Minsoo entró a su oficina en Frosty Ice, llevaba un café en la derecha y unas carpetas en la izquierda. Suspiró rendido. Caminó directo hacia el escritorio para dejarlas, lo rodeó hasta ir hacia la silla y sentarse, miró el título de las carpetas y frunció el entrecejo.
“Estudio económico.”
Así que suspiró para tranquilizarse, abrió uno de los cajones del escritorio y sacó el libro que estaba leyendo esa semana, lo abrió en la página que indicaba el separador luego buscó con la mirada ese pedacito de párrafo en el que se había quedado, al encontrarlo sonrió.
Pero paró de inmediato al oír que su puerta se abría, entonces bajó el libro de prisa para ponerlo bajo las carpetas que se supone estaría leyendo pero sus manos se le enredaron hasta que el libro terminó en el suelo, pero recién lo estaba lamentando cuando la puerta se abrió. Por lo que miró rápidamente para ver quién entraba.
-Llegó producto de Banana Ice.- le anunció JR.
-¿Cajas?- preguntó intentando ocultar el libro moviéndolo con su pie derecho.
-Sólo una.- le contestó mirando como lo intentaba levantar con su pie.
-¿Puedes hacerte cargo de ello?- preguntó sonriéndole algo nervioso.
-Sí.- respondió JR. –Con permiso.- salió.
-Está bien.- contestó CAP esperando a que cerrara la puerta, y al hacerlo se agachó para recoger el libro, notando que el separador se había salido pero alzó las cejas al ver que no era lo único que había, sino un pequeño papelito doblado en cuatro con la firma de Leeteuk.
Sonrió mientras lo levantaba del suelo, se sentó en la silla dejando el libro en el escritorio, abrió el papelito y sonrió.
“Cualquiera diría al verte que los catastrofistas fallaron: no era el fin del mundo lo que venía, eras tú.” Minsoo negó sonriendo.
-Y después de todo eres mi maravilla.- susurró pegando la nota en el marco de la pantalla de la nueva computadora que había comprado para Frosty Ice. –Podrías ser la persona que me salve.- sonrió sin dejar de mirar la letra de Leeteuk.
Entonces tomó su celular y marcó ese número que ya sabía de memoria, esperó sonriendo a que le tomaran la llamada.
-Encontré la nota que dejaste en mi libro.- dijo Minsoo recién escuchó la respiración de JungSoo, haciendo que sonriera.
-Espero que te gustara.- susurró. –Porque te gustó, ¿verdad?- preguntó ligeramente ansioso.
-No somos tan distintos.- contestó Minsoo pasando la yema de su índice por el borde de la nota. -Eres para mí una descarga, un halo de electricidad.- dijo sonriendo, notando la carpeta con el estudio económico que tendría que leer, extrañamente ahora lucía interesante.
-Vaya, gracias.- escuchó también la risa de JungSoo. –También me das energía.- como esos días cuando llegaba molido de la escuela y olerlo o leerlo le hacía sonreír.
-No somos tan extraños.- dijo Minsoo. -Mi alma la tripula el viento de tu respiración.- le susurró, haciendo que la sonrisa de JungSoo se extendiera, quizá, más de la que el mismo Minsoo esbozaba.