De nuevo entraba a esa habitación, sintió que el oficial lo empujó levemente para que terminara de entrar, los pies se le enredaron un poco pero logró equilibrarse. Escuchó la puerta cerrarse y de momento suspiró aliviado.
Nunca le había gustado caminar esa brecha de la entrada del penal hasta la habitación de visita íntima, pero lo haría mil veces más.
-¿Jonghyun?- susurró Taemin buscándolo en la habitación.
El nombrado se levantó de la cama, estaba dándole la espalda a la puerta, notó cómo acomodaba su cabello y finalmente se giró, miró a Taemin y sonrió.
Ambos lo hicieron.
El menor corrió hacia los brazos de Jonghyun, que al hacer contacto sólo lo abrazó lo más fuerte que pudo.
-¿Cómo has estado?- preguntó Taemin separándose lentamente de Jonghyun para mirarlo a los ojos. –No llores, no me gusta verte llorar.- susurró llevando sus manos a las mejillas contrarias, posando sus pulgares sobre los pómulos, retirando las lágrimas.
-No la he pasado mal.- contestó sorbiendo su nariz. –Pero te extraño demasiado.-
-¿Te hiciste amigo del grandote?- preguntó Taemin sonriéndole. –Eso dicen las películas, que tienes que ser amigo del grandote para que no te pase nada.-
-Soy amigo del grandote, no te preocupes.- contestó. –¿Tú cómo has estado?-
Taemin suspiró mirándolo, pero le sonrió. No podía llorar frente a él porque ahora le tocaba ser el fuerte.
-Jinki me ayuda a pagar la renta del departamento y Minho a veces es mi chofer.- así no le mostraría que no estaba totalmente desamparado haya afuera. –Casi todo está bien.- susurró intentando no llorar.
-Los abogados me dijeron que sólo son seis meses más.- contestó Jonghyun abrazando a Taemin, quien no se opuso, sólo recargó su barbilla en el hombro contrario. –Tramitarán mi beneficio y quizá en cuatro meses esté libre.-
-¿Cuatro meses?- preguntó Taemin sonriendo, correspondiendo ese abrazo fuerte que tanto necesitaba.
-Pero no es totalmente cierto.- se apresuró. –Si pasa mi beneficio, si no, siguen siendo seis.-
-No importa.- contestó Taemin sonriendo. –El tiempo que estés aquí, yo también lo haré.-
-No tienes idea de cómo te lo agradezco.- susurró Jonghyun hiperventilando. –Eres lo único que me mantiene vivo.-
-No digas eso.- susurró Taemin apretando sus manos en la espalda de Jonghyun, así sentiría su calor y le trasmitiría las ganas de seguir viviendo. –Pronto terminará todo esto.-
-Es que no creo que tú lo merezcas también.- susurró haciendo que su aliento chocara contra la piel de Taemin.
-¿Esperas que te deje solo?- preguntó el menor riendo al final. –Porque puedes contar conmigo para lo que quieras, pero eso no.-
-Es que… alguna parte de mí cree que no es justo que vengas y me veas aquí dentro, pero otra, se aferra desesperadamente a ti.-
-La única parte que odio es cuando el policía va caminando detrás de mí.- contestó Taemin sonriendo. –Vendría al penal mil veces más, si la condición es mirarte, abrazarte y darte fuerzas.-
-No sé cómo pagarte tolo lo que has hecho.- susurró Jonghyun.
-Sólo resiste.- contestó.