Volvió a toser aún más fuerte y profundo, lastimando sus pequeños pulmones y esófago.
Nichkhun estaba fumando sin percatarse de que el humo lastimaba a Taemin, que sólo podía tocar su pecho y seguir tosiendo, pero a los oídos ajenos sólo llegaba un tintinar que desde hace días dejó de importarle.
Estaba en el grupo de natación junto con Minho, quien también le había dicho acerca de un constante tintinar, sólo que ambos concluyeron que era agua dentro de sus oídos.
Sin querer lastimar al hada, Nichkhun había encendido un cigarrillo de tabaco en su sala de estar, lo fumaba mientras miraba la tv, en el canal de música y escuchaba las canciones aleatorias. Desde que había terminado con Tiffany su vida cambió.
Ya no tenía la necesidad de ir a la facultad de Arquitectura por ella, tampoco tenía que juntar ramitas de los árboles para las maquetas que ella hacía. Ahora podía comer papas fritas cada que se le antojara, su rutina de ejercicio volvió a ser la de crossfit que había abandonado por el yoga.
¡Ahora ya podía usar sus playeras sin mangas sin que Tiffany se enojara!
Pero también sentía el vacío emocional.
Ya no recibía los mensajes de buenos días, ni los de buenas noches. Ya no había una persona que se alegrara porque él despertara, ya no estaba esa persona que sonreía al verlo, tampoco estaba la que le hacía feliz.
Exhaló el humo del cigarrillo lento, disfrutando de la sensación del humo contra sus labios.
Ahora su departamento olía a caballero, no a vainilla.
Golpeó con la yema de su pulgar la colilla del cigarrillo, haciendo que la ceniza cayera al suelo.
-Debería de cortarme el pelo y cambiar de nombre.- susurró levantándose del sofá, dejando la tv encendida. Caminó hacia el cenicero que estaba sobre el escritorio y dejó el cigarrillo bocabajo, para que el fuego se apagara.
Sin querer, el humo estaba más cerca de Taemin, lo que provocaba que el brillo de sus alas parpadeara.
Como cuando un hada está por morir.
Nichkhun fue por una lata de soda a su refrigerador, al tomarla la abrió y bebió hasta que el gas le caló la garganta.
Cerró la puerta de su refrigerador y se giró sobre sus talones, quería un poco más del cigarrillo.
Antes de tomarlo notó una débil luz parpadeante a un lado de los libros que leyó la semana pasada, pero antes tomó su cigarrillo, luego los movió para ver a Taemin, con sus ojos cerrados pero su boca abierta, intentando purificar sus pulmones, sin conseguirlo.
Nichkhun lo tomó de sus bracitos.
Desató el listón negro del tobillo del hada.
Caminó hacia su ventana y la abrió.
Llevó el cigarrillo a sus labios y exhaló suevamente, reviviendo el fuego.
Puso al hada en la ventana, haciendo que el aire golpeara el rostro de Taemin, que poco a poco abrió sus ojitos.
Mientras Nichkhun exhalaba el humo empujó levemente al hada, semi inconsciente.
Mientras caía pensaba en Minho.
Sonrió.