Hoy trafiqué una rebanada de pizza y un refresco de cola a mi oficina.
Con trafiqué me refiero a que me la comí en la oficina, y es un hecho relevante porque la regla para entrar a la oficina es “no comida” porque mis peritajes o carpetas de investigación se pueden manchar, y manchadas ya no sirven.
También fue el día en el que comencé a darle comida diferente a Taemin.
No puedo decir que ya no tengo miedo de darle cualquier tipo de alimento, según el médico puede comer de todo, pero según el veterinario, sería mejor mantenerlo sólo con comida orgánica, no procesada.
Pero hoy me arriesgué.
Mientras comía mi rebanada de pizza sentando en el sofá de la oficina, pensado en cómo haría el interrogatorio para el caso del homicidio, Taemin entró, parecía recién levantado. Sus ojitos estaban un poco rojitos y su cabello despeinado, igual que los cabellos de su colita de mapache.
Creo y supongo que olió el aroma de la pizza.
Después de esa vez que se enfermó del estómago no volvimos a comer fuera de casa ni a consumir comida que no haya preparado yo. Así que el aroma a pizza para él era nuevo. Me miro curioso, las pupilas de sus ojos se dilataron al instante y caminó rápido hacia mí o la rebanada de pizza.
La miró insistente, siguiendo el camino de la gota de cátsup al caer de la pizza a mi pantalón.
Noté que salivó y relamió sus labios.
Supuse que estaba bien darle un poco, así que tomé con las yemas de mis dedos un trozo de salchicha para dárselo. Pero Taemin no lo tomó con sus dedos sólo se acercó a mí con su boquita abierta, así que le dejé el trozo de salchicha, sus pequeños labios aprensaron mis yemas pero finalmente los retiré para que saboreara la salchicha.
Taemin estaba sonriendo mientras masticaba la salchicha y la pasaba. Luego me miró y miró la rebanada de pizza.
Me encogí de hombros y le di el resto. Taemin la tomó pero mientras la llevaba a su boca tiró un poco de cátsup en su ropa, sin embargo, contrario a otras veces que ensucia o se ensucia, no le dio importancia y siguió comiéndola.
Tome el vaso de soda y lo agité para escuchar los hielos, pero parece que esto llamó la atención de Taemin porque movió sus orejitas, luego me miró limpiando sus comisuras con las mangas de mi saco.
También miró el vaso y volvió a salivar.
Le invité a que se sentara a mi lado, luego le tendí el vaso con pajilla, Taemin sólo atrapó la pajilla con sus labios y comenzó a succionar, no paró hasta que el contenido del vaso se terminó, quedando sólo los hielos.
Entonces dijo “Ñé” mirándome, sentí que estaba feliz así que le contesté con su misma palabra y le invité a que se sentara en el sofá, a mi lado.
Esa fue la primera vez que nos reconciliamos con la comida rápida.