Las dulces palabras
Son solo recuerdos efímeros que se crean
La melodía fluyó por las calles
Me dieron una mentira que me hacía feliz
Si la quiero, aunque deje algo atrás
El mañana se aproxima.
Miro los trozos,
Que son destruidos y hechos pedazos
Si pudiésemos cruzar esta oscura realidad juntos
Podría abrazarlo y dormir
Estoy dudando porque tengo miedo
O algo está tocando mis heridas
La melodía fluía
Y solo me mostró ideales débiles
Si quiero corregirlos y cambiarlos
¿Un nuevo mañana vendrá?
Recopilé la trizadas y sueltas piezas
Las cerré y jugué con ellas
Después las empuje muy lejos
Sin saber su significado
Si rompiera mi mundo
¿Podría estar cerca de ti?
Tal vez es lo mejor
¿Entonces seré la única que se rompa?
El muy lejano cielo
Parecía tan débil,
Mis brazos no podían alcanzarlo y menos ser vistos
Me pregunto si llegaré a ti
Buscaré las piezas sueltas que rompí
Y me preocuparé por ellas
Me trague la realidad oscura
Abrazo la tristeza que paso cada noche
Para poder dormir.
Un grupo de 10 pequeños niños corría con ánimo, se veían a cuatro rubios quienes parecían los mas entusiasmados, eran dos niñas, un doncel y un varón, las niñas tenían el pelo amarillo pálido y los ojos celeste, una de nombre Ino poseía un cabello largo que ataba en una cola a un lado de su cara, mientras que Temari usaba el peli cortísimo, casi como su amigo Deidara, Mientras que el doncel era un chico de pelo rubio corto de pelo azul con piel acaramelada llamado Naruto, detrás venia Gaara un serio chico de pelo rojo y ojos aguamarina, siguiéndole muy de cerca venia una pelirroja y una peli rosada de nombre Karin y Sakura mientras Karin poseía ojos rojos como su cabello Sakura tenía los ojos verdes jade. Ya más atrás y casi sin correr iban tres personas Un azabache uno o dos años mayores que los demás de nombre Itachi, a su lado un joven de pelo negro y ojos blancos acompañado de una chica igual a él, ambos un año menor que Itachi pero muy buenos amigos.
-Itachi-
-¿mm?...
-Como lleva tu familia eso de que Madara-sama hubiera desaparecido…
-No muy bien, Fugaku-Otosan está bastante deprimido, sabes que siempre admiro a Madara, Naru también le extraña bastante… pero hay algunos que no creen que sea una simple desaparición…
-¡Naruto!- El grito de Ino alerto a los tres mayores y algunos adultos que caminaban bastante alejado de los niños- Deja a Naruto…
Delante de los rubios había un hombre mayor, tenía el pelo azabache muy largo y los ojos negros, aunque solo eso se veía puesto que tenía puesta una máscara de hueso, en una mano tenían una espada y bajo el otro reposaba un desmallado Naruto. Itachi miro la espada que tenía enfundada en la cadera, la desenfundo y corriendo se tiro contra el hombre, mientras los adultos también se apresuraban hacia donde estaban ellos, Itachi llego primero donde el hombre y le clavo la espada en la pierna, justo cuando el hombre dio dos cortes, la sangre empezó a salir de dos cortes en el rostro de Itachi quien se tapó el rostro mirando a Naruto, entonces se dio cuenta que el menor no estaba desmallado pero tenía la mirada perdida y sin brillo
-¡Itachi!- Escucho a su madre gritar su nombre mientras esta misma disparaba su P226 X-Five- Suelta a Naruto maldito
El hombre se tiro hacia atrás mientras soltaba su arma y desaparecía en una nube de polvo
Naruto- Esta vez el grito fue de la madre de Naruto, Kushina- Iruka, Kakashi encárguense de los niños, Nagato revisa a Itachi, Mikoto, Fugaku, Minato, sigamos a ese malnacido.
Itachi vio entre su dolor a Ino y Temari llorando a Gaara con cara de impactado y neji maldiciendo, sintió una fuerte punzada en el rostro, lo último que vio en el suelo fue una rosa azul, el regalo que le había dado a Naru ese día por su cumpleaños.
--------------------------------- 10 años después------------------------------
Un chico rubio con tres curiosas marcas en las mejillas caminaba hacia su universidad, iba muy concentrado en su mente, tanto que no vio a las nueve personas que le miraban
-¿Es el?... Kyūbi no kitsune…
-Los informes dicen que sí, ¿Quién será el primero?
-Yo- Una joven rubia con una coleta hecha en un lado de su cabeza sonrió con prepotencia mientras tocaba su daishō - Lo lamento chicos, no tendrán diversión…
-Oh Genial…
El mismo chico rubio de la mañana iba camino a un lote baldío, llevaba una O Katana enfundada en la cintura, miro a la chica que le había retado dejando el característico sobre negro en su casillero, estaba acostumbrado a ello, siempre alguien le desafiaba, entonces él debía ir y matarle.
-Tú eres Kyūbi no kitsune ¿No?-
-Si yo lo soy, y ¿tú eres?
-Ino Namikaze, tengo entendido que hace dos semanas asesinaste a tres miembros de mi clan, y es mi deber limpiar el honor de los fallecidos. Lo siento Kyūbi no kitsune pero deberás morir.
-Inténtalo nena, venga te estoy esperando.
Con un movimiento Kyūbi no kitsune desenfundo su espada, mientras que Ino desenfundaba sus dos armas, el viento soplo con fuerza moviendo con furia las hojas y el polvo suelto, en cuanto el viento seso ambos se tiraron al ataque, Ino y Kyūbi no kitsune buscaban destruir el cuello del otro con sus afiladas armas, Ino dio una vuelta cortando un mechón rubio de Kitsune mientras que este le hizo un corte en la pierna, cuando Ino ataco su contrincante se defendió dando una voltereta hacia atrás y bloqueando con su espada, aun así le provoco un corte en la mejilla, luego con furia corto su pecho, Ino abrió grande los ojos y cayó al suelo el corte era profundo y sangraba mucho.
-Tsk… no puedo matarla… siéntete con suerte Ino Namikaze.
Horas más tarde Ino estaba reposando en estado crítico en una camilla de un lujoso hospital, Mientras Kitsune en su casa estaba sentado en el suelo con una Yukata puesta, tenía una mano sobre su corazón, lo sentía de arena, de arena seca que con cada cuchillada se deshacía, se caía… y él no podía hacer nada para remediarlo, suspiro mientras se levantaba y cambiaba su ropa por unas más normales, salió y paso frente a un templo, se reverencio y salió corriendo, a pesar de que su Katana estaba manchada con la sangre de otros le provocaba tranquilidad el peso en su cadera. Afuera le esperaban dos mujeres, una pelinegra con ojos blancos y un arco en la espalda, la otra una pelirroja con lentes y algo parecido a una guadaña
-Lastimaste a nuestra amiga, por tu culpa falleció en el hospital, jamás te lo perdonaremos-
Kyūbi sonrió con tristeza, dos horas después estaba en la cima de un edificio mirando el cielo, su ropa estaba manchada con la sangre de las dos chicas… que había asesinado, ya no podría volver a la pieza que llamaba hogar, ya sabían dónde estaba… Aun así una hora después volvió al lugar, se bañó y cambio de ropa, limpio sus armas y las puso en su cintura, salió a la ciudad en plena noche, iba caminando cuando se cruzó con una chica, más adelante con un chico igual a la chica, Tuvo un presentimiento por lo que se dirigió a un barrio de yakuzas, allí no sería raro andar con sangre en la ropa, cuando estuvo en un callejón los dos simplemente se lanzaron a atacarle no hacían falta las palabras, era claro que eran amigos de las otras tres , la chica manejaba dos hoz, mientras que el chico tenía unos shurikens con cadenas uniéndolos
-Supongo… que esto será rápido…
Kyūbi avanzaba por las calles con la mirada perdida, estaba aburrido de asesinar a las personas, al final no había podido matar a los dos rubios, por algún motivo le dolía el solo pensar en el hecho de matarles, se había ido dejándoles agonizantes en el callejón, no sin antes marcar el primer número que vio en el celular de la chica. ¿Porque esos cinco se les habían hecho tan conocidos?...
Mientras tanto en un hospital cuatro personas atendían a cinco chicos, todos en estado crítico pero con posibilidades de sobrevivir, tan solo peligraban por la falta de sangre.
Itachi caminaba tranquilamente siguiendo a Kyūbi, este caminaba por varios lugares peligrosos para alguien normal, hasta que se detuvo frente a un parque, entro y se detuvo en una zona de Sakuras en flor, se dio la vuelta y le miro. Itachi dejó de respirar por unos segundos, sus ojos eran iguales a los de Naruto, el dulce chico del cual se había enamorado siendo tan joven, el que no había podido proteger y se habían llevado, para nunca más devolver, nunca le encontraron… nunca encontraron nada en realidad, solo sus ropas manchadas de sangre.
- Kyūbi, eres culpable de muchas muertes, talvez todas fueran merecidas, pero no debían ser muertos sin juicio. No lograste matar a tus últimas cinco víctimas, lo cual confundió a los altos mandos, pero aun así me encomendaron tu muerte. Prepárate.
Itachi apunto con su Katana hacia el corazón del joven y con un movimiento hacia adelante lo atravesó
Kyūbi había escuchado a medias el monologo de Itachi pues se había perdido en sus ojos, le vio apuntarle con la espada y creyó ver a la misma persona pero más joven ofreciéndole una rosa azul mientras sus mejillas se coloreaban de rojo, luego sintió el dolor de ser apuñalado, por fin podría morir, llevaba diez años deseando morir, desde que su padre Madara le había obligado a aprender a matar, a asesinar… cuando solo tenía nueve había perdido la memoria, desde entonces todo se había vuelto una rutina de mata o se torturado. Ahora mientras sentía el frio del metal atravesar su pecho todos sus recuerdos volvieron con violencia. Había asesinado a sus amigos y a gente de su clan… Además estaba siendo asesinado por la persona a la que amaba… una lagrima se deslizo por su mejilla y una sonrisa se formó en su rostro mientras por la comisura de su boca caía un hilo de sangre.
-Me alegra que fueras tu… me alegra verte una última vez… Itachi…- sus piernas se debilitaron y su respiración se volvió errática, los parpados empezaron a pesarle, callo de espalda viendo el cielo entre los árboles, levanto un brazo con pesadez pero no logro tocar ninguna estrella, ni siquiera rozar el lejano cielo, sus ojos se cerraron y su brazo callo con pesadez- “Es como irse a dormir, incluso siento la misma tristeza…”
Amaku sasayaku kotoba ni
Karisome no kioku kasanete yuku
Machi wo nagareru MERODI
Shiawase na uso wo kureru
Nani wo motometemo
Nani wo nokoshitemo
Onaji asu ga kuru
Kowarete midarete sakarete
Chirabaru kakera wo mitsumete
Nagareru kuro no RIARU wo samayoeba
Koukai wo daite nemuru
Akaku nijinda kizuato
Fureru koto osore tameratteru Itsuka nagareta MERODI
Awai risou dake miseru
Nani wo motometara
Nani wo tsukametara
Chigau asu ga kuru?
Tozashite motomete kogarete
Chirabaru kakera wo atsumete
Tashikana nanikaga tooku karitateru Imi mo wakaranai mama ni Ima mieru sekai
Subete kowashitanara
Anata ni chikazukeru?
Sore tomo watashi ga kowarete shimaeba ii no kana?
Ah... Tookute tookute tookute
Miageru yozora wa kasunde
Nobashita udea wa itsuka mada mienai
Anata e todoku deshou ka
Kowashite motomete kogarete
Chirabaru kakera wo atsumete
Nagareru kuro no RIARU ni nomarete wa kawaranai yoru ni ochiru
Kanashimi wo daite nemuru