Agitó su mano de nuevo, intentando retirar a esa molesta mariposilla que estaba volando alrededor de su cara. Quizá era por la luz que le iluminaba.
Eran cerca de las tres de la mañana y seguía estudiando para su examen oral.
-¡Nooo!- seguido del tintinar del cascabel que ya conocía. Minho abrió su mano y la mariposilla salió volando un poco aturdida por el violento movimiento que la mataría. –No tienes que hacerlo así.- el tintinar se incrementó cuando el hada salió de su casa de muñecas y voló directo hacia el hombro derecho de Minho. –Hay otras maneras de hacerlo.-
-¿Aun no te has dormido?- preguntó Minho bostezando. –No creo que la luz te esté molestando.-
-Intenté dormirme pero.- susurró Taemin recostándose sobre el hombro de Minho. –Siento tu miedo y tu preocupación.- susurró, haciendo que su aliento comenzara a chocar contra la piel contraria.
-Es por la incapacidad.- contestó cerrando la ventana del libro que estaba leyendo, ahora que estaba Taemin en su hombro, no quería que la luz le molestara. –Ahora tengo que presentar un examen final sin haberme presentado a la mitad de las clases.-
-Entonces tienes que estudiar mucho.- susurró dejando un pequeño besito en la piel de Minho.
-¿No puedes hacer magia y que aprenda todo para mañana?-
Taemin se levantó del hombro de Minho, agitó sus alitas dirigiéndose al marco de la pantalla de la laptop, en la que se paró.
-Sí.- contestó sonriéndole. –¿Es para mañana tu examen?- le preguntó comenzando a mover sus manitos.
-Era broma.- contestó Minho llevando su mano hacia el cuerpo del hada para bajarla. –Seguiré estudiando, pero quiero que descanses.-
-No te va a doler.- contestó Taemin sonriendo.
-No sé si quero.- susurró Minho un poco asustado, hasta donde sabía Taemin era una hada inventora, no mágica. O puede que por ser hada, la magia venía implícita. –Sólo tengo que leer dos libros más, mañana descansaré y luego presentaré los exámenes.-
-Sólo abre la boca.- susurró Taemin.
-No creo…-
-¡Bien grande!- Minho de inmediato separó sus labios. –Sabe a cereza.-
-Aun no estoy seguro.- sintió un pequeño golpe de aire sobre su lengua y labios.
-Vamos a dormir ahora.- susurró Taemin dejando caer sus pequeños pies sobre el botón de apago de la laptop.
Extrañamente Minho se sentía más tranquilo, su hombro dejó de dolerle y recordaba perfectamente la fecha en la que se construyó la primera cámara fotográfica.
-Vamos a dormir.- susurró cerrando su laptop, levantándose del suelo y caminando hacia la cama, notó que Taemin estaba acostado sobre su almohada, eso le hizo sonreír. –¿Cómo te sientes?- preguntó entrando a la cama, cubriendo sus piernas con la cobija, cuidando de no aplastar al hada con su cabellera.
-Tranquilo.- susurró sintiendo el estado anímico de Minho. –Mañana te irá bien.- Taemin suspiró el aroma de la cabellera del humano, incluso enredó sus manitos entre los mechones para cubrirse con ellos.
-Es en dos días.-
Entonces tendría que estudiar más porque su magia sólo duraba veinticuatro horas.