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FATELESS por LEGNAEL

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Notas del capitulo:

Disclaimer: VK, no me pertenece, yo solo tomo los personajes prestados de Hino Matsuri-sensei, para la escritura de este fic.


Advertencias: como lo dije en el primer capítulo se vienen los spoiler, dino al BASHING (si, debe haber un villano, pero odio y detesto a los villanos estilo telenovela, que son malos y están obsesionados con una de las parejas principales, jaja. Soy de la opinión de un buen villano, debe tener una motivación), y creo que eso es todo.

Disclaimer: VK, no me pertenece, yo solo tomo los personajes prestados de Hino Matsuri-sensei, para la escritura de este fic.

Advertencias: como lo dije en el primer capítulo se vienen los spoiler, dino al BASHING (si, debe haber un villano, pero odio y detesto a los villanos estilo telenovela, que son malos y están obsesionados con una de las parejas principales, jaja. Soy de la opinión de un buen villano, debe tener una motivación), y creo que eso es todo.

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CAPÍTULO II: MIRADA

Los ojos de color avellana, pertenecientes a Kaito Takamiya miraban los establos, una ráfaga de viento alboroto bruscamente sus cabellos castaños ceniza. Desde lo ocurrido en la celebración de los vampiros su mente taladraba más que nunca que no debía perder de vista a Kiryuu. Siendo que él era un maestro no sería raro que viera de forma regular a sus alumnos, no obstante Zero escasamente asistía a clases. Cuando cruzo la puerta no le sorprendió que la primera en recibirlo fuera Lirio Blanco*1 de inmediato la yegua le dirigió una mirada de molestia. Había algo que era diferente en el animal de crin blanco, indomable y arisca justo como Kiryuu. La yegua relincho ante su nuevo visitante, lo cual en consecuencia termino despertando a Zero quien se encontraba recostado en el suelo.

— Dios los hace y ustedes se juntan —sentencio Takamiya, al ver al dúo frente a él—.

— Kaito —dijo Kiryuu—.

Sin decir palabras de por medio Kaito y Zero salieron de los establos. Kaito era el encargado de vigilar constantemente a Zero, ya sea dentro de la escuela como en sus misiones. Después de todos los eventos en el que el último descendiente de los Kiryuu se vio envuelto no había más que desconfianza de los demás cazadores. Un cazador raramente era enviado a eliminar a un sangre pura, sin embargo a Zero se le atribuían los decesos de Shizuka Hiou y Rido Kuran.

— Quita esa mirada —ordenó Kaito mientras lo miraba seriamente—.

— ¿Qué clase de mirada? —cuestiono Zero.

— Aquella que hace que luzcas tan patético—.

Zero guardo silencio durante unos segundos. Ahora que lo recordaba tenía un par de asuntos pendientes con el cazador.

— ¿Cómo se te ocurrió llevar a Wakaba a una fiesta repleta de vampiros? —Cuestiono de inmediato Kiryuu—.

— Si hubieran intentado algo solo haría lo que mejor se, matar a los vampiros —. Confeso Takamiya con una sonrisa en sus labios—, desafortunadamente el cachorro de león de los Kuran detuvo de inmediato cualquier altercado en contra de Wakaba—.

—Aun así, no debes exponer a los humanos —grito de inmediato Zero—. Si algo hubiera salido mal, ¿cómo te harías responsable? Tienes suerte de no estar suspendido en este momento—.

— No estoy suspendido, incluso aunque Wakaba no lo supiera tenia puesto un sello que la protegería de los vampiros, no soy ingenuo para solo llevar a un civil sin algún plan de respaldo—. Respondió Takamiya—. Entiende esto Zero… existe una clara diferencia entre los humanos y los vampiros. Sé que los odias. Y aunque eres un vampiro aún debe quedar por los menos el rasgo de todo cazador dentro de ti, nosotros protegemos a los humanos de los vampiros, desde que nacimos incluso antes de comenzar con nuestro entrenamiento formal como cazadores, esa parte nuestra, ese pecado que nuestros antepasados cometieron al alimentarse de la sangre y carne de un vampiro siempre susurra en nuestra sangre. No perdonaremos a los vampiros. Porque es nuestro deber cazarlos—.

— Se cuál es mi objetivo —respondió Zero—.

— Cuando hablaste con esa sangre pura —comenzó a relatar Takamiya—. Tenías los ojos de alguien que observa a su presa para devorarla. Nosotros no bebemos la sangre de los vampiros. Solo debemos matarlos Zero —.

El menor de los cazadores se mantuvo en mutismo. Kaito tenía razón.

— ¿Dónde te metiste cuando te perdí de vista? —Pregunto Takamiya—.

— Patrullando—.

— No te cuestionare más por el momento Zero. Pero recuerda Zero no hagas que te mate, no cruces la diferencia que existe entre cazadores y vampiros. Si vuelvo a ver ese atisbo que nos separa de nuestras presas en tus ojos… Fue un Déjà vu. Una repetición de lo que paso con Taito*2, ambos sabemos cómo termino todo—.

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Después de su conversación con Kaito, él ya lo sabía, muy en el fondo de su ser sabía que lo que Kaito y Shirabuki le habían dicho era verdad.

— Siento que me voy a volver loco... si no estoy cazando vampiros durante la noche... o durmiendo—. Se llevó ambas manos a la nuca—. Él siempre intentaba mantenerse ocupado o durmido, pero últimamente ni en sus sueños encontraba paz. No desde que veía los recuerdos de la vampira con capucha. Y para colmo la asociación de cazadores le mando a Kaito de niñera. Takamiya era algo así como un hermano mayor, ya que ambos habían sido entrenados bajo la tutela de Touga Yagari.

“Ya no recuerdo lo que es ser humano…”

Su garganta se sentía tan seca, las tabletas solo frenaban mínimamente su sed, empero cuando vio a esos sangre puras tuvo que hacer uso de todo su autocontrol para no atacarlos.

— Ichiru —. Fue el susurró que escapo de sus labios—.

Hacía bastante tiempo se negaba a pronunciar el nombre de su hermano. Recordó los días de su infancia, aquellos días en los que aún era un niño ingenuo — ¿Que tan terribles pueden ser los vampiros?—.

Estaba por entrar en el edificio de la asociación cuando volvió a escuchar aquella voz: —Estoy en un viaje en búsqueda de otros como nosotros, gente que no puede morir. Tiene que haber más en alguna parte... Adiós, Kaname. No importa si se te olvida ese nombre también.

Zero sabía quién era esa mujer, desafortunadamente nunca se revelo el nombre del ancestro al que los humanos devoraron para poder enfrentarse a los vampiros. La historia de los primeros cazadores, había muchas versiones del suceso. Aun así, ver esas memorias tal vez era una alucinación. Debía ignorar esa voz, tal vez definitivamente estaba perdiendo la poca cordura que le quedaba.

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Kaname yacía acostado sobre su tumbas con los ojos clavados en el techo, no tenía tiempo para descansar, entonces fue cuando se puso de pie y tomo la caja blanca que se encontraba en sus manos.

— Esta vez debo terminar con todo —se dijo a sí mismo.

Abrió la caja en ella estaba "Artemis" en su forma dormida.

— Artemis. Igual que la diosa de la caza —.

Observo el lugar. Su propio mausoleo, el lugar en el que esperaba morir. Su pequeño y único deseo fue interrumpido por Rido Kuran, uno de sus descendientes. Ciertamente los Kuran estaban en la cúspide del poder. Las armas de anti-vampiro, y solo él o sus descendientes eran capaces de utilizarlas, para cazar a su propia especie.

 



Notas finales:

Aclaraciones:


Lirio Blanco*1: el nombre de la yegua blanca, en mi opinión es de Zero.


Taito*2: Taito Takamiya era un cazador de vampiros. Además de ser el hermano mayor de Kaito. Taito se convirtió en un vampiro cuando fue mordido por una sangre pura. Cuando Kaito tenía sólo 15 años de edad, tuvo que matar a su hermano, que se había convertido en un nivel E del vampiro con sus propias manos.


Notas finales: al principio no tenía ni idea de cómo iba a quedar el capítulo, por lo general mis capítulos se escriben de acuerdo a cómo los voy redactando. Que puedo decir de Kaito, lo he visto en un par de fic's de Vampire Knight, y no puedo decir mucho acerca de este personaje ya que Matsuri no le dio mucho detalle cómo me hubiera gustado, con la poca información que tengo de Kaito veamos que surge.


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