-¿Que qué estoy haciendo?- preguntó JungSoo leyendo el mensaje que recién había recibido su celular.
-Estoy haciendo el aseo en mi casa.- susurró dejando la escoba recargada en uno de sus muebles para poderle contestar a Minsoo.
La respuesta casi automática fue “voy para allá” y tan sólo a los veinte minutos la puerta era golpeada con insistencia, JungSoo dejó de hacer el aseo para ir a abrir.
-Vamos a Mundo Guante.- propuso entrando al departamento de Leeteuk. –Está cerca, a una hora de aquí.-
-No puedo, estoy arreglando mi casa.- JungSoo cerró su puerta para girarse y volver a hacer el aseo.
-Te ayudo, sólo dime qué quieres que haga y lo haré.- contestó Minsoo caminando hacia la cocina, en donde veía que los trastos estaban sucios y haciendo una montaña en el fregadero. –Comenzaré con tu cocina, tú continúa con lo que estás haciendo.- suspiró mirando todos los platos y vasos, cazuelas y sartenes que estaban desde quizá días.
-¿Por qué me ayudas?- preguntó JungSoo terminando de barrer su sala de estar, caminando hacia el pequeño cuarto de aseo para ver cómo iba su ropa y tomar el recogedor de basura.
-Porque quiero ir a Mundo Guante.- escuchó que su loza estaba siendo lavada. –No, porque quiero llevarte a Mundo Guante.-
-Guante rima con guante, creo que ya te estás recuperando.- contestó riendo de regreso al cuarto de aseo para tirar la basura en el bote más grande que después sacaría.
-Rimo mejor cuando estoy en Mundo Guante.- contestó pasando la esponja por los platos, arrancando el resto de comida y grasa de los mismos.
-¿Ya has ido a Mundo Guante?- preguntó JungSoo caminando hacia la lavadora para ver qué tal su ropa.
-El año pasado con los chicos pero yo era más un niñero, no pude disfrutar de los juegos por eso es que llevarte quiero. Y sí, fue una rima forzada pero sé que era ansiada.- la lavadora se detuvo así que la sacó para meterla a la secadora, así podría doblarla y guardarla más rápido, así también tendría más tiempo para estar en Mundo Guante.
Salió del cuarto de lavado para ir hacia su recamara y acomodar su cama como la ropa que tenía tirada un par de días, no porque JungSoo sea ese tipo de persona, sino que una tarde se quedó dormido y al despertar tenía al menos cinco minutos para llegar a una conferencia que había pagado desde hace unas semanas, así que sólo sacó toda la ropa para buscar la que mejor se le mirara, dejando el resto a su suerte en el suelo.
-¿Cada cuándo lavas tu loza?- escuchó la voz de Minsoo siendo apagada por el agua que caía.
-Normalmente diario, pero esta última semana había estado ocupado, así que sólo comía y lo amontonaba, últimamente he salido a comer para no acumular más trastos.- comenzó a sacudir su ropa en el viento para que todo el polvo cayera al suelo.
-¿También quieres que guarde tus cosas?- preguntó Minsoo mirando el frasco de café, el de mermelada, el de nutella entre otros sobre la mesa. –Olvídalo, lo haré de todas maneras.- buscó con la mirada una alacena en donde las guardaría. –Tienes un problema con estas golosinas.- tomó el frasco de nutella para abrirlo, notando que tenía marcas de que JungSoo había metido su dedo.
-Calla y acomoda.- contestó desde su habitación, comenzando a doblar las camisas y playeras para meterlas a sus cajones. –¿Cómo está todo en Frosty Ice?- se agachó para recoger los pantalones.
-Frio.- escuchó.
-No, me refiero a sus ventas.- algunos pantalones terminó por colgarlos en ganchos y guardarlos en el armario. –También tengo que asear aquí.- se susurró mirando el suelo.
-Todo bien.- salió de su habitación para ver como Minsoo guardaba todas las cosas comestibles, algunos en la alacena y otros en el refrigerador. –Hasta ahora no hay bajas. ¿Cómo te fue en tu extraordinario?-
-Aun no lo presento.- contestó JungSoo dejando los cojines sobre su cama, terminando de arreglarla.
-¿Has estudiado?- escuchó la voz de Minsoo acercándose. –Tu cocina ya quedó.-
-Gracias.- susurró JungSoo saliendo de su habitación.
-¿Qué más te queda por hacer?- pregunto Minsoo siguiéndolo con la mirada, pues Leeteuk se fue de nuevo hacia el cuarto de lavado.
-Sólo voy a guardar mi ropa limpia y creo que es todo.- ya había sacudido en la mañana y podría decir que su hogar estaba limpio. –¿Por qué Mundo guante?-
-Porque todo está inspirado en un guante.- contestó con cierto tono de obviedad. –¿Tiene que ser fascinante? Sólo quiero ir contigo un instante.- Minsoo se dejó caer en el sofá más cercano.
-Pero aquí también puedes hacerlo.- contestó JungSoo inspeccionando que todo estuviera en orden.
-Pero aquí no hay guantes, ni caramelos. Anda vamos, te traeré de regreso.-
-¿Por qué en la mañana?- preguntó JungSoo sentándose a su lado. –Siempre que apareces lo haces de noche.-
-Un científico reconocido encontró la cura contra el vampirismo y en la noche Mundo Guante no abre.- le sonrió.
-¿A qué hora estaremos de regreso?- preguntó JungSoo mirándolo.
-En la noche como a las nueve porque cierran a las siete.-
-Vamos.- asintió JungSoo levantándose. –¿Fuiste a Mundo Guante con DamBi?- la ultima vez había ido a Larú con ella.
-No.- contestó. –El auto está enfrente estacionado.- dijo cerrando la puerta de JungSoo. –¿Lo dejas así sin llave?- preguntó ligeramente preocupado.
-Va a venir alguien a dejar algo.- así que no era necesario cerrar bien porque entonces lo dejaría en el pasillo o peor aún, no se lo daría.
-Supongo que tiene que ser alguien de confianza.- susurró Minsoo presionando el primer piso en el elevador. Las puertas se cerraron y comenzaron a bajar.
Al salir del edificio fueron directo hacia el auto de Minsoo, le quitó los seguros a la distancia y al llegar JungSoo abrió la puerta de copiloto, CAP la opuesta, ambos entraron y se colocaron los cinturones de seguridad.
-¿En dónde está Mundo Guante?- preguntó JungSoo mirando como pasaban los límites de Ciudad Universitaria.
-En Mundo Guante.- contestó sonriendo.
…
-Yo creí que era algo más… ya sabes. No tan… esto.- ambos estaban de pie en la entrada al parque de diversiones, admirando el arco que indicaba la bienvenida, pero de fondo, JungSoo podía ver los juegos mecánicos con tema de guante.
¡Absolutamente lleno de guantes!
Guantes de cuatro dedos, por supuesto.
Incluso los faroles de luz tenían un guante cubriendo los focos, las golosinas que vendían en los puestos de comida también tenían forma de guante. ¡Las canastas de la noria también eran guantes!
Había niños con sus padres, todos tenían gorros de guantes, playeras de guantes, se estaba mareando de tanto guante.
-Todos tenemos momentos de simpleza.- contestó Minsoo tomando la mano ajena para adentrarlo, aunque este se oponía. –Este es mi momento de simpleza.- susurró mirando todo lo que a JungSoo le parecía tonto. –¿Quieres vivirlo conmigo?-
Si decía que no: estaría en el auto otras dos horas de regreso, ¿pero si decía que sí? Bah, ¿qué podría perder?
-Por favor.- contestó aceptando la idea, caminando junto a Minsoo.
-Todo lo que hicimos y pasó en Larú, créeme, haré que sea olímpicamente pateado por Mundo Guante.- comenzaron a caminar hacia uno de los puestos de comida más cercanos. –¿Quieres comer algo?- preguntó llegando a una de las mesas, haciendo que JungSoo se sentara primero.
-¿Qué? ¿Guante empanizado o guante frito?- preguntó riéndose.
-No, una hamburguesa o una pizza.- dejó de reírse. –Pero si quieres guante yo te lo consigo.- contestó sonriendo, haciendo que JungSoo desviara sus pupilas levemente molesto. –No tardo.-
JungSoo suspiró mirando como el contrario se iba hacia el puesto de comida, dejó caer sus dedos sobre la mesa marcando algún tipo de compás mientras veía a Minsoo comprar las hamburguesas, estaba charlando con el vendedor hasta que sacó su celular, parecía sorprendido, incluso tomó la llamada y se retiró del local.
El entrecejo de JungSoo se frunció levemente molesto.
Desvió su mirada hacia los juegos mecánicos, notó que todos los guantes comenzaban a ser algo cómodo, así que sonrió.
El aroma hamburguesa apareció y llegó a su nariz, así que volvió su mirada hacia Minsoo.
-Con pepinillos extra, tu favorita.- contestó sonriendo mientras se sentaba a su lado.
-No es mi favorita.- dijo tomando el plato para acercarlo a sí. –¿Quién te llamó?- preguntó intentando oírse casual.
-Nadie.- contestó Minsoo tomando su hamburguesa para comenzar a comerla. –Era Chunji.- dijo mirando como el rosto de Minsoo. –Me preguntó en dónde estaba y le dije que en Mundo Guante y me preguntó por qué, sólo le dije que luego los traería.-
-Creí que era DamBi.- susurró JungSoo antes de morder su hamburguesa.
-No.- dijo antes de beber de su soda.
-¿Y para mí?- preguntó JungSoo.
Minsoo le mostró una segunda pajilla, la misma que metió al vaso de soda.
JungSoo sonrió tomando su servilleta para limpiarse las comisuras, pero antes de hacerlo la mano de Minsoo fue hasta su barbilla, la tomó y acercó lentamente hacia sus labios, sintió la respiración contraria sobre su labios y algo se deslizó por las comisuras de JungSoo.
-Sólo traje una servilleta.- contestó Minsoo mirando su pulgar con la mancha de catsup.
-Tonto.- susurró JungSoo suspirando, ligeramente alterado también.
-Podemos ir al Túnel del Guante “Sólo amigos” en lo que las hamburguesas se dirigieren.- propuso Minsoo sin dejar de mirar al contrario, notado como su entrecejo se fruncía con algo de molestia. –O podemos ir al Túnel del Guante de “Los enamorados”.-
-No sabe a guante.- evadió apuntando hacia la hamburguesa.
-Entonces vayamos al de los enamorados.-
…
-Mantenga las manos dentro del vehículo todo el tiempo.- ambos asintieron.
-Gracias.- susurró Minsoo aferrando sus manos a la barra adelante de ellos, dentro del bote. -Comprendo que te dé vértigo.-
-No me ha dado vértigo.- contestó JungSoo sintiendo como era jalado por el bote delantero.
-Eso diría alguien que tiene vértigo.-
-Creí que sería un guante, pero me alegro que no.- dijo JungSoo tocando el bote con sus manos, era una especie de canoa de color verde, el asiento incluso estaba acolchonado y por supuesto, lleno de corazones.
-Los guante están más adelante.- contestó Minsoo mirando el resto del túnel. –¿No viste el bote?- preguntó girándose sobre su torso para apuntar el borde del bote. –Un guante.-
-Claro.- contestó JungSoo sonriendo. –¿Ya habías entrado a este túnel?-
-Había entrado al Sólo amigos con los chicos, pero creo que es lo mismo.-
Ambos guardaron silencio porque una cancioncita romanticona comenzó a sonar.
Pero Minsoo no la notó, él seguía mirando los guantes con corazones que estaban en las paredes del túnel, pero JungSoo era otra cosa, relamió sus labios ansioso y comenzó a acercarse lentamente hacia el contrario, se deslizaba por encima del asiento hasta estar cerca de Minsoo.
Pero éste sólo alzó una ceja y lo volteó a ver.
-Qué.- preguntó mirándolo.
-No sé.- contestó Leeteuk sonriendo algo intimidado. –¿No lo sentiste? El bote se ladeó hacia tu lado, gordo.-
-No, no lo sentí.- contestó Minsoo intentando pensar por qué no se dio cuenta de ello, ¿acaso los guantes dentro del túnel era bastantes emocionantes para no percatarse de ese movimiento?
Vaya, tenía una mente un poco simple.
-Creo que tantos guantes me está haciendo daño.- susurró Minsoo sonriendo, pero regresando su mirada hacia las paredes del túnel, seguía mirando los guantes colgados. -¿A ti no?- preguntó mirándolo.
-Pues no.- respondió. –Pero sabes, estamos en el Túnel de Los enamorados.- susurró sugiriendo el siguiente movimiento.
-Sí~- susurró Minsoo volteando a verlos a los ojos.
-¿Habías escuchado antes esta canción?- preguntó JungSoo casi susurrando, quería que Minsoo cayera.
-A thousand miles?- preguntó Minsoo comenzado a mover su cabeza al ritmo de la canción. –And I need you~- cantó mirando a JungSoo. –And I miss you~-
-Ha, ha, ha.-
-Hace bastante que no escuchaba esa canción.- dijo Minsoo imitando el sonido de los violines con sus manos. –¿Tú no?- lo volvió a mirar pero un guante detrás de JungSoo le robó la atención.
-No.- contestó susurrando, de repente sus manos habían comenzado a sudar. –¿Pero sabes?-
-Cuz you kwon i’d walk a thousand miles~ If could just see you… tonight~- finalizó mirándolo a los ojos, notando como las mejillas de JungSoo comenzaban a ponerse rojizas. Dos segundos después de un duro contacto visual, Minsoo tragó saliva y comenzó a acercase a JungSoo.
El corazón de Leeteuk comenzó a latir con fuerza al momento que el aroma del cabello de Minsoo llegó a su nariz.
Presionó sus ojos con fuerza y separó sus labios ligeramente.
-Tienes la cremallera abajo.-
El alma de JungSoo se fue de su cuerpo, como los animes.
Minsoo se recargó de nuevo en su asiento y siguió tarareando esa canción mientras veía el resto de los guantes del túnel.
-Creo que pese a los guantes, no está tan mal, cierto, ¿Leeteuk?- preguntó Minsoo mirándolo.
-Sí.-
Después de que terminara el recorrido, su bote se estacionó en el mismo punto de partida. Minsoo salió con la ayuda del dueño del juego, pero dejó a Leeteuk dentro del bote en lo que terminaba de acomodar su ropa.
-Hey.- le llamó haciendo que Minsoo lo mirara. –Ayúdame a salir de aquí.- se puso de pie cerca de la salida del bote, pero éste se balanceó violentamente. –Ahora sí me dio vértigo.-
-Espera, dame tu mano.- pidió Minsoo extendiendo la suya. JungSoo asintió y aun sin soltarse completamente del bote, extendió la derecha para tomar la mano ajena, luego entrelazó sus dedos. –No te vayas a precipitar.-
-Sólo sácame de aquí.-
Minsoo tiró un poco de su mano para atraer consigo a JungSoo, que salió del bote hasta piso del suelo del juego, pero la fuerza con la que lo hizo fue bastante que terminó estrellándose contra Minsoo, quien sólo dio un par de pasitos hacia atrás.
-Parece que la pareja sí lo disfrutó.- escucharon las risas del dueño y los ayudantes. –¡Tengan un guante día!-
-Sí, sí, guante para usted también.- contestó Minsoo sonriéndole, saliendo de su propiedad.
-¿Guante?- preguntó JungSoo caminando a un lado de él.
-Es Mundo Guante, ¿qué esperabas?- preguntó esperando que se acercara a su lado, a la altura de su hombro. –Vamos, aún hay algunos juegos más.-
-¿A dónde más quieres ir?-preguntó JungSoo acomodando su cabello sobre su frente.
-No lo sé, vamos caminando.- contestó Minsoo. –Aún tengo la cancioncita ésta en la cabeza.-
-¿La del Túnel?- JungSoo notó a lo lejos a un sujeto vestido con un guante, al parecer se estaba tomando fotos con los niños que llegaban con él. –Oye, tengo una idea, vamos.- intentó tomar la mano de Minsoo, pero terminó tirando de su muñeca hasta jalarlo en dirección a esa botarga.
-Me alegro de que ya disfrutes de Mundo Guante.- contestó Minsoo dejándose jalar.
-Tómate una foto con él.- susurró cabeceando hacia el Hombre Guante. Así, los pasos de Minsoo se detuvieron en seco.
-Tienes que estar bromeando.-
-No, anda, será un bonito recuerdo.- volvió a tomar la muñeca contraria para tirar un poco más de él. –Sé que también lo quieres.-
-Realmente no sabes lo que quiero.- contestó Minsoo empujando su cuerpo hacia atrás, para evitar estar más cerca de ese Hombre Guante.
-Anda “todos hacemos sacrificios” fue lo que dijiste en Larú, yo dejé mi día de aseo por venir aquí, ahora tú tómate la foto con él.-
-No es que no quiera, sólo no me apetece.- contestó Minsoo con cierto tono diplomático que hizo sonreír a JungSoo. –Además…-
-Si te tomas la foto con el Hombre Guante…-
-Haces lo que yo te diga.- completó Minsoo sonriéndole.
-No, tampoco.- contestó Leeteuk negando.
-Vamos, no te voy a pedir que te suicides. Es más, desde ahora te lo digo.- ambos se detuvieron a dos o tres metros del hombre Guante. –Y tú decides si me tomo la foto o no.-
JungSoo alzó sus cejas un tanto extrañado, pero terminó asintiendo.
-Quiero cuatro segundos más de tu día.- contestó mirándolo directo a los ojos de JungSoo, quien de nuevo, vio lo vulnerable que lucía Minsoo.
Por instinto asintió.
Es decir, qué puede pasar en cuatro segundos.
-Buena, tómala con tu celular porque si la tengo yo: la borraré recién lo tenga en mi mano.- dijo Minsoo caminando hacia el Hombre Guante. –Vamos.-
-Sí.- asintió sacando su celular de las bolsas de su pantalón.
¿Qué podría pasar en cuatro segundos?
Comenzó a pensar, la vez que fueron a Larú también se habían divertido, habían comido brochetas, ahora fueron hamburguesas y al finalizar ese día Minsoo lo destruyó con menos de cuatro segundos.
Tragó saliva incómodo mientras presionaba el botón de captura y finalmente la foto se guardaba.
-Qué tal, ¿cómo salió?- preguntó Minsoo caminando hacia JungSoo, acomodando su gorro para acercarse y mirar la fotografía. –Pensé que estaría fea, pero no.- pese a la sonrisa incómoda que había puesto, parecía no lucir mal con el Hombre Guante. –Vamos, por acá vi un juego más que quiero probar.-
-¿Por qué vinimos?- preguntó JungSoo siendo jalado por el contrario.
-¿Te gustan los carruseles?- preguntó CAP terminando de tirar de la mano contraria para quedar de pie frente al juego.
-Guantes.- susurró de nuevo JungSoo. En otros carruseles habían animales o caballos pero ahora eran guantes en diferentes posiciones.
-¿Te subirías a un Guante o nos vamos en una banca?- preguntó Minsoo mirándolo.
-No lo sé.- susurró aun pensando en qué podría pasar en esos cuatro segundos. –¿En qué quieres estar tú?-
-Podemos intentar los guantes pero así no estaríamos juntos.- concluyó sonriendo, mirando como los guantes subía y bajaban, además de niños y adultos en el juego. –¿En las bancas estará bien?-
-¿Sabes?- preguntó JungSoo. –Hagámoslo.- declaró sonriendo. Qué daba si era el último día que estaría con Minsoo, estaba en un parque de diversiones con Minsoo, él pagaba todo, estaba muy cerca de él, casi lo besaba en el túnel de beso, estaba bien disfrutar el día pese a esos cuatro segundos que terminaron con la fantasía. De nuevo.
-También pensaba en las bancas.- contestó Minsoo haciendo fila para subir al juego, a su lado estaba JungSoo. Que estaba vez soltó la muñeca de Minsoo para deslizar su mano hasta la contraria. Espero ver alguna reacción de parte te CAP pero al no aparecer, tomó todo su valor terminó tomando la mano, entrelazando sus dedos.
Finalmente alzó la mirada con orgullo.
-¿En cuál banca?- preguntó Minsoo mirándolo por encima de su hombro.
-Todas son iguales.- es decir, todas tenían el guante a los costados.
-Entonces tomemos esta.- contestó Minsoo tirando de la mano de JungSoo para ir a sentarse a una que aún estaba desocupada, pero que delante de ellos estaba una pareja. –Espero que no te caigas.-
-¿Cómo me caería?- preguntó JungSoo sonriendo. –Esto no va a más de tres kilómetros por hora.-
-Por si te da vértigo.- contestó sonriéndole. –Me dices cuando tengas hambre para ir a comer algo.-
-No creo que suceda pronto.- contestó rápido. –Recién comimos.-
El juego comenzó a moverse lento, como solía serlo. Los guantes delante de ellos subían y bajaban despacio, pero provocaban risas a los niños que los montaban.
-Oye.- susurró Minsoo. –¿De verdad no quieres ir en un guante?-
-No.- contestó. –¿Tú sí? Porque en ese caso, como adulto, deberé de cuidarte.- sonrió un poco divertido, pero dejó de hacerlo cuando Minsoo se levantó de la banca. –¿Qué haces? El letrero dice que es peligroso caminar si el juego está en movimiento.-
-Sólo serán unos pasos.- contestó sonriéndole, caminando hacia el guante más cercano. JungSoo miró hacia el dueño del juego que estaba totalmente perdido en la pantalla de su celular así que se levantó y fue tras Minsoo. Le ayudó a subir cuando el guante bajaba y se quedó a su lado.
Como el adulto que cuidaba al niño a su derecha.
-Deberías de subir también.- dijo Minsoo sonriéndole.
-No lo creo.- contestó sonriendo. –Sujétate bien.-
-No va a más de tres kilómetros por hora, ¿qué me puede pasar?-
-Sólo quiero que te sujetes bien.-
-Está bien papá.- contestó Minsoo con cierto tono infantil, aferrando sus manos al tuvo que salía del guante y lo conectaba al techo.
-Dicen que el carrusel es uno de los juegos más románticos.- dijo JungSoo mirando como la pareja al otro extremo de ellos se reían y abrazaban.
-Todos los juegos son románticos.- contestó Minsoo. –Si estás con quién quieres, claro.-
-Pero si esa persona no te quiere, es sólo un juego más.- terminó suspirando. Y antes de que el juego terminara de dar sus vueltas Minsoo bajó del guante para ir de regreso a la banca, como si nada hubiera ocurrido.
-Fue divertido.- contestó Minsoo bajando del carrusel detrás de JungSoo. –¿O no lo crees?-
-Fue divertido.- dijo JungSoo mirando el resto de los juegos. –El siguiente lo elijo yo, ¿cierto?- lo miró esperando que asintiera y cuando pasó, sólo volvió a tomar la mano ajena para tirar de él.
-¿A cuál iremos?-
-A los autos chocones.- contestó JungSoo formándose en la fila. –¿O te da miedo?-
-¿Te estás divirtiendo?- preguntó Minsoo mirándolo, comenzando a mecer su mano: llevándose la ajena. –Porque yo sí pero parecía que tú no.-
-Fueron esos cuatro segundos que me pediste, no sé qué cosa me vayas a decir pero me paniqueé, pero ya lo superé.- contestó avanzando en la fila. –He decidido que igual que en Larú, disfrutaré de este parque.-
-Oh, ¿entonces ya identificaste un patrón en mí?- preguntó Minsoo riendo levemente. –Creo que eso es malo, ahora cada que quiera traerte a un parque pensarás que te romperé al finalizar el día.-
-Cada que quieras traerme a un parque me la pensaré dos veces.- volvió a avanzar en la fila.
-¿Entonces a donde te voy a llevar? No quieres ir a un parque ya, tendré que inventar un mejor lugar.-
Ambos tuvieron su turno, por lo que a JungSoo le tocó un auto verde y a Minsoo uno rojo, se pusieron el cinturón de seguridad y comenzaron a conducir en círculos, el plan era golpear al otro hasta que sus quince minutos se acabaran.
Así que JungSoo buscaba chocar sin tregua el auto ajeno, pero no contaba con que el resto de los autos lo comenzaran a chocar. Algo que al inicio era divertido para Minsoo: notaba lo frustrado que estaba Leeteuk porque no paraban de chocarlo. Frunció el entrecejo molesto y comenzó a chocar con los que no dejaban en paz a JungSoo.
-¡Fuera!- les gritó sin parar de chocarlos. –¡Él es mío!-
-Estoy casi seguro que puedes hacerlo mejor.- susurró JungSoo riendo levemente, pero descansando de los golpes de los otros autos.
-¡Cinco minutos más!- gritó el dueño del juego, Minsoo frunció el entrecejo molesto, ni siquiera había podido chocar a JungSoo y el tiempo se comenzaba a terminar, pero su mal humor empezó al sentir los golpes que le llegaban de los autos que comenzaron a chocarlo.
-¡Hey!- les gritó mirándolos a mal. –¡Dejen de molestar!-
-¡Si no querías que te chocaran pudiste ir a la Choza de los Pequeñines! ¡Ja, ja!-
Frunció el entrecejo molesto pero terminó suspirando, tenía razón, estaba en los autos chocones, lo que significaba que lo chocarían y chocarían. Así que sólo se cruzó de brazos y terminó siendo embestido una tras otra vez por autos y jugadores diferentes.
Incluso JungSoo lo golpeaba.
…
-¿Te sientes bien?- preguntó JungSoo con su mano en el hombro de CAP, dándole algunas palmaditas de consuelo.
-Sí, sí, descuida. Fueron cuatro segundos.- contestó suspirando, dejando atrás el bote de basura.
-Según los médicos recibir tantos latigazos es malo para tu cerebro.-
-Pero ya todo está bien.- contestó secando sus comisuras con el dorso de su mano. –Gracias por ayudarme.-
-Vamos, para eso estamos los amigos.- porque la única ayuda que le pudo dar fue al salir del auto. –Vamos a comprar algo para que comas y te sientas mejor.-
-Estoy bien, gracias.- contestó Minsoo irguiéndose. –Pero sentemos un momento.-
-Vayamos a comprar un poco de agua.- sugirió ayudando a Minsoo para caminar hacia el siguiente local de comida. En donde le ayudó a sentarse. –Espera aquí.-
-Está bien.- susurró CAP suspirando, subiendo sus codos a la mesa, luego poniendo su frente sobre el dorso de sus manos. –No se supone que sería así.-
-A-Guante.- apareció una botella de agua frente de Minsoo. –Estamos en Mundo Guante.- JungSoo se sentó también. –Me estoy acostumbrando a tanto guante.-
…
-¿Qué hora es?- preguntó Minsoo tirando la botella de agua en el cesto de Guante más cercano.
-Cuatro y media.- respondió JungSoo mirando la pantalla de su celular. –¿Por qué? ¿Ya nos vamos?-
-No, no aun no a menos de que así lo quieras.- Minsoo estiró su mano para que JungSoo la tomara, al hacerlo, tiró de su cuerpo para acercarlo a él. –Ahora que ya estoy bien, ¿a dónde vamos?-
-¿Ya estás completamente bien?- preguntó JungSoo mirando el resto del parque, aun habían muchos juegos en lo que podrían probar, pero los que más quería eran altos, y la acrofobia de Minsoo podría regresar. Si es que en algún momento se fue.
-Sí, pero si no estás cómodo aun, podemos ir ahí.- el índice de Minsoo apuntaba a la Choza de los Pequeñines, una pequeña tienda de helado. –Compartiremos un Guante Split.-
-¿Guante Split?- preguntó caminando hacia el local. –Me imagino que es como una Banana Split.-
-Algo así, pero son cinco bananas pequeñas.- Minsoo empujó la puerta del local, haciendo sonar la campanilla. –¿Quieres estar en la barra o en alguna mesita?-
-Una mesa estaría bien.- contestó JungSoo girándose para ir hacia una libre pero Minsoo no había soltado su mano. –Espera, vamos a chocar.- contestó riendo mientras ponía su mano libre sobre el pecho contrario. –Ya suéltame.- pidió jugando, la mesa seguía libre y la gente seguía entrando.
-Vamos, son los de Banana Ice, los conozco.- contestó Minsoo tirando de la mano contraria, así lo siguió hasta la barra. –Buen día.- saludó.
La encargada de la barra lo volteó a ver por encima de su hombro, al mirar a Minsoo alzó sus cejas y se giró completamente.
-¡Hola!- gritó emocionada. –¿Cómo has estado? ¿Qué haces aquí?-
-Vine a divertirme.- contestó Minsoo sonriéndole. –Todo va bien.-
Los pulmones de JungSoo se llenaron de aire lentamente, intentando tranquilizarse. No porque tuviera celos, sino porque estaba siendo ignorado. O no.
-Sólo quiero Guante Split, por favor.- dijo Minsoo sonriéndole. –Estaremos en la mesa de allá.- apuntó sobre su hombro. –Gracias.- terminó por girarse para ir hacia alguna mesa, pero notó el entrecejo fruncido de JungSoo. –¿Qué? ¿no querías Guante Split?-
-No me gusta que me ignores cuando estoy detrás de ti.-
-Tú dijiste que volteara más seguido o no lo hiciera en absoluto. ¿Lo recuerdas?-
-No bromees con eso.- dijo un poco serio.
-Era Tomomi, la conozco porque es de Banana Ice así que no estés celoso o te sientas olvidado.- le sonrió, incluso sus ojos se cerraron ligeramente.
-Hoy casi no hay mucha gente porque ya es tarde.- apareció el Guante Split en su mesa, seguido del aroma a frutilla que usaba Tomomi. –Pero en la mañana estaba lleno.- Minsoo retiró sus manos de la mesa para darle espacio al plato que estaba recibiendo.
-Eso fue rápido.- susurró JungSoo tomando la cuchara que estaba dentro de la servilleta que Tomomi le dio.
-Tomomi, él es Park Leeteuk.- dijo Minsoo presentándolo. –Mi pareja.-
-Oh, hola, soy Tomomi.- hizo también una reverencia para terminar con su presentación. –¿Tu pareja? Ya era hora de que terminaras con la bruja de DamBi.-
-Dicen que es mejor tarde que nunca.- se justició tomando la cuchara de la misma manera que JungSoo lo había hecho antes.
-Pero qué tarde.- susurró Tomomi sonriéndole. –Amigo Park, cuídalo bien.- le sonrió, JungSoo alzó una ceja extrañado, pero en realidad tenía las mejillas un poco rojizas y no paraba de asentir. –Nos vemos luego.-
-Cuídate también, Tomomi.- contestó Minsoo despidiéndose de ella. –Eres un maleducado.-
-¿Yo? ¿Por qué?-
-Tomomi es buena chica pero se quedó en cero por tu mudez.- Minsoo comenzó a tomar un poco del helado con su cuchara.
-No sé, no esperaba que me presentaras como tu pareja.-
-¿Querías que dijera que eras mi amigo?- lo miró esperando alguna respuesta, pero JungSoo sólo negó efusivamente. –Ya le he hablado de ti a ella también.-
¿También?
-CAP?- escucharon otra voz femenina. –Es tan raro verte sin gafas.- ambos voltearon a quien le hablaba.
-¿Haruna?- preguntó Minsoo levantándose de su asiento para saludar de beso en la mejilla con ella. JungSoo de nuevo sólo suspiró para tranquilizarse. –Tomomi me dijo que estabas aquí.-
-Sí, estoy con él.- lo apuntó sutilmente. –Park Leeteuk.- entonces se levantó de la banca para saludarla como no pudo con Tomomi, dando su mano a estrechar y haciendo una leve reverencia que fue correspondida. –Mi pareja.-
-Ñam.- susurró Haruna sonriéndole. –Ten cuidado con sus palabras, Minsoo es poeta.-
-Haruna.- susurró el nombrado.
-Porque el arma más peligrosa de un poeta, son sus palabras.-
-¿Y en dónde está Mami, también trabaja hoy?- preguntó Minsoo intentando que cambiara de tema.
-O sus manos, ten cuidado con lo que te escribe que te puede enamorar sin tocarte.-
-Ya me lo comí a versos.- contestó Minsoo sonriendo, ligeramente orgulloso.
-Sigo estando aquí.- susurró JungSoo.
-Je, je, espero que con Park sea diferente a DamBi y creo que ya van por buen camino ¿comenzaron por tu vena poética? ¿O por tu aspecto de macho?- de repente ese par de ojos se fijaron sobre JungSoo, que sólo atinó a desviar su mirada al helado y comerlo más rápido.
-Es una buena pregunta.- contestó Minsoo. –Pero ya regresa a trabajar que sólo lo estás agobiando.-
-Lo siento, pero me emociona mucho que hayas terminado con DamBi, disfruten de su helado.-
-¿Por qué todo el mundo se emociona de que terminaras con DamBi?- preguntó JungSoo tomando uno de los plátanos pequeños para llevarlo a su boca y comenzar a comerlo.
-No sé.- respondió Minsoo. –Pero sería bueno preguntarles.-
-¿Poeta?- preguntó JungSoo sonriendo. –¿Es enserio? Te llamó poeta.-
-JungSoo.- lo llamó haciendo que lo mirara. –Creo que soy yo~ el alma que te robó la razón~ en uno de mis versos~- tarareo mirando directo a los ojos. –Creo que soy yo~ el alma que tomó tu corazón~ con uno de mis besos~-
-Si bueno, ¿sabes si hay baño aquí? Necesito lavar mis manos.- dijo JungSoo dejando la cucharilla en sobre su servilleta.
-No lo sé, pero ahorita preguntamos.- contestó Minsoo mirando por encima de su hombro, buscaba a alguna de las japonesas. –Espera aquí.- ubicó a Tomomi sirviendo más helado así que se levantó de su silla para ir hacia la barra. –Tomi, ¿un baño?- preguntó mirando el resto del local.
Quizá por estar en un parque no había.
-Al fondo a la derecha.- le contestó sonriendo, mientras entregaba otro vasito con helado.
-Gracias.- susurró Minsoo girándose para regresar a la mesa en la que estaba JungSoo revisando su celular. –Al fondo a la derecha, andando.- cabeceó en esa dirección, JungSoo sólo se levantó y caminó por enfrente de CAP.
-¿Me vas a acompañar?- preguntó Leeteuk jugando.
-Te voy a cuidar.-
…
-Ya son las seis de la tarde.- dijo JungSoo mirando la pantalla de su celular y el globo que le indicaba tenía una conversación pendiente. –¿Hasta qué hora tienes?- se tentó a abrir el mensaje y saber quién y para qué lo quería, pero desistió volviendo a bloquear la pantalla.
-Hasta que tú quieras.- contestó Minsoo mirando el atardecer, ambos estaban sentados en una de las guantes bancas. –¿Ya te quieres ir? Nos vamos.-
-No, es sólo que… hoy no abrió FrostyIce ¿por qué tienes tanto tiempo?-
-Porque es Mundo Guante.- contestó sonriendo. –Hace rato te dije que sólo quería cuatro segundos de tu día, pero creo que necesitaré más. Suspiró sin dejar de ver la iluminación del sol y cómo se veían las nubes con la misma. –¿No es hermoso?- preguntó mirando a JungSoo.
-Sí.- susurró mirando el mismo punto focal que veía Minsoo. -¿Te divertiste?-
-Bastante.- contestó Minsoo sonriendo. –¿Sabes JungSoo?- preguntó suspirando una vez más, pero el nombrado sólo lo miró esperando que continuara hablando. –Hace un año yo era tan feliz, gobernando mi vida al lado de mi emperatriz.- susurró bajando sus brazos del respaldo de la banca. –Y siempre llevaré esa cicatriz.-
-¿La amabas?-
-Quiero verte sonriente cuando mi boca te nombra.- contestó Minsoo mirándolo, pero sonriéndole ligeramente, haciendo que sus ojos se entrecerraran y se marcaran más ese rasgado en ellos. –Fuiste mi rompecabezas, mi cabeza tu juguete, en manos de tu belleza mande mi vida al carrete.- JungSoo hizo una especie de pucherito mientras sonreía y bajaba la mirada. –No es la flor de tu sonrisa lo que hoy persigo, sino de tu boca serena ser mendigo.-
-Poeta.- susurró sonriendo Leeteuk lo más tenue que pudo.
-Sabías que sobre tus pómulos de lujo, ¿hay un embrujo?- preguntó Minsoo mirándolo sobre su hombro, obligando cierto contacto visual. –Si cada que tú me miras mi alma se descose otro poco.-
-¿Mis ojos?-
-Algunos dicen que el amor es para locos.- dijo Minsoo regresando su mirada hacia la puesta de sol o el atardecer. –Pues estaré más loco que todos los otros.- sonrió y escuchó la risilla de JungSoo. -Quise entrar por tu mirada pero me da miedo regresar por el camino de tus lágrimas.- susurró un poco más tenue. –No hay vehículo mejor que las palabras.-
-Tomi y Haruna dijeron que debería de cuidarme de tus palabras…- susurró JungSoo afinando su garganta. –Porque eres un poeta.-
-Me fui al centro de mi corazón para decirle “¡escúcheme usted!”- Minsoo apuntó con el índice hacia la nada. –Que si se parara no sabría qué hacer, podría enloquecer.- ¿eso quería decir…?
-CAP.-
-Mirándome al espejo entró por mis ojos, pretendo colarme hacia el fondo de todo, y sólo hay palabras que mi lengua no te dijo.- Minsoo lo volteó a ver, pero ésta vez fue diferente, no sólo porque cambió su posición sobre la banca, ni porque ahora lo mirara de frente. Sino porque esa mirada vulnerable había regresado a sus ojos. -Fui dentro de mí mismo para saber en dónde estaba escondido el amor.- JungSoo tragó saliva. -Llegué hasta el corazón y este me dijo.- podía oír los latidos dentro del pecho de JungSoo. –“¿A quién engañas? Quítame las telarañas, escucha mis latidos porque son la voz más sabia olvida la razón porque me lleva la contraria”.-
Las comisuras de JungSoo se elevaron, pero intentó cubrir esa sonrisa baja la mirada, ocultando su rostro de los ojos ajenos.
-Yo iba a enloquecer esta misma tarde.- escuchó la voz de Minsoo cada vez más cerca de su oído. -Menos mal que tú me despertaste…- el aliento cálido de CAP chocaba contra su oído. -A tu manera.-susurró, erizando cada uno de los vellitos de JungSoo.
Sintió los labios de Minsoo posarse sobre su mejilla derecha, escuchó el chasquido de los mismos al separarse.
JungSoo mordió la punta de su lengua lo más fuerte que pudo.
-La noche que te saqué ebrio de La Casita.- susurró Minsoo separándose del rostro de Leeteuk para mirarlo a los ojos. –Ese día par que no puede estar contigo, yo estaba terminando con DamBi.-