20- Falling Meteor
La primera vez que se sintió bien.
El primer día de clases no fue bonito —en realidad nunca lo ha sido desde el principio—. Pero aquel día fue emotivamente especial. Al entrar al salón, la inseguridad le acompañaba, sus compañeros estaban ya en los asientos para ser usados todo el ciclo escolar, desafortunadamente habían elegido los últimos lugares, Luhan quería alguno de esas sillas porque le encantaba pasar desapercibido. Tenía miedo al entrar, nadie parece amable, todos parecen nunca darle la bienvenida con alegría —siempre ha sido así.
Y sin embargo, Minseok, un alumno le llamó la atención, pues le sonrió diciéndole “toma asiento, puedes estar frente a mí”.
Luhan, con las manos sudadas aceptó inmediatamente aun si su rostro estaba rojo. Cuando se sentó, Minseok le saludó con una sonrisa, él apenas pudo contestar. Después de todo, no todos sus compañeros podían dar miedo o causarle algún tipo de antipatía, Minseok era diferente. Luhan lo supo desde el inicio, o al menos eso creyó.
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La primera vez que sintió temblor en su corazón.
Llegó temprano para iniciar una conversación con Minseok. Durante unos días estuvo investigando —sin que se diera cuenta realmente —los gustos de su compañero. Luhan se había dado cuenta que ambos tenían gustos en común; como que les gustara el anime, el rock y leer comic´s. Era fascinante cómo Luhan podía ser él mismo cuando estaba con Minseok. No obstante, al llegar, el estudiante entablaba una plática amena con una chica. Luhan sintió ganas de llorar, porque tal vez ahora, Minseok ya no le iba a prestar la atención que él siempre deseó.
Aquello no era un tipo de enamoramiento; y pese a su negatividad, Luhan había comenzado a actuar de manera contraria al pasado, como el dejar de querer ser invisible para alguien.
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La primera vez que sintió celos.
Era extraño como algo en su monótona vida había cambiado, Luhan ya era otro sin que se hubiera percatado de ello. Intentaba lucir brillante y menos callado, sonreía más a menudo, e incluso había hecho más amigos; Minseok fue el primero. A pesar de los cambios y las amistades que le rodeaban, Luhan solo quería platicar con uno en especial.
Corrió buscándolo, pues el día anterior le había dicho que le prestaría un disco de una de sus bandas preferidas. Lo encontró en una de las situaciones más repulsivas. Minseok se encontraba de espaldas abrazando a una chica en uno de los lugares más alejados del escándalo y del bullicio. Luhan se alejó velozmente. Al llegar al baño se repitió una y otra vez que Minseok era solo un amigo, lo que era extraño, porque su reflejo en el espejo indicaba lo contrario, era un tipo de odio y repulsión hacia la persona junto a su amigo.
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La primera vez que lloró.
La personalidad pasada de Luhan resurgía entre los escombros, su timidez había aumentado, la soledad aunque antes había sido normal, ahora le punzaba a más escala. Se había alejado de Minseok aun con el dolor de su corazón y los deseos de seguir conversando con él. Pero lo sentía necesario, tenía miedo de sentir algún tipo de sentimiento más allá de la amistad, y sobre todo de no poder sobrellevarlo, aunque no era como si hubiese sido rechazado. De cualquier manera, su relación con Minseok estaba ya casi rota.
Aun así, Luhan quería darle algún tipo de obsequio a su antes mejor amigo, no olvidaba el día de su cumpleaños, por eso fue directamente al parque donde solía platicar con éste. Bajo unos árboles lo encontró. Minseok besaba con suavidad a aquella chica de la que sintió repulsión, ya eran novios. Lo serían algún día, eso Luhan lo tenía claro, pero dolía el haberlo constatado. Sintió como una roca tan extensa, tan parecida a un meteorito, caía sobre su mundo y lo destruía fácilmente; Luhan se había destruido a sí mismo. Lloró desconsolado, implorando por algún tipo de milagro, algo que le dijera que la escena antes vista era solo una pesadilla, no era así. Con ese dolor, deseó haber prestado más atención a sus sentimientos.
La primera vez que Luhan sintió amar.
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La primera vez que lamentó el haber huido del amor, de uno que pudo haber sido correspondido.
Rememoró cada uno de los momentos en que Minseok lo trataba de diferente manera hacia los demás. Le sonreía ampliamente, le saludaba antes que a cualquiera. En algún momento, Minseok también se sonrojó cuando hablaba con él estando solo ellos dos dentro del salón, y otras veces Minseok hacía cosas con él como acompañarlo hasta tarde en la biblioteca. Con todo eso, Luhan se engañó; o quizás no.
Luhan le amó algún día, y tal vez, solo tal vez, Luhan le sigue amando.