-No creo que esto sea seguro.- susurró riendo Taemin, mientras intentaba sentarse sobre las entrepierna de Minho, ambos en un columpio. –¿Y si nos caemos?- preguntó aun riendo levemente, intentando acomodarse mejor.
-No nos vamos a caer.- dijo Minho sintiendo como Taemin dejaba caer su peso sobre su entrepierna.
-Minho, me voy a dar en la…- puesto que el columpio se balanceo violentamente, y por un momento pensó que no era una buena idea.
-Tranquilo.- susurró afirmando sus pies sobre el césped para que el columpio dejara de balancearse y darle más estabilidad y confianza a Taemin. –Agárrate también con tus manos.- sugirió un poco asustado, ¡lo que menos quería era que se cayera!
Entonces Taemin sonrió más seguro, pasó sus brazos por la clavícula de Minho hasta abrazarlo por el cuello.
-¿No se cae?- susurró aun nervioso, ¿y si el columpio no resistía el peso de ambos?
-Es metal, no pasará nada.- Minho dejó de sujetar su mano derecha a la cadena del columpio para ponerla sobre la cadera de Taemin. -¿Todo bien?- susurró echando su espalda un poco hacia atrás, sólo para ver los ojos contrarios.
-Creo que sí.- susurró sonriendo. –Cuando dije que también quería usar el columpio no me refería a de esta forma.- habló tan cerca del rosto de Minho, que su aliento cálido chocaba contra sus labios, incitándolo. –¿Tú estás cómodo?-
-Bastante.- contestó sonriéndole. –¿Ya no te da miedo?-
-Nunca tuve miedo.- susurró sonriendo también, haciendo que sus labios comenzaran a rozarse. –Porque estaba contigo.-
Minho separó sus labios, llegando hasta los oídos de Taemin ese sonidito húmedo, incitándolo a separar los suyos también. No tardó ni dos segundos para tocarlos, sintiendo la tibiez que guardaba la boca de Minho.
Comenzó a mover sus labios lento, sintiendo los ajenos, pequeños pero deliciosos de Taemin, a su vez él intentaba seguirle el ritmo, pero el beso terminó porque sus comisuras se alzaron.
-Dicen que si sonríes a la mitad de un beso: es amor.- susurró Minho presionando sus manos sobre la cadera de Taemin, pero él sólo sonrió negando levemente. No es necesario decirlo.
-Es que recordé en dónde estamos.- susurró en su defensa. –El columpio es un juego inocente, lo estamos usando mal.- bajó sus piernas de las de Minho haciendo que el columpio se moviera un poco. –Esto no está bien.- rió lento dejando de la pelvis de Minho. –Mejor hazte a un lado, es mi turno.- pidió.
-Vamos, era divertido.- contestó Minho levantándose del columpio. –Pero también es divertido cuando tú lo usas.-
Taemin sonrió sonriendo, se sentó en el dichoso columpio y Minho comenzó a balancearlo.
-Más alto.- dijo Taemin entre risas, disfrutando de esas atenciones que Minho le tenía.
-¿Así está bien?- preguntó Minho dejando de empujar la espalda de Taemin, consideraba que ya tenía bastante altura y no quería que se lastimara, es decir, que sus manos se soltaran y saliera volando.
-Así es perfecto.- ahora el trabajo sólo dependía de Taemin, balanceando sus pies para conservar esa fuerza.