Capítulo 1: Este extraño sentimiento.
Luego de derrotar a Ultron, cada vengador tomo su camino o al menos eso parecía, Hulk había desaparecido sin dejar rastro alguno con la ayuda de la tecnología Stark que había en el quinjet, Hawkeye había decidido tomar unas largas vacaciones con su familia, Thor de regreso a Asgard para investigar más sobre las gemas del infinito y así tratar de prever alguna calamidad futura; mientras que el Capitán y la Viuda Negra decidieron mantenerse en el nuevo y mejorado cuartel general de los vengadores, entrenando a los que serían sus futuros aliados y por último, pero no menos importante Ironman o también conocido como Tony Stark, él realmente no sabía que hacer del todo, había bromeado sobre comprar una granja para Pepper y vivir tranquilo finalmente, sin embargo, el magnate se encontraba en un gran dilema en estos momentos, luego de cierta situación con el capitán.
Flash back
Luego de despedir a Thor, Steve encamino a Tony hasta su deportivo hablaban que extrañarían sus aventuras con Thor cuando Tony siempre sarcástico observa a su rubio amigo.
– ¿Tú me extrañaras acaso? – Aquella pregunta fue en el reconocido tono que el magnate usaba al realizar sus bromas, sin embargo, la sonrisa que se estaba asomando en sus labios luego de sus palabras cambió a una mueca de total seriedad, debido a que el capitán lo había observado de una manera completamente seria.
– Te extrañare, Tony. – Fueron las palabras dirigidas del hombre de los 40’s, al momento de dirigir sus palabras hacía el multimillonario, posando una suave sonrisa en sus labios al ver la cara de sorpresa de su amigo retirándose luego de dichas palabras, dejando al hombre de acero solo con su convertible.
Fin flash back.
– Deja de pensar en eso, recuerda vida tranquila junto a Pepper. – Desde que su auto salió del rango de vista del cuartel de los vengadores, el peli castaño estaba teniendo una pelea mentalmente, sabía que debía ir con su novia, sin embargo, aun en su mente se mantenía sin lograr salir de su cabeza y se fue repitiendo de manera reiterada en todo el transcurso del viaje hasta que decidió detenerse en el camino para tratar de despejar su mente. Debido a que las últimas palabras que recordaba de Steve seguían rondando su mente “Te extrañare, Tony”. Rápidamente negó con su rostro al recordar por milésima vez esas palabras, no entendía por qué sentía como su estómago se revolvía teniendo la extraña sensación de nauseas. – ¿Qué demonios me sucede? – Fueron las palabras del hombre de acero mientras llevaba su diestra hacia donde se encontraba la boca del estomagó, nunca había sentido aquella sensación realmente era extraña y a la vez molesta, le hacía sentir enfermo, mientras que una euforia y necesidad le acompañaba, no sabía realmente lo que era pero si algo tenía seguro. Era que debía volver a los cuarteles de los vengadores y ver al que él pensaba era uno de sus mejores amigos. Sin meditarlo mucho dio reversa y se puso en marcha hacía el lugar al cual había dejado hacía pocas horas.
Mientras el hombre de acero se acercaba a gran velocidad a las veces en ese lugar podría decirse que ocurría magia o bueno sólo para los que observaban, ya que en la sala de entrenamiento todo era un caos, lo que traía problemas para los nuevos reclutas, si bien estos poseían tecnología, grandes habilidades e inclusive poderes, aun les costaba trabajo el enfrentarse al Capitán América y a la Viuda Negra. La Visión, Wanda, Sam y James estaban completamente exhaustos no entendían como los dos más antiguos eran tan resistentes, aun después de ser atacados tanto por los poderes de Wanda y La Visión. Fue cuando estos dos últimos iban a atacar nuevamente cuando hubo una interrupción no programada, lo que dejo a todos los presentes incluyendo a los dos vengadores antiguos algo anonadados.
En pleno campo de entrenamiento se encontraba sin armadura Tony Stark con esa singular y burlesca sonrisa creyéndose superior a todos.
– Bien, muy bonita la exhibición de hoy pero mañana será la verdadera practica – El peli oscuro observó a todos que aun mantenían su mirada expectante ante él por lo que una fuerte carcajada escapo de sus labios. – Vamos que no soy un fantasma y comprendo que se sorprendan al ver a alguien tan guapo como yo pero...
– Tony ¿No que te ibas? – Lo interrumpió el rubio capitán quitándose la máscara, dejando ver más que una muestra de sorpresa en su rostro este poseía una sonrisa en sus labios, como si le complaciera el tener de vuelta al filántropo en la base.
– Es que veras anciano, mientras iba en mi asombroso convertible me dije, cielos no puedo dejar que un anciano con un amor inhumano por su país y una mujer con tendencias asesinas entrenen a la nueva generación de vengadores – Una sonrisa adornaba el rostro del súper héroe, a l vez que daba sus explicaciones al público en general, mientras observaba al que era mayor, notando como este sólo sonreía como si en vez de molestarle sus palabras le causaran gracia y algo de alegría o al menos eso sentía el hombre de acero que ahora que se detenía a ver con claridad la sonrisa de Steve, esta era perfecta. Rápidamente negó con el rostro posando su atención en los futuros vengadores, regañándose mentalmente por pensar que la sonrisa de su compañero era linda – En fin, los dos raros y los dos sin poderes, me tendrán a mí para que los entrene, pero antes busquen unos nombres decentes ¿Ok? Ahora vayan a sus recamaras o a algún lugar similar.
– Stark – Reprocho ahora el capitán acercándose al que era más bajo, sonriéndole fijamente. Por alguna extraña razón Rogers mantenía esa sonrisa en sus labios – ¿Por qué has regresado? –Pregunto nuevamente pero de manera más directa el capitán, mientras que detenía su cuerpo frente al que era su colega, logrando divisar como los ojos del menor iban a parar directamente a sus labios, acto que asimilo con que miraba sus labios para concentrarse en lo que decía.
– Capi-paleta ¿No estás feliz de que este aquí? ¿Es que acaso no recuerdas que me dijiste que me extrañas? – Fingió un puchero el magnate esperando a ver la reacción de Rogers, la cual suponía que sería un regaño o algo por el estilo, sin embargo su sorpresa fue grande cuando noto como la pálida piel del soldado se tornaba carmín a la altura de sus mejillas.
– Claro que me alegra, digo ahora no solo tendré que lidiar con los novatos, sino que también contigo – Exclamó el mayor alejándose de manera rápida de Stark, él también había notado como sus mejillas habían subido de temperatura y quería desaparecer lo antes posible de la vista del multimillonario para evitar de ese modo las burlas que prontamente el menor podría hacer para su persona.
– Yo, ya te estaba extrañando – Murmuró en un tono muy despacio el filántropo sintiendo como ahora a él se le formaban un colorete en sus mejillas, observó que el capitán había parado en seco y suponiendo que este se voltearía, decidió huir, no estaba preparado para afrontar las palabras que recién se habían escapado de sus labios por mero acto involuntario.
– Tony – Volteo a los segundo de escuchar aquella confesión, más como si se lo hubiese tragado la tierra, Iron man no se encontraba allí. Cosa que le hizo decidir continuar con su camino directo a su alcoba. Ciertamente no sabía que le sucedía primero, abrió la boca para decirle a la persona más ególatra del todo planeta que lo extrañaría, ni siquiera él sabía el motivo por que le había dicho aquellas palabras a su compañero de combate, ni mucho menos por que se había puesto a sonreír como idiota al ver como el castaño le hablaba a los nuevos, decidió ir a su cuarto a descansar y pensar una posible respuesta para aquel comportamiento. – De seguro es porque lo estimo como colega, algo similar con Bucky – Se convenció a sí mismo el capitán al momento de llegar a su cuarto.
Mientras que este par tenía aquellas dudad de sobre sus propios comportamientos Natasha quien al ver como Rogers se acercaba al hombre de acero decidió dejarlos solos, no sabía directamente lo que pasaba entre ellos, sin embargo algo sospechaba, por lo que también sabía que ellos necesitaban un poco de tiempo a solas. Cosa que ella también necesitaba, no fue hacía mucho que Banner había desaparecido sin dejar rastro y lo único que la mantenía en pie por así decirlo era el entrenamiento que iniciaría con los vengadores nuevos. Pero también, Clint y su familia, ellos le brindaban algo de alegría a su vida o al menos eso quería creer ella.
Sin embargo no todo dura para siempre y justo en ese momento una llamada irrumpe sus pensamientos a la que es conocida como Viuda negra.
– Laura ¿Qué sucede? –Pregunto la pelirroja llevando su teléfono celular a su oído para lograr escuchar la voz de la quien era la esposa de su mejor amigo, podía sentir la respiración exaltada de la chica que estaba al otro lado del teléfono por lo que de inmediato imagino alguna calamidad.-
- C-Clint… Clint… – La mujer se notaba claramente alterada a través del teléfono, quería sacar palabras de sus labios, más estas no salían – Clint…nos abandonó por favor, ven… se fue furioso y temo que haga algo.