a Mu con lo que más le dolía: Saga. Aunque aún no tenía en claro cómo lograr aquello pero siendo por demás hermoso, sabía que no sería cosa de otro mundo.

 

 

 

Atrapa mi alma desata el terror, 
otorgame
el sueño con tu maldición. 
S
e mi castigo arcángel seductor 
vive mi muerte vive mi dolor.

 

 

Ϯ†Ϯ†Ϯ†Ϯ

 

El castaño arquero había llegado a la casa de Leo, recién entraba al recinto así que sin más llamó a su hermano menor.

–Aioria, hermano, ya estoy aquí —informó caminando ya por la estancia pero al no ver señal del león, se dirigió a la parte privada de aquella construcción intuyendo que el rubio cenizo estaba en su recamara—. ¿Aioria estás aquí? —el mayor ingresaba sigilosamente a la habitación del de Leo, encontrando a este sentado en el marco de la ventana de la habitación, mirando la noche estrellada.

—Hermano… —aquel susurro sacó de su ensoñación al leonino ya que volteó a ver a quien lo llamaba.

—Hola, Aioros… gracias por venir a estas horas —Aioria se bajó del ventanal y caminó hacia la cama para tomar asiento, invitando al mayor a sentarse a su lado cosa que el sagitariano aceptó.

—Para eso están los hermanos Aioria —sonrió—, además sé que tú harías lo mismo por mí.

—Claro que sí —el menor sonrió melancólico haciendo que el mayor se preocupara por su actitud.

—Dime, ¿ahora que te tiene así de triste y molesto?

El león suspiró frustrado.

—Bien, la cosa fue que… hace un par de horas salí hacia el templo de Aries con la intención de hablar con Mu…

 

 

† Flashback †

 

 

Aioria estaba recostado boca arriba en su cama, mirando el techo con una sola cosa en su mente: Mu.

Ese hermoso joven venido del Tíbet sin duda lo traía completamente enamorado, Mu había sido si amigo desde niños, desde que llegaran al Santuario a entrenar para ser Caballeros de Oro, pero cuando fueron creciendo. Los sentimientos del león habían cambiado dando paso a un sincero amor.

—Mu, porque no te enamoraste de mí en lugar de Saga… —soltó con voz lastimosa y unas terribles ganas de gritar todo su dolor— Quiero verte… tengo que verte mi amado Mu…

Sin pensar demasiado Aioria se puso de pie, se colocó una camisa sencilla blanca —puesto que tenía el torso desnudo—, se calzó unas sandalias simples y se puso lo más presentable y “casual” que la noche le permitiese para después ni lento ni perezoso, encaminarse al Primer templo con la esperanza de tener aunque sea un poco cerca al portador de la armadura del carnero por un tiempo al menos.

Descendió de la Quinta casa escaleras abajo. Al pasar por el templo del cangrejo, pudo notar que este estaba vacío, se imaginó que el Cuarto guardián estaría con Afrodita en el Doceavo templo así que restándole importancia siguió su recorrido hasta llegar a Géminis donde se encontró con sus ocupantes, más solo Kanon lo dejó cruzar pues aunque sentía a Saga, éste no estaba a la vista. Agradeciendo al gemelo menor, cruzó el Tercer templo hasta llegar a Tauro donde no hubo mayor contratiempo llegando finalmente a Aries.

Pero se topó con la sorpresa de que Mu no estaba allí así que encendiendo su cosmos, Aioria localizaría el del peli-lila y no se equivocó. Porque encontró al dueño de sus suspiros rápidamente en un área un poco alejada de los templos. Pero el ariano no estaba solo; a su lado estaba Shaka sosteniéndolo fuertemente de la cintura mientras el de ojos verdes se retorcía para tratar de escapar o defenderse de su rubio captor que, cada vez parecía hacerle más daño. Cosa que el leonino no soportó interviniendo en el abuso del semidiós.

 

 

† Fin de Flashback. †

 

 

—Y ¿Qué ocurrió luego de eso? —preguntó el mayor sorprendido e interesado por el relato escuchado.

—Ayudé a Mu y lo llevé a su templo, pero justo cuando íbamos llegando apareció Saga y... —el joven Leo suspiró—, pidió a Mu hablar con él, así que se despidió de mí e invitó a Saga a su casa… No sé qué planea ese miserable gemelo, Aioros, pero créeme que si le hace algún daño a Mu, yo mismo me encargaré de mandarlo al Averno… ¡de nuevo!

La mirada y la voz de Aioria estaban cargadas de enojo y decisión.

—Aioria, hermano creo que tienes que darle tiempo a Mu. Nadie escoge de quien enamorarse, simplemente pasa pero a veces no se toman las decisiones correctas. No todo puede ser lo que nosotros queremos que sea por mucho que nos moleste ese hecho. Tal vez Mu no haya pensado bien las cosas pero tarde o temprano se verá si ha hecho bien en elegir a quien escogió para amar o simplemente fue el peor error de su vida. Pero en todo caso te tendrá a ti para apoyarlo siempre.

—Veo que el estar con Shura te ha contagiado lo meloso, Aioros —rió burlón pero alegre el rubio al ver el cambio de su hermano mayor ya que éste no solía hablar de cosas de romance de una manera tan poética.

—¡Oye! No metas a mi Shura en esto, pequeño malcriado —respondió con fingida indignación mientras le hacía unas leves costillas al más joven.

Y así se la pasaron los hermanos entre bromas y risas que minimizaron un poco el dolor en el corazón del felino.

Al día siguiente, unos hermosos ojos verdes como esmeradas se habrían lentamente ante la luz traviesa y malcriada que golpeaba atrevida el níveo rostro del Guardián de la Primera Casa mismo que luchaba contra el sueño que aún reposaba en su cuerpo. Sentía que había tenido el más hermoso y real de los sueños. Uno donde Saga, su adoración le pedía ser únicamente suyo a lo que aceptaba sin rechistar y se entregaba sin tapujos. Pero al moverse un poco, notó con horror que se encontraba desnudo completamente y el sentir un leve movimiento a un lado suyo en la cama, imágenes golpearon su mente como una revelación. Había hecho el amor con el gemelo mayor la noche anterior.

Recordaba que se besaron de manera necesitada y desesperada, llegando sin saber cómo a la recamara del más joven en donde cayeron en la cama para tocarse, besarse y sentirse sin barreras que los detuvieran en su desenfreno desbordado de pasión. Para Mu había sido su primera vez. ¡Su primera vez! y con el ser que más amaba. Sin duda lo que toda persona desea, más para el geminiano era muy distinto…

 

 

Hoy tu mirada me atrapó, 
hoy tu instinto seductor; 
me lleva el sueño inmortal, 
me lleva el sueño final.

 

 

A Saga no le gustaba la idea de dañar al hermoso lemuriano, pero ahora si era imposible detenerlo. Le había complacido en sobre manera que Mu fuera virgen debido a que eso significaba que él había sido el primero en tenerlo, y vaya que había disfrutado aquello. Había tratado de ser lo más gentil que pudo con el chico hasta hacerlo confiar y pedir más de su calor. Pero en su mente y corazón, seguía estando Shaka y eso seguiría siendo así hasta que el rubio sintiera lo mismo que él.

El peli-azul abrió los ojos con pesadez pero rápidamente recordó los sucesos de la noche pasada, al notar que no estaba en su habitación en el templo de Géminis y más aún al ver al oji-verde a su lado, cubriéndose parte del blanco y fino cuerpo mientras lo miraba con infinita ternura.

—Buenas días, mi amado —saludó Mu mientras se inclinaba hacia el para darle un suave beso en los labios cerrados.

—B-buenos días... mi pequeño Mu —respondió luego de aquel suave y tímido rose, guardando las apariencias de quién miente para ganar. Abrazando al peli-lila por la cintura para iniciar otro beso más profundo a lo que el ariano colocó los brazos alrededor del cuello del griego.

 

 

 

Ángel oscuro abre las alas, 
ángel siniestro condena mi alma. 
Ángel oscuro abre las alas, 
ángel siniestro condena mi alma...

 

 

El tiempo en el Santuario pasaba volando pues luego de que Saga “formalizara” su relación con Mu —y lo pongo entre comillas porque la verdad de las cosas era que solo Camus, Milo, Kanon y Shaka sabían aquello—. El Géminis mayor no dejaba que nadie más supiera de eso ya que al final Mu seria desechado y el que pocos supieran de su noviazgo era benéfico puesto que no le reclamarían nada al verlo luego al lado de Shaka, quien en venganza a Mu estaba pensando seriamente en seducir al peli-azul. Vaya sin duda ambos planes saldrían bien.

De eso ya había pasado una semana que rápidamente se había convertido en un mes. Mes en donde se había formado una nueva pareja como por ejemplo la de Deathmask y Afrodita y también en el que ya Shaka y Saga se estaban entendiendo más de lo debido, provocando la frialdad del gemelo ante el ariano, mismo que no sabía que estaba ocurriendo con su amado novio… Pobre Mu.

 

 

 

En la cima del odio y la angustia se puede escuchar 
la risa perversa de tu vanidad, 
criatura divina con alma espectral, 
tú engañas al hombre con sed de matar.

 

 

Un buen día en que Saga le había informado a Mu que no podría ir a verle. Pasó lo que nadie se esperaba…

Mu caminaba pensativo en la actitud que había adoptado su amado para con él de un tiempo a la fecha. Por lo qué llego sin pensar a una parte algo apartada de donde los Caballeros solían estar, llevándose la sorpresa de su vida.

Se puede decir que casi todos en el Santuario sabían del amor del Primer Santo hacia al Tercero, más no sabían de su “relación.

El pupilo del Patriarca se sintió morir con lo que estaba viendo: Saga tenía apresado a Shaka de la cintura, mientras lo besaba en los labios de forma hambrienta y deseosa incluso más de cómo lo besaba a él.

A los minutos ambos se alejaron y comenzaron a reír mientras se abrazaban. Mu al tratar de huir sin ser notado, fracasó miserablemente pues al retroceder, golpeó una piedra con el talón de su pie lo que provocó un ruido que hizo a ambos amantes clandestinos abrazados voltear a verle. A Saga se le formó un nudo en el estómago al ver al peli-lila con una mueca de dolor y los ojos acuosos y tristes. Sabía que la hora había llegado.

—Mu —pronunció apenas tratando de acercarse un poco, más Mu retrocedió.

—S-Saga... —aquel tono le hubiera roto el corazón a cualquiera y el gemelo no era la excepción.

—Mu, por favor escúchame —pidió el griego.

—¿Por qué, Saga?... yo… yo te amo… —sollozó.

—Mu, yo amo a Shaka, siempre lo he amado a él —Saga bajó la mirada con pesar—. P-perdóname...

—Pero entonces…, ¿yo?

—Te mentí para que Shaka se fijara en mis sentimientos por él. Perdóname Mu yo no quería lastimarte pero si no lo hacía… —trataba de excusarse.

—Ju-jugaste conmigo… te di mi primera vez y tú… solo me usaste… me usaste…

Mu no comprendía, sentía que poco a poco el dolor crecía y quemaba su corazón y su alma. Se abrazaba a si mismo, susurrando con tristeza las ultimas palabras en lo que de su par de jades brotaban múltiples diamantes que morían en el filo de su hermoso rostro nacarado.

—Mu, compréndeme… yo…

—¡NO! —gritó presa del pesar al que estaba siendo sometido, con los ojos fuertemente cerrados— No… no… te amo pero me duele mucho… —sin decir más Mu salió corriendo de manera imposible, preocupando más al griego y haciendo sentir mal al hindú quien aunque no lo quisiera, sentía amor por el tibetano.

—“Quiero morir, dejar de sentir este dolor que me desangra con cada respirar, con cada recuerdo de tu mentira fatal

 

 

Atrapa mi alma desata el terror, 
otorgame el sueño con tu maldición. 
S
e mi castigo arcángel seductor, 
vive mi muerte vive mi dolor...

 

 

—“Que tus brazos ya no me protejan por protegerlo a él, mientras que dejas que yo me desarme. Saga sácame el alma para que ya no me la quites con trampas, mátame con tus manos para que mi corazón no lata más por ti.

 

 

Ángel oscuro abre las alas, 
ángel siniestro condena mi alma. 
Ángel oscuro abre las alas, 
ángel siniestro condena mi alma.

 

 

—“Solo quiero que me quiten este sufrir para ya no sentir”.

 

Quiero sentir, 
q
uiero sufrir. 
Quiero morir. 
Condéname...

 

 

Notas finales:

Gracias por leer gente bonita cualquier queja, duda, reclamo o sugerencia son bien recibidos con un review. Hasta el proxima cap.


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