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¿Es este el fin? por Chibiarisu

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Notas del fanfic:

Lamentablemente Kuroko no Basket no me pertenece, todos los personajes aquí mencionados pertenecen a Tadatoshi Fujimaki

Notas del capitulo:

Hola *O*/

Aquí dejo el fic del día que elegí!!!! 

Publico demasiado temprano porque debo ir a la Universidad ¬¬ y regresaré tarde xD, así que mejor lo pongo de una vez

Espero que los disfruten y nos vemos al final :D

Kouki no podía creer que tuviera esta clase de sentimientos hacia él, no se conocían, bueno solo de vista, pero eso no cuenta como conocer realmente a una persona, no tenían otra cosa en común que no fuera el basquetbol, no asistían al mismo colegio y peor aún, ni siquiera vivían en la misma ciudad. A pesar de todos estos obstáculos, el castaño no podía negar que sintió algo especial desde la primera vez que vio a aquel pelirrojo y a pesar de que su último encuentro en la final no fue el mejor, al menos había tenido la oportunidad de estar cerca de él.

Como sus mundos se movían en diferentes esferas, Furi creyó que poco a poco sus sentimientos comenzarían a desaparecer, pero no fue así, al contrario sus ganas de verlo incrementaban y no ayudaba en nada, que sus amigos Kuroko y Kagami de pronto hablaran de él, pues de vez en cuando se reunían para jugar, y a pesar de que en varias ocasiones recibió una invitación para unírseles, nunca las aceptó, pues no confiaba en su autocontrol y seguramente quedaría en evidencia. Y era más difícil no poder platicar con nadie sobre cómo se sentía, sería muy vergonzoso tratar de explicar por qué le gustaba tanto aquel chico, sobretodo porque ni él mismo lo sabía, ni siquiera le gustaban los hombres, pero él era diferente, era especial.

A pesar de sentirse deprimido, Kouki nunca faltaba a una sola de sus clases y mucho  menos a un entrenamiento, justo en este momento acababa de finalizar una práctica habitual y todos comenzaban a dirigirse hacia los vestidores, pero fueron detenidos por la entrenadora, pues al parecer tenía algo importante que comunicarles. 

—Chicos tengo una excelente noticia, el próximo fin de semana tendremos un partido de entrenamiento

—Qué??? — se escuchó la pregunta al unísono

—Espera entrenadora, no cree que es muy precipitado y contra quién se supone que nos enfrentaremos

—Hyuga eso es una sorpresa, pero puedo asegurarles de que son unos oponentes muy fuertes

—La entrenadora tiene una expresión que da miedo— le decía el peliceleste al pelirrojo

—Entrenadora apenas acaba de pasar la final, no puede darnos un poco de descanso— decía Koganei mientras se recarga exhausto sobre Mitobe

—Eh??!!! Muchachos ya hemos descansado bastante, no podemos confiarnos pero al menos esperaba que tuvieran un poco más de confianza en ustedes

—Por supuesto que le ganaremos a quien sea, dónde nos vemos

—Ah!! Esa es la actitud Kagami— decía felizmente Riko mientras le daba unas palmadas en la espalda a su as— Y espero que todos estén igual este sábado

…………………………

A pesar de que solo Kagami tenía ganas de tener este partido, nadie podía faltar o se enfrentarían a la ira de Riko, así que todos habían acordado verse en la cancha del parque que frecuentaban. Furihata iba un poco tarde pues se había ofrecido a comprar artículos como vendas, pomadas y medicamentos que se habían terminado. Revisó su celular y notó que solo iba atrasado por diez minutos, así que aceleró su paso para no perder más tiempo. Después de unos minutos llegó al punto acordado y pudo ver a sus compañeros, pero se sorprendió al notar que el juego no había iniciado, no, no solo eso, sino que ni siquiera se encontraban presentes sus adversarios.

—Qué está pasando?? Acaso nos equivocamos de hora??— preguntó el castaño al mismo tiempo que depositaba las bolsas de la compra en una de las bancas

—Ah Furihata-kun bienvenido— respondió el peliceleste— La hora es la acordada, simplemente el otro equipo aún no ha llegado

—Cómo es posible que aún no hayan llegado!!!! Le dije claramente que era algo serio— se quejaba Riko mientras comenzaba a marcar un número en su celular, pero de pronto un tono de llamada se escuchó muy cerca del lugar y cuando voltearon sus rostros hacia la dirección de la cual provenía, se toparon con una cabellera rosada muy familiar

—Momoi-san

—Tetsu-kun!!!!— como siempre Satsuki se abalanzó sobre el cuello del peliceleste

—Momoi por qué tardaron tanto!!!

—Lo siento Riko, no fue mi culpa, los chicos no estaban a tiempo y tuvimos unas complicaciones

—Así que Tou será nuestro oponente, dónde está Ahomine??

—No jugaremos contra Tou Kagami

—Pero Dai-chan sí que jugará— decía sonriendo la pelirrosa que de pronto notó que seguía sola, así que dejó por un momento su lugar junto a Kuroko y gritó hacia la calle— Chicos!!! Apúrense, ya vamos bastante retrasados

—Satsuki deja de gritar

—Hoy Cáncer no está en un muy buen puesto, pero Acuario y Leo tampoco nanodayo

—Kurokocchi lamento haberte hecho esperar

—Ahh necesito más dulces

—Satsuki ya estamos aquí, no hay por qué seguir gritando

Todo Seirin se quedó en shock, ya era bastante malo tener que enfrentarse a Aomine, pero esto era demasiado, sus oponentes eran nada más y nada menos que la Generación de los Milagros, es verdad que los habían vencido a todos, pero eso había ocurrido por separado. Furi sintió como su corazón comenzó a palpitar cada vez con más frecuencia, tanto tiempo llevaba anhelando verlo, que no podría creer que justo en estos momentos fuera capaz de admirar sus bellos ojos heterocromáticos.

—Espera entrenadora, acaso esto es una broma?

—Eh?? De qué estás hablando Hyuga, esto es muy en serio, así que todos prepárense para empezar

—Esto es genial!!! Venceremos a toda la Generación de los Milagros— gritaba el pelirrojo mientras se sacaba la sudadera

—Kagami-kun quieres tranquilizarte, esto no será nada sencillo— pero aún así imitó sus movimientos y se preparó para el juego

—Ustedes también pónganse serios

Ante los reclamos de Momoi, los cinco comenzaron a prepararse. Akashi se dirigió hacia las bancas para dejar su maleta y ajustarse sus tenis. Dejó la mochila muy cerca del lugar donde el castaño había depositado las bolsas y cuando quiso sujetar sus agujetas recordó que aquella rosa aún seguía en sus manos.

—Vamos Akashi, acaso no eres el capitán

—Deja de darme ordenes Daiki— tenía que deshacerse de la flor, pero no quería simplemente tirarla, fue hasta ese momento que notó que el castaño de Seirin tenía la mirada fija sobre él, Akashi avanzó hacia su dirección y tomó la palma de su mano— Tómala

—Eh???!!!— La cara de Furi se puso roja instantáneamente y su mano presentó un ligero temblor aun sosteniendo la delicada rosa, mientras que el pelirrojo simplemente caminaba hacia la cancha

……………………………….

Hace unos momentos  

Los cinco se encontraban en la estación del tren, esperando la llegada de su ex capitán que viajaba desde Kyoto. Como siempre el pelirrojo llegaba con un ligero retraso, pero para ser sinceros, ninguno era lo suficiente suicida como para hacerle algún reclamo. Akashi vestía con un cómodo pescador negro y una lisa playera blanca, acompañados por sus típicos tenis de práctica. Era extraño no ver al pelirrojo con su vestimenta elegante, pero aún así era evidente el aire de superioridad que lo rodeaba.

—Aka-chin ya me acabe la mitad de mis reservas esperándote  

—Akashicchi verdad que a Kurokocchi le dará mucho gusto vernos juntos nuevamente

—Tú ni siquiera le agradabas Kise

—Aominecchi!!!! No tienes por qué ser tan rudo, además eso quedó en el pasado— el rubio hacía una mueca de puchero

—Seguramente Taiga y Tetsuya se sorprenderán, pero lo que realmente me he estado preguntando, es por qué Shintarou tienes esa rosa contigo

—Obviamente es el lucky ítem de hoy, Oha asa pronóstico que Cáncer ocupa el puesto ocho, no iba a exponerme a salir sin él nanodayo

—Uhm pensé que era para aquel pelinegro molesto de Shutoku— y aunque nadie más secundó aquel pensamiento, los demás simplemente reprimieron muecas de burla

—De qué estás hablando Aomine

—Mou vámonos ya!!! Estamos retrasados  

Todos tomaron una ruta de autobuses que los llevaría hasta el lugar acordado, y aunque quisieran no llamar la atención, eso era imposible y todas las miradas se posaron rápidamente en el peculiar grupo, menos mal que era temprano y había poca gente en el transporte. Kise iba sentado con Aomine, Akashi con Midorima y Atsushi con Momoi.

—Shintarou entonces esa flor es para Takao Kazunari— Midorima creyó que el tema estaba zanjado, así que cuando su viejo amigo formuló repentinamente aquella pregunta, no pudo evitar que sus mejillas se tiñeran de rojo

—Ya he dicho que no

—Ehh pero Takaocchi te marcó mientras esperábamos a Akashicchi

—Tu esposa te estaba esperando en casa Midorima??

—Ehh Mido-chin al menos tu esposa cocina bien??

—No hay ninguna esposa!!!!— el peliverde se sentía exasperado y seguía sin comprender por qué seguía juntándose con esa bola de extraños— Toma!!! Puedes quedártela y hacer lo que quieras con esa flor— le dijo al pelirrojo mientras dejaba la rosa en sus manos

—Shintarou pero se trata de tu lucky ítem

—No me importa nanodayo

Pronto sería su parada, así que el pelirrojo no tuvo otra opción más que sostener la delicada flor en sus manos. A pesar de que iban algo retrasados no les faltaba mucho para llegar a la cancha, solo tuvieron que recorrer una calle y dar una vuelta a la derecha. Cuando hicieron su aparición las caras de sorpresa por parte de los de Seirin no se hicieron esperar, pero rápidamente se notaron las ganas de ambos bandos por tocar el balón, así que todos empezaron a alistarse. Akashi dejó sus maletas en una de las bancas de la grada, quería ajustarse sus agujetas pero le era imposible hacerlo con aquella flor, tampoco sabía qué hacer con ella si la conservaba. Se encontraba decidiendo el destino de la rosa, cuando sintió una penetrante mirada sobre él y al voltear su rostro se encontró con el castaño que lo había marcado la última vez. Esa opción era mejor que tirar la planta, así que avanzó hacia el muchacho y le entregó la rosa. Aquel muchacho se sonrojó, pero Akashi no fue consciente de aquella reacción pues rápidamente se había dirigido a la cancha.

………………………………..

El partido como era de esperarse contaba con bastante intensidad, los jugadores corrían de una cancha a la otra y a pesar de que los jugadores de Seirin los habían vencido a todos, no podía compararse con la dificultad que disponía el hecho de enfrentarse a toda la generación al mismo tiempo. En una de las jugadas en las que Akashi dominaba el balón y se disponía a encestar, Kagami en un intento de bloquearlo sin intención de lastimarlo, logró hacerle una cortada en la mejilla izquierda. El golpe realmente no fue grave, pero la delicada piel del pelirrojo fue muy sensible y las pequeñas gotas de sangre no podían parar. Akashi pidió que siguieran con el partido mientras él se disponía a ir por un pañuelo en su maleta, sin embargo antes de poder obtener el artículo, una mano le ofreció una toallita de algodón con alcohol, ganándose una mirada de sorpresa del emperador, que se quedó mirando fijamente al dueño de la extremidad.

—Ah, uhm…si Akashi-san no se limpia apropiadamente, puede infectarse la herida— fue la explicación que tuvo que dar el castaño ante la mirada examinadora del pelirrojo

—Tienes razón— y el jugador de Rakuzan comenzó a limpiar los restos de sangre de su nívea piel sintiendo un pequeño escozor por la influencia del alcohol. Una vez que la toallita dejó de mancharse por el viscoso líquido, Akashi supo que era momento de regresar a jugar, pero nuevamente quedó sorprendido cuando aquel mucho se acercó de pronto a su rostro y pegó una bandita sobre la herida.

—La entrenadora siempre nos hace comprarlas, no creo que haya problema si Akashi-san usa una

—…— Akashi no entendía de dónde venía esa familiaridad por parte del jugador de Seirin, no es que le desagradara, simplemente era extraño que las demás personas se tomaran esa clase de atrevimientos precisamente con él. Aún así admiró su gesto de valentía, pues era obvio para cualquiera que el castaño temblaba de miedo, así que trató de mostrarse cordial— Gracias

Pero el agradecimiento no vino solo, sino que además Furi fue capaz de admirar como una bella sonrisa adornaba el rostro del emperador. Ante tal gesto la cara de Kouki fue víctima de un ligero rubor, sin duda alguna no podía controlar sus sentimientos y el pelirrojo realmente le gustaba. Esta vez Akashi pudo presenciar como las mejillas del menor comenzaban a sonrojarse y como bajó su mirada para tratar de ocultar su vergüenza. Seijuurou no entendía el por qué de la timidez del otro, pensó que regalarle una sonrisa lo tranquilizaría en lugar de inquietarlo, quiso salir de dudas y confrontarlo, pero los gritos de sus compañeros para que regresara a la cancha se lo impidieron.

……………………………..

La semana volvía a empezar, lo que significaba que las clases estaban de vuelta. El partido del fin de semana había terminado sin mayor contratiempo, pero Seirin tenía que practicar aún más para ganarle a la Generación de los Milagros. Kuroko y Kagami se dirigían hacia la azotea después de comprar el almuerzo, como siempre el pelirrojo llevaba pilas de comida, mientras que el peliceleste solo cargaba con un diminuto obento. Iban hablando sobre su encuentro del fin de semana, cuando un disperso Furihata llamó su atención. El número doce caminaba distraídamente, tanto que en varias ocasiones chocó con otros compañeros, botes de basura e incluso macetas. Era bastante extraño ver al siempre alegre Furi preocupado y molestando a los demás.

—Furi cuidado!!!— pero a pesar de la advertencia del pelirrojo, el castaño terminó por estamparse contra una pared, provocando que se sobara rápidamente la frente

—Furihata-kun estás bien?

—Kuroko, Kagami desde cuándo están aquí??

—Kuroko puede ser posible que al pasar tan tiempo contigo, yo también posea tu habilidad

—Kagami-kun no digas tonterías— y después de cortar los sueños del pelirrojo, volvió a dedicar su atención a su otro compañero— Furihata-kun hay algo que te preocupa?

—Eh??!! Uhm…— la respuesta era un rotundo Sí!!!, pero Furi aún no contaba con el suficiente valor, como para platicarlo con sus amigos, así que poniendo su mejor cara lo negó— No, no es nada de eso, simplemente estoy algo cansado— a pesar de que el peliceleste mantenía sus dudas, decidió por el momento no preguntar más y los tres continuaron su camino para disfrutar de su almuerzo

…………………………………..

Nunca había cometido tantos errores como ayudante de la biblioteca, ni siquiera cuando era un novato había pasado por esta situación. Con un gran esfuerzo había logrado terminar el entrenamiento, pero en cuanto entró a la biblioteca su cerebro dejó de funcionar, al parecer últimamente este órgano se la pasaba en huelga, pues en lugar de concentrarse en las labores diarias, prefería seguir pensando únicamente en el dueño de los ojos heterocromáticos. Estaba cansado, tenía que buscar una solución, pues si seguía de esta manera en cualquier momento iba a provocar un accidente. Furi iba pensando en las mejores posibilidades para arreglar sus sentimientos, al mismo tiempo que abría el libro que llevaba en las manos, para dejar expuesta aquella rosa roja que comenzaba a secarse de una manera muy bella.

—Por qué me regalaste esta flor Akashi-san??— y es que honestamente, este gesto no ayudaba en nada para que el castaño olvidara sus sentimientos

—Akashi-kun te la dio??— Furi casi sufre un infarto cuando lo interrumpió esa voz y se percató de que el peliceleste caminaba a su lado

—Kuroko!!!! Desde cuándo, cómo…

—Salimos juntos desde la biblioteca— decía mientras le daba un último vistazo a la flor— Entonces qué está pasando con Akashi-kun— ante tal cuestionamiento el castaño no pudo evitar sentirse nervioso, pero ya que se había dado la ocasión, tal vez debía de aprovechar la oportunidad y pedirle un consejo a un amigo

—Uhm realmente no lo sé, creo … creo que Akashi-san me gusta

—… 

—…

—…

—Kuroko!!!!! Di algo!!!

—Creo que Furihata-kun y Akashi-kun son muy diferentes

—Oh…— él ya sabía eso, pero aún así es difícil escucharlo

—Pero creo que Furihata-kun debería decírselo si está seguro de sus sentimientos

—Eso es imposible Kuroko!!!!! Seguramente no me saldría ni una palabra y Akashi-san seguramente no siente lo mismo y… y…

—Y Akashi-kun te regaló esa flor, no es así?

—Sí pero ni siquiera sé por qué lo hizo

—Pues la única manera de saberlo es preguntándoselo no?? Puedo darte su número si quieres

—Déjame pensarlo bien— tener su número sería una gran tentación y no quería cometer alguna estupidez por culpa del impulso 

—Está bien, pero no tardes tanto, me preocupa que en cualquier momento tengas un accidente

—Ja lamento preocuparte pero estaré bien, nos vemos mañana— se despedía el castaño mientras doblaba la esquina, cuando una bicicleta pasó rozando su figura— Waaaa, estoy bien, estoy bien

—Furihata-kun

………………………………..

Akashi había terminado de tomar una merecida y relajante ducha, había cumplido con sus deberes así que ya se disponía a descansar, tal vez leer algo antes de finalmente dormir. Pero sus planes se vieron interrumpidos cuando su celular comenzó a sonar y no podía ignorar la llamada pues era de uno de sus amigos de Teiko, y uno que no solía marcar por cosas sin importancia, así que decidió responder.

—Tetsuya qué sucede?

—Akashi-kun cuáles son tus intenciones con Furihata-kun

—Tan directo como siempre Tetsuya, pero no sé a qué te refieres

—La flor, le diste una flor

—Ah aquella rosa era de Shintarou 

—Entonces Midorima-kun es el que tiene sentimientos por Furihata-kun?

—Jajajaja no, al parecer Shintarou llevaba esa rosa para Takao Kazunari, no resistió el cuestionamiento de todos nosotros y me la dio

—Y entonces acabo en manos de Furihata-kun porque…

—Porque era una rosa hermosa pero no podía conservarla sin que se maltratara y no podía simplemente tirarla, así que tu compañero estaba ahí, eso es todo

—Eso es todo?? Akashi-kun eres de lo peor

—No entiendo porque estoy siendo el malo en todo esto Tetsuya

—Porque tus acciones pueden malinterpretarse

—La única manera de malinterpretarlo sería que piense que tengo algún tipo de interés por él

—…

—Tetsuya no me digas que le gusto??

—Uhm… yo no soy al que deberías de preguntarle Akashi-kun— y el peliceleste cortó abruptamente la llamada para evitar ser cuestionado por su excapitán y terminar revelando los sentimientos de Furihata

—Interesante— decía el pelirrojo mientras observaba lo que quedaba de la pequeña herida que se había hecho en el partido

……………………………….

Kuroko no sabía qué hacer, por un lado sentía que lo mejor era contarle a Furi que todo había sido un malentendido, pues de otra manera el castaño seguiría ilusionándose con una mentira; pero por otro lado él no era el indicado para decirlo, lo mejor era que el propio Akashi le diera una explicación al número 12. Para todos los demás el preocupado peliceleste pasaba desapercibido, pero Kagami notó inmediatamente que hago iba mal y sorpresivamente por primera vez, fue Kuroko el que no se percató de su presencia.

—Qué va mal Kuroko??

—Kagami-kun no sé qué hacer?

Ante la cara de preocupación del jugador sombra, Kagami decidió llevarlo a un lugar más privado, pero antes tuvo la atención de comprar un zumo de vainilla en tetrapac para el menor. Una vez solos Kuroko le explicó toda la confusión que existía en relación a Furihata y Akashi, y después de unos minutos de que el pelirrojo asimilara toda la información, se decidió a hablar.

—Ese maldito de Akashi!!! Iré a decirle toda la verdad a Furi!!!

—Cálmate Kagami-kun, no podemos hacer eso— decía el peliceleste al mismo tiempo que sostenía al pelirrojo por la camisa

—Qué estás diciendo Kuroko!!! Entonces prefieres que Furi haga el ridículo!!!

—Por supuesto que no, pero creo que ya tengo la solución— dijo mientras terminaba lo último que quedaba de su deliciosa bebida— Necesitaré tu ayuda Kagami-kun

……………………………..

Akashi no entendía cuál era la urgencia de Kuroko, para que incluso le hubiera pedido venir hasta Tokyo. El peliceleste le había mandado más de cinco mensajes para que su excapitán le confirmara su asistencia, Akashi estaba demasiado ocupado, pero ante tal insistencia no tuvo otra opción más que ver por sí mismo lo que le ocurría a su antiguo compañero de equipo. Ahora mismo se encontraba esperándolo en un parque cercano de la secundaria Seirin, tomó asiento en una de las bancas que quedaban frente a los columpios. El lugar no estaba concurrido, solo unas cuantas personas ocupaban otras bancas, padres que llevaban a sus hijos al área de juegos y uno que otro se ejercitaba en el lugar. Revisó la pantalla de su celular y se dio cuenta de que esta vez se había retrasado solo por diez minutos, pero a pesar de eso no había ningún indicio del peliceleste. Unos cuantos minutos después se escucharon unos pasos acelerados acercándose en su dirección, pero al levantar su mirada se encontró con un agitado castaño en lugar del peliceleste que esperaba. 

Furihata se encontraba en casa jugado videojuegos con su hermano mayor, cuando un repentino mensaje de Kagami llegó a su celular. El texto decía que habría una reunión urgente en el parque y que tanto la entrenadora como el capitán habían dicho que nadie podía faltar, pero la reunión indicaba tres de la tarde y en ese momento solo faltaban cinco minutos para llegar a esa hora. Lo más rápido que pudo cambió su pijama por unos pantalones y una playera, limpió su cara y tomó algunas de sus pertenecías, para salir corriendo con todas sus fuerzas al punto de encuentro. Cuando llegó al parque a penas y podía seguir respirando, es por eso que cuando llegó a la banca en la que solía reunirse el equipo de básquet, no pudo ni siquiera soltar una exclamación de sorpresa al encontrarse con Akashi Seijuurou, fue hasta que sus pulmones poco a poco regresaron a su ritmo habitual, que se atrevió a hacer la única pregunta que su cerebro le permitió formular.

—Dónde están los demás??— pero Akashi tenía la misma cara de confusión que él— Akashi-san por qué está aquí??

—Tetsuya me citó aquí, pero el muy osado aún no ha llegado

—Kagami me mandó un mensaje diciendo que todos nos reuniríamos aquí, pero…

Fue hasta ese momento que comprendió todo, Kuroko había planeado esto para que él aclarara sus sentimientos, incluso le había contado a Kagami. Si sus amigos creían que esta era la mejor solución, él no estaba de acuerdo, no podía ni siquiera verlo directamente a los ojos sin sonrojarse, estaba a punto de huir, tal vez sería visto como un loco y cobarde, pero eso era mejor que ser rechazado por el pelirrojo, iba a comenzar a retroceder cuando el tono de ambos celulares lo interrumpió. El mensaje para Akashi decía “Dile la verdad. Kuroko”, mientras que el mensaje para Furi decía “Abre bien los ojos, se valiente. Kagami”. Akashi entendía muy bien a lo que Tetsuya se refería, pero Furihata no entendía del todo el mensaje de Taiga.

—Creo que todo fue un malentendido, lo mejor es que nos vayamos— cuando se ponía nervioso simplemente no podía controlar su lengua y hablaba sin parar— Además Akashi-san vive muy lejos y si no te vas ahora llegarás muy tarde y…— hubiera continuado con su monólogo si Akashi no lo hubiera impedido cubriendo su boca con su mano

—Por qué estás tan nervioso??— gracias a Kuroko el pelirrojo ya sabía la razón, pero quería comprobar por sí mismo, si el castaño se atrevería a decírselo

—Es que todo fue tan repentino, mi cerebro todavía no lo procesa y Akashi-san me pone nervioso— Oh!!! Qué es lo que acababa de decir, alguien tenía que detenerlo antes de que siguiera siendo tan sincero, pero tal arranque de sinceridad dejó totalmente asombrado al pelirrojo, que no pudo evitar reír para sus adentros

—Te pongo nervioso Kouki??— Furi no sabía si se sentía más alterado por el hecho de que usara su nombre o porque se estuviera acercando más hacia él

—Bueno Akashi-san es un gran jugador, es normal sentirse un poco intimidado por el capitán de Rakuzan y excapitán de Teiko— el jugador de Seirin creyó que era una excusa perfectamente creíble, porque era muy común que la gente se sintiera un poco abrumada ante su presencia, sin que hubiera sentimientos amorosos de por medio

—Uhm yo pensé que era porque te gustaba— los colores se le subieron a la cara a Furi, acaso era tan evidente cómo se sentía. Por su lado Akashi no recordaba cuando era la última vez que se había divertido tanto con algo que no tuviera que ver con el basquetbol—Como sea creo que tienes razón es mejor que me vaya

—Espera Akashi-san!!!!

Ya sabía sus sentimientos, pero no había tenido la oportunidad de confesarse y todavía peor no sabía cómo se sentía el pelirrojo respecto a eso. Tal vez estaba siendo demasiado imprudente y después se arrepentiría, pero esta era su única oportunidad, de otra manera no volvería a tener el coraje para hacer algo similar. Así que sacando todo el valor que tenía se acercó al pelirrojo y depositó un casto beso en su mejilla. Akashi solo quería molestarlo, nunca espero que aquel jugador que más que humano parecía un chihuahua, sacara el valor para tocarlo.

—Eso no es un beso Kouki… este sí lo es  

Y terminó por darle un verdadero beso en la boca, ni siquiera él mismo entendía por qué llegaba tan lejos con un desconocido, pero era demasiado adictivo llevar hasta sus límites al jugador de Seirin, le entretenían sus reacciones, gestos y además siempre lograba sorprenderlo, como ahora que después de acostumbrarse había correspondido su beso. Pero el cuerpo de Furi no estaba preparado para tanta intensidad y la necesidad de aire llegó demasiado pronto, cortando de una vez por todas el contacto que los unía.

—Espero que hayas aprendido la diferencia Kouki, nos vemos— y el pelirrojo se fue sin más, sin percatarse que el cuerpo del castaño simplemente se había quedado congelado

…………………………………….

Y después de esa ocasión los dos comenzaron a frecuentarse, al principio sus encuentros siempre terminaban en las canchas de básquet o en algo relacionado con este deporte, como comprar tenis, balones o  cualquier otro artículo que les hiciera falta. Pero después sus puntos de encuentro cambiaron a lugares más comunes, como cafeterías, cines, tiendas, entre otros. Por supuesto que Kuroko no estaba de acuerdo con su amigo, era obvio que Furihata cada vez estaba más ilusionado con el pelirrojo y el peliceleste creía que su excapitán también pasaba un buen rato al lado del castaño, pero no le parecía que su amistad o lo que sea que tuvieran, empezara a base de una mentira pues Akashi aún no le había dicho la verdadera historia de aquella flor.

En esta ocasión se encontraban en la casa del jugador de Seirin, realmente habían terminado en su hogar por accidente, pues regresando de su visita al acuario una fuerte lluvia los sorprendió, quedaron totalmente empapados y si no querían coger un buen resfriado lo mejor era que sustituyeran las prendas húmedas por unas secas, así que Furi le ofreció a Akashi usar algo de su ropa. Furi estaba preocupado porque nada de su ropa fuera del agrado del pelirrojo, buscó lo más caro y formal que tenía, pero por supuesto ni siquiera ese conjunto se ajustaba a su personalidad, a pesar de eso se sorprendió cuando Akashi se lo agradeció y entró al baño para cambiarse. Kouki no creyó que verlo usando sus prendas lo excitaría tanto, pero no podía negar que sus deseos de tocarlo aumentaron considerablemente al ver que incluso su ropa lucía mucho mejor en él. Tuvo que hacer uso de todo su auto-control para contener sus impulsos y entrar lo más rápido posible al baño para deshacerse de la ropa mojada y de sus propios pensamientos.

Mientras el castaño se encontraba en el sanitario, el pelirrojo aprovechó para hacer una pequeña investigación en su cuarto, era una habitación bastante acorde a su edad, y bastante ordenada para lo que creyó; en su escritorio tenía una pila de libros mezclados con cuadernos y unos que otros mangas, pero llamó su atención que solo uno de los textos se encontrara alejado de todo ese caos y se depositara pulcramente junto a una lámpara, el título no era de lo más alentador pero el cuidado que le daba Furi fue lo que despertó su interés para leerlo, así que lo tomó y guardó con suma atención en su bolso que gracias a la secadora y Furihata se encontraba completamente seco, después tendría tiempo para avisarle que lo había tomado prestado. Momentos después el castaño salió con una toalla para secar su empapado cabello, mientras observaba como ocupaba un lugar en su cama, recordó lo que Reo le había dicho unos días antes, al enterarse de que ese fin de semana volvería a reunirse con él.  

—Sei-chan vayamos este fin de semana a comer todos juntos

—Este fin de semana no puedo Reo

—Eh!!! Sei-chan otra vez vas a salir con Furi-chan— decía con un tono de berrinche, pues extrañaba que el pelirrojo saliera con su equipo de Rakuzan

—Uhm si, vamos a visitar el acuario

—Bueno qué se le puede hacer, Sei-chan se ve más feliz desde que sale con Furi-chan

—De qué estás hablando Reo?

—Solo digo lo que todos vemos, Sei-chan está de mejor humor— le decía al mismo tiempo que le mostraba una colección de fotos que tenía de él en su celular, pues para nadie era un secreto del cariño que le tenía el pelinegro— Estás seguro que es un simple amigo?? Sientes por él lo mismo que sientes por cualquiera de tus compañeros de Teiko?

—…

Akashi no había querido responder esa vez, y para ser sinceros aún no estaba seguro de la respuesta. Disfrutaba pasar tiempo con Furi de la misma manera que con sus antiguos compañeros, pero de cierta forma el castaño era especial, hacia que su mal humor desapareciera rápidamente, siempre lo hacía reír y frecuentemente tenía ganas de hacerle algo más, algo que aún no estaba dispuesto a admitir. Pero ahora que lo tenía justo en una cama, con el cabello totalmente húmedo y tan cerca de él, sentía como poco a poco su autocontrol desaparecía y su instinto animal cada vez le exigía con más fuerza que satisficiera sus deseos.

Furi seguía con la labor de secar su cabello, pero al cambiar tan rápido su ropa, olvidó secar perfectamente su cuerpo, aunado a que su elección de playera blanca, no ayudaba en nada a evitar que su piel se transparentara a través de ésta y que por lo tanto Akashi pudiera ver perfectamente como sus pezones se encontraban erectos por la diferencia de temperatura. Tal visión hizo que su juicio lo abandonara y antes de que incluso pudiera pensar en lo que estaba haciendo, ya se encontraba acorralando al castaño en contra del colchón.

—A..Akashi qué pasa??— para el castaño también era peligroso tener al pelirrojo tan cerca

Que qué pasa, bueno quiero hacerte mío, esa fue la respuesta que llegó inmediatamente a su cabeza, pero aún así no la pronunció, al contrario sin dar una sola explicación selló sus labios en un beso. Desde un principio el contacto fue con demasiada urgencia y necesidad, en donde acababa un beso empezaba otro, sus bocas rápidamente se humedecieron y a pesar de la necesidad del aire, sus labios simulaban imanes y por lo tanto era imposible para ellos separarse. Pero el deseo de Akashi no iba a satisfacerse solo con besos, por ello sus manos comenzaron a acariciar su piel por debajo de la playera. Al sentir las manos del pelirrojo sobre su torso, Furi no pudo evitar soltar un suspiro y romper con el beso, situación que fue aprovechada por Akashi para lamer su cuello y posteriormente llegar a las perlas rozadas. Con su lengua rozó la delicada piel e instintivamente Furi sintió una fuerte sensación de placer, que se intensificó cuando el pelirrojo tomó completamente sus pezones con su boca.

Akashi aún tenía la necesidad de seguir probando al jugador de Seirin, de escuchar más sus gemidos y poder ver las expresiones que ponía solo para él en estos momentos, así que por encima de la ropa comenzó a acariciar su miembro, que no hizo esperar su respuesta y rápidamente comenzó a ponerse erecto; el emperador estaba a punto de bajar su cierre y dedicarle más atención, cuando un molesto celular comenzó a sonar, quiso deshacerse del aparato pero el mensaje no era de cualquiera, se trataba de su padre y al parecer requería verlo ahora mismo. Akashi no tuvo otra opción más que dejar pasar esta oportunidad, se puso de pie liberando el cuerpo del castaño y tomó sus pertenencias para partir, pero antes se despidió de su presa.

—Por esta vez te salvaste Kouki— le dijo guiñando uno de sus bellos ojos— No es necesario que me acompañes, conozco la salida— y sin más abandonó su habitación, dejando a un Furi muy excitado y confundido

……………………………………

Después de aquella ocasión en la habitación de Furi, ambos no habían salido tan seguido, pues al parecer el pelirrojo se encontraba muy ocupado resolviendo tareas que le había encargado su padre. Furi no podía negar que sus sentimientos eran más fuertes que en un inicio, pero al menos ahora se sentía más confiado, estaba casi seguro que el pelirrojo correspondía sus sentimientos. Ese sábado por la mañana el castaño había salido a comprar hamburguesas para él y su hermano, pues sus padres habían ido a visitar a los abuelos y su madre no tuvo tiempo de prepararles algo, y ellos tampoco contaban con muchas ganas de cocinar, así que el mayor de los Furihata le había dado dinero para que fuera por algo de comida rápida. Llegó a Maji Burger y estaba a punto de formarse en la fila para hacer su pedido, cuando una cabellera rojiza llamó su atención y al poner más atención comprobó que no estaba equivocado, pues tres mesas más allá de él, se encontraba el grupo familiar formado por el antiguo equipo de Teiko y Kagami. Su pecho se llenó con anhelo indescriptible después de finalmente ver al pelirrojo, fue por ello que decidió acercarse a la conversación antes de hacer su pedido. Aunque aún no podía escuchar lo que decían, Akashi se veía incómodo ante lo que parecían ser burlas por parte de los otros y tal vez lo mejor fue darles privacidad, pues rápidamente el castaño se arrepentiría de haber escuchado esa conversación.

—Akashi-kun debes decirle la verdad a Furihata-kun— el corazón del castaño sintió una punzada de alarma al escuchar su nombre

—Es verdad Akashicchi!!! Si no será más difícil explicarlo después

—No se metan en mis asuntos, yo sé cómo manejarlo 

—Al final el Chihuahua terminará por saber que la flor no era para él

—Si no para Taka-chin

—No era para Takao nanodayo!!!! 

—Así que esa es la verdad Akashi??— todos se sorprendieron ante esa intromisión y el perfil relajado que caracterizaba el pelirrojo cambió por uno de preocupación

—Kouki no es lo que tú…— pero antes de que pudiera continuar, el castaño salió corriendo del lugar con los ojos llorosos

Aún no podía asimilarlo todo, pero si no había escuchado mal y esto no era un sueño, entonces significaba que Akashi le había mentido, lo había usado, solo se había divertido jugando con él, seguramente le platicaba a sus amigos lo patético que se comportaba y lo tonto que era por creer que el gran Akashi Seijuurou podría fijarse en alguien tan común como él. Corrió tanto como pudo, tomando múltiples atajos hasta que finalmente llegó a un parque bastante alejado de su casa y agradeció tanto que el lugar estuviera solo, pues las lágrimas amenazaban con no parar nunca, al parecer estas se acabarían hasta que no quedara una sola gota de agua en su cuerpo. Había sido demasiado iluso, pero eso cambiaria a partir de mañana, por ahora solo se dedicaría a deprimirse y sacar toda la frustración, pero eso solo tenía que durar un día, a partir de mañana tenía que reponerse y seguir adelante, y lo lograría pues enterraría sus sentimientos hasta que no quedará ningún recuerdo de ellos, este era el fin de sus sentimientos hacia Akashi Seijuurou.

 

Notas finales:

Qué les ha parecido??? 

Midorima cedió su lucky ítem por su tsunderismo D: !!! jajaja solo tenía que admitir lo que todo el mundo sabe 

Akashi!!!! dónde estás por qué no le dices a Furi que lo amas!!!! >o<!!!!

Yo iba a hacer un solo capítulo, pero por favor todos sabemos que yo no escribo cosas tristes, pero no lo había acabado xD así que obviamente será un Two-shot, y seguramente subiré la continuación hasta el sábado xD

 

-El hermano de Furi morirá de hambre esperando su hamburguesa??? 

-Akashi golpeará a la GoM por arruinar su relación???

-Furi olvidará al pelirrojo??

xD todo esto y mucho más en el siguiente cap

Nos vemos pronto ^^

 

 


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