Capítulo 1: ¡Maldito avión, maldito negro!
Todo el mundo ama viajar; ya saben, conocer nuevos lugares, nuevas culturas, la dicha de tomarle fotos a cualquier cosa que se te pase por enfrente y, quizás, dejar ciego a alguien con el flash de tu cámara ¡Lo típico!. Más sin embargo, cuando eres como yo y le tienes pavor a todo lo que tenga que ver con las alturas, probablemente estés pensando en alguna de éstas posibilidades:
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El avión va a tener una falla técnica, y va a estrellarse contra el suelo, por consiguiente va a explotar en llamas y te vas a morir como pendejo ;D.
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El avión se va a caer en el mar y te vas a morir ahogado, para después ser devorado por los tiburones y los pescaditos ;D.
Creo que es más que obvio que ambas ideas me estaban atormentando, y el hecho de que en mi lista mental hubiera caritas felices no me hacía sentir precisamente mejor. Y ahora, volviendo a la realidad, me encontraba siendo cargado como un saco de papas por el que se hacía llamar mi mejor amigo <”¡Ja! Si en serio fuera mi amigo, no me estaría llevando al lugar que me hace temblar como gelatinita :´v ”>. Y no está de más decir que todo el mundo nos veía raro, claro que yo sé mejor que nadie que a el único al que le importaba eso, era a mí.
-Sé en que estás pensando; ya te dije que nada malo va a pasar- me dijo el mientras me bajaba de su hombro. Él no era muy hablador, sin embargo sus palabras siempre eran las correctas. Como me gustaría que su voz profunda y varonil lograra convencerme... Así que, aprovechando que estábamos frente a frente, le dije unas cuantas verdades.
-Si el avión se llega a caer, usaré tu cabeza para romper una ventana y escapare por ella <"SI!! Lo que mi boca dijo!! >w<9">. Y si caemos en el mar, entonces usaré tu cuerpo sin vida como flotador <"YEII!- espera! es en serio? Boca te pasaste XDD">- y aunque esas palabras a cualquiera lo hubieran asustado -en especial porque terminé esa frase con una dulce sonrisa-, no por nada él era mi mejor amigo, ¿No? <”Está acostumbrado a las cosas raras, y una de ellas, soy yo”>.
-¿Y no que querías ver a los demás?- pregunto con su -casi siempre- rostro serio.
-Existen las video-llamadas y las Llamadas Internacionales, las redes sociales... ¡Oh! Y también está Wattsapp- le dije mientras iba enumerando con mis dedos. Estaba seguro de que él iba a contraatacar, cuando una voz femenina se escucho por todo el aeropuerto, diciendo que -lamentablemente- era hora de abordar nuestro avión. Y no tuve tiempo ni de replicar, cuando ya estaba de vuelta en su hombro, siendo llevado a... ¿Adivinen qué? ¡UN MALDITO AVIÓN RUMBO A COREA DEL SUR! <”Me vengaré... ¡Ya lo verás, maldito negro!”>.
Cabe decir que mi suerte siempre me acompaña, y me toco un asiento al lado de la ventana. Y como soy curioso, no pude evitar ver a través del vidrio; pero cuando pude apreciar que nos estábamos elevando, solo pude abrazarme a mi amigo <”Aunque más bien lo estaba estrangulando, pero ese no es el punto”> y pensar en que talvez -y solo tal vez-, si debí ir a la Iglesia el otro domingo <”Protégeme Jesús TT—TT”>.
......
Ya habían pasado unas cuantas horas y ya estaba más calmado. Más precisamente, estaba viendo una película mientras me atiborraba de palomitas, cuando debería estar durmiendo como todos lo demás... pero como no tengo sueño procederé con las presentaciones:
Mi mejor amigo, o “mi salvavidas -humano- de emergencia”, se llama Blackwind Zaegers. Pero todos le decimos Black <”Principalmente, porque a él no le gusta su nombre... y porque yo me río de él por su nombre XD”>. Black es un chico de 20 años (recién cumplidos), un poco Otaku, y le gustan más los donceles que las mujeres <”No quieren saber como averigüe ésto...”>; el único ser vivo que ha logrado sembrar el miedo -o más bien terror- en Black, es... su madre <”No me puedo reír, solo porque a mi también me da miedo esa mujer TTvTT”>; su estatura es 1.90, de piel blanca, cabello negro como la noche, y unos hermosos pero fríos ojos grises azulados. [Imagen de Black]
Y por otro lado, Joseph Argent, apodado Jess... ósea yo: “Un chico de 19 años, doncel, Otaku y un lector empedernido del “Yaoi”; padece de asma y aracnofobia, que le tiene miedo a la oscuridad, a los payasos y a las películas de terror, además de que siente pánico por las alturas; estatura 1.79, de cabello un poco ondulado de color castaño oscuro, y ojos de un color verde claro...” . Si, esa era la perfecta descripción de mi persona, solo faltando mi color de piel: ”soy tan blanco como un vampiro o como una persona que está desangrandose”. Con ambos ejemplos te hacías una idea de lo pálido que soy, e irónicamente, ninguno de estos ejemplos le hacía mucha gracia a mi doctor. [Imagen de Jess]
Ahora, me encontraba admirando mi obra maestra. ¿Qué, cuál? Fácil, yo dije que me iva a vengar de Black... y dibujar un mostacho en su cara jamás se sintió mejor <”Por si te lo preguntas, si, ya le he dibujado mostachos a Black con anterioridad... ya saben, "Amistad sin bullying, no es amistad". Aquí la cosa es que él no tiene porque enterarse que fui yo, así que... ¿Podrías Guardar un... Secreto?”>.